Pablo Ramírez: quién es el mejor diseñador de moda e indumentaria de la Argentina y cómo se reinventó

Pablo Ramírez es uno de los diseñadores más importantes y reconocidos de la Argentina. Hace dos décadas abrió su atelier, que sobrevivió a todas las crisis surgidas en el país y de las que supo salir adelante sin resignar su seña de identidad: la excelencia.

Fuente: Cronista ~ Este 2020 de pandemia lo encuentra celebrando los 20 años de Ramírez. Y en el contexto de crisis sanitaria y económica, Pablo llevó su lenguaje a la virtualidad. Primero, adaptó su negocio al e-commerce. Luego, lanzó una línea de prendas confortables y elegantes para estar cómodos en casa

Además, el diseñador fue el encargado de abrir Designers BA, la primera semana de la moda digital de la Argentina, donde presentó un fashion film protagonizado por la actriz Florencia Torrente y el bailarín Nicolás Villalba. Titulado ‘La invitación’, revela las prendas para la nueva temporada y a la vez es un estímulo a soñar. «Lo que quiero ahora es pensar una fantasía que nos saque de lo que estamos pasando», explicó.

¿Cómo tomaste las primeras noticias del coronavirus?

La sensación fue de mucho desconcierto, pensando en mi familia, que vive en Navarro y Neuquén, además de todos mis amigos que viven afuera… La imposibilidad de socorrernos, de encontrarnos y el desamparo que esto genera. Un tema aparte fue la incertidumbre laboral y los cambios de paradigmas que todavía hoy estamos intentando resolver.

¿Creés que esta crisis sanitaria tendrá un impacto en el vestuario a largo plazo?

En mis colecciones siempre estuvieron presentes el jeanswear y las prendas confortables. Creo que el mayor impacto que esta crisis tendrá sobre la industria textil será en temas como la sustentabilidad y el gran descarte al que estamos mal acostumbrados. Son ejes sobre los que trabajo desde mis inicios, pensando colecciones valiosas, austeras y perdurables.

¿Cuáles son las prendas que más se venden en cuarentena?

Mi línea denim es la favorita de esta temporada: las chaquetas, los pantalones, el jardinero y las faldas, además de los vestidos negros, las camisas blancas y t-shirts que ya son un clásico de mi etiqueta.

¿Cómo se adaptó tu proceso de creación y trabajo a la nueva normalidad?

Para cuidarnos entre todos decidimos trabajar únicamente desde la tienda online. Reorganizamos los equipos de trabajo y pusimos nuestra tienda de Recoleta y el atelier al servicio de estas operaciones. Estamos felices con la respuesta de la gente y trabajamos mucho en brindar seguridad para la elección de talles. De hecho, implementamos tablas con las medidas de todas las prendas en cada uno de sus talles, de modo que los clientes las puedan comparar fácilmente con otras prendas que tengan en su casa y les guste como les quedan.

¿Pensás para una marca de lujo accesible como Ramírez el futuro es el canal online?

En los últimos años estuvimos trabajando mucho para consolidar las ventas online en todas las provincias de Argentina, por eso el próximo paso será avanzar en el mercado internacional. Comenzar a exportar es nuestro próximo desafío. La venta online es un medio en el que nos sentimos muy cómodos trabajando en Ramírez.

“Existe un contexto hostil al empresario que aleja las inversiones”

El CEO de la hilandera TN & Platex, Teddy Karagozian, alertó por críticas al sector privado y por la multiplicación de impuestos. Sostuvo que el sector textil recupera fuertemente la actividad, pero la mortandad de empresas durante el macrismo achicó la capacidad instalada.

Fuente: BAE ~ El CEO de la hilandera TN & Platex, Teddy Karagozian, afirmó que el sector textil atraviesa una fuerte recuperación de la actividad, aunque aclaró que la destrucción de empresas durante el gobierno de Mauricio Macri achicó la capacidad instalada. Si bien anunció compra de maquinaria por USD30 millones, alertó que las inversiones del sector privado a largo plazo están estancadas por “temor” a un clima “hostil” ante los empresarios.

– ¿Es cierto que el sector textil rebotó y ya tiene encendida gran parte de sus máquinas?

– Sí, es verdad y es como sucede siempre, nuestro sector anticipa de tres a seis meses lo que a otros sectores le va a suceder, tanto cuando sube como cuando baja. Hoy la tendencia es claramente a la suba, pero debo decir que se ha destruido durante cuatro años mucha de la capacidad de producción, y los mismos que la destruyeron, que son los importadores de productos terminados que nunca cuidaron el mercado interno ni a los proveedores locales, son los mismos que ahora están diciendo que no podemos abastecerlos de todo lo que quieren.

– ¿Y las empresas no dan abasto?

– Se bajó a la mitad la producción. Bajarla se hace más rápido y subirla se hace más lento, y esa destrucción de nuestras fábricas, de toda nuestra capacidad productiva, es la que hoy estamos sufriendo con la falta de dólares. En vez de comprar máquinas con los dólares que generó el campo, en su momento compramos productos de consumo final y eso socavó a la industria. Estamos a full, pero es un full que debemos producir más. Nosotros estamos invirtiendo USD30 millones en máquinas, y estamos haciendo lo posible para acelerar la producción. Este mes fue 9% más que el mes pasado y ya estamos por encima del 50% de lo producíamos en octubre el año pasado.

– ¿Cómo se proyectan negocios en un país que atraviesa períodos constantes de crisis?

– Una cosa que hay que rever es el sistema impositivo, donde grava al valor agregado y grava emplear. Grava al más pobre. De los 175 impuestos que tenemos, 150 son impuestos a la pobreza, usando el léxico nuevo de impuesto a la riqueza. IVA, Ingresos Brutos, Seguridad e Higiene, Publicidad son impuestos que van dentro del producto como si fuera un caballo de Troya, y le cobran al pobre 50% de lo que ellos ganan para solventar a otros pobres que no consiguen trabajo, porque los productos son tan caros que la gente no los consume, entonces el sector privado no los puede emplear. Es un sistema de un perro que se persigue la cola.

– ¿Y escuchan este planteo en el Gobierno?

– Si bien existe conciencia de esto, el fenómeno que estamos sufriendo en la Argentina es de un “sálvese quien pueda”. Se estaba pensando en el ingreso universal, pero ¿quién lo paga? El rico no, porque se va a ir del país como se está yendo desde hace un tiempo, y los pobres se están comiendo entre ellos el dinero. En general, los impuestos que van dentro de los productos hace que haya cada vez menor sector privado.

