Alpargatas: retorno de un predio histórico para el trabajo

Fuente: InfoSur ~ La desinversión de Alpargatas en el mercado argentino se inició en 2016, cuando cerró la fábrica de Villa Mercedes y vendió a Cladd Industrial Textil Argentina su planta de montaje de calzado en Florencio Varela. El grupo llegó a contar con más de una decena de plantas en el país. Y sin dudas, se llevó puesta a la empresa con una profunda raíz histórica de la producción, que llegó a darle nombre a la Rotonda de Gutiérrez. Eran tiempos del “pasaron cosas”.

“Con la apertura indiscriminada de importaciones, desvincularon a 250 trabajadores y trabajadoras del rubro calzado”, rememoró Andrés Watson, el intendente local para añadir: “Alpargatas se fue de Florencio Varela y perdimos un hito productivo”.

En el 2019, antes de la pandemia por coronavirus, una empresa de capitales argentinos, la firma textil “Cladd”, compró el histórico predio y anunció una millonaria inversión que permitiría la apertura de la sede y la vuelta al trabajo de muchos de los obreros. Y todo está en marcha.

De hecho, en las últimas horas, el intendente Watson, constató la reestructuración en los inmuebles de la centenaria planta de “Alpargatas” efectuada por la firma textil “CLADD” mediante una importante inversión y trasferencia del plantel en funciones con el reconocimiento de todos sus derechos laborales.

El Mandatario Comunal destacó “el compromiso de empresarias y empresarios argentinos que invirtieron para potenciar sus elaboraciones. En consecuencia, esa expansión estimuló el empleo”.

Por otro parte, el Intendente calificó como “fundamental” los vínculos público-privados con la compañía anfitriona. “Ellos participaron de reuniones con funcionarios y recurrieron a instrumentos que el Estado promovió para la consolidación de la industria en los mercados nacionales o internacionales”, destacó.

Alpargatas

En sintonía, el gerente de Relaciones Públicas e Institucionales -Jorge Leone- manifestó: “Fue un placer recibirlo porque es muy importante articular las acciones entre la empresa y autoridades en cualquiera de los niveles de gobierno”.

Leone recordó una primera visita oficial “antes de tomar posesión de las estructuras; fue importante comprobar cómo fueron concretadas nuestras expectativas formuladas en aquel momento”. “En 2022, esperamos inaugurar las nuevas instalaciones aggiornadas, brindar productos de muy buena calidad y aumentar las condiciones competitivas”, proyectó.

Como conclusión, el ejecutivo reanudó su argumento de una convivencia activa entre las fracciones gubernamental y empresarial evidenciada en “una generación de puestos de trabajo, sistema de pasantías con escuelas técnicas, portales para el contrato de empleados, capacitación”.

Cabe remarcar que el Grupo Cladd dispuso sus sucursales en San Martín, Morón, Polvorines y Florencio Varela en la provincia de Buenos Aires, en la Ciudad de La Rioja y en el parque industrial de la Ciudad de Río Grande, provincia de Tierra del Fuego.

Con 108 agentes en la sede radicada en el partido, las autoridades de la firma previeron una inversión en el parque de maquinarias más remodelaciones edilicias para conquistar niveles de las más exigentes normas internacionales de calidad y productividad.

Estuvieron presentes: el secretario de Industria y Desarrollo Productivo -Ricardo de la Fuente-; Victor Curci -gerente de Recursos Humanos-, Fiama Camaroti -coordinadora de Recursos Humanos- más el gerente de Planta, Rosendo Basalo.

Coto lanza toda su línea de Indumentaria en su sitio de e-commerce

Fuente: Perfil ~ La cadena de supermercados ofrece, en su tienda online, una amplia variedad de productos de vestir, incluidas prendas para adolescentes y bebes. También, se puede encontrar accesorios, marroquinería y calzado.

Bajo el lema “Encontrá tu propio estilo en un sólo click”, COTO lanza toda su línea de Indumentaria en su sitio de e-commerce: www.cotodigital.com.ar

Comodidad, versatilidad y precio accesible son claves al momento de elegir esas prendas que no pueden faltar en el vestidor de una persona. Por eso ahora, en Coto Digital se puede comprar de manera fácil y rápida las prendas esenciales y funcionales para el día a día que permiten ampliar el guardarropa. Con opciones para toda la familia, el e-commerce de COTO tiene una amplia variedad de productos que incluye desde camperas, buzos y camisas hasta ropa deportiva, acompañándote así en distintos momentos del día.

También ofrece una atractiva propuesta llena de color y diversión para los más chicos con su línea para bebés y teens. Y si uno quiere complementar estas prendas con detalles que marquen la diferencia, en la tienda online se puede encontrar accesorios, marroquinería y calzado para darle al look de cada uno un toque especial.

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Se hizo grande con la ropa para niños, suma 12 tiendas y va por Buenos Aires

Fuente: Punto Biz ~ Archie Reiton supo abrirse camino en la confección de ropa infantil y con 37 años de trayectoria, suma 12 locales en la ciudad. En este último tiempo, abrieron cinco y tienen previsto cortar cintas en el shopping Alto Rosario la próxima semana. También llegan con la marca a Quilmes (provincia de Buenos Aires), Miramar, Venado Tuerto y Tucumán, y la apuesta ahora es desembarcar con un local propio en la Ciudad de Buenos Aires

«Abrimos varios locales en pandemia como el de Capitán Bermúdez, Roldán y San Javier, y volvemos al shopping Alto Rosario. Ya habíamos estado ahí antes y nos pareció que teníamos que volver porque queremos tener presencia en todos los centros comerciales», explicó Rubén Serri a Punto biz, hoy al frente de la empresa. Y agregó: «No hay más lugar en el mapa en Rosario, tenemos todas las plazas cubiertas».

Consultado sobre una futura expansión, confió que tienen propuestas para desembarcar en Buenos Aires. Ya habían hecho un paso por Capital Federal, con locales en diferentes shoppings como el Abasto, y la idea es recuperar esa plaza. «Nos están ofreciendo Buenos Aires, aparte de la apertura que hicimos en Quilmes, y nos pareció que era bueno desarrollar la marca de nuevo ahí», refirió. 

A principios de este año, Archie estrenó local en Pichincha –Pichincha 61, donde antes supo funcionar el prostíbulo Petit Trianon– y trasladó hasta allí su fábrica. Además, tenían en carpeta fusionar la marca de ropa con un local gastronómico, algo que todavía sigue en stand by hasta lograr la habilitación municipal. Sería un espacio anexo, con capacidad para aproximadamente 50 personas. Respecto de la venidera apertura, no habrá sorpresas y se replicará la misma estética que en las otras sucursales.

Las huellas de la pandemia: qué prendas son las más vendidas y por qué hay un fuerte cambio en la forma de vestir en el país

Fuente: La Nación ~ “Durante el último año y medio compré ropa de deporte o para estar en casa. Al no tener que ir a la oficina, las prendas más formales fueron desplazadas por otras más cómodas”, cuenta María Fernanda Augusto, de 45 años. Valeria García Moral, de 46, coincide: “En mi caso, al estar teletrabajando no compré mucha ropa porque no la necesité. Tal vez, algún buzo o una remera. Además, al no ir a la oficina y al no haber festejos de cumpleaños uno se arregla con lo que tiene. Tampoco compré mucho para mis hijos pequeños, solo ropa interior, medias y alguna que otra prenda cómoda como joggings o calzas”.

