Fuente: Telam – La jornada contó con 4.000 asistentes que presenciaron los trabajos en el marco del Proyecto de Indumentaria, Trabajo Final y Fundamentos Geométricos del Modelaje.
Foto: Prensa.
Estudiantes de todos los niveles de las carreras de Diseño de Indumentaria y Diseño Textil expusieron este martes más de 1.000 propuestas en el tradicional Desfile Anual de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) de la Universidad de Buenos Aires, informaron voceros de la casa de altos estudios.
La jornada contó con 4.000 asistentes, quienes a lo largo de seis horas, presenciaron los trabajos de diseños de indumentarias, entre otras actividades, organizadas por la FADU, en el marco de Proyecto de Indumentaria, Trabajo Final y Fundamentos Geométricos del Modelaje.
El decano de la Facultad, Carlos Venancio, expresó que «la energía de la FADU es tremenda, el patio, corazón de nuestra casa, vibró con la pasión de miles de estudiantes exponiendo su producción El diseño que se lleva en el cuerpo».
«El compromiso personal y físico, con el proyecto, conmueve lo que puede producir nuestra Universidad pública. Derroche de creatividad, ingenio, compromiso y vitalidad», enfatizó Venancio, quien agregó: «El orgullo estudiantil en su caminata de ida y vuelta por la pasarela, vistiendo sus diseños, es también puro orgullo UBA».
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En este mega desfile anual se exhibieron trabajos de todos los niveles y se abordaron diversos ejes de investigación, desafíos conceptuales, morfológicos y técnicos, en su relación al diseño de indumentaria.
«La problemática de la sustentabilidad también atravesó muchos de los proyectos presentados, donde se evidenciaron creaciones que permiten repensar los modos de diseñar, producir y reutilizar», se destacó.
En paralelo, se desarrolló la exposición: «Diseño, conceptos y experiencias proyectuales», organizada por la Secretaría Académica y las carreras de Diseño Textil y Diseño de Indumentaria.
Allí se exhibieron los trabajos finales de distintas áreas de las carreras , en lo que fue la segunda edición de esta muestra.
Durante el acto, Venancio estuvo acompañado por Silvia Barretto, subsecretaria académica de FADU; Verónica Fiorini, directora de las carreras de Diseño de Indumentaria y Textil y Verónica Arditi, coordinadora de ambas carreras.
Fuente: Cronista – Dos socios crearon una red de tiendas físicas donde conviven distintas marcas digitales de moda y diseño. Con locales en Argentina y España, ahora apuestan por crecer en los centros comerciales y convertirse en unas «mini tiendas departamentales».
Con el boom del comercio electrónico, la dinámica de las marcas de ropa cambió por completo. Las inversiones en metros cuadrados muchas veces se vieron reemplazadas por el crecimiento de las tiendas digitales, y las vidrieras en las grandes avenidas perdieron fuerza. Ahora, para ser una marca exitosa, no hace falta tener un gran local en una zona comercial: la dinámica de los compradores mutó.
Pero cuando se trata de ropa, a muchos compradores les gusta probar las prendas o verlas personalmente antes de llevársela. Por eso, para establecer un punto medio entre el mundo digital y el físico, dos amigos crearon una solución especialmente pensada para las marcas emergentes: CoShowroom, una red de tiendas donde conviven distintas marcas de moda y diseño.
El concepto es sencillo: las firmas que necesitaban de un espacio físico contratan el servicio de CoShowroom y pasan a tener un lugar donde exhibir sus productos, personal que atiende, toma sus devoluciones y cambios. Hasta funciona como un pickup point y depósito. En contraparte, CoShowroom cobra un fee mensual por los servicios y un porcentaje por venta.
La idea surgió cuando Francisco Rey Petit estaba de viaje en Estados Unidos. Era 2018 y en Los Ángeles vio un local con esa dinámica. Filmó un video y se lo mandó a Joaquín Tommasone, un amigo del colegio que tenía una marca de camisas. «Se lo mandé y le dije que teníamos que armar algo así para ayudarlos a vender más. Con la tendencia del e-commerce, las marcas necesitaban ayuda para gestionar ese crecimiento. Tener esa parte ordenada ayuda a que la experiencia de compra sea buena. A todos nos pasó alguna vez de comprar algo por Internet y que el pedido llegue tarde o no poder devolverlo. Y si te pasa eso no volvés a comprar», dice Rey Petit.
La tienda del shopping DOT es su más reciente inauguración.
Él hablaba con conocimiento de causa. Licenciado en Administración de Empresas, había trabajado en distintas empresas del mundo del retail de lujo, en las áreas de Marketing y Ventas. Tommasone, por su parte, además de su marca de ropa había trabajado en Ventas y Marketing de empresas de agro y banca y es economista.
En 2019 el primer espacio, ubicado en Recoleta, abrió sus puertas. Aportaron US$ 20.000 de capital propia para poner a punto un local que estaba en desuso y apuntaron a convocar a margas emergentes. El segundo abrió sus puertas en San Isidro y, pandemia de por medio, en 2021 llegó el tercero en Belgrano y un cuarto en Barrio Norte. En junio de 2022, se animaron a la expansión internacional e inauguraron un punto de venta en Madrid.
Pero la gran apuesta de este año llegó de la mano de los shoppings: hace pocos meses plantaron bandera en Dot y ya están planeando un segundo paso en Alto Palermo con vistas a marzo de 2024.
«Es un win-win para todos. El shopping necesita un refresh de marcas más jóvenes y de comunidades más pequeñas. Hace más atractivos a los shoppings y, a la vez, le damos la oportunidad a las marcas emergentes de jugar en las grandes ligas«, aporta Rey Petit. «Mientras, IRSA puede ver un semillero de marcas que eventualmente pueden llegar a tener su propio local», agrega Tommasone.
Hoy CoShowroom trabaja con más de 150 clientes y son su cara frente a los consumidores. «Es una relación de confianza que nos exige ser súper profesionales», suma el emprendedor que enfatiza la sinergia entre marcas que se genera en el local. Además, concretan 4000 entregas por mes de compras que se hacen por las tiendas digitales de las marcas.
«Estamos construyendo un concept store, donde el consumidor final encuentra un espacio muy en línea con las tendencias actuales y donde pueden empatizar con la persona que está detrás de la marca. Algo opuesto al fast fashion, que no es sostenible. Ayudamos a vender a las marcas y somos un partner logístico importantísimo», agrega Rey Petit.
La firma, que emplea a 25 personas y facturará $ 1000 millones este año (entre servicios y venta al público), está en un proceso de cambio de estrategia. «Hoy el shopping nos exige convertirnos en una tienda departamental en miniatura. Y el foco antes no estaba ahí. Estamos mirando como referencia tiendas departamentales como Macy’s y entendemos que cuanto más atractivos seamos, mejores marcas vamos a convocar. Estas marcas son las que se vienen y hay un nicho para ocupar«, menciona el emprendedor.