– ¿Y qué se hace para cambiar?

– La diferencia entre crecimiento y desarrollo son las políticas que son buenas para el largo plazo, que son las de eliminar los impuestos que hacen caro a los productos.

– ¿Bajar impuestos no puede generar un desequilibrio fiscal en el corto plazo?

– Estamos del lado malo de la curva. Cuando era chico tenía un auto que solamente llegaba a hacer 200 kilómetros con autonomía, y cuando iba a Bariloche había un tramo en que debía hacer 250 kilómetros sin estación de servicio. Entonces tenía que bajar la velocidad para llegar. Por eso hay que entender que hoy la Argentina ya está en un sistema en donde el déficit que tiene no es producto de que faltan impuestos, sino que faltan empresas que empleen a la gente. Si logramos más empleo privado, el Estado es el empleador en el último recurso para que no sea el que paga la jubilación de toda la gente que no consigue trabajo y que no sea el que tiene que subsidiar a toda la gente que no tiene empleo.

– ¿Cuál sería el método que propone?

– Lo que hay que hacer es disminuir el costo de emplear, disminuir el costo de los productos para que la gente los consuma y haya más sector privado. Ahora, entremedio hay montones de formas de hacer la curva, pero tenemos que pensar en una situación hipotética: si soy un empleado del Estado y me pagan $100, de ese sueldo $50 son impuestos, si los eliminaran el Estado podría pagarme la mitad, y yo podría comprar la misma cantidad de productos. En la medida en que los impuestos a los productos son cada vez más altos, lo que vamos a tener es un Estado cada vez más caro porque es más caro emplear, es más caro el jubilado y es más caro el subsidio que hace falta. Lo que hay que hacer es revertir esa situación en donde claramente, desde hace muchos años, no 70 ni 30, cada vez que subieron los impuestos aumentó el déficit.

– Hoy se debaten nuevos impuestos, ¿le preocupa?

– Es un error de muchos diputados y senadores que están promoviendo una serie de impuestos nuevos bajo el concepto de que durante el gobierno de (Mauricio) Macri bajaron los impuestos y no hubo inversión. Bajaron los impuestos en una mínima cantidad, pero al mismo tiempo destruyeron las empresas privadas con tasa de interés alta y dólar bajo. En la Argentina no hubo inversiones durante el gobierno de Macri por una combinación: veíamos que el gasto no bajaba, que las empresas estaban siendo destruidas y la tasa de interés estaba alta. Decir que no van a bajar los impuestos hoy producto de que en el gobierno de Macri bajaron, según lo que ellos dicen, y no hubo inversión es un error garrafal y es el problema que surge al mezclar ideología con conocimiento. En vez de preguntarnos a las empresas por qué no invertimos, están tomando ideas utilizando el mismo tipo de estadística que dice que la Coca Cola diet engorda porque todos los gordos la tomamos. No es así cómo se hacen las estadísticas sino con una tesis previa, pero cuando esa tesis está ideologizada, sus resultados no van a salir bien y no están saliendo bien.

– ¿Entonces, no habrá inversiones?

– Lo que estamos viendo en estos días es que, aun cuando como en nuestro caso está habiendo inversiones de corto plazo, los temores hacen que las inversiones de largo plazo no vengan producto de estas definiciones de que bajar impuestos no aumenta la inversión, y ese tipo de cosas.

– ¿Es cierto que el macrismo dejó empresas y empresarios pobres?

– Es así, y tanto que nosotros siendo una empresa que está manejada con mucha cautela, habíamos bajado la mitad de nuestra producción y de nuestro patrimonio. Y así sucedió con otras empresas, como las alimenticias. Supongamos que aceptamos la falsa idea de que no somos capaces o somos malos, la alimenticia también fracasó en la Argentina porque también perdió la mitad de su patrimonio.

– ¿Las expectativas generan inversión?

– Aproveché la cuarentena para hacer una huerta. Se puede usar mucha o poca agua, podés tocar mucho la planta y cortar las hojas, pero no es un solo factor el que hace que vaya a florecer. Decir que hubo una baja de impuestos y que las inversiones no subieron, es confundir las múltiples formas por las que uno genera inversión. Pero una de las cosas que generan inversión son las palabras que se dicen. Existe un contexto hostil al empresario, como lo fue en el gobierno de Macri y como lo está siendo hoy por ciertos diputados, senadores y cierta parte de la sociedad.

– ¿Considera que en la Argentina es malo ser empresario?

– Tuve un debate en donde una persona que estaba del otro lado se creía más argentino que yo. Que porque no tenía inversiones podía darse el lujo de ser más argentino que yo y querer más a la Argentina, y decir que los empresarios que aún estamos no queremos al país. Con qué derecho un periodista, un diputado, un político o una persona desocupada puede darse el lujo de decir que un argentino que tiene dinero y que tiene inversiones no es tan argentino o no quiere tanto al país como él. Ese sentimiento que trasunta en un montón de notas y en parte de la sociedad es uno de los factores que alejan las inversiones del país.

Empresa familiar: el secreto para detectar fortalezas y debilidades

Los negocios se transmiten por generaciones y varias logran trascender las fronteras. Consejos para fortalecer las estructuras, la clave para facturar y poder ser felices. Ventajas y desventajas que necesitan analizar.

Fuente: BAE ~ El mundo de las empresas familiares es tan grande que hasta festejan su día el 5 de octubre. Crean negocios que perduran por varias generaciones y logran, en muchos casos, trascender las fronteras sin romper los lazos de familia. Aunque muchas veces no se ponga el foco en el gran trabajo y esfuerzo que hacen para crecer, hay casos que muestran que pese a los múltiples inconvenientes o peleas familiares que puedan tener, varias salieron al mundo como Arcor delos Pagani y Techint de la familia Rocca, entre otras.

Algunas de las empresas familiares de fama mundial son José Cuervo fundada en México en 1795; Ford creada en Estados Unidos en 1903; Samsung nacida en Corea en 1938 o Codorníu, fundada en 1551 en  España. En Argentina, algunas de las que tienen más historia son Lheritier 1896; Bodegas López de 1898 y Giesso creada en 1884.

No hay rubro en el que no se aparezca una empresa familiar. Los Pagani en Arcor; los Urquía en Aceitera General Deheza; la familia Cabrales con su historia en la producción y comercialización de café; los Sarkany en calzados; los Karagozian en TN Platex; los Yagmourian de Yagmour y hasta los Favaloro, entre muchísimos más.

