El sector de indumentaria se prepara para cuando pueda reabrir

Fuente: CIAI ~ Nuevos protocolos, capacitación al personal y turnos rotativos son algunas de las acciones concretas, en un contexto de fuerte caída de las ventas y de la producción.

En estos días, las industrias y comercios de ropa están realizando una gran cantidad de preparativos logísticos para cuando las autoridades sanitarias habiliten el retorno de la actividad. En particular, están diseñando e implementando nuevos protocolos de seguridad e higiene, que requieren adaptar los espacios de trabajo (respetando las distancias entre los trabajadores), diseñar turnos rotativos (para evitar la interrupción de las tareas en caso de que algún contagio), conseguir distintos elementos de seguridad (como alcohol en gel y barbijos) y capacitar al personal.

Para aprovechar la habilitación del e-commerce desde fines de abril, varias marcas re-adecuaron la logística de distribución, mejoraron sus páginas web e intensificaron la publicidad en redes sociales. Sin embargo, el retorno de las ventas digitales aún no es captado por las estadísticas disponibles. Las ventas de ropa de comercios minoristas cayeron 65,1% en marzo comparado con mismo mes del año anterior, según la última encuesta de la CAME. La pandemia llegó justo después de los primeros indicadores de recuperación: tanto en shoppings como en supermercados las ventas de indumentaria habían crecido 11% en febrero, según información de INDEC.

La cuarentena también golpeó a la fabricación de ropa, que tuvo una caída interanual de 37,5% en marzo. Algunas fábricas y talleres de indumentaria lograron reconvertirse para confeccionar barbijos y kits sanitarios (compuestos por cofias, camisolines y cubre-calzado) para abastecer el crecimiento exponencial de las necesidades del sistema de salud argentino. Otras muchas empresas, cooperativas, costureros y diseñadores locales comenzaron a fabricar tapabocas para vender a los consumidores particulares. Esto permitió a algunas empresas lograr algo de facturación en medio de la crisis. Sin embargo, la situación continúa siendo extremadamente delicada para la mayoría del sector: la ayuda del Estado para el pago del 50% de los salarios y el acuerdo de suspensiones con el personal representa algo de oxígeno para sobrevivir durante el cierre.

Durante marzo, las importaciones de ropa se redujeron 17% en comparación con marzo de 2019, según estadísticas aduaneras. Las exportaciones de ropa argentina también fueron afectadas por la crisis: cayeron 17,6%. Esta misma dinámica de contracción del comercio internacional de prendas se repitió en muchos otros países del mundo. No sólo el transporte internacional está afectado, sino que los tiempos de provisión de las fábricas asiáticas son inciertos y el riesgo de la suba del dólar en Argentina agrega un problema adicional al negocio importador. Sin lugar a dudas, esto significará una oportunidad para el entramado nacional de confección, en la medida que cada vez más marcas deberán abastecerse de proveedores locales.

ACLARACIÓN: el Semáforo de la Indumentaria presenta indicadores económicos de fuentes de información públicas y privadas que tienen entre uno y dos meses de rezago temporal. Dado que la cuarentena comenzó el 20 de marzo, la presente edición del Semáforo no refleja parcialmente la grave crisis económica que atraviesa el sector. A pesar de esto, desde la CIAI decidimos continuar su publicación para no discontinuar esta fuente de información utilizada tanto por actores de nuestra cadena de valor como por periodistas.

Textiles buscan ampliar las habilitaciones para los locales de indumentaria

Fuente: 0223 ~ La Cámara Textil elabora un protocolo para articular con el documento que elaboraron para los comercios. Los locales reemplazarían la cortina de tela de los mostradores y desinfectarían la ropa.

En medio de las habilitaciones que se concedieron para distintos rubros de Mar del Plata, la industria textil trabaja en estos días en un protocolo para ampliar los permisos de trabajo a los locales de indumentaria, en el marco del aislamiento social, preventivo y obligatorio.

Luego de que el intendente Guillermo Montenegro elevara distintos pedidos al Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, la administración de Axel Kicillof hablitó solo a la industria textil de tejido de punto. Y frente al avance de nuevos permisos, desde el sector buscan poner en marcha a los comercios de venta minorista.

Según pudo saber 0223, la Cámara Textil local a cargo de Juan Pablo Maisonnave confeccionó un protocolo en el que se plantea desinfectar la mercadería que se prueban las personas. La entidad trabaja con ingenieros que tratan de determinar qué tipo de herramientas se pueden utilizar para desinfectar la ropa, dependiendo de la fibra.

Otra de las medidas de seguridad que se barajan es reemplazar la cortina de tela de los mostradores por otro elemento de separación. Además, se deberá controlar el ingreso de los clientes para evitar algomeración de personas y garantizar el distanciamiento social y equipar el local con elementos de higiene y seguridad para desarrollar las tareas.

Las disposiciones que se establezcan deberán articularse con el protocolo que elaboraron la Unión del Comercio, la Industria y la Producción (Ucip) y el Sindicato de Empleados de Comercio (SEC), que propusieorn llevar adelante una atención en base a la finalización del número del Documento Nacional de Identidad (DNI)Para ello, se utilizaría una regla memotécnica por finalización de número de documentos según los días.

También se recomendó la instalación de una barrera física dentro de los comercios, como un vidrio o un acrílico, y la colocación de dos trapos de piso con lavandina diluida en agua. Uno dentro del local y el otro del lado de afuera de la puerta de acceso.

Las empresas que quieran poner en marcha sus producciones deben completar un formulario online. La información es analizada por las autoridades municipales que luego la elevarán a Provincia para que otorguen su aprobación a través de una disposición especial.