“Trabajo en eventos sociales y al estar suspendidos desde marzo del año pasado, con más tiempo en casa, no tuve necesidad de comprar ropa formal que uso para el trabajo, como trajes, camisas, zapatos. Como corro, sí compré algunas prendas de entrenamiento, pero no mucho más”, explica Pablo Guzmán, de 45 años.

Los tres testimonios muestran un gran cambio en el estilo de vestimenta de los argentinos, que aceleró las restricciones que impuso la pandemia del nuevo coronavirus el año pasado. Ahora, los pantalones tipo jogging, los buzos canguro y los suéteres están entre los más elegidos a la hora de renovar el guardarropa. De hecho, Claudio Drescher, presidente de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI). explica que, en los últimos 18 meses, el stay home (quedarse en casa) fue el protagonista. Las prendas para estar en el hogar ocuparon dos tercios de las colecciones de las marcas tanto en el mundo como en el país. “Las colecciones se volcaron a resolver lo que la gente necesitaba. Fue un fenómeno global que la mayoría de las marcas adoptaron”, señala. Y completa: “Con menores ocasiones para usar ropa de vestir, al no haber cenas en restaurantes, casamientos o cumpleaños de 15, las ocasiones de uso se modificaron sustancialmente y esto llevó a una inclinación hacia ropa más cómoda. Se desarrollaron prendas algodonosas, menos tomadas al cuerpo, ya que la mayoría de las actividades se concentraban dentro de la casa”.

Sin embargo, las restricciones no solo cambiaron el tipo de prenda que se usa, sino que también provocaron una fuerte caída en las ventas del sector. La crisis económica general, las limitaciones a la circulación y la baja en el consumo fueron factores determinantes que golpearon a la industria. “El mercado aún no se recuperó. Se vendió mucho menos, porque la gente estaba en la casa y si compraba algo, era una prenda más sencilla. La industria sufrió un embate que trajo aparejados centenares de miles de convocatorias. El sector fue muy golpeado a nivel global y se está empezando a recuperar en la medida en que la gente sale de las cuarentenas. Calculo que será una recuperación muy lenta. Hoy la industria en la Argentina está vendiendo un 30% menos respecto a 2019, que tampoco fue un buen año”, advierte Drescher.

Frente a la demanda, Portsaid apostó por la confección de pijamas
Frente a la demanda, Portsaid apostó por la confección de pijamasVictoria Gesualdi – AFV

Versatilidad

Las marcas respondieron con distintas propuestas a esta fuerte demanda de este tipo de ropa cómoda para estar en el hogar, pero con la que también se puede salir. Para María Marta Finelli, gerenta de producto de Mazalosa, empresa dueña de las marcas Portsaid, Desiderata y System Basic, fue muy claro hacia dónde fue el consumidor a partir de la llegada del coronavirus. “La pandemia aceleró lo que se venía dando, las líneas deportivas se incrementaron y claramente el consumidor viró hacia esa situación de uso. Las camisas y tops y todo lo que se usa a la noche no se vendió, las ventas de estas prendas cayeron un 30% respecto de 2019. La línea confortable es la que más vinieron a buscar y, en este caso las ventas crecieron entre un 20% y un 30%. Los que más se llevan son los joggers, jeans cómodos, suéteres confortables, buzos tipo canguro, camperas, zapatillas y ropa para entrenar”, explica.

“La pandemia aceleró procesos que ya venían desde antes”, coincide Pedro Wolfsohn, CEO de la marca de ropa masculina Equus. “En nuestras campañas siempre había un foco en propuestas más formales, pero en las últimas, el foco está en la ropa informal”, afirma y advierte que, efectivamente, la venta de prendas más de sastrería cayó a la mitad. “Imagino que el hecho de que no haya eventos impactó en la demanda de esos rubros. De todos modos, esto no significa que la gente no salga; sale, pero elige vestirse de otro modo”, concluye.

Javier Arroyuelo, autor y columnista especializado en moda, concuerda con los empresarios en que la crisis sanitaria no produjo un cambio profundo, sino que expuso una situación que ya existía. “Desde hace muchos años, la silueta es una silueta suelta, la pandemia sirvió como coartada para blanquear este asunto y terminar con el chiste de la ropa cómoda es de segundo orden”. Y completa: “Creo que la impronta de lo deportivo, de lo descontracturado, de lo amplio o bien de lo ceñido entendido como cómodo, que facilita el movimiento; las materias como los spandex, stretch, y lo que ayuda a que la prenda y el cuerpo vayan en armonía, son algo que ya data de hace cuarenta años”.

En Equus, el foco está puesta en la ropa informal
En Equus, el foco está puesta en la ropa informalRicardo Pristupluk – La Nación

Adecuación

Para Magdalena Dowling, creadora y dueña de la marca de ropa femenina Prier, a pesar de la preferencia por la ropa cómoda, las videollamadas y reuniones de trabajo por Zoom llevaron a que se elija vestirse de manera más formal de la cintura para arriba. “No necesariamente hay que estar con un blazer, sino con una blusa que se ve en una videollamada y algo más relajado abajo se está perfecto”, explica y añade que las ropas más tradicionales como blazers, sacos y trajes se dejaron de usar y hoy ganan espacio los suéteres, remeras y pantalones anchos.

Rocío Pérez De Muro, jefa de producto de Portsaid, indica que la marca se tuvo que adecuar a la nueva realidad y hacer una propuesta más flexible. “Hicimos muchos pantalones cómodos y muchos buzos. Para aquellas mujeres que tenían que salir a trabajar y ponerse un pantalón de vestir también pensamos aquellos de sastrería, pero de tejidos de punto, súper cómodos. Decidimos también sumar pijamas, porque vimos una necesidad”, aclara.

En el caso de Wanama y John L. Cook, la estrategia, a partir del nuevo contexto, fue potenciar su línea confortable, que ya comercializaban. “El cliente optó por este tipo de prendas a diferencia de la categoría de ropa para salir como tapados y sacos. Se inclinó por ropa más versátil y cómodos con tejidos de punto, elásticos en las cinturas y texturas livianas”, señala Daniel Lago, gerente comercial de ambas firmas. También para la marca Delucca, las prendas más vendidas son los buzos, los conjuntos de pantalón y buzo y las babuchas, lo que refleja una transición hacia prendas híbridas que pueden usarse en diferentes momentos y que se integran a la vida cotidiana.

Rezk & Rosso venderá indumentaria laboral al público minorista (abren boca exclusiva en interior de Córdoba)

Fuente: InfoNegocios ~ Los hermanos Luciano, Matías y Verónica Rezk están en la cuenta regresiva porque la próxima semana volverán a su Santa Rosa de Río Primero natal a inaugurar la primera boca minorista de la marca. Hasta ahora se habían concentrado en el público mayorista abasteciendo de uniformes a las estaciones de servicio de todo el país. Esa unidad sigue viento en popa y suman otra: “Después de 8 años volvemos al origen con una marca consolidada y para atender al público minorista que hasta ahora no habíamos podido”, asegura Verónica Rezk en esta charla de café en las oficinas comerciales de GNI.

Soledad Huespe: Rezk & Rosso es una de las empresas más importantes en la fabricación de uniformes para trabajadores con foco en estaciones de servicio, ¿es así? ¿Contame en qué andan? 

