Universidades trabajan en el desarrollo de textiles anti-covid únicas en el mundo

Fuente: Argentina.gob.ar – Con desechos de la industria pesquera, dos universidades nacionales producen telas antivirales para la fabricación de indumentaria destinadas al personal de la salud y sprays de uso doméstico para inactivar el covid.

Un grupo de investigadoras interdisciplinarias de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP) y la Universidad Nacional del Sur (UNS), redireccionaron sus investigaciones en Ingeniería en Materiales -especialmente en Nanotecnología- y desarrollaron “nanocompuestos” que inactivan el Covid. Una vez que finalice la pandemia, este desarrollo tendrá una amplia gama de utilidades ante otros virus y bacterias.

“Lo que desarrollamos es un ‘material híbrido polimérico-inorgánico’, que tiene propiedades antivirales y desinfectantes… y lo mejor es que ¡puede utilizarse en diferentes tipos de superficies tales como madera, vidrio, telas, plásticos, metales, etc.! En este caso puntual, nos enfocamos en introducirlo en la fabricación de indumentaria para médicos, enfermeros, personal de limpieza y pacientes. Por ejemplo, para la confección de mascarillas, guantes, ambos y otros insumos hospitalarios como sábanas o toallones. Pero además, por su versatilidad, podría servir para recubrimiento de otras superficies de acceso masivo, como pisos y paredes de hospitales, edificios públicos como bancos o escuelas y desinfección de medios de transporte”, explica Vera Álvarez, vice directora del Instituto de Investigaciones en Ciencia y Tecnología de Materiales (INTEMA) de la UNMdP y directora de este proyecto que fue seleccionado en una convocatoria del Ministerio de Ciencia y Tecnología para mejorar la capacidad nacional de respuesta a la pandemia.

¿Qué son los polímeros y por qué inactivan al covid?
“Los polímeros son macromoléculas, es decir grandes moléculas que se forman con la vinculación de otras clases de moléculas denominadas monómeros. Particularmente los polímeros con los que nosotros trabajamos son de origen natural, se llaman quitosanos y se obtienen de los exoesqueletos de crustáceos, para decirlo de un modo sencillo sería la carcasa y otras partes de los mariscos o frutos de mar (camarones, cangrejos, gambas, etc.), que son desechos de la industria pesquera, por lo que en nuestro país hay en abundancia y nadie sabe qué hacer con ellos.
A este polímero natural luego le agregamos iones de plata y cobre que tienen funciones antibacterianas, antimicrobianas y antifúngicas, por lo que en el momento que termine esta pandemia podrá ser útil también para otros virus y bacterias.
Con este ‘material híbrido polimérico-inorgánico’ desarrollamos un gel (de consistencia similar a una gelatina) que se impregna a las telas durante el proceso de fabricación. Cuando el virus entra en contacto con el polímero que está en la tela, se produce una interacción química que hace que la membrana del virus quede adherida allí y ya no pueda reproducirse ni contagiar. Esto es de suma importancia para prevenir los contagios, porque es muy común que nos toquemos la ropa y luego llevemos las manos a la cara o los ojos”
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¿Cómo llegaron a este desarrollo?
“Con este mismo polímero veníamos trabajando desde hace 10 años, pero en otras aplicaciones. Lo utilizábamos para la liberación controlada de fármacos oncológicos, para el desarrollo de bioagroinsumos, el saneamiento de aguas contaminadas y para desarrollar textiles funcionales. Cuando se desató la pandemia entendimos que podíamos redireccionar nuestras investigaciones, ya que este polímero tenía la capacidad de inactivar muchos virus y bacterias. Además, porque casi todos los esfuerzos en investigación se estaban destinando a kits diagnósticos y vacunas, mientras que nosotras podíamos contribuir a controlar la propagación del virus en las superficies”.

El proyecto incluye tres etapas: el desarrollo de los textiles, las pruebas antivirales y las pruebas de durabilidad, para evaluar que después del lavado el efecto químico siga funcionando. “Ya pasamos las dos primeras etapas, estamos diseñando prototipos de tapabocas en conjunto con la cooperativa de trabajo Textiles Pigüe y a pedido de la comunidad comenzamos a desarrollar un spray de uso doméstico para que la gente pueda aplicárselo en la ropa antes de salir de su casa”.

¿Cuándo llegará al mercado? ¿Tendrá un costo accesible?
“Estos productos necesitan dos aprobaciones: del INTI, por ser un textil, y de ANMAT por estar en contacto con la piel, para que puedan comenzar a distribuirse en el mercado. Como este quitosano es de fácil obtención, se podrá producir a nivel nacional a bajo costo, por lo que es factible que a futuro se puedan hacer todo tipo de prendas recubiertas de este material”.

Rol de la ciencia argentina
Finalmente, respecto al rol de las universidades en este contexto, la investigadora remarcó que “es fundamental que los conocimientos científicos se transformen en productos y servicios que sean un motor de cambio de nuestra sociedad”. Para ello,-dijo-,“es necesario que las universidades fomenten acciones de articulación público privada, como la formación de recursos humanos que participen en proyectos de I+D+i, el posicionamiento de la CyT como fuente de desarrollo y generación de empleo, la integración de actores públicos y privados en emprendimientos basados en el conocimiento, y la difusión de resultados que permitan derribar el mito que la ciencia se dedica a lo abstracto y poder mostrar cómo esos conocimientos satisfacen las necesidades de la sociedad en la que están inciertas”.

A finales del año pasado, Vera Álvarez recibió el premio “Por las mujeres de la ciencia 2020”, que otorgó L´Oréal-Unesco en reconocimiento a su trabajo en el diseño de este material.