Según la información oficial, la apertura administrada será sólo para aquellas industrias que tienen el proceso productivo dentro de la empresa. La flexibilización implicaría el retorno de 1.500 personas a sus puestos de trabajo.

Luego de que el Gobierno nacional autorizara a otras siete actividades, el intendente Montenegro anunció que el fin de semana se implementará una prueba piloto para permitir la apertura de comercios minoristas a cielo abierto y peluquerías. Los locales podrán funcionar solo el sábado y el domingo de 9 a 17 horas.

Ayala, sobre la crisis en la moda: «La pandemia frenó todas las ventas y cortó las cadenas de pago»

Fuente: Ambito ~ Francisco Ayala habló con ámbito.com sobre la situación que atraviesa uno de los sectores más amplio del país que nuclea desde diseñadores, hasta peluqueros y artesanos. Reclamó mayor acceso a créditos, se refirió a la problemática de los alquileres y también aprovechó para proponer un cambio en el modelo productivo hacia un desarrollo sustentable.

Meses atrás, cuando el Covid-19 no era ni siquiera una ficción en la mente más descabellada, la economía argentina ya atravesaba un difícil momento. El aumento sideral de las tarifas energéticas a hogares y fábricas, la depreciación del peso frente al dólar y las altas tasas de interés frenaron el consumo y empujaron a miles de empresas a bajar sus persianas. Miles de empleos se perdieron y quienes continuaron trabajando sufrieron un fuerte ajuste salarial ante la escalada inflacionaria.

La situación no fue ajena para aquellos que viven del trabajo en la industria de la moda. La apertura a insumos importados y las cifras que llegaban en la boleta de la luz poco a poco fue afectando a miles de emprendedores.

A la problemática acumulada en los últimos años, se le sumó una pandemia mundial que obligó al Gobierno a implementar una cuarentena para evitar decenas de miles de muertos. El aislamiento paralizó la actividad de casi todos los sectores – a excepción de los escenciales – y como tantos otros, los trabajadores de la moda debieron inevitablemente agregarle más peso a la mochila que ya cargaban.

«La pandemia frenó toda comercialización y esto a su vez cortó todas las cadenas de pago y producción», explicó Ayala y agregó: «Nadie estaba preparado para esto». El entramado de la industria es muy amplio: desde diseñadores, hasta artesanos y peluqueros, necesitan como tantos otros argentinos encontrar una solución a la crisis actual.

«Hay cosas como los créditos, los montos fijos a los monotributistas que son útiles, pero sinceramente no alcanzan en lo más mínimo. No estamos pidiendo abrir los negocios pasado mañana, sino diseñar estrategias específicas para cada rubro«, dijo y profundizó: «Estamos todos atravesados por el mismo problema».

Periodista: ¿Cuál era la situación del sector previamente a la pandemia?

Francisco Ayala.: En los últimos años veníamos muy golpeados. La industria de la moda fue muy perjudicada con la apertura de las importaciones, el aumento de las tarifas y el dólar. Todos los insumos son importados. Estábamos en la última brazada con todo eso y apareció esto. Veníamos resistiendo y surgió esta pandemia. Hay una preocupación muy grande en el sector.

P.: ¿En qué situación se encuentran hoy en día?

F.A.: A mediados de abril declaramos la emergencia económica. Esto incluye al rubro de la moda en todos sus ámbitos ya que somos un gran entramado de profesiones. Hablamos de diseñadores, emprendedores, modistas, artesanos, peluqueros, maquilladores y aquellos que indirectamente trabajan con nosotros. También están quienes se dedican a la moda sostenible, un ítem nuevo con mucha proyección que tiene que ver con el comercio justo con un gran interés en la sustentabilidad. Estamos todos atravesados por el mismo problema.

P.: ¿Cuál es el principal problema que ven actualmente?

F.A.: El principal problema es que lógicamente por la pandemia se frenó toda comercialización y esto a su vez cortó la cadena de pago y producción. Algunas colecciones ya estaban vendidas o por venderse. El cheque con el que te habían pagado se cayó y los que vos diste para pagar deudas también se cayó. Nadie estaba preparado para esto y además veníamos bastante golpeados. Estamos en ese momento. Por ejemplo, yo hago vestidos a medida que en general son para eventos sociales. Esos eventos están suspendidos y van a seguir suspendidos, así que es muy grande la incertidumbre. Desde ese lugar hay que seguir afrontando gastos de alquileres y sueldos. No vamos a salir todos parados. Hay mucha gente que ya cerró los locales y verá como sigue.

P.: ¿Y cómo se sostiene un emprendimiento así?

F.A.: Es muy difícil. Mucha gente está cerrando sus negocios por que es imposible mantenerlos frente a los costos. Tenemos una problemática muy grande también que tiene que ver con los alquileres, algo que nos toca a todos, incluso por fuera de nuestro sector. El tema de los alquileres es imperante. No es voluntarismo. Nadie puede bancar su estructura más de un rato. Desde acá a que se abra y podamos vender se irán acumulando costos imposibles. Nosotros casi todos tenemos una condición de pyme.

P.: ¿Es mucho el empleo directo e indirecto afectado?

F.A.: Sí. Imaginate que dentro del rubro también se afectó a lo que tiene que ver con la comunicación de la moda y los eventos. Cuando uno hace un desfile se involucran modelos. También están aquellos que se dedican a las cuestiones técnicas como las pantallas, la música, la iluminación. Por otro lado, los medios de prensa que son exclusivos de la moda están paralizados o tratando de generar sinergia. Hay algunos que abren sus puertas para que los que trabajamos de la moda podamos subir contenidos. De esta manera, les sirve a ellos para que sus medios no queden como algo muerto y a nosotros por la difusión.