El año que viene seguirá la expansión por los centros comerciales. «Queremos ser el Falabella de las marcas emergentes. Dejar ese espacio que quedó libre e ir ganando metros cuadrados», concluye Tommasone.
En cifras
Fundación: 2019 (primer local en Recoleta)
Inversión inicial: US$ 20.000
Facturación 2024: $ 1000 millones (entre servicios y venta al público)
Fuente: Perfil – El empresario textil analizó el equipo del presidente electo. «La única diferencia entre ‘Milei presidente’ y ‘Milei candidato’ es su ejecutabilidad», observó.
El presidente de TN & Platex, Teddy Karagozian, se pronunció en contra de las disputas políticas. «Los gobiernos elegidos defraudaron a quienes los votaron porque no hicieron correctamente lo que prometieron», declaró en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).
Teddy Karagozian es economista, empresario textil, presidente de TN & Platex, la mayor fábrica de hilados del país, y este año presentó su libro «Mochila Argentina, un nuevo derecho para el trabajador, una solución para la pobreza». Este año, Karagozian apostó por la candidatura de Sergio Massa, en 2019 había hecho lo propio con Alberto Fernández, después de haber criticado fuertemente la política industrial de Mauricio Macri.
¿Qué expectativa tenes sobre lo que va a pasar con la industria a partir de los planes de gobierno de Javier Milei?
Si Milei hace lo que promete, va a fortalecer a la industria. Durante el gobierno de Macri se suponía que iban a bajar los impuestos, especialmente aquellos que son a consumidor. Vos tenés que pensar que en cualquier bien industrial de la Argentina hay entre el 50 y el 70% de impuestos. Es decir que el costo del producto es 100 sobre eso hay impuestos, en casos como el textil, ese costo del producto es 100, 120, 130 pesos de impuestos adicionales en estructura. Así que eso hace que el costo del producir sea caro, porque nuestros trabajadores son consumidores también y por eso la Argentina, desde hace montones de años, más de 40 años, no puede exportar valor agregado, es un neto importador de valor agregado. Todos los países que crecieron lo hicieron gracias a la industria, como Francia, Suiza, Italia, Estados Unidos, Japón últimamente, China, que hoy es una potencia. Todos los países industrializados habían crecido y todos los que pensaban que la industria no era importante sucumbieron a la importancia de la misma, como por ejemplo, la Inglaterra de Margaret Thatcher, que estaba haciendo la guerra pero que finalmente tenía que ser un país importante, salvo Londres.
Vos dijiste que ibas a votas por Sergio Massa. ¿Tenes iguales expectativas o cambiaste las que tenías respecto a Javier Milei? ¿Tus expectativas son esperanzadoras?
El pueblo siempre votó mejor que las personas individuales, lo que sucedió después fue que los gobiernos elegidos defraudaron a quienes los votaron porque no hicieron correctamente lo que prometieron. Este fue el caso de Mauricio Macri y también el de Alberto Fernández, quien estuvo relativamente activo y en el contexto de una crisis muy compleja como la del Covid. Las industrias estábamos destruidas y el gobierno estaba débil. Podría haber hecho mejores cosas, pero los errores que se dieron después generaron que lleguemos a este estado. Javier Milei tiene, desde hace muchos años, un punto muy fuerte, que es la disminución del impuestos, digamos, la disminución de regulaciones. Mi preocupación es que no tiene el equipo todavía formado para poder hacerlo
Si el presidente electo abre el mercado, ¿puede la industria textil competir con las importaciones de países que fabrican a una escala muy diferente a la nuestra?
El presidente ha dicho explícitamente la diferencia con Macri. Primero, tengo que bajar la demanda de gasto público, cambiar el sistema tributario, eliminar 350 mil regulaciones y luego, sí, porque las máquinas que tenemos son las más modernas del mundo. Me están instalando ahora la máquina más moderna del mundo, pero yo no puedo hacer magia, porque una vez que sale de la fábrica tengo que usar un sistema de transporte caro, gastar un montón de energía, responder y pagarle al Estado un montón de impuestos. Entonces, mi problema no es con lo que él dice que va a hacer. La única diferencia entre «Milei presidente» y «Milei candidato» es su ejecutabilidad. La elección de quienes lo van a ejecutar es muy compleja.
¿Está de acuerdo o cree que no es conveniente acordar con la Unión Europea y el Mercosur, tal como estaba redactado en la época del presidente Macri?
Yo creo que no funciona bien porque el Mercosur para nosotros es el aliado ideal. Todo lo que exportamos compite directamente con Estados Unidos y con el precio de los subsidios que se han hecho en Europa. Para nosotros es mucho mejor mercado. Es mucho mejor cliente para la Argentina que 700 millones de personas que están en declive desde hace tiempo, con adquisiciones que se hacen con subsidios.
Fuente: Telam – La premiación definida por un jurado que encabezó la modelo y empresaria Valeria Maza buscó revalorizar a todos los sectores involucrados en la producción de la industria de la moda.
La moda argentina tuvo su noche de celebración este sábado con la entrega de los premios Martín Fierro a diseñadores, colecciones, modelos, estilistas, fotógrafos y personalidades que marcan tendencia en los medios y las redes sociales.
El evento, el segundo en su tipo que organizó la Asociación de Periodistas de la Televisión y la Radiofonía Argentinas (Aptra), se realizó en la Usina del Arte, en el barrio porteño de La Boca, y fue televisado en vivo por América tv.
El show cerró minutos antes de la medianoche con la entrega de un Martín Fierro de Oro, categoría para la que compitieron todos los galardonados, y que fue para la modelo y conductora Carolina «Pampita» Ardohain.
La premiación definida por un jurado que encabezó la modelo y empresaria Valeria Maza buscó revalorizar a todos los sectores involucrados en la producción de la industria de la moda, algo que en palabras de Coco Chanel “reivindica el derecho individual de valorizar lo efímero» o que según el alemán Karl Lagerfeld “es un lenguaje que se crea a sí mismo en prendas para reinterpretar la realidad”.
Entre los principales galardonados, como “Mejor diseñador” fue consagrado el bonaerense Adrián Brown, quien era médico e inició hace tan solo diez años su carrera en la industria del vestido, mientras el chaqueño Gustavo Pucheta abrió la ceremonia al ser distinguido como el “mejor diseñador en innovación”.
Asimismo, entre los más famosos animadores televisivos fueron distinguidos la actriz Moria Casán, el conductor y director artístico de América tv Marcelo Tinelli con sendos premios de Platino, mientras para la conductora Mirtha Legrand se eligió el de Diamantes.
Entre otros, el asesor de moda Fabián Medina Flores se alzó con el premio al “panelista masculino con mejor estilo”, mientras el artista visual Gabriel Machado fue premiado como “el mejor fotógrafo” y la empresaria Regina Kuligovsky recibió el de “mejor maquilladora”.
