Empresa textil recibió más de $130 millones para maquinaria

Fuente: El Ancasti – El desembolso lo hizo la Provincia a través de un «aporte no reintegrable» que fue otorgado a fin del año pasado.

Mediante resolución, el Ejecutivo provincial giró más de 130 millones de pesos a la firma Shanghái SA (propietarios de MOM indumentaria) para que pueda comprar equipamiento para funcionar.

La firma beneficiada se trata de la empresa que tomó el predio y al personal que quedó en la calle luego de que TextilCom abandonará la provincia. Lee además

La resolución en cuestión es la 235 del 17 de diciembre de 2024 del Ministerio de Industria, Comercio y Empleo (que se conoció en la última edición del Boletín Oficial) y establece un «aporte no reembolsable» a la firma por un total $132.552.000,00, destinado a la adquisición de máquinas de coser, módulos y otras maquinarias.

«El aporte tiene como finalidad asegurar e incrementar la capacidad de producción de la empresa, así como fortalecer su planta de recursos humanos, en el marco del Programa de Fortalecimiento y Apoyo Productivo – Subprograma de Apoyo a la Actividad Económica Productiva, Industrial, Agroindustrial, Comercial y de Servicios», señala el instrumento.

«Una vez liquidado el beneficio, la empresa deberá dar cumplimiento con la Rendición del Gasto correspondiente, conforme la normativa vigente, adjuntando toda la documentación que acredite el destino de los fondos como toda otra que la autoridad de aplicación le requiera a los fines de su análisis y aprobación», añade.

Más adelante, se encomienda a la Secretaría de Economía del Conocimiento y Empleo, así como a la Secretaría de Industria y Comercio, «a que una vez adquiridos los bienes por parte de la empresa, tendrán la obligación de elaborar un informe e inventario detallado y descriptivo de los bienes adquiridos en el marco de este programa, el que deberá ser comunicado al Ministerio».

Días antes de que termine el año se conoció otra resolución del Ministerio de Industria, Comercio y Empleo publicada en el Boletín Oficial, que autorizó un segundo desembolso del subsidio especial que se creó para esta empresa. En total, en este envío el Ejecutivo giró $50.047.500 «para contribuir al pago de las remuneraciones de 127 empleados correspondiente al mes de octubre de 2024».

Ese programa especial, llamado “Plan de Reactivación Productiva”, se creó “con el destino único y específico de asegurar la continuidad de las relaciones laborales de los ex empleados de la razón social Textil.Com SA, como así también de generar nuevos puestos de trabajo y contribuir al pago de las remuneraciones del personal bajo su dependencia”.

Con esta herramienta, el Ministerio de Industria paga $450.000 por cada empleado hasta un máximo de 200 empleados, por los cuales la empresa deberá rendir cuentas dentro de los 30 días de recibido cada desembolso. El programa durará 20 meses.

Ayudas y reclamos

Las ayudas de la Provincia a la firma se concretaron en medio de un nuevo reclamo de los trabajadores por la falta de pago de sus haberes. Esta protesta finalmente se levantó porque la empresa le pagó a los empleados lo que les debía.

El entendimiento se logró durante una audiencia de conciliación con la participación de representantes de la empresa, el Sindicato Obrero de la Industria del Vestido y Afines (SOIVA), y autoridades del Ministerio de Industria.

La mediación estuvo a cargo de la Secretaría de Trabajo, donde se acordó establecer un cronograma de pagos a partir de diciembre, garantizando su cumplimiento mensual conforme a la normativa vigente.

“La prioridad es asegurar condiciones laborales dignas y el respeto a los derechos de los trabajadores mientras la empresa tiene espacio para invertir y sostener o crear más puestos de trabajo”, subrayó en ese momento el secretario de Trabajo, Diego Romero.

En este marco, desde la Provincia habían informado que iban a realizar un seguimiento para verificar el cumplimiento del acuerdo y garantizar que las actividades laborales en toda la provincia se desarrollen dentro del marco de las leyes laborales, de higiene y seguridad.

MOM Sports retomó la actividad por acuerdo

Fuente: El Ancasti – Los trabajadores de la empresa textil Grupo Shanghái SA, propietaria de MOM Sports (antes TextilCom), que habían iniciado medidas de fuerza debido a planteos salariales, regresaron a sus tareas ayer tras alcanzar un acuerdo que regulariza compromisos pendientes.

El entendimiento se logró durante una audiencia de conciliación con la participación de representantes de la empresa, el Sindicato Obrero de la Industria del Vestido y Afines (SOIVA), y autoridades del Ministerio de Industria. Lee además

La mediación de la secretaría de Trabajo, a cargo de Diego Romero, fue decisiva para establecer un cronograma de pagos a partir de diciembre, garantizando su cumplimiento mensual conforme a la normativa vigente.

“La prioridad es asegurar condiciones laborales dignas y el respeto a los derechos de los trabajadores mientras la empresa tiene espacio para invertir y sostener o crear más puestos de trabajo”, subrayó Diego Romero, secretario de Trabajo.

Asimismo, informaron que realizarán un seguimiento para verificar el cumplimiento del acuerdo y garantizar que las actividades laborales en toda la provincia se desarrollen dentro del marco de las leyes laborales, de higiene y seguridad.