Fortalezas de una empresa familiar:

Jorge Hambra, director del Club Argentino de Negocios de Familia (CANF) que reúne a más de 300 casos de empresas familiares contó a BAE Negocios las principales ventajas que tienen estas empresas: “La fortaleza fundamental es el sentido de trascendencia, la resiliencia y la antifragilidad. Antes se buscaba la robustez, que la empresa tenga dominio del mercado, que se adueñe de los procesos. Ahora se busca que sean antifrágiles, no tan robustas que se vuelvan rígidas y no tan eficientes que no puedan resistir las crisis.  A veces se produce en distintos países para ahorrar, pero si el mundo no funciona o te agarra una pandemia quedas mirando al sudeste.  Ante un mundo que cambia, el concepto de robustez empieza a perder eficiencia”.

Una empresa familiar no sólo está unida por los negocios, también por los vínculos. De ahí la importancia de varios conceptos como la resiliencia. “No sólo hay que poder transitar las crisis, sino que tienen que dejar un aprendizaje que permita a las empresas ser más fuertes y estar mejor preparadas para lo que viene. Es más fácil hacerse rico que ser feliz, muchas empresas familiares son ricas, pero sus miembros son infelices . Hace falta no sólo un estado de riqueza material, sino espiritual, que permita disfrutar de lo que se produce”, sostuvo el director de CANF.

Algunos datos del Instituto de la Empresa Familiar indican que sólo el 65% traspasan la primera generación, un 25% siguen a la segunda generación, un 9% avanzan a la tercera y apenas un 1% llegan a trascender a la cuarta generación. Desde el CANF señalaron que: “El 80% de las empresas argentinas son familiares, aportan el 80% del PBI ydan el 70% del empleo”.

Consejos para enfrentar debilidades 

Las principales debilidades o problemas a los que se enfrentan son: “La altísima personalización de los conflictos; la alta emotividad con que se encaran las diferencias interpersonales; los cambios de visión generados por la integración de diversas generaciones y la falta de protocolos en las relaciones internas. Hay un peligro y es la creación de clanes cuando aumenta el número de familias propietarias, porque se dan las luchas de poder. Y otro tema importante es la dificultad para encarar el proceso de profesionalización en la empresa. Hay que tener en cuenta todo, porque también son muchas las empresas que no resuelven estos temas y quedan en el camino”.

Las empresas familiares tienen características que las hacen especiales. “No es lo mismo un emprendedor, que la abuela cose la media, el tío la reparte y el sobrino consigue el hilado. La empresa familiar tiene que haber logrado pasar la etapa de la infancia, haber conseguido instalarse en el mercado, tener una base de procesos mínimos organizados, recurrencia de compra, aceptación de los clientes y una organización básica”, señaló Jorge Hambra.

Agop Karagozian llegó desde Turquía y en 1979 puso la piedra fundamental del gigante en hilados TN Platex. La empresa es conducida por Teddy Karagozian quién contó a BAE Negocios: “Los accionistas somos los tres hermanos, que además ocupamos cargos de dirección y ya trabaja en la empresa la tercera generación. La dirijo yo, mis hermanos son directores, trabajan mis hijos y mi sobrina. Tommy es director y gerente de operaciones, Lucas es director comercial de medias Ciudadela y Melina es la responsable del diseño de medias Ciudadela. Mi madre es el alma matter de la familia y los otros sobrinos son menores, pero estamos pensando en la incorporación. Todos están invitados a sumarse, tenemos claro que es una empresa familiar dirigida profesionalmente, para entrar hay que tener conocimientos específicos sobre lo que se va a hacer. La ventaja es la rápida adaptación al medio”.

Para celebrar su día, varios responsables de empresas familiares dieron testimonio y la palabra que más utilizaron para definir lo que significa formar parte de una compañía de este tipo es “trascendencia”.

El impacto en las empresas de las nuevas medidas del gobierno

El gabinete económico presentó una serie de medidas con el objeto de recaudar dólares y fortalecer las reservas del BCRA.

Fuente: Hector Cosentino & Asociados ~ Esto confirma la debilidad de las reservas, la cual se agrava ya que los bancos en dos oportunidades en el último mes le pidieron al BCRA la devolución de encajes por casi 300 millones de dólares, debido al retiro de depósitos de los ahorristas
Resumiendo, es altamente probable que las medidas fracasen, y el BCRA, recurra a una primera devaluación del tipo de cambio oficial con el objeto de llegar a diciembre. NO VA A ALCANZAR

Y las Empresas?

Ya deben estar calculando desde el punto de vista financiero, que el gobierno, tras la inocuidad de estas medidas, deberá hacer un movimiento más agresivo, por lo tanto, deberán preservas sus cuentas en dólares.

Y desde ya no endeudarse en dólares, ya que la inestabilidad que anticipa la crisis, puede hacer volar el tipo de cambio.
En el aspecto comercial, y considerando que según dijo el ministro de salud de la provincia de Buenos Aires, es muy probable que no haya temporada de verano, debido a que se prolongará la cuarentena Si esto se llegara a cumplir, llegó la hora de vender la temporada de verano AL COSTO.

En cuanto a la temporada del próximo otoño-invierno, deberán analizar profundamente, ya que no habrá margen de error, y la empresa que fracase tres temporadas seguidas, quedará fuera del mercado

Dr Héctor Cosentino Ex CEO de Mazalosa
hcosentino@cosentino-asociados.com.ar

Asesor de Empresas Especialista en Mercados inestables
CP (UBA) Diploma (IEEC UCLP)
MBA Dir. Estratégica de Empresas (DEUSTO España)
MBA Dir. De MKT Estratégico (SUNY USA)

Webinar Gratuito: herramientas de previsibilidad financiera

En el contexto que tenemos hoy, con empresas que en su mayoría se encuentran con deudas crecientes, y no precisamente con ingresos, estas herramientas son fundamentales para autofinanciarse.

A Que apuntan estas herramientas financieras

A juntar un ahorro o tener una previsibilidad ante un hecho inesperado.

Que significa que una empresa tenga contingencias

Me refiero a situaciones inesperadas, y en ese marco y para solucionar un faltante de flujo de fondos surgen estas herramientas financieras.

Que evitaría eso, para que juntar un ahorro o realizar una previsión

Evita eso pedir un préstamo a tasas crecientes que en este momento nos ofrece el mercado, y ante una imprevisibilidad, por ejemplo fallecimiento de uno de los socios, evitaría modificar el patrimonio de la sociedad.