El reconocido modisto y diseñador Gino Bogani, de 72 años, fue reconocido por su trayectoria de 60 años en la moda con un Martín Fierro dedicado “al maestro de la alta costura”, un premio que le entregó la actriz y conductora Juana Viale.
En el rubro “Mejor Colección Desfile” fue distinguido el diseñador Fabián Zita, quien también es médico anestesiólogo, por su presentación en la plaza Mitre (Designers BA).
Entre los “influencers”, la modelo Angie Landaburu fue reconocida como la mejor del año, mientras en el rubro modelos ganó Imán Kaumann, quien a sus 23 años ya desfiló para los principales marcas mundiales en Paris, Milán y Nueva York e inicia su carrera de cantante.
En la categoría “mejor estilo de jurado de un programa de televisión” se produjo un empate entre la animadora Wanda Nara y el chef Donato De Santis por distintos programas de Telefé, mientras como mejor productor de moda/asesor de imagen se ubicó el periodista Ale García.
Pablo Ramírez fue distinguido por ostentar la “Mejor trayectoria como diseñador” y compartió el premio con los demás ternados al destacar la validez de la carrera de todos los diseñadores del país e incluso mencionó a los históricos Paco Jamandreu y Mary Tapia.
El momento nostálgico de la noche fue el recuerdo para el empresario Ricardo Piñeiro, quien falleció el miércoles último, y la mención a Elsa Serrano, quien murió durante el incendio de su departamento en Retiro hace un año, la ex miss universo Silvana Suárez, la modelo Silvina Luna y las diseñadoras Maureen Dinar y Sofía Sarkany.
En tanto, la actriz Natalia Oreiro se alzó con la distinción por “mejor estilo en redes sociales”, el estilista Sergio Lamensa obtuvo el premio a “mejor peinador” y la animadora y contadora Yanina Arruza de Latorre ganó en el rubro panelista femenina con mejor estilo.
El premio a la mejor trayectoria como modelo fue para Carolina “Pampita” Ardohain.
La cantante Lali Espósito ganó como “artista musical con mejor estilo”, mientras en la categoría actriz se destacó Carla Petersen y a Benjamín Vicuña le tocó el de actor.
En la terna de “Mejor estilo femenino en conducción” se produjo un segundo empate entre Flor de la V, como conductora de Intrusos, y Juana Viale por los looks que le prepara Bogani para el programa Almorzando con Juana, mientras en la versión masculina de ese galardón se impuso Iván de Pineda, por Pasapalabra (Telefe).
Fuente: CARAS – Es pareja de Fabián Paz y se destaca entre los mejores diseñadores argentinos.
Gustavo Pucheta es un diseñador oriundo de Chaco y es uno de los más elegidos por las celebridades para ser vestidos en cada eventos. El talentoso diseñador esta desde el 2022 en pareja con otra leyenda de la moda, Fabián Paz.
Gustavo Pucheta ganador del Martin Fierro de la Moda
El chaqueño fue el primero en subir al escenario y agradecer por su nominación y el premio ante tan importante reconocimiento. Gustavo Pucheta tuvo el lujo en Los Martín Fierro de la Moda vistiendo a 12 celebridades.
Fue uno de los diseñadores que más acompañó y vistió a las celebridades en la alfombra roja en una noche especial.
Ángel de Brito, Guido Zaffora, Valeria Mazza, Cris Vanadia, Ingrid Grudke, Moria Casán y Julieta Poggio, entre otros fueron algunos de los famosos que tuvieron la oportunidad de llevar sus diseños en los Martin Fierro de la Moda.
Gustavo Pucheta tuvo en su discurso una mención especial para su pareja, Fabián Paz. Ambos se muestran felices y muy enamorados.
Fuente: CAME – La medición a precios constantes marcó un descenso del 2,9% anual, en noviembre, en las ventas minoristas pymes, cumpliendo así 11 meses consecutivos en baja. Para el periodo enero-noviembre, el comercio acumula una retracción de 2,4% frente a los mismos meses del año pasado, mientras que en la comparación mensual las ventas bajaron 2,2%.
El clima electoral le puso extrema prudencia al consumo, pero lo que más incidió en el declive del mes fueron las fuertes subas de precios que generaron una pérdida clara en el poder adquisitivo del ingreso familiar. Se notó especialmente en la demanda de alimentos y bebidas.
Los alicientes de las ofertas del comercio electrónico que se pusieron a disposición de los consumidores a comienzos del mes, con financiamiento que animaron la venta de bienes durables durante tres días, no fueron suficientes para cambiar el signo de la tendencia en las ventas.
Los sobresaltos cambiarios no ayudaron a la dinámica de las ventas del comercio minorista, especialmente a la compra de bienes de mayor valor, porque el dólar captó dinero que podría haberse volcado a ese consumo.
De los siete rubros analizados, tres escaparon a la tendencia general y crecieron en la comparación anual, y los cuatro restantes declinaron.
Así surge del Índice de Ventas Minoristas Pymes de la Confederación Argentina de la en Mediana Empresa (CAME), elaborado en base a un relevamiento mensual entre 1.320 comercios minoristas del país, realizado del 30 de noviembre y el 1 de diciembre.
Análisis sectorial
En noviembre, tres de los siete rubros registraron subas interanuales en sus ventas, lideradas por Bazar, decoración, textiles del hogar y muebles (+4,3% anual). En cambio, cuatro ramos retrocedieron, con la mayor baja en Alimentos y bebidas (-7,7% anual).
Textil e indumentaria
Las ventas subieron 1,8% anual en noviembre, a precios constantes y acumulan una caída de 5,4% en los 11 meses del año, comparado a la misma etapa del 2022. Frente a octubre se registró una suba del 2,2%. La venta se mueve en función del turista y de las promociones que habilitan los bancos, en cuotas sin interés. Igual, si bien la actividad viene mejor que el año pasado, se está comparando contra meses que fueron muy malos. Los tiendas no tuvieron mayores problemas de abastecimiento, pero sí temen en cómo será diciembre, porque algunos proveedores están pidiendo anticipos para asegurar la mercadería y no todos tienen esa disponibilidad.
“Noviembre suele ser un buen mes para nuestras mercerías porque es cuando se venden las lentejuelas y los brillos para las fiestas de fin de año, y este año fue mejor que el pasado” (comercio de la ciudad de Buenos Aires).
“Estamos tratando de zafar estos tiempos difíciles con ropa menos formal, porque los vestidos de fiestas que es lo que vendemos, están por las nubes y la gente no los lleva” (comercio de San Migue de Tucumán).