El viernes pasado en el Boletín Oficial se conoció la resolución del Ministerio de Industria, Comercio y Empleo, que autorizó el segundo desembolso del subsidio especial que se creó para esta empresa. En total, en este envío el Ejecutivo giró $50.047.500 «para contribuir al pago de las remuneraciones de 127 empleados correspondiente al mes de octubre de 2024».

Ese programa especial, llamado “Plan de Reactivación Productiva”, se creó “con el destino único y específico de asegurar la continuidad de las relaciones laborales de los ex empleados de la razón social Textil.Com SA, como así también de generar nuevos puestos de trabajo y contribuir al pago de las remuneraciones del personal bajo su dependencia”.

Con esta herramienta, el Ministerio de Industria paga $450.000 por cada empleado hasta un máximo de 200 empleados, por los cuales la empresa deberá rendir cuentas dentro de los 30 días de recibido cada desembolso. El programa durará 20 meses.

Crisis en la industria textil: fábricas paradas y caída en la producción

Fuente: Perfil – A pesar de inversiones millonarias en nuevos equipos, el sector enfrenta serias dificultades para mantener los puestos de trabajo y generar riqueza.

La industria textil argentina atraviesa una profunda crisis, operando solo al 47,8% de su capacidad instalada. Más de la mitad de las fábricas se encuentran paralizadas, y la producción de tela ha caído.

Cómo es la situación de las fábricas textiles

Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con Raúl Hutin, empresario textil, quien expresó que actualmente, la industria está operando al 47,8% de su capacidad instalada lo que significa que, “la mitad de las fábricas están inactivas”. 

Según el entrevistado, la situación es “grave” porque en los últimos tres años el sector textil invirtió 1400 millones de dólares en nuevo equipamiento pero, “hoy la mitad de esas máquinas están detenidas”. Y remarcó que la situación es aún más crítica porque esos dólares provienen del Banco Central, y “si no producimos, esas máquinas permanecen paradas, lo que impide generar riqueza”.

En cuanto a la caída de la producción Hutin, comentó que es “muy significativa” girando “alrededor del 40% en comparación con el mismo período del año pasado”. Sin embargo, en los meses de agosto, septiembre, octubre y noviembre, “la caída comenzó a estabilizarse, aunque a niveles bajos”, añadió.

Cómo afronta el sector la caída de la producción 

En la actualidad, “estamos luchando para evitar una caída mayor”, que implica “sacrificar rentabilidad, ofrecer ofertas extraordinarias y buscar alternativas para poder seguir manteniendo los puestos de trabajo”. Y siguió: “Todos sabemos que esta situación no es nueva; es la cuarta vez que atravesamos un escenario similar, y somos conscientes de que, tarde o temprano, esto terminará, pero mientras tanto, es fundamental mantener las fábricas y a los empleados, ya que la capacitación lleva mucho tiempo y esfuerzo”.

Al ser consultado sobre los ajustes de la gente en el ámbito textil, el entrevistado contó que, “este equilibrio ya no incluye ir de compras a lugares exclusivos, sino que exige adaptarse a nuevas realidades, como por ejemplo comprar en la calle Avellaneda«.

Para finalizar, Hutin dijo: “Hoy, tanto los particulares como los empresarios estamos buscando nuestro propio punto de equilibrio entre ingresos y egresos y sabemos con claridad que el 2025 será un año igual o incluso peor”.

Sustentabilidad textil: la revolución de la biotecnología llega al mundo de la moda

Fuente: La Nación – En el mercado local se multiplican las iniciativas que combinan negocio con sostenibilidad, a partir de la producción de cuero ecológico, pigmentos que no contaminan o el reciclaje de los desechos de las curtiembres.

La industria de la moda es una de las que más problemas tuvo, históricamente, para responder a dos demandas sostenidas por parte de los consumidores: ser cruelty free y ser sostenible. Hoy, en la Argentina, algunas empresas biotecnológicas empiezan a probar que la solución es posible.

“La conexión entre la moda y la sostenibilidad radica en la urgente necesidad de reducir el impacto ambiental y social de la industria textil. La moda sostenible se propone minimizar el uso de recursos, promover prácticas éticas en la producción, y utilizar materiales biodegradables o reciclados, además de fomentar un consumo consciente”, advierte Valeria Zamparolo, jefa de Artes América en el British Council.

Esta tendencia surge como respuesta a “la creciente preocupación por la contaminación, el agotamiento de recursos y las condiciones laborales de las personas empleadas en el sector. Por eso, incorporar estos enfoques se ha vuelto esencial en la práctica del diseño, y es un componente clave del programa de formación de DAE Creative Bootcamp, donde los participantes integran estos principios en sus procesos creativos, acompañando así una nueva generación de emprendedores comprometidos con un futuro más sostenible”, resalta Zamparolo.

Mientras muchos aprenden, están los que ya recorren el camino de emprender, como el caso de Mycorium Biotech, startup de base científica dedicada a transformar residuos agroindustriales en cuero sostenible.

Esta empresa nació en los laboratorios rosarinos del Instituto de Procesos Biotecnológicos y Químicos (Iprobyq), donde existe una tecnología avanzada y patentada que utiliza el micelio. Se trata de una estructura vegetativa de los hongos para fabricar cuero sostenible, una alternativa al cuero natural y el ecocuero (sintético). Estos materiales no sólo tienen un impacto negativo en el planeta debido a su alta huella de carbono, sino que también representan un mercado global atractivo de más de US$187.000 millones, el equivalente a un cuarto del PBI de Argentina.