Verónica Rezk: Es así. Estamos trabajando con muchas ganas y apuntando a nuevos proyectos que te voy a ir contando. Estamos en este momento enfocados, no solamente en YPF que es nuestro cliente principal a lo largo de todo el país, sino que también estamos con la mirada puesta en el público minorista. Para eso estuvimos trabajando a lo largo del año pasado y este año ya lo concretamos. Estamos por abrir una sucursal en el interior de Córdoba la próxima semana y esto tiene que ver con volver a las raíces. Nosotros somos de Santa Rosa de Río Primero y hacía rato que teníamos ganas de volver a una propiedad que es de mi padre, es una esquina emblemática del pueblo. Hace unos años, cuando nosotros nos vinimos a Córdoba esa propiedad estaba alquilada y por cuestiones de pandemia, esa propiedad volvió a quedar desalquilada. Así que vimos tierra fértil en medio de tanto alboroto con el tema del COVID y se abrieron puertas y proyectos para volver a abrir allá un local que inauguramos la semana que viene, casualmente. Así que continuamos apostando a las estaciones de servicio y le sumamos el comercio minorista y otras industrias del escenario cordobés.

SH: Es decir que a la tradicional boca que ustedes tenían en Córdoba, le suman esta de Santa Rosa de Río Primero para enfocarse en el público minorista, ¿entendí bien?

VR: Exactamente. Nosotros tenemos dos sucursales este año: la de Córdoba capital que está en Barrio Parque Liceo y sumamos esta sucursal en Santa Rosa de Río Primero o Villa Santa Rosa, para que no se confunda.

SH: ¿A cuántas estaciones de servicio hoy abastecen con uniformes para sus playeros? 

VR: Hoy tenemos activas 350 estaciones de servicio YPF a lo largo de todo el país.

SH: Desde La Quiaca hasta Ushuaia.

VR: Exacto. Por suerte la logística está funcionando bien, así que llegamos a todo el país. 

SH: Contame cómo es la dinámica del negocio, ¿es estacional?, ¿cuántos uniformes se hacen por año para un trabajador o trabajadora? 

VR: Nosotros por mes estamos alrededor de las 12.000 prendas. Claramente las estaciones las hemos ido aprendiendo a lo largo de los años, porque aquí en Córdoba tenemos muy marcadas las cuatro estaciones, pero en el sur hace frío casi todo el año, entonces todo lo que es camperas, se despachan y se venden súper bien todo el año en el sur del país. La temporada de invierno es fuerte entre marzo y abril,y la de verano se da a partir de octubre hasta diciembre. https://27ac0ebbb0108e0d05d1bc0e62855a32.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-38/html/container.html

SH: ¿Cuántos uniformes usa cada trabajador en cada temporada? 

VR: Dos, o sea, cada vez que se compra para reponer un informe, son dos por playero.

SH: Es decir que le proveen de cuatro uniformes al año a una sola persona, ¿no?

VR: Exactamente. Tenés la chomba de piqué manga corta para verano, la manga larga para el invierno, la campera, el chaleco y según las áreas de la estación de servicio, es el uniforme que usa. En la parte de administrativa usan camisas y pullovers de lana. 

SH: ¿Cuál es la prenda más vendida?

VR: Nuestro fuerte es el pantalón cargo y de hecho también estamos en una proyección de lanzar nuestra línea propia de pantalones cargo. En las estaciones de servicio el pantalón también es muy fuerte, es lo que más hacemos. Más o menos entre un 30% y un 40% de nuestra producción es de pantalón cargo.

SH: ¿Esto de lanzar el pantalón cargo y de lanzar, también, la marca propia va de la mano con volcarse al público minorista? 

VR: Sí, exacto. Tenemos muchísimas consultas del público minorista, que por una cuestión de logística diaria, no le podíamos prestar mucha atención. Y en este proyecto de llegar de nuevo al trabajador independiente, al que tiene un taller mecánico, o de industrias más pequeñitas, nos permite poder apuntar al pantalón cargo de una manera más firme y tener nuestra línea de pantalones. No solamente hacer el gris de YPF, sino también hacer en otros colores: azul marino, beige, negro, que son otros colores que salen mucho. Es una línea muy linda de pantalones cargo muy reforzados. Le tenemos mucha fe.

SH: ¿Cuál va a ser la marca?

VR: El nombre que tenemos: Rezk & Rosso. No hemos pensado nada extraño.

SH: Y desde la boca de Santa Rosa, ¿qué plazas buscan atacar? ¿Solo Santa Rosa o extenderse para la provincia?

VR: Sí, obviamente ese sería el local al público y la casa central de la parte minorista, pero desde ahí, y con las redes también, nos permitiría llegar a cualquier parte del país. Cuando nos mudamos a Córdoba hace ya 8 años (estábamos en Santa Rosa), lo hicimos por una cuestión estratégica. Y luego de crear una marca, de consolidarla en el mercado, hoy nos permite poder volver al pueblo y con la posibilidad de llegar a todos lados con los medios de transporte. Hoy no importa dónde estemos. Entonces vamos a hacer base ahí, pero vamos a todo el país.

SH: ¿Cómo van a trabajar los canales comerciales digitales? ¿Tienen la estrategia desarrollada? 

VR: Sí, a través del ecommerce, para manejarnos tanto con el público minorista, como con las estaciones de servicio. Estamos buscando una manera más ágil para que puedan hacer la compra de manera online, que el estacionero pueda ingresar y con un carrito de compras pueda hacerlo como desde cualquier plataforma. Es un desafío importante, pero sin descuidar la venta personalizada. Para el estacionero es importante que estemos presentes, pero también queremos poder ofrecerle la agilidad de poder sentarse a cualquier hora del día o el fin de semana y poder hacer la compra. 

SH: ¿En quién confían la logística?

VR: En Expreso Lancioni, nos manejamos bastante con ellos.

SH: ¿Y para la venta minorista?

VR: Por OCA, estamos mirando opciones, pero vamos a ir por ese lado.

Crisis textil. ¿Tiene futuro la moda argentina?

Fuente: La Nación ~ “El 18 de marzo de 2020 fue muy triste. Apagamos las máquinas que solo se desconectan una vez por año para limpiarlas, y esta vez no sabíamos cuándo volveríamos a encenderlas”. Beatriz Volosin habla de tristeza, y aclara que elige una palabra que no está en la terminología financiera ni económica. Pero es lo que sintió cuando, a un día de que se anunciara la cuarentena para impedir el avance del coronavirus, cerró las puertas de su fábrica, Medias Mora, donde hacen más que medias.

Esa Pyme nació como un pequeño taller, en 1978, cuando con su marido se aventuraron con el corte y confección: compraron un par de máquinas para fabricar jogging frizados para niños. “En los 90, con la invasión de productos chinos a precios a los que no llegábamos, aún insistíamos con la industria nacional”. Luego de analizar el mercado, Beatriz concluyó que el nicho de la media de dama no estaba cubierto, y con otro socio, decidió reconvertirse. Una vez más. Así surgió Medias Mora. Y siguió con la lencería y una línea de homewear –una adelantada, porque comenzó a fabricarla hace 15 años, luego de observar los hábitos de conocidos que vivían en EE.UU. y trabajan en sus casas–. Aunque sus vendedores insistían en llamarlos pijamas.