Grupo textil brasileño destinará $250 M para expandirse con sus Premium Outlet

Fuente: BAE ~ Dass, que tomó el control de la marca Asics en el país, planea abrir tiendas exclusivas Fila

El formato de Premium Outlet, en donde se pueden encontrar mercadería de calidad con precios de oferta, está muy difundido en países como Estados Unidos. Sin embargo, en Argentina hay todavía mucho por explotar en ese segmento.

Teniendo en cuenta ese escenario, el grupo textil brasileño Dass planifica su expansión por el país de la mano de ese tipo de tiendas y tiene en carpeta la apertura de cuatro locales exclusivos de la marca deportiva Fila, que demandarán un desembolso de $250 millones.

El primer outlet de 270 metros cuadrados se acaba de inaugurar en Jumbo Parque Brown, en el barrio de Lugano.

Dass, que recientemente sumó a su cartera de marcas en Argentina a Asics, proyecta abrir otros tres locales similares en el país en los próximos meses. La política de expansión e inversión de la marca acompañan un plan regional de crecimiento: este año se inauguraron seis tiendas Fila en Brasil.

«La lectura de las señales económicas del país -con una visión de mediano y largo plazo-, sumado a la reacción de la demanda y la decisión de acompañar las medidas de gobierno fueron las claves que impulsaron a Grupo Dass a invertir en el país y expandir sus operaciones», explica Brian Handley, Director de la compañía.

Das cuenta con dos fábricas propias -Eldorado (Misiones) y Coronel Suarez- y terceriza la contratación de indumentaria, con productores locales. Confecciones artículos para las marcas propias como Fila, Umbro y Asics y para otras etiquetas como Adidas. Es propietaria de la licencia perpetua de Fila para toda América latina y de Umbro para Argentina, Brasil y Paraguay.

Mundialmente, está presente en 33 países, manufacturando y comercializando más de 18 millones de pares de calzados y 6 millones de unidades en indumentaria. La firma atiende 7.000 clientes en la región y cuenta con más de 15.000 trabajadores.

Nueva marca

La semana pasada, luego de que la japonesa Asics decidiera marcharse del mercado argentino, en donde estaba en forma directa desde hace tres años, Dass se hizo cargo de la confección y distribución de sus líneas de zapatillas e indumentaria en el país. «Garantizamos la sustentabilidad de la marca Asics a largo plazo en Argentina», indicó Handley. La empresa brasileña ya comenzó a trabajar con las cuestiones más urgentes y espera mantener parte de la estructura de Asics.

Una textil amplía sus inversiones en Corrientes y proyecta crear 500 puestos de trabajo

Fuente: El Litoral ~ El CEO de TN & Platex, Teddy Karagozian, confirmó que cerró el contrato para construir un edificio de 16 mil metros cuadrados en Monte Caseros. Piensa tomar 500 personas y hacer la inaguración en octubre de 2021, como parte de un plan de inversión de U$S 40 millones hasta 2022.

Karagozian aseguró que «su producción ya es hoy un 50% mas alta que en octubre de 2019 y está muy por encima de los niveles de pandemia». Si no avanza más rápido, afirma, es «porque no puede financiar la compra de maquinaria». 

“Los bancos escuchan a los formadores de opinión y no prestan. El negocio bancario no tiene riesgo, se acostumbraron a prestarle al Estado y no le prestan a los empresarios argentinos”, se quejó ante la imposibiilidad de lograr celeridad en sus proyectos.

La compañía amplió len 2017 la planta de hilandería. La familia Karagozian abrió su primera fábrica en Monte Caseros, hace 42 años, a la que incorporó la fabricación de telas y la fabricación de medias, inversión que esperamos sea.

La planta tiene hoy máquinas para hilandería de punto por 200 toneladas y de medias para 20.000 docenas de capacidad. La compañía tiene hoy alrededor de 400 empleados.

Quedó constituida la Mesa Textil Industrial de Corrientes

Fuente: El Litoral ~ Funcionarios provinciales y empresarios textiles concretaron un encuentro virtual en el que analizaron la situación del sector y habilitaron formalmente un espacio de trabajo articulado.

Con el fin de identificar la problemática del sector textil de Corrientes y a fin de formular acciones tendientes a solucionarlos o mitigarlos, como así también de visibilizar y potenciar al rubro, se llevó adelante una reunión virtual entre los industriales textiles de la provincia y funcionarios del Ministerio de Industria, Trabajo y Comercio. En ese marco, ambas partes dejaron formalmente constituida la Mesa Textil Industrial, espacio que será útil para volcar propuestas que apuntalen al sector.

Este espacio nació para procurar por la vía del diálogo y la interrelación estado- industria privada y llevar adelante acciones conjuntas que redunden en beneficio de las empresas y del estado provincial.

Se debatieron temas de actualidad del sector, además del rol que debe tomar el estado para la generación de condiciones y oportunidades. También se destacó la recuperación que mantuvo el sector textil en esta última etapa del 2020, donde las inversiones pasaron de los 64 millones de 2019 a los 100 millones de inversión en el año en curso, pese a este marco de pandemia.

Desde el Ministerio manifestaron que continuarán trabajando junto a los textiles para mejorar las condiciones en las que ellos se desenvuelven para lograr un mercado mucho más competitivo a nivel nacional e internacional, generando valor agregado con la confección de prendas como un desafío central.

Vale recordar que anteriormente desde la Subsecretaria de Industria se había desarrollado una experiencia similar, orientada a la competitividad del sector textil. En esa oportunidad, el encuentro tuvo lugar en el laboratorio que el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) tiene de Barranqueras, Chaco. En la ocasión participaron los mismos actores que estuvieron en la reunión virtual, además de UTRASA y Tenimbó que no pudieron participar. 

Participaron de la reunión virtual Juan Pablo Seferián por la empresa Tipoití; Marcelo y Roberto Alal por la firma Emilio Alal; Teddy y Tomas Karadogian por TN Platex; Dionisio Cañete por Textil Iberá; Enzo Maria por Nea Tex S.A. Alpargatas Textil. En tanto, por el Ministerio de Industria estuvieron, su titular, Raúl Schiavi; el subsecretario de Industria, Edgar Benitez; el director de Coordinación y Planificación, Javier Silva; la directora de Industria, Mariel Gabur y Andrés Bajac.