Este cuero sostenible tiene un potencial muy grande. “La diversidad de aplicaciones es uno de los principales atractivos: permite ser implementado desde una zapatilla hasta bolsos y carteras, sólo por mencionar algunos casos”, destaca Agustín Schiavio, CEO y fundador de Mycorium Biotech.

Este experto reconoce que el surgimiento de este tipo de tecnología no es casual. “Por un lado, hay una tendencia e interés de parte de las compañías textiles especialmente en incorporar innovaciones que, además de dar respuesta a las preocupaciones de los consumidores –especialmente la generaciones millennials y Z que eligen marcas con impacto positivo–, también ayuden a hacerla más sostenible. Y por otro lado, hay una creciente demanda por materiales sostenibles, que al mismo tiempo cumplan con los estándares de calidad”, añade Schiavio.

Claro está que este potencial ya tiene su reconocimiento internacional, ya que Mycorium Biotech acaba de recibir US$100.000 de inversión al participar del programa de aceleración Climate Technology , de Brinc, una firma de Venture Capital y aceleradora de Hong Kong que ya lleva invertidos más de US$2,1 millones en más de 190 compañías de todo el mundo que contribuyan a resolver los principales desafíos globales.

“Vemos un futuro brillante para nuestro producto, ya que la demanda de materiales sostenibles es enorme y la oferta actual es casi nula. Creemos que nuestro producto tiene el potencial de revolucionar la industria de la moda y convertirse en la opción sostenible preferida en diversas aplicaciones. Estamos seguros de que seremos líderes en el mercado desde Argentina al mundo”, se enorgullece Schiavio, y no es para menos, ya más de 100 grandes empresas de Europa, Estados Unidos y Argentina consultan por su producto.

Biotechs, el futuro

La biotecnología pisa fuerte en la Argentina, y esto se nota en la creación de otra firma que une sostenibilidad y textiles. Se trata de Tintte, fundada en 2023 por Gustavo Freytes, Magalí Mendez y Rodrigo Asili, dos emprendedores y un microbiólogo.

¿Qué hacen? Ellos pusieron el foco en reducir el consumo de agua potable y de energía en el proceso de teñido de prendas, por eso están desarrollando una nueva forma de producir pigmentos, es decir colores, a partir de bacterias.

“Cuando nos conocimos con Rodrigo él ya tenía un banco de bacterias que estaba analizando para su emprendimiento, y algunas las descartaba, pero ya estaban analizadas. Entonces, descubrimos que algunas generaban color y tenían afinidad para pegarse a ciertos textiles. En paralelo, supimos que la industria textil contamina el 20% del agua del mundo, y nos propusimos reducir el consumo de agua potable y de energía en el proceso de teñido de prendas desarrollando esta nueva forma de producir pigmentos a partir de bacterias”, dice Freytes.

Los números que presentan desde Tintte dejan en claro que son necesarios emprendimientos como éste. Es que se estima que una prenda requiere entre 30 y 50 litros por kilogramo de tejido. Las cifras son aún mayores cuando se trata de la producción de pigmentos: se calcula que para elaborar un kilo de pigmento se necesitan 1000 litros de agua, sumado a otros insumos como productos químicos y petróleo.

“Hoy ya estamos en un ahorro de agua y energía del 50%, porque nuestro pigmento tiene una mayor fijación que el químico, entonces logra fijarse en la tela en menor tiempo y a menor temperatura. Además, esto deriva en un menor costo de teñido. Nuestro desafío actual es escalarlos”, cuenta Freytes, que espera en 2026 ya estar comercialmente activos, aunque varias empresas ya les han pedido pruebas.

“También es importante destacar que este proceso se adapta al proceso de teñido y la tecnología que tengan las diferentes compañías”, detalla Freytes.

Tanto Mycorium Biotech como Tintte cuentan con el respaldo del fondo de inversión y company builder SF500, que forma parte del ecosistema del Grupo Bioceres. ¿De qué se trata? Es una iniciativa que busca transformar proyectos científicos en startups con proyección global y que den respuesta a los desafíos globales de nuestros tiempos en materia de salud humana y regeneración del planeta. Además de construir e invertir en startups de base científica, acompaña a las startups en la búsqueda de sus próximos capitales, conexión con otros fondos y más.

Mirada responsable

Carla Magalí Martínez vio con preocupación cómo en el Chaco las curtiembres y tanineras producen un impacto negativo en la salud de la población.

Ante esta problemática, “buscamos sintetizar biomateriales a base de desechos agroindustriales resultantes de la cadena productiva de algodón, ya que una sola fábrica desmotadora puede producir alrededor de 80 toneladas de desechos al día, y solo entre un 35% del total del algodón sembrado termina siendo vendido como fibra para la industria textil, el 65% restante clasifica como residuo, que en algunos casos se vende a muy poco costo a productores para alimentar ganado o a fábricas de alimento balanceado”, dice esta emprendedora que con este conocimiento fundó Cuero LO’OC.

“Nuestro producto promueve una alternativa ecológica al cuero tradicional, a través de la reutilización de esos desechos de algodón. No solo buscamos innovar en el diseño de materiales, sino también fortalecer la bioeconomía local, apoyando el desarrollo sustentable en la región, desde una perspectiva ética y sostenible para la comunidad chaqueña”, describe Martínez.

Tres emprendimientos que no solo tienen futuro por el cuidado del ambiente, sino por su valor y cómo pueden revolucionar el mercado de la moda y la industria textil.