Bazar, decoración, textiles para el hogar y muebles
Las ventas tuvieron un ascenso del 4,3% anual en noviembre, a precios constantes y llevan un declive del 0,6% en los once meses del año, comparado al mismo periodo de 2022. Contra el mes pasado, en cambio, cayeron 2%. Hay muchos departamentos amoblándose para el alquiler temporario a turistas que están moviendo el mercado en este rubro. Algunos comercios señalaron que hay gente anticipando compras de fin de año por temor a que se disparen los precios. Un factor que preocupa al sector es que los proveedores están pidiendo pago anticipado para las compras de las fiestas y con precio abierto, a confirmar en la entrega.
“Los primeros días del mes se vendió muy bien por los préstamos del gobierno, pero en la segunda quincena no se vendió nada” (negocio de la ciudad de San Luis).
“La lista de productos vienen con subas de 10% cada semana, lo que está en cuotas sin interés se vende bien, el resto poco” (comercio de la ciudad de Mar del Plata en Provincia de Buenos Aires).
Calzado y marroquinería
Las ventas crecieron 1,3% anual en noviembre, a precios constantes y registran un alza de 1,1% en los primeros 11 meses del corriente año frente al mismo periodo de 2022. En la comparación intermensual cayeron 5%. Las ciudades receptoras de turismo fue donde mejor performance tuvieron los comercios de este rubro, e incluso pudieron terminar de vender el calzado de invierno, de más valor, que había quedado fuera de presupuesto para los consumidores locales. Las tiendas consultadas señalaron que cuando hay opciones de financiamiento sin interés, las ventas se mueven bien, pero en una cuota o efectivo, la gente piensa más antes de comprar.
“Noviembre fue malo, pero noviembre del año pasado fue peor” (negocio de la ciudad de Salta).
“Los proveedores no están enviando mercadería, están especulando con la asunción del nuevo gobierno, y es preocupante porque ahora comienza la mejor temporada del año, que es la venta por las fiestas” (comercio de San Salvador de Jujuy).
Farmacia
Las ventas retrocedieron 4,4% anual, a precios constantes, aunque aún acumulan un crecimiento de 1,7% en los primeros once meses del año frente al mismo periodo de 2022. En la comparación intermensual, subieron 1,1%. El mayor problema que tienen las farmacias hoy es la falta de productos de algunas marcas y drogas, y la demora en las entregas de los proveedores, ya sea por faltantes o por especulación. Algunas farmacias consultadas sienten que almacenaron demasiado stock, para un mercado que hoy no convalida los niveles de precios de muchos productos y amaga con estancarse.
“Los medicamentos aumentan cada semana, tenemos problemas con las obras sociales y las prepagas están restringiendo algunos medicamentos del vademecum” (farmacia de la localidad de San Martín en Provincia de Buenos Aires).
“Creo que compramos una barbaridad de stock, porque pensábamos en un buen verano, y entre que el río va a estar crecido y no habrá playas y que la gente no tiene dinero, nos va a sobrar muchas mercaderías como repelentes y cremas solares” (farmacia de Concepción del Uruguay, en Entre Ríos).
Perfumería
Las ventas bajaron 0,2% anual en noviembre, siempre a precios constantes, y suman una caída también de 1% en los 11 once meses del 2023, contra el mismo periodo del año pasado. En la comparación intermensual crecieron 0,9%. Los precios tuvieron aumentos muy fuertes los últimos tres meses, cualquier crema básica pasa los 10 mil pesos o las fragancias nacionales no bajan de 30 mil, lo que claramente frena al consumidor. Se venden los envases de menos cantidades, y con mayor peso los viernes y sábados, cuando las tarjetas habilitan promociones de cuotas sin interés.
“Abrimos un nuevo local y tomamos dos empleadas nuevas, pero los resultados que obtuvimos no fueron buenos, se vendió muy poco” (perfumería de la Ciudad de Buenos Aires).
“Los proveedores están entregando poca mercadería y con aumentos desmedidos de los productos, nosotros estamos vendiendo más online que presencial” (perfumería de la Ciudad de Rosario, en Provincia de Santa Fe).
Alimentos y bebidas
Las ventas se retrajeron 7,7% anual en noviembre, a precios constantes y acumulan una disminución de 3,3% en los primeros 11 meses del año frente al mismo periodo de 2022. En la comparación intermensual, crecieron 0,4%. La caída en el poder de compra del ingreso está afectando al consumo de bienes básicos. La gente cuidó sus gastos, buscó ofertas en hipermercados, fraccionó compras, sustituyó primeras marcas por segundas y terceras. En el rubro carnicerías, las fuertes subas de precios alejaron a los compradores, lo mismo sucedió en verdulerías, con algunos productos verdes y el tomate. Los negocios advirtieron por aumentos de hasta 40% en productos como levaduras, aditivos, quesos, fiambres, frutos secos, golosinas, y otros más básicos como el pan. Quienes tuvieron un excelente mes, fueron los comercios de frontera con países limítrofes, especialmente con Uruguay.
“La mercadería llegó con aumentos de entre 35% y 45% este mes y después del ballotage hubo muchos faltantes” (Comercio de la ciudad de Córdoba).
“Hubo aumentos muy fuertes en la mercadería, la gente estuvo muy prudente todo el mes, y además noviembre siempre es malo” (Comercio de Godoy Cruz, Mendoza).
Ferretería, materiales eléctricos y materiales de la construcción
Las ventas disminuyeron 2,8% anual y acumulan un declive de 0,7% en los 11 meses del año, siempre frente al mismo ciclo de 2022. En el contraste intermensual, cayeron 7,6%. Impulsa el rubro que hay menos obra pública y más mano de obra disponible para trabajos menores en los hogares o para construcciones privadas, que activan la demanda de los pequeños y medianos comercios del sector. Igual, hubo muchos faltantes de mercadería que limitaron tener un mejor mes.
“Hay incertidumbre en la calle, por ahora la gente aprovecha para comprar y stockearse, pero no sabemos cómo se van a comportar de acá a los próximos dos o tres meses” (comercio de la ciudad de La Rioja).
“Nuestra inversión en este momento es reponer stock, si tenemos la mercadería, la vendemos, el problema cuando no se vende es porque no hay, porque la demanda todavía en nuestro rubro está” (comercio de Resistencia, Chaco).
Fuente: Norte – El algodón, como parte de una economía regional que mueve muchas fuentes de trabajo, espera el reacomodamiento de la economía argentina tras el interminable año electoral, estimando el sector que «se vienen meses de recesión donde la cadena textil será el primer eslabón que sentirá el impacto».
«El algodón, como toda la producción argentina, está inmerso en un contexto de baile político en el que nadie sabe para qué lado disparar». Las reformas estructurales anunciadas por el electo presidente Javier Milei, «indudablemente requieren el consenso de toda la estructura política». «Es una duda de todas las grandes calificadoras de riesgo del mundo que esperan ver de qué forma se logra el consenso», señala el presidente de la Asociación Argentina de Desmotadores, Luis Alal.