P.: ¿Tienen un relevamiento de cuánta gente emplea la industria de la moda?

F.A.: Es inmensa la red que integra la industria de la moda. Hay varias decenas de miles de empleos seguramente. No hay relevamiento todavía pero como tenemos convenios con distintas universidades queremos plantear un análisis que confirme lo que creemos: que la moda es la segunda industria en generar empleo directo e indirecto en el país, después de la construcción.

P.: ¿Desde la declaración de emergencia hasta ahora cambió en algo la situación?

F.A.: La declaración fue en una instancia muy inicial cuando todavía el Gobierno no había dado ninguna de las herramientas que fueron dando. Hay cosas como los créditos, los montos fijos a los monotributistas que son útiles, pero sinceramente no alcanzan en lo más mínimo. Nosotros pedimos poder acceder a créditos subsidiados a tasas muy blandas. No estamos pidiendo abrir los negocios pasado mañana, sino diseñar estrategias específicas para cada rubro. En este último tiempo, la cámara ha cambiado su función porque nos hemos agrupado aún más y ampliamos la mirada respecto a los comerciantes que están cerrando locales o que tienen que cambiar los formatos y que no pueden arreglar con los dueños.

P.: Por la pandemia muchas empresas y emprendedores tuvieron que reconvertirse. Algunos aprovecharon el momento para hacer barbijos o camisolines para el sector de salud. ¿En el caso de ustedes también?

F.A.: Sí, sin duda. Hay muchas marcas que vieron en eso una posibilidad. Sin embargo, creo que por ejemplo en el caso de los barbijos considero que tiene que ser algo universal y me parece que ponerle diseño es algo peligroso. Veo que hay algunos que los hacen bordados y he escuchado hasta el hartazgo que tiene que ser liso y limpiable. Hay otras cosas que tiene que ver con la producción de camisolines. Muchas cooperativas han ido por ese lado para sobrevivir, para pagar lo diario. En Rosario hay marcas que se han unido para producir camisolines a pedido de determinados hospitales.

P.: ¿Y el día después cómo lo ven? ¿La salida de la crisis del coronavirus como la empiezan a pensar?

F.A.: Hoy en día además de pedir ciertas cosas al Gobierno también estamos interesados en ofrecer soluciones. No queremos quedarnos solo en un reclamo. Algo en lo que estamos trabajando es en los protocolos sanitarios para la reapertura a mediano plazo de locales y espacios, con sus complejidades. Por ejemplo en mi caso hago prendas a medida con trabajo sobre el cuerpo de los clientes, lo cual es una problemática distinta a la de una marca que tiene locales en todos los shopping y tienen 10 probadores por local.

P.: ¿En estos protocolos están evaluando la venta online como base para el futuro del negocio?

F.A.: Es algo que realmente nos interesa desarrollar. Mandamos cartas a Desarrollo Productivo. Nos respondieron mandandonos las herramientas que están impulsando y diciéndonos que nos van a atender. Sin embargo, todavía no pudimos concretar ninguna reunión. La venta online no es una realidad todavía en Argentina, hay muy pocos que lo hacen. Sin embargo, quienes ya lo están implementando aplican los protocolos estrictos sobre cómo armar y hacer el envío de los paquetes. El día después es una de las cosas en la que estamos trabajando todos. Pese a eso hay que tener en claro que trabajamos de la moda. Somos diseñadores, no somos economistas. No lo teníamos pensado.

P.: ¿Cómo analizan la competencia con respecto a las prendas importadas?

F.A.: Es muy despareja la competencia y es muy perjudicial para el sector. Hay un reclamo que estamos haciendo como grupo para que la moda tenga una visión de Estado. Por ejemplo, durante muchos años hubo producción de telas en Argentina, pero entre la dictadura y el menemismo se terminó de liquidar todo y esos industriales devinieron en importadores. Nosotros fabricábamos lanas y algodones y hace años no lo hacemos, teniendo la mejor lana del mundo. Ahora la entregamos para que le pongan el valor agregado en otro lugar. Si con la materia prima se pudiera fabricar tela y agregarle el diseño y la creatividad argentina, puede salir algo muy interesante. La industria en el país se destruyó, pero con políticas se pueden regenerar. En Francia la moda es la tercera industria, porque se lo toma con la seriedad que requiere. Acá hay una visión que la vincula con la frivolidad.

P.: ¿Crees que es momento de cambiar el modelo productivo por uno más sustentable?

F.A.: Creo que sí. Ya que el modelo productivo actual es tan hegemónico y en este momento se paralizó por la pandemia, tenemos que meter un cambio e ir hacia un terreno un poco más interesante. Sobre todo en nuestro caso que veníamos muy golpeados vendiendo un producto que es muy difícil que tenga identidad porque se hace con una materia prima que no es nuestra. Me parece que el camino a lo sustentable es necesario. Hay que reconvertir todo. Creo que es necesario. Hay que avanzar hacia un comercio justo y que las cosas valgan por lo que son y no por su precio. Así se valorizarían más todos los procesos productivos.

P.: ¿A nivel mundial, en qué momento se encuentra el sector?

F.A.: La moda está en un momento bisagra. Están apareciendo muchos materiales creados con biotecnología. Con una botella de plástico y un proceso podes hacer un hilado. Más interesante es que con los desechos se puede hacer mucho. Con la industria láctea, tres hongos y cuatro bacterias también haces un hilado. Lo mismo con la yerba mate o las cáscaras del arroz, a partir de lo que se puede hacer cuero. Toda esa tecnología que esta al arribar va a poner todo un abanico de materiales que el diseñador nunca tuvo en su mano. Va a poder inclusive diseñar el material con el que va a poder trabajar. Por eso hay que mezclar la ciencia con lo profundamente nuestro, los materiales y las artesanías ancestrales. Para que podamos tener algo de bandera. En la moda no tenemos un Malbec argentino pero somos los dueños de la mejor mano de obra del mundo. No la podemos dejar pasar.