Dr. Gerardo Oscar Lemmi

Contador Público Graduado UADE

Especialista en Economía y Finanzas Graduado-CPCECABA

Julio Kim. El importador coreano que crece con marcas de ropa argentinas

Fuente: La Nación ~ Julio Kim llegó al país en los 90, con tan solo doce años, y hoy maneja un holding que factura $5000 millones anuales y es el dueño de las marcas de ropa Naíma y Calandra

A simple vista, lanzar una marca de ropa en medio de la crisis económica más profunda de la historia y con todos los shopping centers cerrados no parece la mejor idea. Pero Julio Kim, un empresario coreano que llegó al país con su papás en los ’90, tiene muy presente lo que pasó en diciembre de 2001. En medio del caos y con menos de veinte años, se hizo cargo de la pequeña firma de comercio exterior en la que trabajaba y la empresa se convirtió en el puntapié para su actual holding que reúne inversiones en la importación de telas, marcas de moda, real estate y e-commerce y suma una facturación superior a los $5000 millones anuales, aplicando lo que el propio Kim define como la «receta coreana» para hacer negocios.

«Estamos convencidos de que hoy es el mejor momento para una marca como ÜCollective que viene a cambiar el sistema de la moda en la Argentina. Creo que la idea de presentar dos colecciones al año ya quedó definitivamente atrás y queremos imponer en el país el modelo de mini lanzamientos constantes, lo que afuera se conoce como drops. La propuesta es un poco seguir lo que están haciendo marcas como Supreme en Nueva York que ofrece todos los jueves algo nuevo y la gente hace cola para comprar», se entusiasma Kim con su nueva marca de indumentaria unisex, que debutó en cuarentena con una propuesta de venta 100% digital pero que ya prepara para cuando llegue la nueva normalidad su incursión en el mundo físico. «El proyecto es seguir con la venta online, pero sumar un concept store, seguramente en Palermo, que funcione no como un punto de venta tradicional, sino como un lugar de encuentro y una propuesta más amplia con un café y restaurante», asegura.

El optimismo a prueba de todo, Kim lo lleva incorporado en la sangre. Sus padres se radicaron en Buenos Aires en 1992, después de la quiebra de la empresa familiar de fideos que tenían en Seúl. «Nos vinimos después de haber hecho un curso de idiomas de un par de meses que mucho no nos sirvió. El curso que habíamos hecho era de español de España y cuando llegamos no le entendíamos ni una palabra a los porteños. Mi papá eligió la Argentina porque después de que quebrara la empresa familiar quería empezar de cero en otro lugar y en ese momento el gobierno de Menem ofrecía facilidades para los coreanos que se querían radicar acá. Lo único que pedían era un depósito de US$35.000 que tenía que dejar inmovilizado en el Banco Central por seis meses para demostrar que eras solvente. El problema era que esa era toda la plata que tenía la familia y cuando llegamos nos fuimos a vivir un garage de Yapeyú y Venezuela, en el barrio de Almagro, que le consiguió un contacto de la iglesia a mi papá. Realmente fue muy duro», explica el empresario en un porteño perfecto.

A los pocos meses de vivir en Buenos Aires, al papá de Julio -el nombre que adoptó Kim cuando se vino a la Argentina, en una costumbre que comparten todos los inmigrantes coreanos y chinos- le salió una oportunidad para alquilar un local y poner un negocio en la localidad de Tristán Suárez, partido de Ezeiza. «Comenzamos con ropa, que comprábamos en la calle Avellaneda y después revendíamos en Tristán Suárez, porque era lo más fácil. Acá había una colectividad coreana muy grande, de cerca de 100.000 personas (hoy quedan apenas 20.000) y la mayoría se dedicaba al rubro textil. Pero mi papá tenía claro que no quería volver a tener una fábrica y le interesaba más el comercio», explica Kim.

En los ’90 combinó la escuela con el trabajo en la tienda, pero cuando terminó la secundaria en vez de seguir el mandato familiar decidió independizarse y entrar a trabajar en una pequeña firma de comercio llamada QS International y que se dedicaba básicamente a la importación de telas y otros productos para los empresarios coreanos radicados en Buenos Aires.

«Entré en 1999 como cadete y siempre recuerdo que mi primera tarea era servirle el café y llevarle LA NACION y Clarín al dueño. Después empecé a hacer de todo y cuando llegó la crisis de 2001, el dueño se cansó del país y me ofreció dejarme la empresa antes que cerrarla. Fue un momento muy difícil, porque lo único que teníamos era deudas con los proveedores y el dólar se había disparado, pero logramos sacar adelante la empresa aplicando el modelo coreano de hacer negocios. Cuando empecé a trabajar acá descubrí que todo funciona con la idea de ‘más o menos’. Tenés una reunión y la otra parte llega una hora tarde, pero te dice ‘es más o menos lo mismo’. Te entregan un cheque sin fondos, pero te dice ‘es lo que hay, después te lo levanto’. O un proveedor te promete que te va a entregar el día 17 y la mercadería te llega el 19. Esas ideas de que es todo más o menos lo mismo o ‘es lo que hay’ en Corea no existen. Y yo intento replicar esa cultura acá. Negociamos duro y discutimos todo, pero cuando llegamos a un acuerdo, se cumple estrictamente», explica.

Integración vertical

De entrada, QS se consolidó como un broker que se encargaba de facilitar el envío e ingreso de mercadería china y del otros destinos del Sudeste asiático a la Argentina, pero al poco tiempo Kim se dió cuenta que el negocio pasaba por empezar a importar en forma directa. Rápidamente, QS se convirtió en uno de los proveedores de telas de la Argentina, trabajando no solo con los talleres coreanos de Flores, sino también con la nueva ola de emprendedores bolivianos que a partir de los 2000 fueron copando el rubro textil y de indumentaria. El paso siguiente fue avanzar con la integración vertical e ingresar al rubro de la confección con sus propias marcas. Pero a diferencia de la mayoría de los empresarios de la colectividad coreana en vez de apostar al mercado masivo de la ropa que tiene como epicentro a la calle Avellaneda, en Floresta, decidió apuntar un poco más alto en la pirámide socio-económica.

Con razón, los consumidores locales se quejan del precio de la indumentaria en la Argentina. Los que hasta marzo de este año podían viajar al exterior encontraban que más allá del precio circunstancial del dólar, había un presupuesto que no variaba: siempre la ropa era más barata afuera que acá.