La industria textil lanzó ARA, una marca que certifica la producción sostenible de algodón para fabricar indumentaria

Fuente: Ámbito – Algodón Responsable Argentino (ARA) legitima a las prendas que usan fibras producidas respetando el medio ambiente y apoyando a las comunidades involucradas en su cultivo y producción.

La Asociación Argentina de Productores Algodoneros presentó en sociedad la marca Algodón Responsable Argentino (ARA), una marca que certifica a las prendas que están confeccionadas con algodón producido de manera sostenible, respetando el medio ambiente y apoyando a las comunidades involucradas en su cultivo y producción.

La iniciativa busca transformar la industria textil en Argentina y adaptarse a las exigencias del mercado internacional. Actualmente, más del 30% de la fibra de algodón y sus derivados (hilados y tejidos) se comercializan a nivel mundial con una certificación internacional llamada BCI (Better Cotton Initiative).

El país que tomó la delantera en este sentido en la región fue Brasil, que cuenta con una gran producción algodonera.

Durante un acto que se llevó a cabo en el auditorio de la Sociedad Rural Argentina, al que asistió Ámbito, las entidades y empresas involucradas en esta iniciativa explicaron que cada prenda certificada por ARA no sólo cumple con estándares internacionales de calidad y sostenibilidad, sino que también conecta a las personas con un consumo más consciente.

“Al elegir productos hechos con ARA, los consumidores apoyan la agricultura sostenible, favoreciendo las buenas prácticas agrícolas que cuidan tanto el ambiente como a las personas que trabajan en la producción”, plantean los impulsores de ARA.

Héctor Linke, presidente de la Asociación Argentina de Productores Algodoneros (AAPA), sostuvo: «ARA es el camino de la producción algodonera y la vidriera que tiene que llevar nuestro algodón al mundo».

Por su parte, Marcelo Falco, gerente de AAPA, señaló: «Esta iniciativa refleja el compromiso del sector algodonero argentino con la sostenibilidad, posicionando al país como un proveedor responsable en el mercado global».

Cómo se obtiene la certificación de algodón responsable en Argentina

La certificación ARA es otorgada por la Asociación Argentina de Productores Algodoneros. Ya cuenta con 7 productores asociados que representan unas 21.000 hectáreas sembradas, según explicó a Ámbito un directivo de la Asociación.

El sistema opera de la siguiente forma: los productores registrados reciben auditorías periódicas para verificar todos los aspectos de producción responsable y sostenible. Pagan una membresía por esas auditorías que avalan la certificación, que luego es compensada en la otra punta de la cadena de valor por las empresas que fabrican las prendas con ese algodón.

Entre las compañías adheridas a ARA figuran TNPlatex y Karatex, del empresario Teddy Karagozián; Santista, Alpargatas y Manuel Arslanián Gráfica y Textil.

En representación de las empresas textiles habló Teddy Karagozián, quien destacó que ARA “no es una iniciativa que apunta al corazón, es una cuestión del bolsillo. Es una herramienta para mejorar la rentabilidad del sector”.

“Antes, la disyuntiva en nuestra industria era costos o calidad. En cambio, ahora son factores que van de la mano. Una mayor calidad baja los costos y mejora la rentabilidad”, añadió.

«Si hace diez años me hubieran hablado de ARA, habría pensado que aumentaría los costos de producción. Hoy, se que ARA los reducirá en toda la cadena: desde la parte algodonera hasta la confección. Esta es su importancia para la industria textil: trabaja sobre el algodón, pero su impacto abarca todo el proceso. Al saber de dónde viene este algodón, los procesos se unifican», concluyó.

Además de fortalecer la cadena algodonera nacional, ARA también impulsa el desarrollo local al fomentar prácticas que priorizan la equidad, la productividad y el respeto por el medio ambiente.

Además, abre nuevas oportunidades en mercados internacionales, cada vez más interesados en productos responsables que reflejan un compromiso con la sostenibilidad.

En ese sentido, Carlos Almiroty, presidente de la Cámara Algodonera Argentina, dijo: «Apoyamos esta iniciativa porque representa un hito fundamental para nuestro algodón. El algodón responsable es una cuestión de ordenarse. Todo nuestro algodón debería ser, en poco tiempo, ARA. Debemos darle el impulso necesario para que prontamente todos nuestros productores se inscriban y acompañen nuestra gran industria textil».

En su breve discurso, Almiroty fue punzante respecto de las condiciones macroeconómicas que afectan la producción y las exportaciones algodoneras. «No voy a hablar de atraso cambiario porque no quiero ir preso», comentó en tono irónico.

Por su parte, el economista Federico Poli, director ejecutivo de la Fundación Observatorio PyME, planteó: «Un punto central para la reconversión y expansión de toda la cadena de valor textil es contar con una marca de calidad que certifique nuestro algodón. Somos un país algodonero mediano, séptimos en superficie sembrada y undécimos en producción, lo que no es poca cosa. Sin embargo, tenemos una deuda: no contamos con certificación de calidad en un mundo que exige trazabilidad. ARA nos posiciona con ventaja, revalorizando las fibras naturales como el algodón frente a las sintéticas”.

La apertura estuvo a cargo del presidente de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, quien en su condición de anfitrión celebró la presencia de productores algodoneros en el acto. «Es imprescindible para el futuro de nuestro país que el campo y la industria traccionen juntos», señaló.