Qué tienen que tener en cuenta los textiles luego de la flexibilización

Fuente: El Marplatense ~ El tejido de punto será una de las tres actividades que podrán volver a la trabajar bajo la autorización que dio el gobierno provincial. Semanas después de la presentación que realizó la Cámara Textil el municipio comunicó la aprobación por parte del gobierno de Axel Kicillof.

«El protocolo sanitario focalizado en bioseguridad presentado por la institución al municipio fue desarrollado por ingenieros especializados en seguridad e higiene y consensuado entre las autoridades de salud y producción, sindicatos y la institución», detallaron en un comunicado la entidad que preside Maisonave.

El mismo tiene como objetivo el inicio de la actividad propia de la industria textil del partido de General Pueyrredón, tomando las medidas de prevención correspondientes para cuidar la salud tanto de los empleados de las empresas como de los habitantes de la ciudad de Mar del Plata y alrededores.

Si bien la excepción corresponde a la industria textil en general, la reapertura de la actividad será administrada y se evaluará por empresa individualmente. Esto significa que no todo el sector comenzara a funcionar normalmente.

Inicialmente las empresas deberán completar el formulario destinado a tal fin en https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLScp9F52XJA23QD4EW3UxcFL5nfuInlzVEQ1t2wXMMFeP88Evw/viewform . Luego de ser analizada la información, los Sindicatos, el Municipio y la Cámara Textil evaluarán en detalle las empresas y la información suministrada, para elevar a las autoridades provinciales su pedido de aprobación, a través de una disposición especial.

Una vez permitida para operar, cada empresa tendrá la posibilidad de iniciar su actividad de la forma que sea más conveniente, dependiendo el tipo de negocio que desarrolle, ya sea con todo su personal de planta, o de forma parcial, con jornadas especiales. Esto se debe a la gran heterogeneidad que existe en el sector y a la fecha incierta de reapertura del canal de comercialización mayorista y minorista.

Juan Pablo Maisonnave, presidente de la Cámara Textil, informó: “Es importante para todos los integrantes de la cadena de valor textil estar en conocimiento que con esta excepción no podrán abrir todas las empresas en esta etapa, únicamente lo harán aquellas que tengan el permiso provincial. Nosotros estaremos trabajando junto al Municipio y a los sindicatos para una reapertura administrada y responsable. El nuestro es uno de los cinco sectores que más empleo genera en la ciudad y la Provincia de Buenos Aires, por eso debemos ser conscientes y cumplir con las medidas preventivas dispuestas en el protocolo, que no sólo esta enfocado en las empresas sino también en quienes son parte de las mismas, únicamente será eficaz y positivo si todos cumplimos con las normas sanitarias previstas”

Maisonnave también recalco: “Los ingenieros y el equipo de la institución realizaron un gran trabajo en la confección de un protocolo para que contenga todos los requerimientos indicados desde el ámbito de Salud, que se adecue al sector y fundamentalmente que las empresas y el personal que trabajan en ellas lo puedan cumplimentar. Agradecemos la predisposición del Intendente, Guillermo Montenegro y de Fernando Muro Secretario de Desarrollo Productivo y su equipo, que siempre estuvieron disponibles para discutir sobre esta situación”.

Por ultimo, el titular de la institución detalló: “Si bien es una medida positiva que el sector industrial textil comience a operar, esto indefectiblemente debe ir de la mano de la reapertura del sector comercial. Inicialmente las empresas comenzarán a fabricar la mercadería que quedó en procesos productivos intermedios dentro de las plantas a causa del inicio abrupto de la cuarentena, esto conllevará a un incremento del gasto y lamentablemente aún estaremos sin percibir ingresos, por eso será muy importante el inicio de actividades del retail en el corto plazo”

La institución creó una casilla de correo electrónico especial para que puedan comunicarse quienes tengan inquietudes sobre como será el procedimiento en general o de instrumentación en la carga de información: excepciontextilmdp@gmail.com

La industria textil de Mar del Plata fue autorizada para volver a producir

Fuente: Vía País ~ Podrán reiniciar las tareas aquellas empresas que sean aprobadas por el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, la Municipalidad, los gremios y la Cámara Textil.

A días de que la Cámara Textil marplatense presentara un protocolo de medidas preventivas para la industria, el Municipio comunicó la aprobación por parte del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires para exceptuar del aislamiento social, preventivo y obligatorio a quienes desarrollen actividades en empresas del sector.

El protocolo sanitario focalizado en bioseguridad presentado por la institución al municipio fue desarrollado por ingenieros especializados en seguridad e higiene, y consensuado entre las autoridades de salud y producción, sindicatos y la institución.

Si bien la excepción corresponde a la industria textil en general, la reapertura de la actividad será administrada y se evaluará por empresa individualmente. Esto significa que no todo el sector comenzara a funcionar normalmente.

Inicialmente las empresas deberán completar el formulario destinado a tal fin y luego de ser analizada la información, los Sindicatos, el Municipio y la Cámara Textil evaluarán en detalle las empresas y la información suministrada, para elevar a las autoridades provinciales su pedido de aprobación, a través de una disposición especial.

Una vez permitida para operar, cada empresa tendrá la posibilidad de iniciar su actividad de la forma que sea mas conveniente, dependiendo el tipo de negocio que desarrolle, ya sea con todo su personal de planta, o de forma parcial, con jornadas especiales. Esto se debe a la gran heterogeneidad que existe en el sector y a la fecha incierta de reapertura del canal de comercialización mayorista y minorista.