¿Cómo estaban antes de la pandemia? Con dificultades. “Veníamos peleándola, reinventándonos, buscando nichos. No estábamos en una situación complicada, pero no nos sobraba para mejorar, reinvertir o crecer”. Hasta que se cerró la puerta. El 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) había declarado el brote del nuevo coronavirus como una pandemia. Nueve días después, el gobierno decretó el Aislamiento Social Preventivo y Obligatoria mientras los casos y muertes por Covid-19 aumentaban en todo el mundo.

Beatriz Volosin, de Medias Mora, comenzó a producir en un pequeño taller en 1978
Beatriz Volosin, de Medias Mora, comenzó a producir en un pequeño taller en 1978 xavier ma

“La pandemia fue global, pero algunos países estaban más preparados para sobrellevarla. La Argentina no estaba preparada en nada. Fue como chocar con un iceberg –describe la situación de la industria textil Fabián Xavier Castillo, presidente de la Federación de Comercio de Buenos Aires (Fecoba) y secretario de relaciones institucionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME)–. Las pymes estaban golpeadas, con créditos con altas tasas de interés del 70%, con presión impositiva y fiscal: la mayoría tenía deudas y vino la moratoria cuando las fábricas y negocios estaban cerrados. ¿Cómo hacían para meterse en una moratoria sin producir?”.

2020 será un año para el olvido, coinciden en un sector que ya venía castigado. Y parte de sus protagonistas así lo expresaron en una encuesta que la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI) realizó entre sus empresas asociadas en enero, para conocer su situación y el impacto generado por la pandemia. ¿El resultado? Desalentador. El 68% de las firmas registró una facturación negativa en 2020 respecto de 2019 (la mitad, con caídas mayores al 25%). Los precios de las prendas de vestir aumentaron un promedio del 45% entre diciembre de 2019 y diciembre de 2020. Y mientras los precios de la indumentaria crecen, el poder adquisitivo del consumidor es cada vez menor.

La mitad de las empresas en enero operaba por encima del 50% de su capacidad, mientras que un cuarto lo hacía por arriba del 75%. El cuarto restante, menos de la mitad. Aunque la pandemia parecía una gran oportunidad para fomentar las ventas online, el e-commerce, aunque creció en 2020, tuvo una incidencia en el total de las ventas que no supera el 15%. En casi dos tercios no llegó al 10%.

Xavier Martin

Los problemas que profundizan su crisis los desaniman frente a una posible reactivación: la poca disponibilidad de materias primas, la presión tributaria, la escasa demanda, el incremento de los costos laborales, la falta de talleres y de avíos textiles (que son los materiales que se suman a las prendas, como etiquetas, flecos, hebillas, hombreras), entre otros. En indumentaria, lencería y accesorios, las ventas escalaron 24,4% anual en junio (siempre a precios constantes), pero resultaron 24,6% menores a junio de 2019, según el Índice de Ventas Minoristas Pymes de CAME, que agrega que para el primer semestre del año acumularon un progreso anual de 36,7% frente a los mismos meses de 2020, y una caída de 20,0% frente al primer semestre de 2019.

En cuanto a la producción, describe la CAME, “la recuperación es lenta porque es una industria muy orientada al mercado interno y dependiente del poder adquisitivo, que no logra recuperarse. La menor frecuencia de reuniones sociales y laborales también frenan al sector, al igual que la proliferación de pequeños talleres informales”. En indumentaria y textil la producción creció 78,1% anual en mayo, pero bajó 12% comparado con mayo 2019 (el 2019 fue, además, un mal año para esa actividad).

La pandemia y la cuarentena, los dos fenómenos impactaron en el negocio de la indumentaria. Lo explica Guillermo Oliveto, fundador y CEO de Consultora W: “Inicialmente, en el marco del lock down, de estar en casa, de algún modo la gente perdió la libido con la compra de ropa. Al no haber sociabilización, las prioridades eran otras. Al principio, asegurándose el abastecimiento de alimentos, pensando que no habría, lo que no terminó ocurriendo. Y, desde mayo y junio, poniendo la libido y el dinero en el hogar bunker. El sector que se vio beneficiado fue el de la indumentaria para vestir la casa. Además, uno de los iconos en la venta de ropa, los shoppings center, estuvieron cerrados por meses. Muchas marcas sufrieron, y en el medio hubo una fuerte devaluación”.

El cierre de fábricas de Asia durante dos o tres meses, al comienzo de la cuarentena, fundamentalmente en China, hizo que faltara materia prima al inicio y eso retrasara toda la cadena de valor. “Lo que expresa el mundo textil es que la suba de los precios en la ropa, que el Indec define que hoy, interanual, es del orden de 70%, cuando la inflación interanual hoy es de 48%. La ropa está por encima de lo que fue la suba promedio de los precios, entre otras cosas por la falta de oferta de materia prima en una parte de año. Como esto se hace con anticipación termina impactando un año después”, agrega el especialista en consumo, sociedad, marcas y comunicación.

La caída de las ventas de indumentaria en 2020 fue del 35% medida en unidades, según CAME, y en los shoppings center, según el Indec, la contracción interanual fue del 63%, “ambas caídas brutales, muy por encima de otros sectores –dice Oliveto–. Se dio una tormenta perfecta, falta de libido, falta de oferta, precios más altos, pérdida de poder adquisitivo de los consumidores, con la ropa volviéndose más cara. Todo junto debilita la posición de la indumentaria en la Argentina que termina siendo de uno de los sectores más golpeados por la pandemia. A un sector que venía mal le cayó la bomba atómica”.

Entonces, ¿tiene futuro la moda en la Argentina? El especialista es optimista. “Cuando empezó a abrirse, la gente volvió a comprar. Para la indumentaria es clave volver a la vida, la revancha de la vida. Los perjudicados en la prepandemia serán los beneficiados en la pospandemia. Hay una oportunidad interesante para la indumentaria argentina cuando salgamos de acá. Habrá una revalorización del diseño local. Los que lleguen”.

Además de falta de materias primas provenientes de Asia, también escasean las locales, como el cuero. “En la Argentina hay muy poco cuero, entonces como la oferta es menor que la demanda, el precio sube. El cuero se está exportando, pero sin valor agregado. En el mundo, los commodities son para elaborar en los procesos internos y se les agrega mano de obra por la dignidad del hombre, que es el trabajo. Tenemos que buscar políticas de estado productivas, incentivar que haya mayor oferta de materias primas para generar mayor industria y a su vez que el comercio tenga esos productos al menor precio posible”, agrega Castillo que, aclara, además de ser presidente de Fecoba es, sobre todo, zapatero, con tercera generación en la Argentina y con ancestros italianos.

Informe de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI)
Informe de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI)

Si analizamos el precio final de una prenda de vestir, ¿qué porcentaje es de impuestos? Un 25,5%, más el 15% de los bancos y el 14,8, de alquileres. Es decir, el 55% del precio corresponde a actores fuera de la cadena de valor textil, según un informe realizado por CIAI. El 45% restante, al costo de fabricación (20%), comercialización y distribución (15,1), diseño y marketing (4,7) y rentabilidad empresarial (4,8).

¿Nueva comodidad?

El consumidor cambió de hábitos y de habito. El home office y la cuarentena impusieron un estilo más funcional, adaptado a otras rutinas. Y las marcas y diseñadores intentan seguir el ritmo de una nueva forma de vestir más cómoda. Trajes, camisas, vestidos de fiestas y stilettos fueron reemplazados por joggings, prendas confortables y a géneros de punto y algodones. La moda comfy. ¿Perdurará este estilo?