En el final, en medio de un cóctel con menú ruralista de vino y empanadas gourmet, algunos productores y fabricantes se mezclaban en corrillos para hablar sobre la actualidad del sector. Las referencias que había hecho Almiroty en su discurso no pasaron desaparecibidas. El atraso cambiario y la apertura indiscriminada de importaciones es una mezcla que preocupa a los textiles. «Si esta situación se agudiza, nos van a tener que llevar presos a todos», comentó un asistente copa en mano.

Avanzan en nuevas estrategias para bioremediar el colorante que expulsan las industrias textiles

Fuente: Universidad Nacional de San Luis – A través de una iniciativa de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) en apoyo al desarrollo científico, fue seleccionado para su financiamiento un proyecto de investigación que tiene como objetivo la biorremediación de colorantes textiles a partir de levaduras autóctonas que proliferan naturalmente en las lagunas donde se vierten los efluentes industriales. Los resultados provisorios obtenidos son positivos y podrían transformarse en una alternativa que contribuya a resolver una problemática ambiental compleja.

Desde el año 2020, el Dr. en Biología y Lic. en Biología Molecular, José Bonilla, se dedica a investigar en esta temática abordando la biorremediación de colorantes textiles, que son contaminantes frecuentes de esta industria. Recientemente, este estudio científico fue seleccionado en la convocatoria Proyectos de Investigación Iniciales (PROINI) que impulsa la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la UNSL, y que apunta a estimular a jóvenes investigadores/as que se encuentren iniciando su carrera científica. En esta oportunidad, este es el segundo proyecto que dirige el Dr. Bonilla, pero el primero que lo hace a través de la UNSL. El estudio se titula Levaduras autóctonas para biorremediación: análisis de remoción de colorantes y mecanismos homeostáticos, y se desarrolla actualmente en instalaciones del Instituto de Investigación en Tecnología Química (INTEQUI).

Este proyecto se presentó pensando un objetivo principal que es poder aislar microorganismos fúngicos, particularmente levaduras, de sitios contaminados por la industria textil, específicamente de lagunas donde se vierten las aguas contaminadas, aprovechando la capacidad que tiene la comunidad microbiana de estar adaptada molecularmente a esas condiciones adversas. «Por eso nos parece interesante ir a las lagunas de las industrias textiles, colectar una muestra, aislar microorganismos y trabajarlos en el Laboratorio como potenciales candidatos de remediación de colorantes», dijo.

Las aguas residuales de la industria textil son complejas. Difieren en la composición dependiendo de cuál es el proceso que está llevando a cabo la industria. Son lagunas que se crean para verter efluentes. Usan mucha cantidad de agua, algunas lagunas están impermeabilizadas, otras no. Esto hace que la comunidad microbiana del lugar tenga que enfrentarse a condiciones de contaminación constantemente. «Es muy importante buscar nuevas estrategias para poder descontaminar las aguas que desechan las industrias textiles, ya que son grandes cantidades de agua que perjudican al medio ambiente, la salud y la calidad de vida de las personas (…) Las problemáticas ambientales son complejas de por sí, y hay que abordarlas desde todos los puntos de vista que se pueda», recalcó Bonilla.

El experto remarcó que las levaduras que se colectan son autóctonas, ya existen. Puntualmente lo que se hace científicamente es «exponerlas a una presión de selección», se les añade contaminantes para que solo proliferen aquellos microorganismos que estén más adaptados a esas condiciones. El propósito es presionarlas para que desarrollen más su capacidad. «Realmente funciona, ya hemos hecho muestras. En el Laboratorio las identificamos a nivel molecular para saber género y especie, y luego realizamos pruebas de remoción de colorantes y funciona muy bien», dijo.

Paralelamente a la investigación que se realiza en el Laboratorio, el equipo científico apunta a conocer el mecanismo molecular de remoción y tolerancia. Se aplican, entre otras, técnicas «proteómicas» que analizan todo el conjunto de proteínas que expresa la levadura en contacto con el contaminante y en base a eso buscan ver la función de esas proteínas y observar específicamente lo que está desarrollando el microorganismo para poder tolerar ese contaminante, capacidad que otros microorganismos no tienen.

José explicó que luego del estudio en el Laboratorio, avanzan en el proceso. Para ello enfrentan los organismos estudiados a efluentes reales, para analizar si mejoran los parámetros fisicoquímicos que establece la Ley, si disminuye la toxicidad o no, para a partir de ahí pensar en una posible aplicación. «Los colorantes que utilizan actualmente las industrias son cada vez más resistentes a la degradación microbiana, son más resistentes a la luz (…) estas características hacen que sean más perdurables en el tiempo y difíciles de degradar cuando son liberados al ambiente».

Aporte social. El objetivo principal es aportar y trabajar con la industria. El investigador sostuvo que si se llega a elaborar un proceso de remediación, se buscaría que las industrias sean los primeros adoptantes. «A veces es difícil que las industrias abran las puertas por miedos o por falta de conocimiento de lo que realmente están liberando (…) Creo que la contaminación ambiental y las problemáticas ambientales nos atraviesan a todos, estamos siendo parte de un ciclo que no podemos obviar las consecuencias que tiene. La industria textil, por ejemplo, es la segunda más contaminante a nivel mundial», recalcó.