Juan Pablo Maisonnave, presidente de la Cámara Textil, remarcó que “es importante para todos los integrantes de la cadena de valor textil estar en conocimiento que con esta excepción no podrán abrir todas las empresas en esta etapa, únicamente lo harán aquellas que tengan el permiso provincial”.

Maisonnave puntualizó además que “si bien es una medida positiva que el sector industrial textil comience a operar, esto indefectiblemente debe ir de la mano de la reapertura del sector comercial“.

“Inicialmente las empresas comenzarán a fabricar la mercadería que quedó en procesos productivos intermedios dentro de las plantas a causa del inicio abrupto de la cuarentena, esto conllevará a un incremento del gasto y lamentablemente aún estaremos sin percibir ingresos, por eso será muy importante el inicio de actividades del retail en el corto plazo”, enfatizó.

Ver Videoconferencia: Alternativas para atravesar la coyuntura

Fuente: CIAI ~ El jueves 23 de abril se realizó la videoconferencia “Alternativas para atravesar la coyuntura. Aspectos Laborales”, organizada por la Federación Argentina de la Industria de la Indumentaria y Afines (FAIIA), la Cámara de la Industria Argentina de la Indumentaria (CIAI), la Cámara Argentina de la Indumentaria de Bebes y Niños (CAIBYN) y el Programa Crecer.

De la misma participaron más de 100 personas por streaming en vivo, donde se analizaron algunos conceptos útiles para transitar la crisis desatada por el COVID 19 y varios aspectos laborales vinculados.
El Presidente de CIAI, Claudio Drescher, señaló que las cámaras están en permanente contacto con el gobierno nacional, el cual escucha las solicitudes del sector. Claudio Drescher remarcó que se necesitan medidas más audaces para enfrentar esta crisis.

También puntualizó que, ante el carácter inédito de esta crisis, que todos debemos intentar ser más proactivos y creativos, potenciar el aporte de ideas. Asimismo, resaltó la importancia del personal de las empresas cuando dijo que “los recursos humanos, son los recursos que tenemos” para afrontar la crítica situación. Haciendo click aquí accederán al fragmento de Claudio Drescher 

El Director de FAIIAEduardo Kozak, realizó una presentación donde repasó brevemente los cambios que ha experimentado el mercado de la indumentaria en los últimos tiempos y puntualizó sobre la gran incertidumbre a la cual se enfrenta el sector actualmente. Eduardo remarcó que no existe un solo modelo para afrontar esta crisis. Así, resaltó la necesidad de erigir nuevas estrategias frente al contexto actual y saber identificar, al interior de cada firma, los distintos vectores que pueden motorizar el cambio necesario para sobrellevar la transformación requerida. Haciendo click aquí accederán al fragmento de Eduardo Kozak.

El Dr. Jorge Lacaria (Laborales CIAI) repasó las medidas vinculadas al Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) y respondió consultas puntuales sobre la implementación de las mismas. A la vez que explicó que se trata de una realidad dinámica, que puede modificarse con el devenir de los días. Haciendo click aquí accederán al fragmento del Dr. Jorge Lacaria.

Se derrumbaron las ventas de ropa en marzo por el impacto del COVID-19

Fuente: CIAI ~ Hacia fines de la semana pasada, la CIAI realizó una encuesta a más de 160 empresas argentinas de fabricación y comercialización de ropa para conocer los impactos de la crisis sanitaria y económica desatada por el coronavirus. Prácticamente la totalidad de los participantes afirmaron que la situación de sus empresas resulta crítica: la caída inédita de los ingresos imposibilita continuar con el normal cumplimiento de los costos, en un contexto de quiebre de la cadena de pagos.

En primer lugar y como se observa en el gráfico, el 50% de los participantes respondió que las cantidades vendidas cayeron más de 75% en el mes de marzo, mientras que 35% afirmó que la reducción se ubicó entre 50 y 74%. Sólo el 15% de las empresas lograron tener una disminución inferior al 50%. Cabe advertir que la segunda mitad de marzo los comercios estuvieron cerrados, mientras que la primer quincena fue de escasa actividad, en particular la semana previa al aislamiento obligatorio. Se espera que la caída de las ventas sea incluso superior durante el mes de abril, pues hasta el domingo 19 los comercios estuvieron completamente cerrados, y desde entonces sólo se pueden realizar ventas por la modalidad de e-commerce.

En relación con los costos del sector productivo, 32% de los encuestados señaló que la mayor dificultad representó el pago de los salarios, 27% los impuestos y 24% el resto de los costos fijos de las compañías. Estos resultados reafirman la necesidad de que el Gobierno asista a las empresas con una proporción de la masa salarial y que se logren acuerdos con los sindicatos para disminuir los salarios durante el tiempo que dure la cuarentena y las empresas permanezcan cerradas. También muestran la importancia de las reducciones aplicadas al pago de impuestos y al diferimiento de los vencimientos.

Entre los principales problemas financieros de la cadena de valor de la indumentaria, 26% de las empresas señaló como el más importante la cancelación de los pagos de sus clientes, 22% la devolución de cheques a cobrar, 20% la refinanciación de cobros pendientes, 12% el incremento del endeudamiento bancario y 10% la necesidad de refinanciar las deudas con los proveedores. Las respuestas obtenidas indican la heterogeneidad de causas que están provocando el stress financiero de las empresas del sector y la necesidad de diseñar programas de asistencia que permitan abordarlas en su conjunto.

Por otro lado, cabe advertir que la cuarentena se inició con prácticamente la totalidad de la producción de la temporada otoño-invierno fabricada. La disponibilidad de stocks supera al 75% para el 31% de los encuestados, se ubica entre 50 y 75% para el 42% mientras que se ubica por debajo del 50% para alrededor de un cuarto de las empresas de la cadena.