«El tipo de cambio es uno de los ítems que preocupa y del que se esperan definiciones claras, porque en las variantes de la moneda norteamericana que existen en el país con el dólar oficial de la fibra de algodón en la República Argentina la tonelada cotizó 2770 dólares en la última reunión de la Cámara Algodonera Argentina».
«A una persona de otro país le decís que acá el algodón vale 2770 dólares y te dice que estamos locos porque en el mercado de Nueva York cotiza a 79 centavos la libra, lo que te da una posibilidad de precio de exportación de 76 centavos la libra, implicando una cotización por tonelada de entre mil quinientos y mil setecientos dólares», ejemplificó «Pinky» Alal.
«Lo primero que hay que corregir son los valores relativos, lo que va a provocar una profunda recesión en el primer semestre del año que viene porque hay sectores que van a sentir el impacto del cambio del tipo de dólar oficial», refiere el empresario del algodón. «La economía hoy está girando en torno a un dólar de 650 pesos, pero muchos sectores todavía están abrazados a un dólar de 360 pesos, entonces la corrección de esos valores relativos va a implicar una caída de los salarios y la retracción del consumo en los mercados», amplió en su explicación Luis Alal.
Recesión textil
El empresario del desmote, anticipando una posible recesión en el próximo año, entiende que «la situación será un posible problema para la cadena textil». El eslabón de la indumentaria «es uno de los primeros que sienten una recesión». «La familia si tiene un problema de falta de ingresos, lo primero que hace es prescindir de gastos que los podés dejar para después, como es la indumentaria porque para cambiar de camisa o comprar una remera nueva, podés esperar», remarca Alal.
«La cadena textil argentina va a tener un segundo semestre, en caso de que se corrijan abruptamente las variables económicas, …bastante comprometidas», señala contundente. En este contexto vale remarcar que la cadena textil «mueve a 500.000 o 600.000 personas». «Tomando un grupo familiar de 4 o 5 personas en Argentina, estamos hablando que el sector mueve el 2 % o el 3 % de la economía real argentina», advierte.
Apoyarse en el mercado interno
En el planteo para nada optimista de los próximos meses, el empresario algodonero considera que «se tendrá que hacer fuerza desde todos los sectores para que no se caiga el mercado interno, que es el sostenedor principal de la continuidad de la actividad textil».
«La exportación es muy buena, seguro que es excelente, pero son mercados muy volátiles, mientras que la necesidad de trabajo de la gente que está dentro del sector textil es permanente, no es transitoria», menciona Luis Alal.
Equipamiento obsoleto
«El otro punto que genera un gran interrogante es cuando hablan de una apertura de la economía, que es una acción que se debe dar, pero para poder hacerla primero tenés que adaptar las empresas nacionales que hace cuatro, cinco, seis, siete años no podemos ni siquiera comprar repuestos para poder hacer funcionar bien nuestras industrias», plantea el desmotador. «En las condiciones que están trabajando, no es posible salir a competir al mundo con maquinaria que en promedio tienen 15 años como mínimo de antigüedad». La competencia de Argentina es imposible «con países como China, India, Bangladesh o Vietnam que cuentan con la más alta tecnología». «También tenemos que adaptar leyes laborales para que nos permitan competir de igual a igual con esos países», agrega Pinky Alal
«Las condiciones deben darse y entonces nuestra industria no tendrá nada que temerles a los chinos ni a los indios, pero después de tener una economía cerrada hoy estamos obsoletos», reitera el presidente de la Asociación de Desmotadores Argentinos.
Tierra del Fuego: ilógica promoción textil
En el cierre del eterno año de comicios, el otro ítem que deja un sabor amargo para el sector textil es la promoción otorgada a Tierra del Fuego, una acción del gobierno saliente que es considerada ilógica.
«La promoción industrial en Tierra del Fuego, que incluyó al sector textil, es una tremenda barbaridad que equivale a querer hacer un criadero de pingüinos en El Impenetrable con 42 grados de temperatura», cuestiona sin vueltas Luis Alal, presidente de la Asociación de Desmotadores Argentinos. El empresario considera que en esa parte del país «está bien la promoción industrial para las cadenas armadoras de televisores o teléfonos, pero no así para fabricar hilo o camisas».
En este contexto de incomprensible beneficio de promoción industrial textil a la provincia del extremo sur de Argentina, el referente de los desmotadores nacionales advierte que «hasta aquí lo de las economías regionales ha sido todo verso». «Las economías regionales están totalmente desprotegidas y no solamente es un problema del algodón, porque pasa lo mismo con la uva, los limones, la yerba», menciona. «Las economías regionales estamos bailando al compás de lo que se le ocurre a un político y no al compás de lo que debería ser el desarrollo de economías creadoras de las grandes captadoras de mano de obra como lo son las pymes», remarca Luis Alal.
«En Argentina somos 46 millones de personas y con el centralismo no resolvemos el problema, por eso tenemos que diversificar la producción hacia los distintos puntos de la Argentina que necesitan sí o sí desarrollarse, ya que de lo contrario vamos a seguir llenando de villas miseria, con gente que dispara a las grandes ciudades porque en el interior no hay trabajo», analiza.
Buena perspectiva 2023-2024
La cosecha de algodón, retrasada y finalizada hace pocas semanas, no fue «lo catastrófica» que en el inicio de la campaña se preveía por el impacto de la sequía. En el final del año algodonero se concluyó que la zafra «fue buena por las siembras tardías que no tuvieron efectos de heladas». «No en todas partes, pero en gran parte del área algodonera fue buena la cosecha», analizó Luis Alal.
El antecedente que entregó la siembra más allá de las fechas recomendadas por el Senasa, según lo entiende el sector, «crea un clima muy positivo para la perspectiva del cultivo en el período 2023-2024». El empresariado del desmote entiende que «será una siembra con muy buena área que hasta hoy vino impulsada por el comportamiento positivo del mercado».
«Se está sembrando bien, tenemos buenas semillas y las perspectivas son buenas ya sea a través de una recomposición del mercado interno y creo que a través de la exportación y el consumo interno vamos a tener un excelente año», dice optimista Luis Alal.
Fuente: La Capital – Desde el rubro no se mostraron preocupados por una posible apertura indiscriminada de las importaciones, siempre y cuando le garanticen políticas que le saquen el “bloqueo permanente” impositivo y burocrático que enfrentan día a día.
El sector textil local se encuentra expectante acerca de cuáles serán las políticas económicas que anunciará el gobierno del presidente electo, Javier Milei, y en este marco solicita medidas que lo ayuden a “prepararse” para “competir en un mundo cada vez más abierto e integrado”.
“Tenemos expectativas, en el sentido que estamos esperando saber concretamente cuáles son los cambios que se proponen”, le indicó el presidente de la Cámara Textil de Mar del Plata, Guillermo Fasano, a LA CAPITAL.
En este contexto, Fasano advirtió que actualmente “el sector textil no escapa a la situación general de altas tasas de interés, de inflación y falta de suministros”, lo que provocó que se llegue a “una situación sumamente complicada”.