A nivel global hay una tendencia a la sensatez y a la austeridad, indican en el Laboratorio de Tendencias Almatrends. “Todo el mundo atravesó una crisis económica muy compleja, el PBI mundial cayó 3.5 %, la peor caída en 20 años. Y el dolor que generó la tragedia de la pandemia ha cambiado la mirada sobre prácticamente todo. Inicialmente hubo una movida a la ropa más confortable pero es muy del hábitat viral, un entorno que durará mientras dure el virus. No creemos en la nueva comodidad como concepto, porque tenía dos problemas, de normal esto no tiene nada y nueva daba a entender que las cosas cambiarían para siempre”, dice Sil Almada, directora Almatrends. Plantea un retorno desde la revancha de la vida, a una indumentaria con luz, sensualidad, vida y hasta un poco de color. Porque, producto de la sensatez, de la austeridad y del registro que queda de dolor, se dará lugar a una moda más atemporal, donde se prefiera comprar algo que quizás cueste más pero que dure mucho más también.

En el caso de Giesso, una etiqueta afianzada en la camisería y sastrería, pero con una amplia propuesta de vestir, “el mercado cambió mucho y va a seguir cambiando. Definitivamente, el traje fue el producto más afectado. Ya volverán los casamientos, las fiestas y el trabajo presencial. Y nunca faltan los hombres que, como yo, sienten un placer enorme al ponerse un buen traje, una linda camisa y una atrapante corbata. Distinción en su más alto estado”, Mariano Rodríguez Giesso, presidente de la compañía.

La marca nació en 1884, cuando el sombrerero genovés Bonifacio Giesso instaló su primera tienda en Buenos Aires. En ese entonces ofrecía gorras, camisería, bastones, ajuares para novios y hasta paraguas y valijería. Hoy su universo es muy amplio, con colecciones urbanas para hombre y mujer. ¿Cómo atravesaron la pandemia? “Desde el punto de vista financiero y económico muy ordenados, después de que, como a gran parte del país, se nos cortaran hace algo más de un año y por un tiempo prolongado una enorme parte de nuestros ingresos. Teníamos que enfrentar obligaciones de todo tipo sin los ingresos con los que suponíamos contábamos. Veníamos de un 2019 flojo a nivel nacional en el consumo y, por tanto, planificando cambios profundos desde el producto, los canales de ventas y la política comercial, para abarcar más mercado y desde otro ángulo. La pandemia nos retrasó, pero nos ayudó a convencernos de la importancia de realizar dichos cambios. Estamos muy entusiasmados con eso, pero, por supuesto, esperando que la economía mejore, una condición necesaria imprescindible”, agrega Rodríguez Giesso.

Algunos productos y diseños de la etiqueta fabricados para el invierno 2020 pasaron enteros para el 2021. Pero en el verano, reinó la cautela. “Esta próxima colección es 100% nueva, exceptuando por supuesto a diseños continuativos”, anticipa.

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Cuando en mayo último, por la crisis sanitaria el gobierno decretó nuevamente el confinamiento total, las restricciones a la movilidad volvieron a contraer las compras de indumentaria, que ya venían golpeadas por la disminución del poder adquisitivo de la población, indica el Semáforo de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria de junio. Y “a pesar de la caída de los contagios durante los primeros meses del año, las ventas de ropas no lograron recuperar los niveles previos a la pandemia debido a la caída del poder de compra de los salarios y de las jubilaciones durante el último año”.

El Semáforo de CIAI compara datos de 2019 y 2021, porque la cuarentena estricta de fines de marzo, abril y mayo de 2020 distorsionarían la comparación. En marzo de 2021 las ventas de indumentaria y calzado en los shoppings de todo el país cayeron un 34,9%, respecto del mismo mes de 2019. La reducción del consumo de prendas ocasionó una baja de la producción nacional de ropa de 10,8% entre abril de 2019 y abril de 2021.

No aumentaron las ventas ni la producción, pero sí los locales vacíos. Claro que no solo del sector textil. En diciembre de 2020, CAME anunciaba que había un promedio de 9 locales comerciales vacíos por cuadra en todo el país. Estimaba que durante 2020 habían cerrado 90.700 locales, 41.200 pymes y que fueron afectados 185.300 trabajadores. Los rubros con más cierres fueron indumentaria, calzados y decoración y textiles para el hogar.

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Según el último relevamiento de Fecoba, entre marzo de 2020 y abril de 2021 la cantidad de locales vacíos en las galerías comerciales relevadas de micro y macrocentro crecieron de 447 a 608, lo cual representa un 36% de incremento en la vacancia.

Más números de la baja: en el bimestre mayo-junio de 2021, la cantidad de locales inactivos (en alquiler, en venta o sin actividad) mostró un incremento de 86,2% en la Ciudad de Buenos Aires, publicó la Cámara Argentina de Comercio y Servicio (CAC). Encabezan la baja la avenida Córdoba –donde históricamente se concentran outlets de indumentaria– y la peatonal Florida, una zona perjudicada por la falta de afluencia turística y por las oficinas inactivas.

Un mundo aparte fueron los shopping centers: los porteños estuvieron siete meses sin abrir durante 2020 (la reapertura fue a mediados de octubre), y cuando lo hicieron el 25% de sus locales estaban cerrados. Ante el avance de los casos por Covid-19, a mediados de abril último el Poder Ejecutivo anunció, entre otras medidas de restricciones, que los shoppings volvieran a cerrar. Reabrieron sus puertas dos meses después, luego de fuertes reclamos de los comerciantes y hasta manifestaciones en el del Abasto.

“Fue una catástrofe tanto para nosotros como para las marcas, los locatarios. La verdad es que hicimos un enorme esfuerzo para mantenernos todos juntos. Dejamos de cobrar los alquileres a los locatarios, sí les cobramos las expensas porque no tuvimos ningún tipo de beneficio de nada. Seguimos pagando los impuestos, la limpieza, la seguridad”, dice Sergio Dattilo, gerente corporativo de Relaciones Institucionales de Irsa, que entre su portfolio cuenta con Dot Baires, Alto Palermo, Abasto Shopping, Alcorta Shopping, Patio Bullrich, Alto Avellaneda, Soleil Premium Outlet, la concesión de Distrito Arcos, y más centros comerciales en Santa Fe, Córdoba, Salta, Neuquén y Mendoza.

Llegaron a tener entre el 20 y 25 % de los locales con cierre definitivo, entre sus 14 shoppings de todo el país, que suman 1500 locales. “La idea era capear el tsunami todos juntos. Hubo gente lamentablemente que no lo logró y obviamente el sector más afectado fue el de la indumentaria. Hubo marcas muy tradicionales que se fueron de los shoppings y ya no van a volver, y fueron reemplazadas por otras”, agrega Dattilo. Ahora, la vacancia es del 7%. Los centros comerciales más afectados fueron Alto Avellaneda y Abasto Shopping porque, además del tema socioeconómico, sus clientes suelen llegar en medios de transporte público.