Consultados por las medidas necesarias a implementar por cada una de las empresas, 28% de los entrevistados respondió la necesidad de acordar con los trabajadores un porcentaje de reducción salarial por el tiempo que dure el confinamiento y el cierre de las empresas. Por su parte, 24% valoró como necesaria la reducción horaria, 17% iniciar un procedimiento preventivo de crisis y 12% otorgar adelanto de vacaciones al personal.

Con relación a las necesidades de asistencia de los programas públicos, los dos principales pedidos de los encuestados (con 27% de respuestas cada uno) radican en subsidios del Estado para el pago de los salarios y en la postergación, moratoria o refinanciación del pago de los impuestos. En tercer lugar y con 21% de las respuestas se ubicó la necesidad de postergar el pago de las cargas sociales de los trabajadores.

La encuesta también preguntó sobre la importancia del canal de e-commerce en las ventas totales de la empresa. El 61% de los encuestados afirmó que sólo aportan entre 0 y 10% de la facturación habitual, 26% entre 11 y 20% y sólo 13% más del 20%. De esta forma, los resultados dejan en evidencia que la reciente habilitación de esta modalidad tendrá un impacto poco significativo en prácticamente 9 de cada 10 empresas de la cadena de valor. La reducida extensión de este canal no sólo obedece a cuestiones de la oferta sino también a la idiosincrasia propia de la demanda de indumentaria: probarse las prendas es una necesidad para una gran cantidad de consumidores.

A su vez, los resultados de la encuesta dejan en evidencia que los empresarios de nuestro sector esperan que la recuperación del nivel de actividad se demore varios meses. En efecto, 74% de los entrevistados afirmó que retornar a los niveles previos a la cuarentena demorará, al menos, 5 meses, 16% 4 meses mientras que sólo 10% consideró que llevará 3 meses. La encuesta también preguntó sobre los problemas que los empresarios esperan, una vez que se reanude la actividad. En su gran mayoría (61%) respondió la falta de disponibilidad de insumos productivos y de mercadería en stock, lo que refleja los problemas logísticos de los proveedores y la utilización del capital de trabajo para cubrir los costos de mano de obra.

Ficha técnica de la encuesta: se obtuvieron 167 respuestas de empresas argentinas de fabricación y/o comercialización de indumentaria entre el miércoles 15 y el viernes 17 de abril de 2020. Se utilizó la modalidad de cuestionario online auto-administrado con la plataforma web Google Forms. Del total de participantes, el 58% empresas de hasta 15 empleados, el 25% entre 16 a 60, el 11% entre 61 y 235 y el 6% restante más de 236. A su vez, el 42% de los participantes tienen locales comerciales a la calle como su principal canal de ventas, el 25% shoppings y grandes superficies comerciales, el 18% se dedican a la venta mayorista.

A continuación podrán descargar los resultados de la Encuesta CIAI:

Encuesta COVID CIAI

«Con la habilitación de la venta online, al menos, podremos pagar los salarios»

Fuente: Cronista ~ La entrevista es distinta, como todo lo que está sucediendo en estos tiempos. Del otro lado de la pantalla, con auriculares, Claudio Drescher conversa con El Cronista. Como histórico empresario del negocio textil, conoce el rubro como pocos y preside la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI).

Y, como todo lo que sucede en estos días, la charla, que había comenzado el jueves, tuvo que tener un segundo llamado, luego que el sábado a la noche el Gobierno diera el visto bueno al pedido de los comercios de poder realizar venta online.

«Andamos muy mal», había iniciado la conversación el jueves el empresario que no solo vive en carne propia las penurias del sector sino que, como número uno de la cámara, escucha día a día a cientos de empresarios de uno de los sectores más afectados por la crisis sanitaria y económica. Hoy, tienen cierto alivio.

-¿En qué situación está la moda?

-Andamos mal. Y, cuando digo indumentaria, digo toda la cadena de valor: hilado, textiles, los que tiñen, los talleres de confección, el diseño, la marca y la comercialización. Esa es la cadena de valor de la moda, exactamente, 1 millón de personas.

Hay una discusión entre lo esencial y lo no esencial. Hay industrias que se consideran esenciales y es obvio que tengan prioridad. Lo único que digo es que, en la cadena de valor de la moda, donde está calzado también, hay 1 millón de trabajadores que dependen de que esto empiece a funcionar.

En el caso de las marcas, si no tienen ventas, no tienen ingresos. Y al tener cero ingresos no podemos dar trabajo al hilandero, ni al taller de confección ni a nuestro personal, ni a nuestras vendedoras. O sea, se rompe la cadena de pagos de todo el sector.

-¿Por eso la importancia de que se les habilite el e-commerce?

-Exacto. Estoy a favor de privilegiar el tema de la salud y lo compartimos 100 por ciento. Sabemos que, todavía, acá no llegó la ola más difícil, la gente está tomando conciencia relativamente de lo que se avecina. Va a ser duro, con lo cual estamos cien por cien de acuerdo con que la política que está desarrollando el Gobierno es correcta.

La dicotomía economía y salud es totalmente falsa: un descontrol sanitario en el país tiene un impacto económico enorme. Entonces, para los que dicen que el problema es la economía, todavía, no entendieron contra qué estamos lidiando. Si nosotros vamos a trabajar normalmente y se empieza a infectar la gente, va a dejar de ir. Se va a romper la economía igual, con la diferencia que va a producir un nivel de enfrentamiento entre sindicatos, trabajadores, empresas… Va a ser incontrolable.