La cadena textil ya cuenta con un 15% más de ocupados que en 2019

Fuente: Ambito ~ Fuerte impulso de los sectores de mano de obra intensiva. El Gobierno anticipa que continuará el repunte.

La industria sigue siendo la punta de lanza de la recuperación que comienza lentamente a vislumbrarse en las estadísticas oficiales. El repunte del empleo del que da cuenta el último informe de situación y evolución del trabajo registrado que elabora el Ministerio de Trabajo fue motorizado por el crecimiento de la mano de obra en las manufacturas, que subió en septiembre 0,4% frente al mes de agosto. Los indicadores demuestran que la tendencia continuó durante octubre y noviembre alcanzando los valores previos a la pandemia.

Según el último relevamiento oficial se contabilizaron 5.776.000 personas asalariadas en el sector privado. Una leve mejora del 0,1% con respecto al mes anterior. En ese marco, la industria registró 1,87 millón de puestos de trabajo. Una cifra similar a la que se observó durante los meses de enero y febrero. La mejora es impulsada por los sectores de mano de obra intensiva; la cadena textil ya cuenta con un 15% más de ocupados que en 2019, la construcción anotó su tercera alza consecutiva desestacionalizada en el nivel de empleo y la metalurgia gana terreno gracias el alto nivel de demanda de los bienes durables.

En tanto, el balance interanual sigue arrojando un resultado negativo con la pérdida de alrededor de 100.000 puestos de trabajo. Sin embargo, el repunte de la actividad automotriz y autopartista y la continuidad del boom de la construcción dan cuenta de que la recuperación podría continuar hasta fin de año. Dos datos fundamentales proyectan que en noviembre también se registrará un crecimiento interanual de la producción, el sector automotor creció 20,2% frente al mismo mes en 2019 y los despachos de cemento subieron 28%. El 95% de las veces que ambos crecen simultáneamente el promedio industrial también lo hace.

Gobierno y empresarios coinciden en la importancia que el programa de Asistencia para el Trabajo y la Producción (ATP) tuvo al momento de morigerar el impacto de la pandemia. “El ATP fue sumamente importante para sostener el empleo, permitió que aquellos que seguían operando puedan amortiguar algo de la pérdida de rentabilidad y que aquellos que estaban paralizados tengan menos pérdidas”, dijo a Ámbito Guillermo Siro, titular de la Confederación Económica de la Provincia de Buenos Aires.

El interrogante se abre sobre el efecto que tendrá para el empleo el retiro del ATP y su sustitución por el REPRO. “Nos preocupa que se retire el ATP porque aún continúan las restricciones por protocolos y el alza de los costos operativos por el coronavirus. De todas maneras, si se recupera la demanda y la actividad, los puestos de trabajo no deberían caer”, subrayó Siro.

Desde el Ministerio de Desarrollo Productivo que conduce Matías Kulfas anticiparon que esperan para el año que viene “una recuperación fuerte de la actividad con impacto en el mercado interno y en la creación de puestos de trabajo”. Además, señalaron que continúa el proceso de recuperación que se advierte desde agosto y las proyecciones marcan para noviembre un crecimiento interanual del 3%. De esta manera esperan que en los próximos meses persista el rebote en el índice de empleo industrial.

Impulsan etiqueta para las empresas que priorizan el Compre Argentino

Fuente: BAE ~ Buscan reconocer la conformación de una cadena de valor nacional. La iniciativa surgió del acuerdo entre empresarios y sindicalistas de pymes industriales

El plan de sustitución de importaciones se instaló con fuerza dentro de la agenda de acuerdos en el interior del sector privado y dejó de ser una bandera sólo del Gobierno. Empresarios y sindicalistas de pymes industriales impulsarán un proyecto de Compre Argentino y tendrá como eje el reconocimiento a las empresas que prioricen en su cadena de valor un porcentaje elevado de integración local.

«Establecer un certificado de Compre Argentino, que podrá ser incluido en la etiqueta del producto a aquellos que lo soliciten sean o no sujetos obligados. Las empresas de servicios también podrán solicitar el certificado», señala uno de los párrafos del borrador -al que accedió BAE Negocios– que el frente integrado por dirigentes de IPA, la Mesa Nacional de Unidad Pyme (MNUP), la CGT y la CTA, entre otros, llevarán por los despachos de Gobierno, como también del Congreso nacional.

Los «Sujetos Obligados» serán los estados nacional, provinciales (cada Legislatura deberá adherir a la ley), municipales, empresas del estado y entes autárquicos, contratistas con cualquiera de esos niveles estatales, y las personas jurídicas de derecho privado, que sean beneficiarias directas o indirectas de algún tipo de beneficio fiscal o subsidio, licenciatarios, concesionarios y permisionarios, otorgado por cualquier nivel estatal y los subcontratistas de aquellos.

La iniciativa busca establecer un régimen de preferencia a igual costo y calidad entre el 15% y el 30% para Mipymes, y del 10% al 25% para el resto. «El margen de preferencia será establecido por estudios que tengan en cuenta el empleo nacional, la recaudación impositiva asociada en la totalidad del proceso productivo y/o de servicios, el desarrollo de IT y el potencial giro de dividendos al exterior», indicó.

Los dirigentes empresarios y sindicales mantuvieron un “encuentro propositivo, en donde se destacaron las coincidencias por las cuales el nuevo actor político se consolidó detrás de la unidad”, luego de haberse realizado el Primer Congreso Industrial del Consenso Nacional del Trabajo y la Producción.