Finalmente, Bonilla sostuvo que es importante remarcar que se está abordando científicamente una situación regional, utilizando recursos genéticos de la Provincia, analizando microorganismos autóctonos con los que se busca solucionar una problemática ambiental que se desprende de las actividades industriales.

Equipo. Junto al Dr. José Bonilla trabaja la Dra. Marcela Kurina-Sanz, jefa del grupo de investigación del INTEQUI; la Dra. Cynthia Magallanes Noguera, investigadora con quien trabaja en la línea de biorremediación; Francisco Peñalva, técnico que maneja el equipo de Resonancia Magnética Nuclear (RMN); Agustina Arce Becerra, becaria doctoral, y Agustín Lampa, estudiante de la Licenciatura en Biología Molecular, quien realiza su tesina con la dirección del Dr. Bonilla, con temas relacionados a los objetivos del PROINI.

Textiles anticipan impacto negativo por las nuevas facilidades del Gobierno para importar

Fuente: La Capital – La Cámara Textil Mar del Plata ve con preocupación la ampliación para importar por «courrier» sin impuestos. «En vez de otorgarnos una rebaja en los impuestos a nosotros, se lo dan a los chinos», cuestionan. Advierten que podría ser un «golpe fatal» para las PyMEs y aclaran: «No pedimos proteccionismo, sino igualdad de condiciones para competir».

La reciente decisión del Gobierno nacional de ampliar las facilidades para la importación de productos mediante el servicio de “courier” encendió una alarma en la industria textil argentina. En particular, las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) del sector, como las fábricas que funcionan y generan trabajo en Mar del Plata, ya muestran su preocupación por el “impacto negativo” que esta medida tendría en su competitividad.

El anuncio realizado recientemente por el ministro de Economía, Luis Caputo, establece que a partir de diciembre se ampliará el rango de importación sin aranceles de los actuales US$ 1.000 a US$ 3.000 por paquete. Además, se permitirá la exención de impuestos para los primeros 400 dólares de cada envío, siempre y cuando se trate de productos destinados al uso personal, lo que significará que solo se deberá abonar el IVA del 21%.

La Cámara Textil de Mar del Plata, que representa a una amplia gama de fabricantes y comercios de indumentaria, ve con gran “gran preocupación” esta medida, que consideran podría ser un “golpe fatal” para las PyMEs del sector.

Según Guillermo Fasano, presidente de la cámara, “es una competencia muy difícil de afrontar, porque los productos que vienen de países con estructuras laborales de bajo costo, e incluso con mano de obra en condiciones de esclavitud, nos ponen en una posición insostenible”, afirmó Fasano en declaraciones a Frecuencia Pymes.

Seguido, el empresario cuestionó la lógica detrás de la medida del Gobierno, que, según él, se centra en el costo de la indumentaria sin abordar las causas profundas del problema. “Nosotros reconocemos que el costo de la ropa en Argentina es alto, pero la verdadera razón no está en la fabricación, sino en los costos impositivos, el alto costo del crédito y la falta de competitividad en el mercado local. En lugar de ofrecernos a las empresas locales una reducción de impuestos, lo que se hace es beneficiar a los importadores extranjeros, como los chinos, que operan con costos mucho más bajos”, cuestionó.

“Esta medida es desacertada e impactará a mediano y largo plazo. El error de hoy se va a pagar con una cuestión estructural que va a ser muy difícil de resolver”, alertó el empresario marplatense.

Guillermo Fasano, titular de la Cámara Textil local, y Luciano Galfione, presidente de la Fundación Pro Tejer.

Guillermo Fasano, titular de la Cámara Textil local, y Luciano Galfione, presidente de la Fundación Pro Tejer.

Igualdad de condiciones

Para el presidente de la Cámara Textil, la clave del problema no radica en la competencia externa como tal, sino en las “condiciones desiguales” bajo las cuales operan los productores locales y los importadores.

Desde el Gobierno, la medida se presentó como una forma de abrir la economía y ofrecer productos más baratos para los consumidores de cara la próxima Navidad. La idea es que, con más productos provenientes de mercados internacionales, se pueda generar una “presión” sobre los precios internos, favoreciendo una baja generalizada de los costos de productos de consumo masivo, entre ellos la ropa.

Sin embargo, en la industria textil, muchos sostienen que esta apertura no resolverá el problema de fondo. “Lo que están proponiendo es una solución superficial que no va a cambiar la estructura de costos que tenemos en el país. El problema de la indumentaria en Argentina es que existen altos costos comerciales, fiscales y operativos que dificultan la competitividad”, explicó Fasano.

De acuerdo con el titular de la Cámara, los costos de producción en el sector textil representan apenas un 18 a 20% del precio final de los productos en los mostradores. El resto del costo está vinculado a impuestos, márgenes de comercialización y distribución.

A su entender, “importando productos a precios más baratos no vamos a resolver el tema del precio de la ropa en Argentina”.

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Seguido, planteó: “Le pedimos al Gobierno que nos ponga en un plano de igualdad. Si está bien cobrarle a los consumidores el 21% de IVA solamente y no cobrar ingresos brutos, impuestos municipales, impuestos al trabajo, Ganancias y tantas otras cosas que nos hacen pagar a nosotros, entonces que lo apliquen de la misma forma para el chino que para nosotros. ¿Es tan complicado de entender esto? ¿Es tan difícil comprender que la rebaja impositiva no tiene que venir de la mano de los chinos sino de los argentinos? ¿Tan complejo es entender que la salida de Argentina son las pymes y que no se pueden tomar medidas en contra?”.