Redescubrir las fibras naturales argentinas, la misión del diseñador 
Francisco Ayala
Redescubrir las fibras naturales argentinas, la misión del diseñador Francisco Ayalaxavier ma

¿Qué se viene? El one stop shopping, “donde podés hacer de todo, hay cosas que son inimaginables a nivel entretenimiento y gastronomía –anticipa Dattilo–. La pandemia y la crisis aceleraron un poco un proceso que más tarde o más temprano iba a darse, la reconversión del shopping. Sin hacer futurismo, el ser humano es una especie gregaria, necesita estar con otra gente. Lo mismo pasa con el shopping, se convirtió en parte de la cultura de la gente, en la experiencia de vida”.

En Levi’s Argentina notaron que los clientes optaban por comprar en locales de cercanía o en multimarcas, en tanto que caían las ventas en algunos shoppings, como Galerías Pacífico o en zonas influenciadas por las oficinas, como la peatonal Florida. ¿Cómo estaba la firma en marzo de 2020? “Muy bien, cumpliendo perfectamente los planes, con unidades iguales o un poco por encima de 2019. Si bien en ese momento había una pequeña recesión, no nos estaba afectando. La marca estaba muy bien”, describe Matías Galmarini, director de marca de Levi’s Argentina. “Luego vino la hecatombe. Con los locales cerrados en Amba por ocho meses y una caída muy fuerte de ventas, que casi llegó al 40% anual”.

Aunque el e-commerce creció (en 2019 participaba de un 2% de la facturación total de las unidades, y en 2020 llegó al 11%), no era suficiente para reemplazar la falta de ventas. “Fue un año difícil pero no terminamos tan complicados y los números acompañaron. Hicimos ajustes con las compras y las replanificaciones nos permitieron mantenernos a flote. Los proveedores de confección y, sobre todo, los tejidos hicieron que re empezar fuera mucho más lento. Hoy estamos sufriendo las faltas de entregas, justo cuando la demanda es un poco mejor. Además de que los proveedores también estuvieron cerrados, sufrieron algunos focos de Covid, porque nadie está a ajeno a eso”.

Levi’s, creador del jean hace más de 150 en Estados Unidos, en la Argentina importa aproximadamente el 35% en términos de unidades y su mayor volumen se fabrica localmente con una guía y proveedores elegidos para hacer los productos iguales a los de afuera, con parámetros de calidad y de cuidado de medio ambiente. “Como marca y estrategia, todo lo que podamos producir localmente para nosotros es mejor”.

El trabajo artesanal de María Luz Príncipe
El trabajo artesanal de María Luz Príncipexavier ma

Redescubrir para reconventirse

En la Alta Costura argentina, las sedas y géneros importados son la esencia de los trajes de novia y vestidos de fiestas. Un segmento que, desde marzo 2020, cayó abruptamente por la suspensión de los encuentros sociales y festejos. “La industria textil tradicionalmente trae géneros importados, pero desde esta pandemia llegué a Manos andinas: el tesoro nacional son los camélidos, porque son las fibras más finas del mundo. Nosotros vendemos esa fibra afuera sin valor agregado”. Ese valor recuperó Francisco Ayala con su última colección: tapados, capas y ponchos con fibra de llama, que presentó en Argentina Fashion Week.

Recuperar el trabajo artesanal y redescubrir los oficios es para Ayala la forma de revitalizar la escena. Lo dice como diseñador y también como presidente de la Cámara Argentina de la Moda. “Al desaparecer las fiestas, surge un concepto del nuevo lujo que no tiene brillos, sí texturas naturales, y tiene que ver con la trazabilidad entendida como seguir el proceso: en cada tejido explico de dónde viene el género, quién lo hizo. Dentro del nuevo lujo entra el tiempo en la ecuación porque son cosas hechas para que duren mucho y también llevan tiempo de producción. Son fibras ancestrales”, dice.

En cuanto a los oficios, la producción de moda requiere muchos: bordadores, tejedores, costureros, talabarteros, especialistas en sombreros y zapatería, y más. “Acá muchos estudian diseño, se reciban 5000 diseñadores por año, sin que la industria pueda absorberlos y no hay quien sepa coser”, dice Ayala. Desde Fecoba, donde la Cámara participa, están impulsando la creación de una Escuela de Oficios.

Cada crisis es una oportunidad, la visión de la diseñadora de zapatos María Luz Príncipe
Cada crisis es una oportunidad, la visión de la diseñadora de zapatos María Luz PríncipeXavier Martin

Con la pandemia se cortó la cadena de comercialización, de pago, de producción. Todo. Faltan políticas de Estado que nos apoyen, necesitamos subsidios, y una menor carga impositiva –agrega–. Por nuestra parte, tenemos que deconstruirnos. Los peruanos tienen el Alpaca Fashion Award en París, y nosotros podemos ofrecer algo que es argentino, con todo su proceso de valor”.

Cuando analiza el e-commerce, considera que logrará un mejor impulso cuando se termine el estudio antropométrico nacional, a cargo de Inti, para conocer las medidas corporales de la población nacional, según lo estipular el Sistema Único Normalizado de Talles de Indumentaria.

Para la diseñadora de zapatos María Luz Príncipe, creadora de Luz Príncipe, el ecommerce fue una oportunidad, justamente porque su local está ubicado en la zona céntrica.Quienes trabajamos con creatividad nos adaptamos, y tenés que actuar rápido también para manejar el negocio, según la necesidad que hay ahora. Te arremangás y seguís trabajando. Si podés producir durante tantos años en la Argentina tenés un master para diseñar en cualquier parte del mundo. Yo al principio achiqué las cantidades y amplié el público en las redes sociales”, cuenta.

También se adaptaron los modelos: antes, de los 30 por temporada, la mitad eran de tacos altos. Al cambiar la demanda, pasaron a bajar los tacos y sumar la media suelina antideslizante pero sin resignar en diseño. “Nunca dejamos de cranear diseño, los bordados, el juego y la ilusión de verte algo hermoso pero funcional”, dice María Luz, que comenzó a diseñar zapatos en 1999.

La moda cambia, es cierto. O cambiaba. Solo alcanza con ver la vidriera del mundo para descubrir que los consumidores miran los componentes de las prendas y buscan piezas perdurables y de buena fibra (aunque suene aspiracional desde la perspectiva de una industria saliendo de un estado crítico). Se sabe que las alianzas de marcas y diseñadores potencian. Y que la tendencia… ya no lo es.

La emblemática tienda Macy’s de Estados Unidos llega a la Argentina: cómo comprar

Fuente: Infobae ~ Una de las tiendas más emblemáticas de los Estados Unidos empezará a estar disponible para consumidores en la Argentina. Se trata de Macy’s, la tienda departamental especializada en indumentaria que suele ser visita obligada de los turistas que viajan a Nueva York y otros destinos del país norteamericano. El desembarco promete ser con “millones” de productos del catálogo de la tradicional marca, a pagar en pesos y con diversas formas de financiación.

En tiempos de cierre de tiendas departamentales y reconfiguración del negocio retail en todo el mundo, la llegada de Macy’s a la Argentina no tendrá locales físicos sino que se manejará en forma totalmente online. Será a través de la página Tiendamia, una web que tiene como principal foco la venta de productos de marcas que no operan en el país.

“Con este desembarco se comenzarán a vender millones de productos de Macy’s a precios muy accesibles que pueden ser abonados con diversas formas de pago y financiación en pesos para facilitar las compras online de productos provenientes del exterior”, señaló el portal a través de un comunicado.“Con este desembarco se comenzarán a vender millones de productos de Macy’s a precios muy accesibles que pueden ser abonados con diversas formas de pago y financiación en pesos” (Dimant)

Macy’s, de esa manera, se suma al catálogo del portal como Amazon, eBay y Walmart. Se trata de una empresa uruguaya que desde su plataforma online tiene llegada a distintos países de la región como Brasil, Perú y Ecuador.