-Pero esta flexibilización para la indumentaria era indispensable…

-Sí, es una noticia muy positiva. No estábamos pidiendo que abran los centros comerciales. Yo, como presidente de la cámara y por mi propia marca, tener los shoppings cerrados es como cortarme las piernas, no existo sin los locales. Pero consideramos que el método de entrega a domicilio es el más idóneo y el más saludable. Yo uso sistemas de entrega, justo hace un rato acaba de llegar el repartidor, tocó el timbre de mi departamento, no ingresó, dejó las cosas en el suelo, le di mi número de documento y se fue. Ahora yo tomó esa caja, la higienizo y la puedo abrir. En el caso de la indumentaria, con cuatro personas en un depósito, habilito la preparación de paquetería, cumpliendo las medidas de seguridad. Esa gente prepara los paquetes y los entrega a la empresa de logística con la cual trabaje.

-¿Y eso ya implica un gran alivio para cada empresa?

-Por supuesto, si bien el e-commerce representa en todas las marcas de indumentaria, del 100% de nuestra facturación global (locales, exportación, venta mayorista), solo el 10%. Si se tiene en cuenta solo el retail, es algo más del 20, un 23%.

-¿Pero en este tiempo podría pasar a ser el 15%?

-Posiblemente. Y me sirve para pagar salarios, obra social, retenciones. Todos los impuestos que estoy obligado. Hay muchos en los que estamos exceptuados.

-¿El lunes -por hoy- ya podrían vender online?

El lunes vamos a proceder al paso organizativo y tomar todas las medidas de seguridad e higiene. En nuestro caso, hemos hecho una capacitación online. La Cámara ha sugerido que estando en sus casas, las personas que van a manipular las cajas y hacer los envíos ya online hagan la capacitación. Todos los uniformes de seguridad ya están entregados. Mañana va a ser un día de adaptación. En los depósitos, va a haber un enfermero que va a tomar la fiebre a las personas antes de ingresar. Los turnos van a ser más cortos, y cada uno va a tener menos gente trabajando. Y cada vez que termina un turno se higieniza el lugar. Lo estamos haciendo con una enorme responsabilidad para que esto sea el primero paso paulatino para empezar a normalizar la economía.

-¿Que pasa el día después?

-Una característica de este momento histórico es que no tenemos fecha. Por eso, no sé si sirva cualquier plan que podamos hacer, aunque, por supuesto los estamos haciendo. En este momento, estamos comprando tela para el invierno 2021. Si frenamos, nos estamos suicidando.

-Pero, por supuesto, con cálculos a la baja…

-¡Obviamente! Estamos pensando en una caída del sector del 30%, 40% en cantidad de unidades. La economía se rompió y el Gobierno tiene que desarrollar una economía mucho más audaz de salvataje de la industria nacional. Si no se toman, y entiendo que lleva tiempo, sabemos que van a quedar muchísimas empresas en el camino. Y lo que va a suceder es una extranjerización de la industria.

La adaptación de la industria textil, clave para «insumos críticos» en la lucha contra el Covid-19

Fuente: Telam ~ La atención médica a los infectados por coronavirus debe realizarse con un equipo de protección especial considerado como un «insumo crítico» escaso a nivel global, lo que en Argentina comenzó a traducirse en una adapatación de empresas textiles para compensar esos faltantes.

De la correcta dotación de camisolines, cofias, cubrebocas y barbijos depende que los profesionales más expuestos no se conviertan en víctimas del virus, algo que se ha rastreado reiteradamente desde que comenzó la pandemia.

Durante una teleconferencia realizada con los titulares de las carteras sanitarias provinciales, el ministro de Salud, Ginés González García, comentó que se reforzó «la capacidad productiva del país (…) para tener recursos de forma masiva para ser distribuidos entre todas las provincias».

En ese sentido, para responder a los requerimientos que puedan sobrevenir en las próximas semanas, además de las empresas tradicionales que abastecen de esos productos al sistema, una parte de la industria textil comenzó a adaptar sus establecimientos y a formalizar protocolos de trabajo.

Desde la fundación Pro Tejer, entidad que nuclea a 100 actores de la industria textil, confirmaron que ya se está trabajando en un pool de 30 empresas confeccionistas y que estiman poder producir unos 150.000 kits por semana de camisolín, tapabotas y cofias, cerca de 600.000 equipos por mes.

«Son empresas importantes, que tienen robots de corte en talleres propios, con todas las condiciones que corresponden según las muestras que envió el Ministerio de salud», explicó a Télam el secretario de Pro Tejer, Luciano Galfione.

Sin embargo, no todo el sector textil -que atraviesa una crisis de larga data- puede sumarse. Y, en otros casos, los empresarios se debaten en «un cálculo de estrecho costo-beneficio».

En ese sentido, desde la Cámara industrial Argentina de la Indumentaria comentaron a Télam que del porcentaje que podrían encarar la reconversión solo unos pocos lo hacen dado que «es difícil conseguir las habilitaciones, preparar las instalaciones, los protocolos y tramitar los permisos de tránsito para los trabajadores, entre otros puntos».

Galfione, en cambio, reconoció dos limitaciones alternas: «Se podría producir más, pero los proveedores de materia prima son limitados», y hay incertidumbre sobre «el acceso» a las posibilidades de venta de lo producido a los diferentes niveles del Estado y del sistema de salud en general.

Sin contar a empresas grandes que están haciendo inversiones de cientos de miles de dólares para adquirir máquinas automáticas, el pool antes mencionado prevé apostar entre 40 y 50 millones de pesos que van invertirse en el circuito operativo.

«No es el 5% del volumen productivo de las empresas, pero es un 5% menos de la pérdida que se tenía», graficó el empresario textil.