En la reunión del espacio se analizó, como primera acción conjunta, el proyecto de ley de Compre Argentino, que tuvo origen en el Congreso Pyme, y que busca ampliar el alcance de la actual legislación para incluir a las empresas subsidiarias o consignatarias del Estado en las compras a proveedores nacionales, como también contemplar la creación de una etiqueta que reconoce a aquellas firmas que voluntariamente se adhieran a la norma.

«La unidad de este espacio es resultado del diálogo que mostró que tanto las pymes industriales como los sindicatos del sector nos encontramos en el mismo camino, con la idea de que haya más producción nacional, que los trabajadores puedan recuperar el salario perdido durante la pandemia, y dejar de ver cómo pasan las cosas para poder acompañar al Gobierno en la política de la reindustrialización», sostuvo el presidente de IPA, Daniel Rosato.

«En el momento en que presentemos un proyecto en el Congreso, en el Ministerio de Producción o en los lugares que sean necesarios, nos va a encontrar a todos unidos«, afirmó el referente de la CTA Autónoma, Hugo Godoy. En tanto, el secretario general de APLA, Pablo Biró, destacó que existe una «obligación moral» de impulsar el proyecto de ley de Compre Argentino.

Mientras que el secretario general de la Federación Gráfica Bonaerense, Héctor Amichetti, afirmó que «es relevante poner una diferencia de lo que significa producir en el país, tanto desde el punto vista social como del económico».

Según el comunicado de prensa, en el encuentro participaron por parte de la representación sindical: el diputado nacional y secretario general del Sindicato de Obreros Curtidores (SOCRA), Walter Correa; el secretario de Organización de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Abel Furlán, y Sol Calle, en representación del secretario general de la UOM, Antonio Caló; el secretario general del Sindicato Argentino de Obreros Navales (SAON), Juan Speroni.

También Gabriel Moreno, en representación del secretario general del Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines (SETIA), José Minaberrigaray; Sergio Escalante, en representación del secretario general del Sindicato de Trabajadores de Industrias de Alimentación (STIA), Rodolfo Daer; Alejandra Angriman (CTA); el co-secretario general de la CGT Regional Berazategui, Florencio Varela y Quilmes, Andres Nikitiuk); el secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados de la Madera de Capital Federal, Roberto Villalba; y los mencionados Amichetti, Biró y Godoy.

Entre los empresarios estuvieron Marco Meloni (IPA y Fundación ProTejer); Carlos Alonso y Gustavo Castells (Observatorio IPA); Enrique Ruffo (IPA-MNUP), y Rosato.

Las marcas Grafa y Ombú vuelven a manos brasileñas

Fuente: Iprofesional ~ El grupo mexicano Siete Leguas vendió la empresa Santista Textil, dueño de ambas marcas nacionales, a un empresario del país vecino

A casi dos años de haber sido vendidas por sus dueños brasileños a un grupo mexicano, las marcas Grafa y Ombú vuelven a manos de un holding con sede en el principal país del Mercosur.

Hasta el 2018, ambas etiquetas formaron parte del pool de activos de la empresa brasileña Santista Textil, propiedad del grupo Mover Participaciones, que ese año vendió su participación en la gigante de la indumentaria a la mexicana Siete Leguas.

Santista es uno de los mayores productores latinoamericanos de denim y líder regional en el segmento de ropas profesionales. Y ahora vuelve a manos brasileñas al haber sido comprada por el conglomerado GBPK, liderado por el empresario Gilberto Mesrtriner Stoche, quien hasta ahora lideraba Santista Brasil.

Se trata del segundo cambio que la fabricante textil sufre en menos de dos años y la operación incluye el traspaso de todas sus operaciones en el área textil, que incluye Santista y sus subsidiarias en Brasil y Argentina.

La textil tiene tres plantas industriales y unos 3.000 empleados, fabrica tejidos denim, brins y workwear en Brasil y en Argentina, donde es propietaria de las tradicionales marcas de indumentaria de trabajo Grafa y Ombú.

Hasta el 2018, Santista Textil perteneció a la empresa Mover Participaciones, marca usada por Camargo Correa en su nueva estrategia y posicionamiento, tras el caso de corrupción conocido como Lavajato en el que se vio involucrado el holding.

La marca Ombú vuelve a estar bajo control de capitales brasileños.

Las operaciones en Argentina

En la Argentina, el año pasado alcanzó una facturación de $3.000 millones, siendo propietaria de una planta en Tucumán que produce 2,5 millones de metros mensuales de tejidos y da empleo a 900 personas.

La empresa nació como Grandes Fábricas Argentinas (Grafa) en 1926, bajo el paraguas del grupo Bunge & Born, con una planta en el barrio porteño de Villa Pueyrredón que se dedicaba a la producción de sábanas y frazadas, pero que con el paso del tiempo fue sumando nuevas líneas de negocios como la marca de ropa Ombú, en la década del 40.

En los años 90, fue vendida al grupo brasileño Santista que le cambió su nombre por el de Santista Textil. Luego, en diciembre del 2018, pasó a manos de los mexicanos de Siete Leguas y ahora vuelve a ser controlada por capitales brasileños.

Expectativas de la industria textil

La industria textil proyecta crear 200.000 nuevos puestos de trabajo en los próximos tres años, según un informe presentado por la Fundación ProTejer a fines de noviembre.

«A pesar de la pandemia, se estima que las inversiones del sector textil cerrarán el 2020 en u$s100 millones, por encima de los u$s64 millones del 2019», indicó la entidad en el marco previo al inicio de la 16ta. Convención Anual de la Agro Industria Textil y de Indumentaria en la Argentina, que comenzará esta tarde y se extenderá hasta mañana.

La industria textil, clave para el empleo.

«2021 se proyecta como el año con la mayor inversión de la década con u$s250 millones», subrayó Pro Tejer.