Kim reconoce el problema de competitividad que tiene la industria textil en el país pero a la vez está convencido del potencial que ofrece el negocio. «La Argentina sigue siendo un país barato para la confección. Hay mano de obra y también hay mucha creatividad. La ropa es cara no por un tema del negocio, sino por que tenemos muchísima presión impositiva. En la economía argentina está todo hecho para que los pagan impuestos paguen de más. El 30% mantiene al otro 70%», se queja.

De compras

El debut en el rubro indumentaria llegó hace tres años, cuando por un conocido surgió la oportunidad para sumarse como socio de Calaflor SA, la sociedad dueña de la marca Calandra fundada por la exmodelo Teresa Calandra y en la que también participaba el empresario Jorge Neuss. «Entré comprando el 50% de la sociedad y después me quedé con el 100%. La relación era buena pero no nos poníamos de acuerdo en cosas más operativas. Mis socios querían poner un CEO y yo estoy convencidos que en este negocio no hay margen para tener una gran estructura, hay que involucrarse a manejar todo», explica.

Poco después de quedarse con Calandra sumó su segunda marca: Naíma. La sociedad había sido creada por Naíma Bennani, que a su vez estaba vinculada con los Camargo Corrêa, una de las familias más ricas de Brasil y dueña, entre otras empresas, de las famosas Havaianas.

«Todas las producciones son un 90% nacionales, con telas y algunos insumos importados, pero con la creatividad y la confección argentinas. Estamos convencidos que hay un lugar para la moda argentina, que es un negocio completamente diferente al de la calle Avellaneda u Once. Acá estamos vendiendo un concepto y una experiencia y los tiempos que se manejan son otros: hay que darles tiempo a las marcas para que se vayan consolidando», explica Kim.

Entre Naíma y Calandra hoy suman ocho tiendas exclusivas en los principales shoppings porteños (Paseo Alcorta, Patio Bullrich, Alto Palermo, Unicenter) pero sus planes hoy pasan en gran parte por el mundo digital. Al lanzamiento ya concretado de ÜCollective, se sumó otro proyecto de marketplace propio, bautizado con el nombre de ÜMarket.

«Cuando comenzó la pandemia, todos en el mundo textil estaban a la búsqueda de friselina para hacer barbijos. Como nosotros teníamos empezamos a fabricar y a comercializar en forma directa. Los resultados fueron buenos y surgió la idea tener nuestro propio marketplace. Sabemos que somos chicos, pero creemos que hay una oportunidad para hacer algo que compita con Mercado Libre pero a una escala completamente diferente, como sucede en EE,UU. donde frente a Amazon hay opciones como Taobao o eBay»

Hoy ÜMarket está dando sus primeros pasos. La inversión inicial ascendió a $15 millones para desarrollar siete categorías de productos (indumentaria, accesorios, alimentos, snacks, artículos de decoración, librería y juguetes), aunque el proyecto contempla el desembolso de $200 millones para la puesta en marcha de un centro de distribución en el barrio de Flores.

En forma paralela, el grupo también avanza con su división de real estate, llamada QS Developers. «Hoy estamos con tres proyectos en Flores y Palermo, apuntando a unidades pequeña de dos y tres ambientes que son las que tienen mayor demanda», explica Kim, que adelante sus planes para crecer en el real estate.

Schale: «Van a estar todos los dólares necesarios para la producción»

A.S.: Van todos los que sean necesarios para la producción. Las medidas apuntan a garantizar el normal funcionamiento del aparato productivo que en muchos sectores está alcanzando los niveles previos a la pandemia y los proyectos de inversión que se están llevando a cabo.

P.: ¿En qué sectores están llegando inversiones?

A.S.: En maquinaria agrícola, línea blanca, textil, calzado, insumos para la construcción y eslabones de la cadena metalmecánica. Son inversiones muy importantes. Lo que estamos notando son ampliaciones en capacidad de producción, hay empresas que están observando un despliegue del mercado interno muy importante.

P.: Se instaló la idea de que las nuevas regulaciones en el mercado de cambios pueden empujar al default a las empresas. ¿Es así?

A.S.: Es al revés. Este es el método que les da previsibilidad a los argentinos. Incluso a las empresas para poder cumplir con sus obligaciones. Están las condiciones para que las 18 empresas afectadas por esta medida puedan restructurar sus deudas.

P.: ¿Puede haber un salto inflacionario con la suba del dólar blue?

A.S.: No. Hay un gabinete económico que tiene dos características claras, estar ordenados y ser pragmáticos. De enero a agosto, la inflación de Argentina fue del 18%, esos son los datos reales. Cualquiera del “dream team” que nos precedió hubiera matado por tener una inflación de estas características. Cuando se fueron dejaron una inflación del 54%.

P.: El Gobierno afirma que el principal problema de la economía Argentina es la restricción externa. ¿Cómo se resuelve?

A.S.: Tenemos una economía enferma donde el esfuerzo del trabajo de todos los argentinos se reserva en una moneda que no emitimos. Eso genera una serie de problemas macroeconómicos que se solucionan con la lógica del crecimiento. Potenciando nuestras plataformas exportadoras con todo el valor agregado argentino. Articulando los recursos naturales transformados por nuestra industria y potenciando el mercado interno. No hay tensión entre mercado externo e interno. El mercado interno es esencial para lograr los niveles de productividad que necesitamos para exportar.

P.: ¿En qué sectores hay más espacio para agregar valor?

A.S.: En un muchísimos. Por ejemplo, en el agroindustrial. Argentina tiene que dejar de ser un país que exporte alimento de animales para ser un país exportador de alimentos para personas. De esta manera se multiplican por seis nuestras exportaciones agroalimentarias. Es como ponerle 6 pisos a la pampa húmeda.

P.: ¿Van a retomar la política de reintegros y retenciones diferenciales?

A.S.: Estamos trabajando para corregir esas asimetrías que dejó el Gobierno anterior y dan malas señales en términos de agregación de valor. Para generar los mejores sistemas de incentivos y una plataforma exportadora de valor agregado.

P.: ¿Hay coincidencia con lo que plantea el Consejo Agroindustrial?

A.S.: Sí, absolutamente. Va en la línea de lo que venimos planteando.

Elsa Serrano, la identidad de una mujer con más de cuatro décadas de trabajo en el mundo de la moda

Fuente: Infobae ~ Elsa Serrano, de 73 años, murió anoche durante un incendio en su departamento de Maipú al 900, en el barrio de Retiro. La diseñadora de moda vivía sola y se encontraba en el inmueble cuando ocurrió el desperfecto técnico que provocó la tragedia.