Finalmente, además del aporte que puedan llegar a hacer estos actores, diversas entidades de diverso tipo se han lanzado a la tarea de elaborar implementos médicos, alumnos universitarios que producen máscaras con impresoras 3D hasta el personal de las Fuerzas Armadas que confecciona camisolines, barbijos y fundas para camillas.

Semáforo de la Industria de la Indumentaria – Abril 2020

La pandemia del COVID-19 golpea fuerte a la economía argentina en 2020

 El parate de la actividad por la cuarentena afecta a una economía que acumulaba dos años seguidos de contracción.

Fuente CIAI ~ ACLARACIÓN IMPORTANTE: el Semáforo de la Indumentaria presenta indicadores económicos de fuentes de información públicas y privadas que tienen entre uno y dos meses de rezago temporal. Dado que la cuarentena comenzó a mediados de marzo, la presente edición del Semáforo prácticamente no refleja la grave crisis económica que atraviesa el sector, caracterizada por el desplome de las ventas, la devolución de mercaderías e insumos y la interrupción de la cadena de pagos. A pesar de esto último, desde la CIAI decidimos seguir con su publicación para no discontinuar esta fuente de información utilizada tanto por actores de nuestra cadena de valor como por periodistas.

El consenso de expectativas del mercado argentino indica una caída esperada del Producto Interno Bruto (PIB) de 4,3% durante el año 2020, según el relevamiento realizado por el Banco Central. Dicho porcentaje muestra el fuerte deterioro de las expectativas comparado con la medición de febrero, en donde se estimaba una caída de sólo -1,2%. En contraste, la expectativa de inflación para todo el año 2020 se mantuvo sin cambios en 40%.

La crisis provocada por la cuarentena golpea a nuestra cadena de valor, que venía de cuatro años consecutivos de caída en su nivel de producción. El INDEC dio a conocer la semana pasada que las cantidades fabricadas de ropa de 2019 fueron 37,1% inferiores que en 2015. Como consecuencia, el sector perdió 13.300 puestos de trabajo formales entre el tercer trimestre de 2019 y el tercero de 2015 (una reducción en la planta del personal de 27%), según estadísticas del Ministerio de Trabajo. Cabe advertir que, dado la elevada informalidad que caracteriza a algunos segmentos del mercado argentino (como los circuitos mayoristas de La Salada y Flores), seguramente la pérdida de empleos informales haya sido aún mayor.

En dicho período también se registró la quiebra de aproximadamente 500 empresas formales dedicadas a la confección (una caída de 14,6% en la dotación total del país). En línea con la dinámica del último lustro, en febrero de 2020 las cantidades fabricadas de indumentaria disminuyeron 9% comparado con el nivel de un año atrás. Por su parte, la producción de textiles (principal insumo de las fábricas del sector) también se redujo 8,1% según los datos del INDEC.

La caída en la producción nacional de ropa continúa asociada al escaso dinamismo en las ventas del primer trimestre del año. En los comercios minoristas crecieron apenas 1,8% interanual en febrero de 2020 según el relevamiento realizado por la CAME. En enero, los Shoppings vendieron prácticamente la misma cantidad de ropa que en enero de 2019 (-0,3%), mientras que en los Supermercados se detectó una caída de 11,3%, como informan las últimas estadísticas disponibles en el INDEC.

A su vez, el comportamiento de las ventas obedece a que el poder adquisitivo de los trabajadores aún no se recuperó de la caída sufrida en 2019: los datos del INDEC indican que en enero de 2020 el salario real fue 5,2% inferior que el de un año atrás. Cabe advertir que esa cifra se trata de un promedio para trabajadores formales (del sector público y privado) e informales, calculados en base a estimaciones del INDEC.

Por su parte, las importaciones de indumentaria de febrero se ubicaron 14,2% por debajo del nivel de febrero de 2019, aunque medidas en kilogramos la caída fue menor (-4,8%). La diferencia obedece a una reducción de 10,1% en el precio promedio de las prendas importadas, según estadísticas de la Aduana. La paridad cambiaria con China (país origen de más del 50% de la ropa importada en el país) mejoró 3,4% interanual en marzo, según estadísticas del Banco Central. A pesar de esta mejora en la competitividad precio de la producción nacional, las exportaciones de ropa sufrieron una contracción interanual de 23,1% en febrero.

En relación a la estructura de costos de la empresas del sector, la tasa de interés por adelantos en cuenta corriente promedió 38,6% en el mes de marzo, consolidando su reducción gracias al relajamiento de la política monetaria ejecutada por el Banco Central. En la misma línea, los congelamientos de naftas y tarifas también desaceleraron la presión de costos para las empresas del sector. Por ejemplo, la nafta súper se encareció 30,7% interanual en marzo de 2020, mientras que el aumento de la energía eléctrica fue de 12,2% en la Ciudad de Buenos Aires entre febrero de 2019 y febrero de 2020.

Más allá de la dinámica registrada en los primeros meses del año, la pandemia impuso una nueva realidad que resulta crítica para las empresas de la cadena de valor. Las próximas ediciones del Semáforo van a comenzar a registrar el parate de la producción y de las ventas de ropa, así como el desplome del comercio exterior. Los efectos de la cuarentena sobre el nivel de empleo y la cantidad de empresas dependerán fundamentalmente de los resultados concretos que se puedan alcanzar con los programas de auxilio implementados por el sector público, así como de los acuerdos que se puedan alcanzar entre sindicatos, empresas y cámaras empresariales. El sistema bancario y financiero es un actor clave que debe ayudar a nuestras empresas a sobrepasar la cuarentena. La supervivencia de nuestra cadena de valor está en riesgo. El momento de actuar es ahora.

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