El sector se recupera a niveles pre-pandemia, con un nivel de producción en septiembre por debajo del mismo mes del año pasado, pero «en octubre se registró un consumo de energía similar al año pasado, dato que nos adelanta el repunte textil que se reflejará en los indicadores de producción y capacidad instalada del mes (aún no publicados)».

Agregaron que «si las políticas de incentivo al sector se mantienen vigentes durante el mandato de Alberto Fernández y con una administración inteligente del comercio, estimamos que podremos recuperar durante los próximos 3 años, 200.000 puestos de trabajo en toda la cadena agro-textil e indumentaria».

A su vez, aseguraron que la incorporación de sistemas de automatización, permitirán incrementar la competitividad del sector, y generar nuevos empleos de calidad que tenderán a «mejores salarios».

Consultados sobre la legislación laboral, indicaron que «en el corto plazo podemos generar empleo con las normas actuales» porque la demanda principal del sector está en «la creación de nuevos mercados».

La industria textil, lista para dar el salto en 2021

Fuente: La Prensa by Gustavo García ~ Pese a caer un 10% durante este año, los empresarios proyectan que podrían crecer un 25% el próximo. El sector planifica invertir u$s 250 millones. Son claves las políticas públicas de impulso al consumo. El objetivo: llegar a los 200.000 puestos de trabajo en 3 años.

La pandemia los empujó hacia la virtualidad, pero igualmente los empresarios nucleados en la Fundación ProTejer decidieron darle continuidad a la serie de encuentros anuales y montar esta vez la Pro Textil 2020 a distancia. Faltó el calor del contacto humano, pero estuvieron presentes los conceptos y un plan de acción que depende por completo del rumbo que tome la economía del país.

El diagnóstico no genera sorpresas: la actividad de la industria textil caerá este año alrededor de un 10%, azotada por la crisis de demanda. Los puestos de trabajo se han mantenido a flote básicamente por el salvavidas que significó el esquema estatal de los ATP (Asistencia al Trabajo y la Producción) y, los que pudieron, hallaron una salida transitoria fabricando insumos para el sector sanitario.

En medio de estos fangos, sin embargo, los empresarios textiles miran con optimismo al futuro. Sostienen que el rebote del año próximo en la actividad podría escalar hasta el 25%, y que si las medidas oficiales ayudan, alcanzarían en 3 años la meta de generar 200.000 puestos de trabajo. La idea es clara: invertir, crear empleo, vender en un mercado interno donde la demanda sea una política prioritaria desde el Gobierno, reinvertir, ampliarse, crear empleo.

ACTIVIDAD

La economista de la entidad, Priscila Makari, detalló que «podemos hablar de recuperación por la tendencia creciente en la actividad y porque se está fabricando más que el año pasado. Venimos de años duros, con una caída del 5,9% en 2019. El sector estaba muy golpeado».

Intrasector, la preparación de fibras fue lo que más cayó en el rubro. Los números distan de ser saludables pero la tendencia es auspiciosa. A cifras de septiembre, la capacidad instalada es del 48,5%, pero su proyección es al alza. «La actividad es fuertemente estacional. Se revierte la estacionalidad a partir de la pandemia con lo cual se proyecta un mayor nivel de crecimiento en los meses venideros. La cuarentena fue limando el capital de trabajo y ahora hay que recuperarlo», argumentó Makari. Por lo pronto, la demanda eléctrica del sector ya está en los mismos niveles que en octubre de 2019.

Luciano Galfione, director de Galfione y Compañía, y secretario de la Fundación ProTejer, sostuvo que «si venís de una baja producción y se suma un parate de tres meses, no es sencillo reactivar. Es fácil destrozar un entramado productivo pero es muy difícil reconstruirlo. Muchos jugadores se caen en ese período. El ATP ha sido una gran ayuda, hubiera sido muy duro afrontar la cuarentena sin esa herramienta».

Apelando a un ejemplo, subrayó: «Cuando uno para una fábrica es como cuando deja una Ferrari por dos años en un garage. Cuando quiere sacarla a la calle muchas cosas no funcionan. Eso ocurrió con los textiles durante los últimos dos años».

«El 50% de la capacidad instalada es el 100% de lo que la industria puede poner en movimiento en este momento. Ese es el delay que vemos en algunos casos. Creo que es algo coyuntural y que estará saldado hacia fin de año», argumentó.

Por su parte, el ingeniero Jorge Sorabilla, titular de la empresa TN&Platex y ex presidente de la entidad, resaltó que «»los índices reflejan un promedio, pero hay empresas paradas y otras que trabajan al 75%. La recuperación llevará muchísimo tiempo».

«Habrá que convivir durante un tiempo con el faltante de insumos. Pero tenemos los fierros para incrementar la producción, crecer y generar más empleo -enfatizó-. La inversión en tecnología estará produciendo recién dentro de un año y medio. Somos optimistas pero tendremos que convivir con ciertas tensiones. Pero son tensiones buenas».

Los empresarios, planillas en mano, estiman que este año la actividad de la industria textil caerá 10%, mientras que el rubro confección sufrirá una merma del 12%. Sin embargo, de cara al futuro, si la recuperación de la demanda es sostenida -y aquí entran a tallar las políticas de estímulo de la demanda que pueda implementar el Gobierno-, podrían crecer un 25% en 2021.

En este panorama hay algunas ventanas que se van abriendo, tal el caso del programa Compre Argentino. Galfione asegura que está orientado mayormente a la confección de ropa sanitaria y de las fuerzas de seguridad. También el rubro minería es prioritario en la realización de geotextiles. «Es un puntapié para las inversiones, son productos de alto valor agregado y mucha tecnificación», señaló.

El empresario tomó como ejemplo lo que es la indumentaria de las fuerzas de seguridad, donde se fabrica nacional pero se debe acreditar u homologar en los Estados Unidos, lo cual «es un disparate». Y agregó: «Se trabaja para que la certificación internacional pueda realizarse en el país».