En 2018, la modista había brindado una entrevista a Teleshow, en la que repasó su carrera y habló de su vínculo con Zulemita Menem, los secretos de los vestidos de boda de Susana Giménez y Claudia Villafañe, sus viajes por el mundo como modista oficial del menemismo y la crítica situación que la llevó a cerrar su empresa y reinventarse hasta sus últimos días.

Aquí, la entrevista completa.

“Decidí no fabricar más. Lo que ven acá es lo último que tengo para vender y recibo a las clientas con turno cuando me llaman para algo puntual. Pero le di de baja la empresa, me hice monotributista, porque si algo tuve en mi vida es que hice todo legal siempre. Cuando teníamos la maison yo defendía mucho a los trabajadores, a las modistas que venían en horas extras, a la gente de la oficina. Siempre le decía a mi ex marido: ‘Hay que aumentarles’. Y él me respondía: ‘Vos sos Evita’”, contaba entre risas.

Elsa Serrano dijo “basta”. Ella, que vistió a las personalidades más célebres de la Argentina (de Mirtha Legrand a Susana Giménez, de Amalia Lacroze de Fortabat a Norma Aleandro). La misma que viajó por el mundo como modista oficial de dos primeras damas, María Lorenza Barreneche, la esposa de Raúl Alfonsín, y Zulemita Menem. La mujer que, con sus creaciones, trazó un concepto estético de lo que el imaginario colectivo recuerda como los años ’90 en la Argentina. La que tuvo una impactante maison donde recibía a sus clientas famosas y entró en quiebra durante la crisis de 2001.

Alejada de aquellos momentos de brillo y alta exposición, dijo “basta”. Entonces su nombre, siempre asociado a una colección, al glamour noventoso y la noche, a tailleurs o a vestidos de novia volvió a ser eso: la identidad de una mujer con más de cuatro décadas de trabajo.

“Primero estuvo Gino (Bogani). Yo empecé en el 75 y (Roberto) Giordano en el 73. Era una época en la que no éramos tantos en este mundo. Por supuesto que había boutiques, pero no éramos muchos. Ahora hay muchos, son tantos que ni yo los conozco”, señaló la diseñadora, que llegó a la Argentina con toda su familia desde Italia cuando tenía 9 años.

«Vengo de Calabria. En la intendencia de mi pueblo me quieren mucho, justamente me llamaron la semana pasada porque me dieron un premio. Siempre dicen ‘los dos más importantes del mundo son Gianni Versace y Elsa Serrano’. Nosotros no somos del mismo pueblo pero sí de Calabria», aclaró.

-¿Con su familia vino a la Argentina en barco? -Lógico, ¡21 días en barco! Somos una familia numerosa, con 11 hijos. Uno de ellos quedó allá y los otros diez vinimos para acá. Mi padre era agricultor. Así que vinimos a vivir a una casa muy linda acá en Buenos Aires. Mi padre, que ya había estado acá, la había comprado. En la calle Maure, una de esas casas con vitraux, con habitaciones una atrás de la otra, muy muy linda. Fui a la escuela del Estado, al Liceo 9. Iba caminando como diez cuadras todos los días.

-¿Y qué pasa cuando termina el colegio? -Yo quería seguir odontología, nada que ver con nada. Pero no fue para mí. Así que me caso, a los 19 años y tengo una hija divina. Siempre me encantó la moda y como mi primer marido viajaba mucho, para que yo no me aburriera compramos un local en Belgrano y abro mi primera boutique. Traíamos toda ropa importada. Después de 10 años de matrimonio me separo y conozco a Serrano, un textil que me vendía tela. Nos casamos en el 75. Cuando volvemos de luna de miel le dije: “¿No me dejás ir al taller para ver cómo lo hacen?”. Y fui. Justamente tenía en ese momento un género increíblemente lindo para mí, a lunares Entonces lo usé para hacer un vestido. Él en ese momento él vendía muchísimo al interior y llamó a los vendedores para que lo vieran. Y los vendedores dijeron “no, señora Serrano, esto es un vestido para mucama”. Usaban esa palabra que es horrible. Pero lo llevamos igual. Se llamaba 1015 el artículo. ¡Lo llevaron todos los vendedores y fue un éxito rotundo! Tenía cuello blanco con una camelia colorada. Creo que con el gusto sigo teniendo ese ojo.

La alianza entre el empresario textil y la diseñadora rindió sus frutos. El suceso fue tal que, de un pequeño lugar pasaron, con los años, a tener un espacio enorme en el Barrio Norte porteño, en la calle Mansilla.

«Nos mudamos a un lugar en la calle Salguero hasta que llegamos al monstruo de Mansilla. Era un emblema, era único. ¡Lo tiró el Banco Nación abajo! Pero no importa, de las cosas feas no me gusta acordarme. Ahí estuvimos veintipico de años», recordó emocionada, mientras algunas lágrimas caen de sus ojos.

Los años ochenta fueron el comienzo del gran imperio de Elsa Serrano, que además de diseñar ropa pret a porter pensada para las mujeres argentinas, comenzó a expandirse. Tanto que llegó a vestir a estrellas internacionales que pasaban por Buenos Aires.

«A Joan Collins yo le hacía los tailleurs, también usaba los enteritos míos que ahora les dicen monos. También vestí a Gina Lollobrigida, Sofía Loren, Catherine Deneuve, Maya Plisetskaya», completó.

Poco después la modista comenzó a ser convocada para un rol muy especial: vestir a la esposa de Raúl Alfonsín y a las mujeres de varios funcionarios de su gobierno.

«Cuando lo eligen yo estaba en Italia. Me llama mi hermana y me dice: ‘Elsa, tenés que volver’. Le digo: ‘No, ahora vamos hasta Londres. ¿Por qué?’. ‘Porque viene la señora de Alfonsín, de Borrás, de Trócoli, todas'». Y le digo: ‘¿Quiénes son?’. Yo jamás me había interesado por esas cosas. Ahí me dice: ‘¡La señora del nuevo presidente’. Entonces escucha mi marido y dice: ‘Mañana sacamos pasajes y volvemos’. Fue así que vestí a toda la familia Alfonsín y a las otras mujeres, los quiero mucho», recordó.

Aquellos primeros años tras el regreso a la democracia resultaron una explosión en la vida de la creadora. Entre otras cosas, diseñó el vestido que Norma Aleandro usó en la entrega de los premios Oscar cuando ganó la película argentina La historia oficial.

«¡Se lo hice por teléfono! Con su simpleza me dijo: ‘Tana, me nominaron. Haceme lo que quieras, Tana’. Y se lo mandé con el marido porque ella estaba filmando afuera. Aquel famoso escote en esa época dio mucho que hablar. Yo lo hago de toda la vida: atar un elástico a la pierna para que el escote quede así, un truquito que no saben muchos», agregó.