“Nosotros no pedimos proteccionismo, lo que pedimos es que nos den igualdad de condiciones para competir”, completó Fasano.

Alarma nacional

El presidente de Fundación ProTejer, Luciano Galfione, quien recientemente estuvo en Mar del Plata y se reunió con las autoridades de la Cámara Textil local, aseguró que la flexibilización de las importaciones es “una amenaza para la recuperación del sector”.

“No estamos en desacuerdo con la apertura económica ni con la mayor eficiencia del Estado; pero estas medidas deben tomarse con cierto recaudo, inteligencia y con una temporalidad estratégica”, advirtió.

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Las medidas -consideró- deben “tener en cuenta que la producción local arrastra problemas estructurales de competitividad que se agravan en el actual contexto de tipo de cambio apreciado y una inflación en dólares muy fuerte”.

“Si en este contexto, se toman medidas de baja de aranceles y desregulación de medidas de protección de comercio leal no hacemos más que seguir desnivelando la cancha en contra de nuestra producción, con posibles consecuencias estructurales que podrían ser irreversibles y con un daño enorme sobre capacidades construidas y sobre el entramado social”, agregó.

De acuerdo con ProTejer, el precio de una remera en un shopping se compone en un 50% por impuestos que en su mayoría van al Estado nacional; un 30% por alquiler y costo financiero; 12% logística, marketing y rentabilidad; mientras que la industria sólo representa 8% del precio final.

“El problema de la Argentina no es producir, el problema de la Argentina es comerciar”, aseguró Galfione.

En ese sentido, aseguró que “aunque importemos todo, no van a bajar los precios” y detalló que “la prenda importada se vende 7 veces más cara en Argentina que en Brasil”, por los costos agregados de impuestos y comercio.

La caída de ventas ha dejado a la industria textil «completamente fulminada»

Fuente: Mdz – Raúl Hutin, destacado empresario del sector, dio su perspectiva de la crisis en ventas. Calificó la situación de «industricidio» y ahora mismo «la salida es dejar de fabricar y empezar a importar».

La industria textil continúa enfrentando una crisis que parece no tocar fondo. Según un informe reciente de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI), las ventas de indumentaria registraron una caída interanual del 11,5% durante el bimestre septiembre-octubre de 2024. Esta baja se produce en el marco de un año marcado por constantes pérdidas en el sector, con fuertes bajas en el empleo y las empresas que aún no logran encontrar un piso.

Raúl Hutin, empresario textil a cargo de Scalter, explicó en MDZ Radio 105.5 FM el fuerte impacto de la crisis en el sector.

«Industricidio»

La recesión aunada a la profunda presión impositiva dejan a la industria textil al borde del abismo: «Estamos desesperados, lo que están haciendo desde el Gobierno es un industricidio que termina absolutamente con la industria textil«. Esto, según el empresario, no es por falta de competencia. «Tenemos la misma tecnología que cualquier país del mundo y podríamos competir, pero en condiciones similares», argumentó.

Los productos textiles en Argentina se pagan a precios exorbitantes. Como respuesta, muchos consumidores deciden irse a comprar productos mucho más baratos a países fronterizos como Chile o Paraguay. La razón de los altos precios «no tiene que ver con que los empresarios seamos unos ladrones. Seguro hay alguno que se aprovecha del público, pero no pueden ser el total de los empresarios».

Entonces, el problema es más profundo: «Tiene que ver con la sumatoria de los eslabones de la cadena de producción«. ¿Qué quiere decir esto? «Empezás por tener la luz tres veces más alta de lo que vale en Paraguay, por ejemplo. La materia prima se paga al doble que en China. Los alquileres salen una fortuna. Los shoppings te cobran el porcentaje a la venta. Los seguros están carísimos. Y así sucesivamente. Tenés que sumar al costo todos los factores que hacen a la cadena de producción», explicó. 

Catamarca apuesta a nuevas variedades de algodón para optimizar su producción

Fuente: Caramarca TV – Este cultivo, conocido por su versatilidad y resistencia, presenta una oportunidad única para diversificar y enriquecer la agricultura local. Catamarca cuenta con un óptimo sistema de seguimiento para el cultivo textil. En búsqueda de técnicas y tecnología que mejoren la productividad y eficiencia del cultivo.

La Mesa Algodonera Provincial en Catamarca, se constituyó en 2022, un grupo de investigadores del Ministerio de Inclusión Digital y Sistemas Productivos, a través de su Secretaría de Producción y Tecnología Agropecuaria, junto con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Catamarca (UNCa). En conjunto elaboraron un Plan Operativo Anual, que incluyó estudios sobre el comportamiento fenológico, sanitario y productivo del algodón en distintos puntos de la provincia.

El estudio se llevó adelante en tres escenarios diferentes: Capayán, Andalgalá y Tinogasta, para evaluar el comportamiento productivo de 7 variedades de algodón, que se cultivan a nivel nacional. Estos estudios comparativos brindaron información para establecer una promisoria solución para diversificar la rotación agrícola de la región. Se evaluó el desarrollo del cultivo en estadios morfológicos y fisiológicos bien diferenciados que varían entre corto (140/150 días), medio (160/180) y largo (+180 días).