INVERSION

En medio de un presente asfixiante, con la demanda dormida, la pregunta obligada de cara al año próximo es cuánto va a invertir el sector. Los números de la economista Priscila Makari anuncian que la inversión este año sería de u$s 100 millones, por encima de los u$s 64 millones del año pasado. Pero estiman las proyecciones que en 2021 podría ascender a u$s 250 millones, mucho más que en 2011, cuando fue el pico inversor en el sector.

Sorabilla remarcó entonces que «cuando la industria pasa del 75% del uso de su capacidad instalada, los empresarios empiezan a invertir de manera masiva. Se da el círculo virtuoso. Ahora hay restricciones en dólares. Está ese millón que se usa para comprar insumos y repuestos. Por ejemplo, el poliéster ya no se fabrica en cantidad en el país».

«Se trata de tener crédito a tasa subsidiada para capital de trabajo. Son muy importantes. En general el empresario textil deja la rentabilidad en su empresa, la reinvierte. Hoy nos estamos endeudando en capital de trabajo. La rentabilidad la esperamos para más adelante. Tal vez para cuando la capacidad esté por encima del 60%», agregó.

Galfione, en tanto, sostuvo que durante los meses de la pandemia «pusimos mucha plata en la producción de insumos sanitarios. Mucho de la estadística de la inversión realizada tiene que ver con eso». Dijo también que hay que tener en cuenta que el 95% de los insumos sanitarios eran importados, y que ahora esa relación se habría invertido, primando la producción nacional. «Todo eso se hizo con crédito», recalcó.

EMPLEO

Makari, economista de la Fundación, explicó que el empleo crecería este año un 15% con respecto al 2019. «Se está trabajando a niveles de prepandemia. En los meses de octubre y noviembre se puede apreciar un crecimiento en la producción». Y dejó sobre la mesa un dato clave: si permanecen los programas de estímulo, en tres años el sector podría alcanzar el objetivo de llegar a los 200.000 puestos de trabajo.

Hay otro punto que la entidad presenta como un desafío, y es lograr una mayor automatización de la industria. ¿Conlleva este avance una pérdida de puestos de trabajo? Galfione lo descartó de plano: «La automatización no genera desocupación, todo lo contrario. Nacen otros puestos que antes no existían. La automatización significa realizar la producción con más calidad y eficiencia. Eso nos hace ganar mercados y ser más competitivos. Habría puestos de trabajo de mayor calidad y mejor pagos. En este rubro la gran fuerza laboral está en la indumentaria, y allí la automatización no es un sustituto sino un complemento».

Y Sorabilla lo complementó afirmando que «la industria 4.0 tiene que ver con la velocidad con que la industria puede fabricar lo que se demanda en el mostrador. Antes se producía para stock y ahora para el consumo. La tecnología da la oportunidad de que la industria pueda satisfacer esa demanda del mercado interno».

Por otra parte, la Fundación ProTejer ha desarrollado un proyecto junto a la Universidad de San Martín, con fondos del BID y el apoyo del gobierno de Corea del Sur, para capacitar mandos medios en hilandería, tejeduría y otras actividades del sector. «Es el primer paso», aseguraron.

Sobre el tema también opinó el empresario Pedro Bergaglio, socio gerente de Tricofix SRL y presidente de la Cámara Argentina del Sweater. «La confección crea trabajo con poca inversión. No es aquí contradictoria la relación entre la tecnología y el trabajo. Creamos también una escuela con la Asociación Obrera Textil. El principal empeño siempre fue mejorar la calidad del empleo».

La pregunta cayó de madura: ¿Habrá que implementar una reforma laboral en el sector para potenciar su crecimiento? Sorabilla destacó entonces que «en este momento venimos tan mal que podemos seguir trabajando con estas leyes. Pero a la hora de hacer sintonía fina, habrá que hacer una reforma laboral. No para quitar derechos sino para potenciar la productividad».

EXPORTACIONES

La frase es repetida como un mantra: la Argentina necesita dólares. Y el sector textil está convencido de que, poco a poco, puede engarzarse también en la cadena exportadora. «La competitividad global es mucho más complicada de abordar, no es sólo un tema de más inversiones. Tiene que ver con la tasa de interés, la estructura impositiva, la estructura del país, los costos de producción. Tenemos un potencial enorme para la exportación, pero lo haremos con la escala del mercado interno como base», explicó Sorabilla.

Y agregó: «La restricción en torno al dólar es importante, los dólares no alcanzan. Hay que establecer prioridades: dar trabajo y que la gente pueda consumir. Luego invertir las utilidades para generar más trabajo y más consumo. Las inversiones, las importaciones de bienes de capital son más importantes que la compra de cualquier producto final. Hay que generar empleo, vamos a salir de esto trabajando».

Galfione, en tanto, acotó que por primera vez está participando de la mesa sectorial organizada por el Gobierno nacional. Se trata de reuniones donde toman parte todos los ministerios y que tiene como objetivo realizar un relevamiento de la oferta exportable de la Argentina. «Nunca le preguntaban a los empresarios, se manejaban por estadísticas», enfatizó.

«Se están reordenando los derechos de exportación. Se subieron reintegros empezando por los últimos eslabones de la cadena. El plan es potenciar aquello que tiene valor agregado. Hay una fuerte política pública en este tema. Argentina necesita generar dólares», sostuvo.

Hay un dato que explica la necesidad de avanzar en el procesamiento. Según explicaron, 1 tonelada de algodón vale u$s 7.000, mientras que a producto terminado, por ejemplo sweaters, la tonelada cuesta u$s 70.000.