No obstante, el referente local de los textiles también reconoció que “el gobierno saliente tenía políticas activas para el sector”. “Impulsaba el consumo a través de los planes de pago en cuotas o con la gran campaña que hizo el banco Provincia con descuentos, independientemente de la discusión sobre si debe hacer o quién lo paga, eso significaba un impulso importante”, ponderó.
Seguidamente, reveló que el rubro atraviesa la transición presidencial con “muchas incógnitas”. “No sabemos cómo van a implementar las políticas económicas. Como sector tenemos que esperar a que se anuncien y ver qué es lo que puede pasar”, dijo.
Ante la consulta sobre si les preocupa una posible apertura indiscriminada de las importaciones, Fasano respondió que eso es “el núcleo de la discusión” y “lo más importante” que los textiles van a “observar”.
Sin embargo, remarcó que “lo que se tiene que lograr para el sector es la competitividad”. “Nosotros tenemos que prepararnos para competir en un mundo que está cada vez más abierto e integrado”, sostuvo.
Frente a este panorama, Fasano expresó: “Las pymes somos la solución, la Argentina tiene salida y son las pymes”.
Para que las pequeñas y medianas empresas puedan explotar todo su potencial Fasano manifestó que es necesario “terminar con la industria del juicio laboral, que no es afectar ninguno de los derechos de los trabajadores” y “bajar la carga impositiva, también de los salarios”. “La mitad de lo que pagamos por los trabajadores va a su bolsillo. El salario tiene una altísima carga impositiva, que desmejora el salario de los trabajadores y no nos hace competitivos”, señaló.
También indicó que “hay que darle financiamiento a las pymes y se debe eliminar ese cúmulo de impuestos y trámites” que les hace “imposible ser competitivos”.
“Es un bloqueo permanente que sin él podríamos ser competitivos en el mundo. Tenemos capacidad, materia prima y la gente. Con el diseño, el conocimiento y la calidad que tenemos, los textiles estamos preparados para el nuevo desafío”, aseveró.
“Productos importados ya hay. Se declama que hay protecciones, pero parece que hay gente que no está tan limitada a traer cosas. Basta con ir a una de las grandes tiendas y dar vuelta la etiqueta”, añadió respecto a una posible apertura indiscriminada de las importaciones.
Descontrol y más incógnitas
Por otra parte, el presidente de la Cámara Textil de Mar del Plata se refirió a la situación de los precios en esta industria y consideró: “No tenemos un sistema de precios, tenemos un sistema de impulsos individuales”.
“Proveedores, fabricantes y colegas tienen una respuesta diferente para este tema. Es un desquicio vivir con 10% de inflación mensual, no se puede programar ni planificar absolutamente nada”, analizó Fasano.
En este marco, agregó que el desarrollo de la temporada de verano para el sector es “otra incógnita más”, aunque subrayó que “el pullover marplatense tiene una ecuación de calidad y precio que es insuperable”. “Vender siempre se vende, dependemos de la gente que venga y el clima”, concluyó.
Fuente: Plushmag – En el escenario de la economía actual y los nuevos mercados, donde las crisis ambientales exigen respuestas inmediatas, Marina Arias emerge como una voz visionaria desde la Dirección Ejecutiva de Sistema B Argentina. Desde sus inicios en 2012, Sistema B se ha erigido como una propuesta de innovación, desafiando la concepción tradicional del sector privado al posicionarlo como un agente de cambio esencial.
En una entrevista con PlushMag, Marina comparte la filosofía intrínseca de Sistema B, una organización que busca construir ecosistemas propicios para las Empresas B y otros actores de triple impacto. Su enfoque trasciende los límites convencionales, buscando transformar la economía al poner en el centro a las personas, las comunidades y el planeta.
Las Empresas B, impulsadas por un propósito claro, se comprometen públicamente a mejorar continuamente su impacto en tres dimensiones fundamentales: social, ambiental y económica. En este viaje de mejora constante, Sistema B actúa como guía, proporcionando estándares y herramientas que facilitan la certificación B, permitiendo a las empresas contribuir a la creación de un sistema económico más inclusivo y sostenible.
Marina Arias nos insta a reconocer la interdependencia como clave para abordar los desafíos actuales. Nos invita a entender que nuestras acciones impactan en otros y que, como parte de una comunidad más amplia, nuestras colaboraciones pueden generar un cambio significativo. En este contexto, las Empresas B se convierten en motores de un movimiento global, demostrando que es posible hacer negocios de manera responsable y sostenible.
En el corazón de la filosofía de Sistema B está la coopetencia, la transformación de la competencia en colaboración. Se impulsa la idea de “y” en lugar de “o”: rentable y responsable, social y ambientalmente. Marina nos invita a pensar en la economía de manera integrada, reconociendo que la disociación solo profundiza las problemáticas que buscamos revertir como sociedad.
En este viaje hacia una economía consciente (ver más), Marina destaca la importancia de medir el impacto socioambiental a través de la Evaluación de Impacto B. Este proceso no solo nos lleva a cuestionarnos y expandir nuestra conciencia, sino que también nos impulsa a pasar a la acción. La transparencia en este proceso es la clave para evolucionar y construir una economía que favorezca a las personas y al medio ambiente, colocándolos en el centro de nuestras decisiones.
En esta entrevista, Marina Arias nos lleva hasta el núcleo de Sistema B y nos invita a repensar cómo las empresas pueden ser agentes de cambio positivo en el mundo actual.
Sistema B se enfoca en la construcción de una nueva economía más justa, equitativa y regenerativa. ¿Cómo contribuye la organización a la creación de este sistema económico inclusivo y sostenible?
Sistema B nació en 2012 con la fuerte intención de generar soluciones a gran escala ante las crisis sociales y ambientales más urgentes, entendiendo al sector privado como agente de cambio, lo cual resultó innovador en el escenario del momento. Desde entonces, trabajamos con la misión de construir ecosistemas favorables para Empresas B y otros actores de triple impacto que utilicen la fuerza de mercado para resolver las problemáticas planetarias.
Estamos transformando la economía para poner en el centro a las personas, las comunidades y el planeta. Y esto lo hacemos promoviendo, como principal agente de cambio, a las empresas, impulsando la creación de impacto positivo en tres dimensiones: social, ambiental y económico. En este camino, surgen las Empresas B, compañías que persiguen un propósito y se comprometen pública y legalmente a mejorar su impacto socio-ambiental en un proceso de mejora continua.
Desde Sistema B creemos que como humanidad nuestro mayor desafío implica dar respuesta a los problemas sociales y ambientales a gran escala. Aún con todos los esfuerzos de gobiernos locales, nacionales, organismos multilaterales, RSE y organizaciones sociales, la crisis se ha profundizado. Con esa premisa es que buscamos facilitar que las empresas mejoren su impacto social y medioambiental con nuestros estándares y herramientas, acompañándolas en el proceso de certificación B y que así contribuyan a la generación de un sistema económico más inclusivo y sostenible.