“Seguimos ampliando nuestro catálogo y nuestra propuesta es sencilla: en un mismo carrito pueden convivir productos de diferentes tiendas, como Amazon o Macy’s, y aprovechar toda esa enorme variedad comprando desde casa y pagando en pesos con cuotas fijas”, comentó Roger Dimant, country manager de Tiendamia en Argentina.

Las categorías disponibles son indumentaria (de hombre, mujer y niños/as), perfumes, ropa de cama, ropa de baño, relojes, carteras y accesorios en general. Según afirma la empresa, desde su lanzamiento Macy’s ya representa el 5% de las búsquedas en Tiendamia.

Según explican desde la plataforma, la incorporación de Macy’s contará con más de 25.000 artículos deropa para hombre y más de 37.000 artículos deropa para mujer, por ejemplo. Además, se venderán productos de diversas categorías: calzado, relojes, joyas (pulseras, anillos, etc.), mochilas, carteras, billeteras, ropa de cama/baño, ropa para niños/as, entre otras.

La operatoria para traer artículos a la Argentina gira alrededor de un régimen simplificado, es decir, un courier o correo privado que se encarga de hacer todo el trámite en Aduana, pago de impuestos arancelarios, asignación y distribución de paquetes.

“A los millones de productos que ofrecíamos de tiendas como Amazon, eBay y Walmart de Estados Unidos, ahora sumamos toda la variedad de marcas y modelos que ofrece Macy’s en Estados Unidos”, concluye Dimant.

Los productos que ofrece son adquiridos de otros e-commerce y recibidos en un depósito en Miami. Posteriormente se traen a la Argentina o se llevan a los demás países donde operan, sin sufrir contratiempos en aduanas. De esta forma, la idea del servicio puerta a puerta se convirtió en una oportunidad para comprar artículos potencialmente a menor precio sin sufrir contratiempos.

El desembarco online de Macy’s se asemeja a la llegada de Gap al mercado local. También completamente online y a través de un marketplace de un tercero que lo distribuye en el país. La pandemia y el boom del comercio electrónico facilitaron estos movimientos a las marcas. Gap llegó al país a través de la plataforma de comercio electrónico Dafiti.

Emprendedoras afroargentinas desarrollaron una marca de ropa para “descolonizar” la vestimenta

Fuente: El Ciudadano Web ~ Analía Vargas y Florencia Arce, madre e hija, hacen frente a la pandemia con un proyecto autogestivo de indumentaria que recupera el oficio ancestral heredado de su raíz matriarcal africana que hoy, reinventado, les permite confeccionar prendas originales con talles reales

Madre e hija afroargentinas hacen frente a la pandemia del coronavirus desde Rosario con un proyecto autogestivo de indumentaria que recupera el oficio ancestral heredado de su raíz matriarcal africana que hoy, reinventado, les permite confeccionar prendas originales, con talles “reales” e inspiradas en la cultura y el paisaje local para “descolonizar” la vestimenta.

Analía Vargas, de 59 años, y su hija Florencia Arce, de 29, tras quedarse sin trabajo estable en plena pandemia decidieron crear la marca de ropa “Impermanente” (@impermenente.ros).

Un proyecto acorde al objetivo de combatir el racismo con perspectiva de género, que se impulsa en el Día Internacional de la Mujer Afrodescendiente que se celebra cada 25 de julio en coincidencia con el aniversario de la clausura del Primer Encuentro de Mujeres Negras de América Latina y El Caribe.

Con sus propios diseños originales, madre e hija producen y venden a baja escala, adaptándolos a cada persona como una forma de romper con el consumo masivo.

“Lo pensamos como una respuesta a la industria y también como una forma de revalorizar el diseño de Rosario, que es muy bueno y no necesita basar sus producciones en lo que viene de afuera”, coincidieron ambas.

Su búsqueda en diseño pretende “descolonizar la vestimenta. Las marcas se rigen por Europa y reproducen sus diseños, su moda y su cultura vistiéndonos a todos iguales”, explicaron.

“Tenemos que ser conscientes de que no todo está afuera, acá adentro tenemos grandes creadores, no tenemos que ir a copiar modas a otro país porque cada ciudad y país tiene una realidad”, dijo Analía.

“Estamos vistiendo a nuestros chicos con una moda traída de afuera con la que perdemos la esencia local”, sostuvo.

Desde un pequeño taller de la zona sudoeste de la ciudad, Florencia contó: “Nuestro diseño se basa y se nutre de lo local. La primera colección nació de mi militancia en contra de la quema de los humedales del Delta del Paraná. En las manifestaciones nos expresamos con el candombe, y del fuego de las islas y el fuego para calentar los cueros de los tambores, del río y del verde del humedal, salieron las primeras prendas”.

El nombre Impermanente “representa la incertidumbre del día a día nuestro, de la resistencia que encaramos con la costura que nos obliga a mutar constantemente y a reinventarnos”, señaló.

La necesidad de Florencia de emprender un proyecto independiente junto a su madre nació durante un viaje por Brasil y Uruguay en el cual la joven subsistió vendiendo prendas y se reencontró con raíces africanas, sumado a su incorporación a un candombe uruguayo.

“Mi amor por Bahía, Brasil, y mi relación con la música y el baile del candombe uruguayos me hizo investigar más mis raíces familiares y comencé a autopercibirme afroargentina”, relató.

Impermanente también significó para ella el volver a pensar en la costura como forma de sustento económico, luego de permanecer mucho tiempo alejada de las telas por un hecho de racismo que vivió a sus 20 años. “Estaba sobre una manta en una feria informal vendiendo ropa hecha por mi con retazos de tela cuando una mujer, dueña de una marca de ropa importante, para la que cosía mi mamá me comenzó a acusar de robar sus telas y diseños”, recordó.

“Ahí me alejé completamente de la costura. Fue un acto de discriminación que me marcó pero me sirvió para saber lo que quiero con Impermanente”, enfatizó.

Al usar retazos por entonces “ya estaba haciendo una reutilización y al confrontar con una marca que daña al planeta y viste a todos iguales con copias de Europa, estaba naciendo una identidad propia”, afirmó.

En ese sentido, Analía aseveró que “se ve discriminación en la industria y en la sociedad por ser mujer y por ser afrodescendiente. Somos las negras. La costurera es la negra”.

En su mano derecha, la que guía las telas bajo la aguja de la máquina de coser, la mujer exhibe un tatuaje reciente de trazo grueso en color negro. “Es una de las primeras cruces afro para reivindicar mis raíces”, contó.

Analía es diseñadora y modelista industrial. Aprendió el oficio de su madre, al igual que todas las mujeres de la familia. “Tenemos el legado ancestral matriarcal en la memoria”, analizó.

En su manifiesto, el proyecto Impermanente resalta: “Vestir es político y un derecho”.

En esa línea, las emprendedoras coincidieron en que “contemplar todos los cuerpos y empezar el camino hacia una perchero sin género es una forma de valorizar a las personas y reafirmar su autoestima”.
Difundir el consumo consciente

“En un futuro cuando estemos más plantadas en el mercado nuestra idea es trabajar con telas orgánicas y con el cáñamo, con productores responsables y tinturas naturales hechas con plantas y raíces para producir telas para no dañar el medioambiente”, detalló la diseñadora.