Después llegarían dos bodas muy recordadas: en 1988 la de Susana Giménez con Huberto Roviralta y, un año después, la de Claudia Villafañe y Diego Maradona.

«Yo a Susana la vestí doce años para la tele y para su vida. Y también a la mamá y a la hija. Para mí Roviralta era un señor.Yo iba mucho al canal. Un día me dice ‘me caso’. Esto sería el 20 de noviembre y yo me tenía que ir a Europa a buscar unas telas para unas árabes. Le hice el vestido y ella vino después y se lo probó para ponerle el cierre. La enagua era de encaje francés. Ese vestido creo que lo copió el país», apuntó orgullosa.

Un año después, llegaría la recordada boda de Maradona en el Luna Park.

-¿Cómo fue la convocatoria para trabajar en la ropa del casamiento de Maradona y Claudia? -Un día me vino a ver (Guillermo) Coppola y me dijo que se casaban. Después me llama Claudia y me dice: ‘Elsa, acá me vino a ver Valentino, todos. Se enteraron y quieren hacerlo. Pero Diego quiere que lo hagamos con vos’. Yo le dije: ‘Claudia, te doy un consejo. Decile a Diego que es muy feo a mitad de la noche cambiarse’. En un momento se pensó que iba a usar un vestido mío y después uno italiano. A mí esas cosas de nuevo rico no me gustan, me gusta algo simple. Y a los 10 minutos ¡me llama Diego! Me dice: ‘Lo que vos digas’.

Elsa Serrano terminó vistiendo a las dos familias. «Entonces me fui a Nápoles, les tomé las medidas. Porque no era solamente la ropa de Claudia, nosotros en esa época teníamos ropa de hombres. Le hicimos la ropa a Diego, a los padrinos, a la mamá, a las hermanas, a la suegra, todos. Diego es un loco pero es un divino, una persona divina», afirmó.

Los años ’90 la encontrarían a Elsa Serrano en la cumbre. Por eso, cuando fue convocada para trabajar junto a Zulemita Menem, quien desde la separación de sus padres ofició de primera dama, de inmediato aceptó el desafío.

«Ahí Zulema y el presidente me dicen: ‘Por favor, vos la tenés que acompañar, Zulemita es muy joven’. Y así se vio el cambio, ella tenía un jopo, otro estilo. Creo que todo el mundo opinó que fue un éxito todo lo que llevaba puesto durante aquellos viajes. Hemos ido a todos los palacios. Cuando me dicen cosas sobre el sacrificio que fue, yo digo que gané mucho en cultura. Realmente jamás hubiera soñado que podía dormir en el Kremlin», relató.

-¿Durmió en el Kremlin? ¿Cómo fue eso? -Sí, cuatro noches dormimos en el Kremlin. Porque muchos de los reyes o presidentes invitaban. Dormíamos en los palacios. En Oslo, en España. Fue culturalmente increíble. También estuvimos viviendo en el lugar de los emperadores en Japón. ¡Ahí saqué millones de fotos y no salió ninguna! (ríe).

-¿Le falló la cámara? -No, no. Creo que tendrían filtros o algún sistema para que no salgan. Increíbles los emperadores, tan simples. Siempre me gustó la realeza y todas estas cosas, por eso mis vestidos a veces son todos armados.

-¿Terminaron las cosas mal con Zulemita? ¿Se pelearon por dinero? -No, no, mi amor. La persona que tenía que pagar los gastos de ceremonial nunca los pagó. Pero no eran ni Menem ni Zulemita, ellos no tenían nada que ver. Era un ministro. Y yo tenía al contador yendo y viniendo.

-¿Ni siquiera se distanciaron personalmente por este tema? -No, no. Una sola vez, creo, que tuve que ir a aclarar algo pero con ella. Las dos vimos que era mentira lo que decían los diarios, no me acuerdo bien qué era. Además, todo está dicho, cuatro años después me llamó para que le hiciera el vestido de novia. Y ahora, me llamó hace dos semanas o tres Zulemita. Me dice: «Ay, Elsi, necesito una enagüita de satén pero de los tuyos, no esos que caen y son una simple enagua». Le dije:»Zulemita, no tengo raso negro italiano y no estoy haciendo nada porque tengo una sola modista que viene cuando yo la necesito por algo puntual».

Los tiempos de esplendor y viajes por el mundo se terminaron en 2001, cuando la empresa de Elsa Serrano quebró. Poco después, la mujer a la que los medios de la época llamaron «la modista del poder» se divorció de su segundo marido.

«Económicamente para mí fue horrible todo lo que pasé, pero ya está. Me decretaron la quiebra por un préstamo del Banco Nación para pagar lo de los empleados, las cargas sociales, que era mucha plata, era el 1 a 1. Pedí un préstamo, me lo dieron pero me hicieron una hipoteca sin saberlo ni Zulemita, ni Menem ni nada. Y después, como venía el país, no se pudo levantar. En el 2001 me decretaron la quiebra», explicó.

-¿Hizo un cálculo de cuánto dinero perdió? -Mucho, mucho (hace silencio largo). La propiedad de Mansilla era enorme. Yo tuve ahí un terciario, el Instituto Elsa Serrano. Enseñábamos alta costura con dos idiomas: el italiano y el inglés. Todo funcionaba en Mansilla. Mansilla era un monstruo de lo lindo y lo increíble que era. Salón gris, salón rosa, taller, oficina, salón de corte con mesa de 30 metros. Pero acá destruyen todo. Porque, yo digo que no me lo hubieran dado, pero lo podrían haber hecho como algo para el Estado de moda, con exposiciones permanentes, como hicieron la Usina del Arte. Se podría cuidar el patrimonio, pero acá destruyen todo realmente, es una pena.

Hoy con tres hijas y seis nietos, Elsa Serrano dice que pese a todo aquello que sufrió ama a la Argentina.

-¿Le gusta Mauricio Macri como presidente? -Yo a Macri lo conozco mucho, íbamos a muchas fiestas juntos. Sobre todo cuando estaba con la (Isabel) Menditeguy, en los 90. Y a Franco también. Ahora me dicen todos: «¿Por qué no le mandás un telegrama?» Y yo no. A (Juliana) Awada la conozco también, venía a mi taller, era chiquita, tendría 14 años. Los Awada son una familia deliciosa, los conozco a todos.