Sistema B es fundamental para que cada vez más empresas se transformen bajo este enfoque sostenible y sustentable pero al mismo tiempo competitivo en un futuro. ¿Cómo funciona el proceso y cuáles son los principales criterios que deben cumplir las empresas para obtener la certificación de “Empresa B”?
El proceso dentro del camino de impacto de una empresa, de cualquier sector y tamaño, comienza con la medición de su impacto. Peter Drucker dice que “lo que no se mide, no se puede mejorar”. Es por eso que desde Sistema B acompañamos a empresas en la medición y gestión de su impacto, a través de distintas propuestas y programas. Para esto, utilizamos la Evaluación de Impacto B, una herramienta integral para conocer, medir y gestionar el desempeño social y ambiental de las empresas, analizando 5 áreas de impacto: Gobernanza, Trabajadores, Clientes, Comunidad y Medio Ambiente. Es una evaluación online, gratuita y 100% confidencial que se adapta a cada tipo de empresa según industria, tamaño y mercado.
Para certificar B, una empresa debe superar 80 puntos (de 200) en la Evaluación de Impacto B y atravesar un proceso de evaluación que valide la información, llevado adelante por B Lab, el único ente a nivel global que otorga la certificación de Empresa B. En caso de obtener el sello B, para mantener la certificación, la empresa es evaluada cada tres años a partir de los estándares de la herramienta, que van creciendo acorde a las urgencias planetarias. Por eso hablamos de un camino de mejora continua.
Obtener la certificación de “Empresa B” es un proceso importante. ¿Cómo funciona este proceso y cuáles son los principales criterios que deben cumplir las empresas para obtener la certificación?
Lo primero es la convicción de empresarias y empresarios a seguir este camino de convertir a sus empresas en actores de cambio que contribuyan con el bien común. La certificación B es un camino voluntario, donde la empresa se compromete legal (a través de la modificación de su estatuto) y públicamente a medir y gestionar su impacto social y ambiental en un camino de mejora continua. Para ello contamos con la Evaluación de Impacto B, una herramienta gratuita diseñada para ayudar a medir y gestionar el impacto en relación a su gobernanza, sus trabajadores, la comunidad, los consumidores y el medio ambiente.
La Evaluación de Impacto B fue diseñada como una hoja de ruta para activar la transformación hacia modelos de negocio de impacto. Proporciona información sobre dónde está parada la compañía desde la perspectiva social y ambiental del negocio y, a la vez, es una herramienta de gestión que le permite evolucionar a partir de indicadores concretos, sin perder de vista los resultados del negocio.
Sistema B menciona que las empresas certificadas deben medir su impacto en cinco áreas claves, incluyendo gobierno, trabajadores, clientes, comunidad y medio ambiente. ¿Cuáles son algunos de los desafíos más comunes que las empresas enfrentan al evaluar su impacto en estas áreas?
No podemos mencionar desafíos específicos por áreas porque los hay en todas y dependen del tipo de empresa. Algunas están orientadas a tener mayor puntaje y acción en determinadas áreas por sobre otras por sus propias características y por la naturaleza del negocio. Por ejemplo, una cooperativa va a tener mayor puntaje en el área de gobernanza y una empresa que impacta directamente en el ambiente va a tender a tener más trabajo en ese aspecto que en lo social.
Pero sí podemos señalar un desafío mucho más amplio y general con el que se encuentran muchas empresas cuando inician este camino: entender cómo se mide una empresa bajo estas 5 dimensiones. No estamos acostumbrados a entender la empresa de esta manera, entonces la Evaluación de Impacto B lo que nos permite sobre todo es un entendimiento, ponernos nuevos lentes para ver cosas que hasta acá no veíamos.
Luego, generalmente la empresa se encuentra con el desafío de medir las acciones que lleva a cabo en materia de sustentabilidad, que suelen ser dispersas y no sistematizadas. Aquí entra en juego nuevamente la Evaluación de Impacto B, que permite visibilizar esas acciones, aprender a medirlas, comprender el impacto que generan y determinar si vale la pena seguir haciéndolas o si hay que hacer algo diferente.
Un último desafío, pero que en definitiva será el más relevante en el camino de la empresa, es entender si tiene un modelo de negocio de impacto o no. Hoy la Evaluación de Impacto B nos permite saber si la empresa tiene buenas prácticas y cuáles, pero sobre todo si tiene un modelo de negocio de impacto desarrollado o no. Tener un modelo de negocio de impacto significa que a medida que la empresa crece y se desarrolla, genera impacto positivo a través del core de su negocio. Entonces, el desafío mayor es esta transformación y detectar estas oportunidades a partir de la Evaluación de Impacto B.
Las Empresas B son un modelo de negocio completo y distinto. Para entender mejor sus procesos, ¿podrían proporcionarnos ejemplos de cómo demuestran que es posible resolver problemas socioambientales a través de sus operaciones de negocio en su totalidad?
Un ejemplo en la industria textil es Flandria, una Empresa B nacional recientemente certificada. Se dedica a la producción de telas y sus principales líneas de producto son denim, whitedenim y workwear. Como productores de materia prima fundamental para la industria, su impacto tiene un alcance muy importante, ya que provee a muchísimas marcas que confeccionan un producto final a ser consumido por todos nosotros.
Como empresa de fabricación textil, Flandria conoce perfectamente la importancia de cuidar su impacto ambiental, sin descuidar su impacto social. Concretamente, llevan a cabo las siguientes acciones:
Ahorro de consumo eléctrico en proceso de tejeduría (10%) mediante la instalación de un equipo controlador de compresores que disminuye su operación en vacío y por ende permite un mejor aprovechamiento de la energía.
Recupero de energía térmica mediante una instalación en las calderas que permite utilizar el retorno del agua condensada para precalentar el agua de ingreso a la misma y de esta manera disminuir el gradiente térmico necesario para alcanzar la temperatura requerida.
Tratamiento de efluentes industriales: la empresa cuenta con una planta de tratamiento de efluentes con proceso aeróbico que permite tratar la totalidad de los efluentes generados, devolviendo el agua limpia a su entorno natural en el río Luján.
Minimizar el uso de materiales con impacto ambiental negativo
Huella de carbono: se realizó la medición junto a la Empresa B especialista The Carbon Sink y están evaluando alternativas para su reducción.
Huella hídrica: se busca la reducción mediante la colocación de caudalímetros, electroválvulas de corte de agua, medidores de nivel en bateas de proceso, capacitación del personal, entre otras. Se logró reducir en más del 30% desde su primera medición en 2019.
Todos estos esfuerzos de Flandria se traducen en los siguientes logros, que ponen en evidencia que es posible hacer negocios poniendo en el centro a las personas y el planeta:
735.221 kwh ahorrados en consumo energético por año.