En esa línea, su madre resaltó que “la industria textil es la que más afecta al medioambiente con sus tinturas químicas, el desperdicio constante, el plástico del poliester, las grandes huellas de carbono y los agroquímicos que se utilizan en la producción del algodón”.

Otro aspecto que aborda el proyecto es la aspiración a una vestimenta sin género.

“En algún momento todas nos vamos a vestir como queramos. Recientemente nuestro país entró en vigencia el DNI no binarie, sabemos que viene eso y queremos colaborar en esa causa”, dijo Florencia.

Compartió que “como afroargentinas sufrimos todos los días el sexismo. Las dos sufrimos acoso callejero y más cuando tenés otros rasgos físicos”.

“Tal vez por eso hacemos una exhibición del cuerpo a través de la danza mostrando la prenda y las personas que se visten con Impermanente también se muestran sensuales o danzando con la prenda. Es una forma de luchar contra las imposiciones sexistas y racistas”, consideró.

“Tratamos de que cada una se empodere vistiéndose como quiere y lo muestre como le guste”, finalizó la emprendedora.

Crear empresas que den ganancias económicas, sociales y ambientales

Fuente: La Nación ~ Con el objetivo de obtener una ganancia y colaborar a la vez con el cuidado del medio ambiente, cuatro emprendedores fundaron sus negocios y hoy muestran que lo sustentable también es rentable.

Cuando Pedro Roisman todavía estaba bocetando su proyecto, su abuela Lili se le acercó con un cubrecolcha viejo. Al emprendedor le pareció que el diseño era interesante y, basándose en el concepto de sustentabilidad con el cual estaba trabajando en sus productos, lo transformó en otras prendas. El artículo se terminó vendiendo y fue bien recibido, así que, como homenaje a su abuela, decidió bautizar su negocio con un nombre que remita a esa generación.

Martha es un proyecto de indumentaria que se basa en el poliéster reciclado de botellas de plástico y descartes textiles. El packaging está reciclado en un 70% y es 100% compostable. Las etiquetas de ropa son plantables, germinan y se convierten en una planta de rúcula. Además, la empresa mide su huella de carbono y planta árboles para compensar el dióxido de carbono que emite.

En el caso de Livia Armani, fue la motosierra que usó una sola vez el suegro el desencadenante para la creación de Space Guru, el emprendimiento que busca extender el ciclo de vida útil de los artículos. Bajo la proclama del fin de la economía lineal, se busca poner a circular objetos en desuso. Le ofrecemos a los clientes que donen sus ítems a las organizaciones a las que estamos asociados, o bien venderlos, alquilarlos o hacer una disposición final de manera sustentable”, resaltó Armani, COO y cofundadora de Space Guru.

Por su parte, el primer supermercado libre de envases de la Argentina, Cero Market, remite a tiempos y formas de consumo antiguas. La propuesta de Juan José Bartolomé Saavedra fue todo un éxito: a un año de iniciado el proyecto, ya tiene seis sucursales y hay 15 más en proceso.

“Volvemos a como era antes, que es más sustentable; cambiamos eso por un tema de practicidad y comodidad, pero afectando al medio ambiente [en referencia al uso de envases]. Ya había propuestas de ventas a granel, pero por separado y, como consumidor, tenías que ir local por local. Nuestra idea fue unificar y hacer un supermercado, para encontrar todo en un solo lugar”, relató el cofundador de Cero Market.

La pandemia no pudo frenar los inicios de House of Mats, “una marca de mats de yoga de diseño, de alta densidad y con una calidad que le da una capacidad de uso longevo”, según la describe su creadora, Lucía Denevi, quien dice que su emprendimiento forma parte de la reeducación de las personas, ya que se encontró con que los consumidores no estaban al tanto de que “los mats de yoga no tienen que ser absorbentes, tampoco livianos porque, se desgranan y duran menos”, detalló.

“Para mí, la sustentabilidad va por el lado del no desperdicio, de la economía circular”, concluyó.

Haches-S: la marca argentina que hace diseños únicos con técnicas artesanales

Fuente: Aire de Santa Fe ~HACHES-S es un nuevo proyecto textil y de indumentaria que nació en Buenos Aires, Argentina durante el 2020. El objetivo del proyecto es desarrollar productos a través del diseño ético y consciente y por medio de su propuesta invitar a reflexionar sobre la moda como espacio de concientización, el consumo responsable, el aprovechamiento del desperdicio y las técnicas y oficios de producción artesanal.

La marca argentina que hace diseños únicos con técnicas artesanales.
La marca argentina que hace diseños únicos con técnicas artesanales.

Haches-s fue creado por Elizabeth Muriel y Sarah Sturgeon, jóvenes diseñadoras egresadas de la Universidad de Palermo, con el propósito de aportar a formas de consumo más sustentables, más cercanas al slow fashion o moda lenta. Buscan minimizar el impacto ambiental en la industria de la moda, el sobreconsumo, y poder de alguna forma mostrar que existe una alternativa en cuanto a las prendas que uno puede usar, originales, de edición limitada y que además sean producidas en un marco comercial justo.

Producción artesanal y sustentable

HACHES-S crea colecciones cápsula de edición limitada, y piezas a pedido junto con artesanos locales, de esta forma cada pieza es personal y única. La marca se caracteriza por introducir procesos artesanales en su propuesta, teñido con tintes naturales, piezas a medida hechas en fieltro, y detalles como botones y accesorios en joyería de alpaca.

El objetivo de las diseñadoras es desarrollar productos a través del diseño ético y consciente.
El objetivo de las diseñadoras es desarrollar productos a través del diseño ético y consciente.

La base de su propuesta es elegir materiales nobles de origen natural, como algodón, lino, seda y lanas, que logran pigmentar a través de tintes naturales, de origen vegetal. Para el desarrollo de los tintes utilizan desperdicios que recolectan gracias a amigos, familiares, comercios y productores locales, como cascara de cebollas, piel y carozos de palta, cascaras de nuez pecán y porotos negros. Este proceso permite utilizar materia prima que era desperdicio y de esta forma crear colores únicos.

Diseños únicos y atemporales

El proceso de teñido es sumamente artesanal, consta de varias etapas, desde la preparación del textil, la cocción de los materiales para la extracción del tinte y el proceso de teñido en sí, son muchas horas que se invierten para lograr estos textiles coloreados, además estos procesos dan como resultado que cada textil sea realmente único.

Buscan minimizar el impacto ambiental en la industria de la moda, el sobreconsumo y mostrar que existe una alternativa al fast-fashion.
Buscan minimizar el impacto ambiental en la industria de la moda, el sobreconsumo y mostrar que existe una alternativa al fast-fashion.

En cuanto al diseño, se caracterizan por realizar colecciones atemporales, prendas donde se destaca el estilo minimalista de la marca y que no responden a tendencias.

Haches-S realiza una producción chica y controlada, esto les permite no tener excedentes de stock y a la vez, al realizar prendas a pedido, poder adaptar el producto a cada persona. El enfoque consciente del proyecto, no es solo en referencia a los materiales, sino también, en relación a la cadena productiva. Buscan que sea saludable, que todos los trabajadores y artesanos que participan en la creación de los productos de HACHES-S sean reconocidos, y, que la producción se de en un marco de comercio justo.