Galfione resaltó entonces su visión: «El mundo es vendedor, no comprador. Lo interesante es desarrollar nuevos mercados. Los productos con más proyección son las telas sanitarias, las anti UV, antibacterianas. Argentina tiene una potencialidad enorme allí por el nivel de sus empresarios. Además tenemos al INTI. También hay un enorme potencial en ropa para las fuerzas de seguridad, las fibras de lana y los camélidos. Fuimos pioneros en la exportación de lana Merino y ahora vendemos lana sucia. En producción primaria de algodón somos ultracompetitivos. Van a ser productos de nicho y de alto valor agregado».

PRECIOS

Tampoco podía faltar en esa ida y vuelta con los empresarios textiles la pregunta de porqué está tan cara la ropa. El año pasado, durante la Pro Textil 2019, la entidad distribuyó una remera estampada con el gráfico de una prenda que, segmentada, representaba los costos de la producción. «El 50% son impuestos», era el lema predominante.

El sector suele ser cuestionado porque, afirman algunos, a partir de la protección arancelaria, el muro erigido por el Estado, terminan cazando en el zoológico. Los empresarios no descartan la apertura, pero piensan que primero debe consolidarse el mercado interno.

«Nos hacemos cargo de los precios hasta la puerta de la fábrica. Nos hacemos cargo de los precios al por mayor -resaltó Bergaglio ante la inquisitoria-. Hay una sustancial diferencia entre lo que se entrega y lo que se vende al público». Y puso como ejemplo que en el barrio de Flores hay jeans por $ 500 y remeras por $ 600 u $ 800. «Depende dónde vayan a comprar», añadió.

Sorabilla amplió el concepto: «No percibimos los índices de aumento de precios del Indec. Tal vez se fije en los segmentos más altos. Parecería que el índice no refleja los precios bajos de la ropa más masiva».

Y echó por tierra aquel precepto de que abrir el mercado a prendas importadas terminaría por domesticar los precios internos. «La importación no es la respuesta porque hubo una importación desmedida en los últimos 4 años y tampoco bajaron los precios. Enriqueció a los importadores y dejó a la gente sin trabajo». E insistió en que los precios están distorsionados por el componente impositivo.

Portugal, un modelo a imitar

Al momento de buscar ejemplos de crecimiento y desarrollo, tuvo su espacio en la Pro Textil 2020 el empresario Paulo Vaz, directivo de la Confederación Multisectorial Empresaria de Portugal, quien explicó en detalle el modelo lusitano.

* «Nos reconvertimos en los «70 para abastecer a Europa. Hoy tenemos un cluster que es totalmente integrada que va desde los que producen los hilos hasta la distribución de prendas. No hay en Europa otra igual. Italia tiene una industria muy importante, Alemania también es relevante en el rubro textil, pero están mucho más orientados hacia las industrias técnicas como el automóvil y la salud. Nosotros tenemos desde el hilo, el tejido, toda la cadena, la confección. Todo está integrado».

* «Esta industria ha logrado ganar una capacidad de adaptación a la realidad y a las circunstancias muy grande. Es una industria muy flexible y reactiva, que ha logrado adaptarse a las peores circunstancias que las crisis le han planteado».

* «Hemos tenido la gran crisis de la apertura de los mercados porque en 2005 se ha liberalizado el comercio textil internacional, y con esa liberalización Europa y Estados Unidos estaban comprometidas. Lo que hemos sufrido ha sido una fuerte competencia, sobre todo de países de oriente, en particular China».

* «China en un período muy corto ha salido de una cota de mercado a nivel global de 15% hasta trepar a más del 50% en cuatro o cinco años. Eso ha sido un impacto muy grande en nuestras industrias y en toda Europa».

Industria textil: De la caída más profunda a la recuperación con obstáculos

Fuente: Página 12 ~ Un encuentro empresario en el que se reunieron los principales referentes del sector con la primera línea del gobierno en el área de producción. Proyectan un crecimiento del sector del 20% para 2021, pero advierten sobre las dificultades.

La industria textil argentina no estuvo exceptuada del parate económico que significó el impacto de la covid-19 en el mundo, y tampoco de la lenta pero sostenida recuperación que viene mostrando el sector manufacturero los últimos meses. Proyecta un crecimiento de entre 20 y 25 por ciento para 2021, «porque venimos de años muy malos», planteó Jorge Sorabilla, el vicepresidente de la la Fundación Protejer en el lanzamiento del ProTextil 2020, de la que participan el presidente Alberto Fernández, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y el secretario de Industria, Ariel Schale, ex director ejecutivo de la Fundación ProTejer.

De acuerdo al relevamiento que realizó la Fundación Pro Tejer, una de las cámaras que agrupa a las empresas textiles, el sector se recupera a niveles pre-pandemia. Si bien a septiembre la producción se encontraba por debajo del mismo mes de 2019, en octubre se registró un consumo de energía eléctrica similar al año pasado, lo que adelanta un repunte que se verá reflejado en los indicadores de producción y capacidad instalada de octubre, que aún no se conocieron.

La caída interanual de la actividad en septiembre es del 20 por ciento, bastante menor al peor momento de la producción textil a  comienzos del aislamiento social, preventivo y obligatorio, cuando arrojó en abril una caída de 38,3 por ciento. El bloque más afectado fue el de preparación de fibras, con una merma de 51,9 por ciento. Hoy en día, la industria textil se encuentra trabajando al 48,5 por ciento de su capacidad instalada

Este indicador viene cayendo desde hace dos años y, con la reactivación de la demanda, hoy se observa un faltante de materias primas. Al ser consultado al respecto,  el secretario de Pro Tejer, Luciano Galfione, resumió que «es muy fácil destruir un entramado productivo y difícil ponerlo en marcha, porque en el medio se caen muchos jugadores. En este sentido, el ATP fue de gran ayuda». Restablecer la oferta requiere tiempo: abastecimiento de materias primas, capital de trabajo, puesta a punto de maquinaria, protocolo y licencias por covid.