46.266.300 litros de agua ahorrados.
20.500 kgs de desperdicio de algodón reutilizados en la fabricación de tejidos por mes.
1.600.000 litros de agua tratados en nuestra planta de efluentes aeróbica por día.
PlushMag es un medio digital de moda sustentable y sostenible con el medio ambiente al que le encanta ver como más empresas se unen con un propósito claro: crear un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente. ¿Pueden compartirnos un ejemplo inspirador de una empresa que haya logrado un impacto significativo o esté marcando la diferencia en la región de América Latina en estas áreas?
Otro caso destacable en la industria de la moda es Animaná, una Empresa B productora de prendas de vestir, accesorios y decoración, que están realizados a mano con técnicas ancestrales de tejeduría y utilizando fibras naturales biodegradables y recicladas, como el algodón reciclado y los camélidos. Todos los procesos de la creación del producto son naturales y artesanales: por ejemplo, en Animaná las prendas se lavan con jabones naturales y se utiliza plancha al vapor. Las fibras naturales son repelentes al agua, ignífugas y resistentes por naturaleza, por lo que no requieren de tratamientos químicos. Además, sus diseños son atemporales y universales, de manera que promueve la compra responsable y consciente y desestima el fast fashion.
En este contexto, Animaná trabaja más allá del diseño, que es sólo una parte del sistema, su misión es preservar a las comunidades locales, cuidar al medio ambiente y generar riqueza local, formando artesanos y productores, priorizando los procesos de producción sustentables y, a su vez, generando una cadena de valor ética, sostenible y transparente.
Así, logran crear un modelo que trabaja sobre toda la cadena de valor de los productos, en transparencia, trazabilidad y fortalecimiento de las buenas prácticas. Esto abarca desde la esquila para la posterior producción de fibras naturales; el diseño como elemento de creación de productos de larga vida, contemporáneos y atemporales; hasta la comercialización. Gracias a este ecosistema, han logrado integrar a más de 8.500 artesanos, 20.000 productores de fibras naturales, 350 MIPYMES en forma directa en Los Andes, que trabajan sus fibras con respeto, pasión y exigencia.
Además, Animaná nutre permanentemente a su organización hermana Hecho por Nosotros, ONG con presencia mundial que cuenta con estatus consultivo dentro de las Naciones Unidas para profundizar la transformación del paradigma de la moda sostenible hacia una economía regenerativa y circular. Animaná y Hecho por Nosotros están actualmente involucrados en un proyecto de co-creación con la marca Puig a través del makers program, siendo esta una de sus muchas co-creaciones con marcas reconocidas internacionalmente, con el objetivo de generar intercambios que ayuden a enriquecer y liderar el camino hacia el cambio sistémico e integral en la industria textil y de la moda.
Desde Sistema B hacen foco en la “interdependencia” como un elemento clave de las Empresas B. ¿Cómo fomenta su organización la colaboración y la creación de una comunidad de empresas comprometidas con un propósito más allá de lo financiero?
La interdependencia es entendernos como parte de algo más grande y tomar conciencia de que nuestras acciones impactan en las demás personas, de la misma manera en la que las acciones de las otras personas impactan en mí. Si no logramos entender este principio, las decisiones tomadas de forma personal y/o lineal nos pueden llevar a grandes crisis como las actuales. Esta interdependencia, nos permite sentirnos parte del problema, y por tanto, parte de la solución. Y entendernos no como organizaciones aisladas, sino como parte de una comunidad más amplia, que al sumar sus esfuerzos mueven grandes cosas teniendo un propósito común.
Las Empresas B forman parte de un movimiento global de empresas que demuestran que se puede hacer negocios desde este nuevo paradigma. La B da lugar a una identidad compartida y genera un sentido de comunidad en los empresarios y empresarias que hoy deciden hacer las cosas distintas y poner a sus empresas en el lugar de agentes de cambio social y ambiental. Se sienten parte de la comunidad porque comparten estos valores, esta forma de pensar y hacer las cosas, comparten la construcción de un bien común más allá de las ganancias económicas. Ser parte de esta comunidad es hallarse entre verdaderos pares y cuando las Empresas B se encuentran, buenos negocios nacen en un sentido muy amplio.
Desde Sistema B, y como esencia de lo que impulsamos en las nuevas economías, promovemos el espíritu de colaboración, transformamos la competencia en coopetencia, de poner el propósito en el centro y de sumar todos nuestras voluntades y acciones para impulsarlo. Creemos en la abundancia y no en la carencia, por lo tanto hablamos de “y”, no de “o”: rentable y responsable social y ambientalmente. Debemos pensar la economía de forma integrada, seguir disociándola es profundizar las problemáticas que como humanidad queremos revertir.
Para cerrar y para inspirar a que más empresas se sumen a este movimiento. ¿Cuál es la importancia de que las empresas sean transparentes en relación a sus impactos sociales y ambientales? ¿Cómo ayuda esto a construir una economía más sostenible?
Para ser parte de la solución, primero debemos reconocernos como parte del problema.
Luego, entendiendo que no nos enseñaron a medir el impacto socioambiental que generamos, comienza un camino donde empezamos a entender las dimensiones del impacto que como organización generamos y para eso está la Evaluación de Impacto B, para traernos preguntas, expandir la conciencia y así pasar a la acción. Ser transparentes en esto nos permite evolucionar y dar paso a esa economía que juegue a favor de las personas y el ambiente, poniéndolos en el centro de las decisiones.
Fuente: Fashion Network – La textil Inimbó, oriunda de la provincia argentina de Chaco, busca seguir expandiendo su operatoria, para lo que contemplan la posibilidad de fusionarse con un taller para ofrecer productos textiles artesanales de puro algodón.
Así lo detallaron fuentes de la empresa al diario local Infonegocios. Cabe destacar que actualmente Inimbó cuenta con un equipo de 10 personas.
Inimbó, que era originalmente una fábrica textil privada, se convirtió en el año 1992 en Cooperativa Textil Inimbó, luego de que, tras el cierre de la fábrica por problemas económicos, sus 45 empleados decidieron fundar una cooperativa para poder seguir trabajando.
Los inicios de Inimbó estuvieron marcados por la fabricación de coberturas de fardo de algodón, destinadas a la industria algodonera. Sin embargo, con el paso de los años y el auge de los productos artesanales, la cooperativa decidió diversificar su enfoque.
Hoy, confeccionan tejidos de puro algodón de alta calidad que pueden ser teñidos con productos naturales y los venden a todo el país. La cooperativa trabaja a demanda, fabricando las telas según las necesidades del cliente.
En las últimas semanas el proyecto estuvo presente en los medios gracias a su colaboración con la diseñadora argentina Emilia Velasco, quien utilizó los hilados de Inimbó para confeccionar el vestido que usó la famosa cantante María Becerra en los últimos premios Grammy.
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