Los resultados obtenidos destacan el escenario de Andalgalá por su desempeño superior en productividad a campo y calidad de fibra en laboratorio. Entre las variedades evaluadas, “Porá 3 BGRR” y “Guaraní BGRR” sobresalieron por su alto rendimiento y excelente calidad de fibra, posicionando al cultivo de algodón como una alternativa productiva de interés para la provincia. Aunque los resultados son promisorios, será necesario continuar con los estudios para confirmar su viabilidad a largo plazo.

Recordemos que Catamarca experimentó su último auge en el cultivo de algodón entre las décadas de 1960 y 1970, concentrándose inicialmente en los departamentos del oeste provincial, como Tinogasta, Belén, Andalgalá y Pomán. Más tarde, la producción se expandió hacia el este, alcanzando el departamento de Santa Rosa y el Valle Central, hasta que se interrumpió en 2001. Actualmente, se busca reactivar esta actividad productiva como una alternativa viable, aprovechando los avances tecnológicos aplicados en ensayos recientes. Estos estudios están permitiendo analizar las propiedades de la fibra de algodón, como longitud, uniformidad, resistencia y otras características esenciales para la industria textil.

Los datos iniciales son prometedores debido a las características de las variedades de fibra larga, de resistencia transgénicas resistentes a insectos y RR resistentes a herbicidas. La recuperación de este cultivo histórico y acercar nuevas tecnologías a los productores es una iniciativa que busca mejorar las condiciones de siembra y cosecha, impulsando la economía local y creando nuevas oportunidades para los agricultores de la región.

Empresarios textiles reconocen “señales débiles” de recuperación, pero reclamaron una baja de impuestos para “nivelar la cancha”

Fuente: La Naciòn – Defendieron el precio local, al tiempo que admitieron que en el país la ropa se consigue más cara que en el exterior; temen que la reactivación aumente más a las ventas de productos importados


“Estamos orgullosos del precio de la ropa”, dijo Jorge Sorabilla, director institucional de Tn Platex, la empresa de Teddy Karagozian. Se reconocen como los “malos de la película” porque admiten que la ropa en la Argentina es cara, pero no se sienten responsables. Muestran números que reflejan que sus aumentos estuvieron por debajo del nivel promedio de la inflación. Sin embargo, otras cifras, como la relevada por la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), indican que la indumentaria “se paga un 35% más que en el exterior”, en promedio. En consecuencia, y ante medidas de apertura comercial, la fundación ProTejer advirtió que la recuperación del poder adquisitivo beneficiará más a los importados que a la producción local.

El Gobierno comenzó a hablar del “fin de la recesión”. El Indec midió que la actividad de la construcción durante septiembre aumentó 2,4% en la comparación con el mes previo. Por su parte, la industria manufacturera también experimentó una suba mensual del 2,6% (mañana se conocerá el EMAE de ese mes). Y, a su vez, según el último dato oficial sobre los salarios, que es de septiembre, los sueldos aumentaron 119,2% durante los primeros nueve meses del año, mientras que la inflación acumuló 101,6% en el mismo período.

Pero por otro lado, el presidente de la fundación ProTejer, Luciano Galfione, habló de “señales débiles” de recuperación en el sector. Según expresó, tradicionalmente “la gente con lo que gana compra comida y después ropa”, aunque ahora observó que hay un cambio en la matriz del gasto, es decir a qué destina sus ingresos una familia, y la indumentaria parecería quedar relegada en ese reordenamiento. El empresario celebró la estabilización económica con la desaceleración inflacionaria, pero advirtió que la reactivación puede traer un “aumento de ventas que no redunde en más producción, sino en un mayor volumen de importados”.

El presidente de la fundación ProTejer, Luciano Galfione, habló de “señales débiles” de recuperación en el sector.
El presidente de la fundación ProTejer, Luciano Galfione, habló de “señales débiles” de recuperación en el sector.

Los representantes del sector textil coinciden en que “2025 va a ser mejor que 2024″. Sin embargo, expresaron dudas sobre el alcance del rebote que esperan. Sorabilla sostuvo que durante el año se llegó a tener una capacidad instalada ociosa superior al 50% y actualmente bajó a 44%. Es decir, en promedio las fábricas de ropa utilizan el 36% de sus recursos. Manifestó que para que haya rentabilidad positiva ese número debería trepar al 75% y eso depende del nivel de ventas.

En este punto asoma una paradoja. Si bien los números de ProTejer reflejan que el incremento del precio de la ropa se mantuvo por debajo del promedio general de la inflación durante las gestiones de Mauricio Macri, Alberto Fernández y lo que va de Javier Milei, admiten que comprar indumentaria en el país es cara.

“¿Por qué se vende siete veces más cara en Argentina que en Brasil (una remera)?”, cuestionó Galfione. De esta manera, introdujo la crítica habitual del sector que está vinculada al concepto de “competitividad sistémica”. Y afirmó: ”Más del 80% de lo que pagamos por una prenda en un shopping nada tiene que ver con la producción industrial. Y ese 80% lo explican los impuestos, las tasas de interés, las comisiones de los bancos, los alquileres, las billeteras virtuales. Esta es la causa por la cual abrir importaciones no soluciona el problema de los precios”, afirmó.

Así como esta semana lo realizó la Unión Industrial Argentina (UIA), los textiles también reclamaron una baja de impuestos para “nivelar la cancha” en su competencia contra la ropa importada. Entonces, mencionaron algunos tributos nacionales puntuales: débitos y créditos (impuesto al cheque), Ganancias e IVA.