Jorge Sorabilla agregó: «Habrá que convivir con faltantes de insumos pero esperamos que se vaya regularizando la situación. Es un problema de hoy pero una oportunidad para el futuro. Tenemos las máquinas para seguir incrementando la producción y tomando mano de obra”.

Inversiones

A pesar del desplome de la actividad, desde el sector informan que el monto invertido por las industrias del rubro textil rondará los 100 millones de dólares durante todo el año, bastante por encima de 2019, cuando alcanzó los 64 millones de dólares. «Gran parte de las inversiones han tenido que ver con la producción de insumos sanitarios. Las empresas textiles se reconvirtieron rápidamente y el estado acompañó con la misma celeridad dando respuestas con líneas de crédito accesibles para ese fin. El resultado de la política está a la vista: nunca faltaron insumos», explica Galfione y asegura que «antes de la pandemia, el 95 por ciento del consumo de ese rubro era importado; hoy en día el porcentaje se revirtió y hay mas producción nacional  que importaciones«. 

Para el 2021 se proyectan importantes inversiones textiles: totalizarían 250 millones de dólares. Éstas superarían las realizadas en 2011, el año con mayor nivel de inversión de la década. 

Desde la industria rescatan que desde abril hasta la fecha los puestos de trabajo se mantuvieron intactos, al tiempo que prometen recuperar unos 200 mil empleos en toda la cadena. Para lograr este repunte, los principales empresarios del sector no buscan una reforma laboral, sino una política económica que apunte al desarrollo productivo: “En el corto plazo lo que necesitamos es mercado para poder trabajar”, plantea Sorabilla y agrega que, sin embargo, en el largo plazo “alguna reforma laboral vamos a necesitar, no para quitarle derechos a los trabajadores sino para mejorar la productividad”. 

El modelo industrial

La apertura de uno de los eventos anuales más importantes del sector textil estuvo a cargo de Ariel Schale, secretario de Industria de la Nación y ex director ejecutivo de la Fundación Pro Tejer, quien instó a los empresarios textiles a “defender el modelo de país industrial” impulsado por el gobierno nacional, negó tensiones entre mercado interno y externo, o entre políticas de apertura y proteccionismo, y dijo que “desde julio estamos reactivando nuestra economía”, en medio de la pandemia.

En tanto el cierre estuvo a cargo del Jefe de Gabinete Santiago Cafiero, quien aseguró que el modelo impulsado por el gobierno apunta al “fortalecimiento de la industria nacional, del comercio y del crecimiento del mercado interno», ejes que están plasmados en el presupuesto recientemente aprobado, que “estimula una recuperación de empleo y la producción”, subrayó.

Empresarios afirman que la industria textil se empieza a reactivar

Fuente: Gpo Pcia ~ Empresarios del rubro textil aseguraron hoy que el sector comenzó un proceso de reactivación y en el último bimestre la actividad ya se ubica 20% por encima del mismo período de 2019

Al hablar en el Primer Congreso Industrial del Consenso Nacional del Trabajo y la Producción, los empresarios Marco Meloni, vicepresidente de Pro Tejer, y Teddy Karagozian, CEO de TN&PLÁTEX, expusieron su mirada sobre lo que sucede con la industria textil en la Argentina

«La industria textil da igualdad de posibilidades a la gente, porque le permite vivir de su trabajo y no de un plan social

Además, tenemos el agregado de valor que es el diseño. Hay muchas marcas argentinas en Latinoamérica. Eso debe ser la base de los planes a futuro con previsión y previsibilidad», destacó Meloni. Dijo que la actividad textil está 22% anual por encima del mismo bimestre de 2019, y en su rubro en particular, que es el de tintorería, los números marcan un incremento del 35%

«Para nosotros la esperanza son los números, que nos permiten arrancar», indicó

Por su parte, Karagozian planteó que el sector es «mano de obra intensiva. Tenemos campo y servicios, y en el medio estamos nosotros los industriales, que juntamos ambas partes generando un producto de muchísimo valor agregado». Y comparó lo que sucede en la industria textil con la automotriz: «Mientras hay autos que pueden valer diez mil dólares la tonelada y otros un millón, en nuestro caso también vendemos productos que pueden tener esos valores con el algodón

En ese sentido creo que nuestro futuro es bastante promisorio». Karagozian destacó lo importante que resulta un proceso político y económico que pueda «dotar de previsibilidad» al sector empresarial. «Hace un año dijimos que íbamos a aumentar las inversiones

Las estuvimos planificando y la planta de 16.000 m2 la construiremos durante 2021 en Monte Caseros, y un año después de esto estaremos produciendo más cantidad y productos de muy buena calidad que surgirán de esas inversiones», subrayó

Pero advirtió que «si cada tres años viene una crisis, los industriales no podemos soportar esos altibajos».. Secretaria de Comercio.. Al hablar también en ese congreso, la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, destacó el rol fundamental de las Pymes, en particular las industriales, en el complejo entramado productivo nacional. Español remarcó que iniciativas orientadas al consumo como Ahora 12 sirven, a la vez, para «impulsar el desarrollo de las pymes, ya que el gasto de la población es un impulso indirecto a la producción de productos nacionales». La funcionaria planteó la importancia de la defensa de la competencia y de poner fin a las prácticas desleales que en el caso de las pymes industriales se materializa en los precios monopólicos de los insumos que precisan para producir. «Están todos los mecanismos en la Secretaría de Comercio Interior para recibir las denuncias de estas prácticas por parte de las pymes, porque para nosotros eso es una prioridad, más en marco de las condiciones excepcionales de la pandemia», señaló. Español priorizó el fortalecimiento del mercado interno y el incentivo a la posibilidad de que las pymes puedan exportar para salir adelante, «pese a las dificultades generadas por la pandemia pero también por los cuatro años anteriores de gestión macrista que fueron desfavorables para la industria». «No puede haber dicotomía entre fortalecer el mercado interno y alentar la exportación», dijo Español.