-¿Vestiría a la primera dama? -Sí, me encantaría. Pero ella tiene otro look quizás, y quizá tiene su gente que la vistió siempre. A lo mejor le da no sé qué pedirme.

-¿Le gustaría pensar en algún diseño para ella? -¡Sí! Y ojalá vuelvan a ganar. Yo no voto pero digo que ojalá vuelvan a ganar. Pero no sé. Realmente estamos pasando momentos muy difíciles. Yo nunca vi tanta gente durmiendo en la calle. Nunca vi tantos paros tampoco.

-¿Extraña algo de los ’90? ¿Cómo los ve hoy? -No, nada. Esos años me quitaron mucho de la vivencia de mis hijas. Yo trabajaba mucho, me quedaba hasta cualquier hora, o sin dormir o viajaba. Pensándolo ahora digo: «Cuántas cosas me perdí de mis hijas o de mi primer nieto». Después yo me conformo. Yo soy canceriana así que todo lo veo positivo.

Fabricaban guantes de arquero y la pandemia los obligó a transformarse para no cerrar

Fuente: La Nación ~ A los 14 aprendió a coser sin ayuda. Se pasaba horas en la fábrica de textiles de su papá y su tío donde hacían guantes de vestir y ropa de cuero. Con los retazos de tela que sobraban, él creaba carteras, polleras y sus propias prendas. De más grande, realizó un curso de corte y diseño de alta costura con famosos diseñadores.

Hoy Jorge Monastirsky tiene 66 años, y luego de haber trabajado en muchas industrias, es el dueño de la fábrica Reusch en Argentina, una marca de ropa deportiva y de ski que se destaca por sus guantes de fútbol. Su padre creó el primer par de la fábrica junto a Amadeo Carrizo y, fue desde ese entonces que la familia estuvo vinculada al mundo del deporte.

En 1986 viajó a Alemania y logró traer la licencia de la compañía para poder comercializarla en el país. Desde ese entonces venden guantes de arquero, uniformes para equipos de fútbol y ropa deportiva. Por mes llegaron a vender alrededor de 7000 pares de guantes, además de las exportaciones a China y Pakistán, mercados en donde demandaban más productos de las líneas deportivas.

Frente a la pandemia de Covid-19 su fábrica, como muchas otras, dejó de funcionar. La empresa tuvo 30 días de inactividad. «Todo lo que es fútbol quedó paralizado, fuimos cerrando las producciones que ya estaban en marcha», dijo. Al poco tiempo de arrancar el aislamiento, decidió poner todas sus máquinas a disposición para crear barbijos, camisolines y otros insumos para vender a terceros.

Empezaron a producir barbijos descartables y siguieron con otros de neoprene y telas lavables. También confeccionaron tapabocas troquelados y después crearon diseños «con branquias», diseñados para que los clientes puedan respirar bien mientras hacen deporte. «No colmamos la capacidad productiva de la empresa, pero salvamos un poco los gastos y los sueldos de los que trabajan», aseguró

«Tener la tecnología para hacer guantes te permite crear barbijos y seguir poniendo en marcha la fábrica para seguir produciendo», dijo y agregó que la creatividad del equipo y la posibilidad de reconversión los ayudó a salir adelante. Sus empleados sabían cómo confeccionar las nuevas prendas y, sobre todo, manejar las máquinas sin problemas.

Durante la cuarentena, ante la falta de partidos, reuniones y entrenamientos, también lanzaron un kit de entrenamiento de fútbol: un dispositivo con bandas elásticas que permite entrenar y hacer una serie de ejercicios de forma individual.

Cómo salir adelante

Monastirsky aseguró que la clave es la «honestidad y la familia» y relató que siempre trabajó rodeado de sus seres queridos. Al principio con su padre, después con su hermano y ahora con su hija, quién, para él, aporta «creatividad y sangre joven» a los proyectos.

«Creo que hay muchas empresas que no tuvieron la posibilidad de reinventarse y están en problemas y muchas que lo hicieron, lograron salir adelante», dijo. Para él, el cambio de actividad los mantuvo bien mental y físicamente.

Además, aseguró que la confianza que se generó en la empresa, tanto entre los clientes y proveedores como en el personal, ayudó a que se pueda seguir trabajando bajo este contexto de crisis. Desde el primer día aplicaron un fuerte protocolo de seguridad, separaron las distintas áreas de la fábrica, coordinaron para que los trabajadores no utilicen el transporte público y llevaron un control diario de los síntomas de cada uno. «Hicimos un trabajo de logística que no hubiese sido posible sin la voluntad de todos», dijo.

«Tuvimos épocas malas, pero salimos adelante. Siempre pudimos timonear en las tormentas», aseguró. Para él, la Argentina es un país cíclico donde hay épocas buenas y malas, pero un país con grandes oportunidades. «Hay que ponerse en marcha y tener un contexto familiar que te apoye», finalizó.

Enrique Lew: «Argentina tiene todo para ser uno de los países de mayor crecimiento»

Fuente: Fortuna ~ El empresario textil analizó la situación actual y dio su opinión sobre los cambios que deberían hacerse para crecer económicamente.

Enrique Lew es un empresario textil y autor de «Pleno Empleo». En su libro, analiza el rol de los emprendedores en el crecimiento económico del mundo moderno y las diferencias entre los países desarrollados y los países «en desarrollo».

En ese sentido, Fortunaweb, dialogó con el empresario para conocer más acerca de su opinión sobre la situación actual de la Argentina, en general, y del sector textil, en particular.

Fortuna: ¿Cuál es la actualidad de las PyMes en Argentina?

Lew: La situación ya era muy difícil, pre Covid, por las complejas y abrumantes exigencias de los entes estatales, provinciales y municipales; pocas Pymes pueden tener contadores e ingenieros full time; según datos del Ministerio de Trabajo de la Nación, en los 6 años últimos, la cantidad de empresas, en su mayoría Pymes, estuvo estancada en 600.000  al que hay que restarle 18.000 que cesaron entre marzo y abril últimos.

Hoy se conoce el resultado de la disposición gubernamental disponiendo el cese de actividades de los emprendimientos  ¨ no esenciales¨, a partir del 20 de marzo; esto afectó especialmente a las Pymes, muchas de las cuales, dejaron de operar. 

No se conocen nuevos datos, se supone que la cantidad afectada debe ser mayor a la de los 2 meses mencionados.

A ello se suma la legislación laboral de espíritu antiempresarial, de la Ley de Contrato de Trabajo y las anexas en sus cláusulas indemnisatorias que penalizan fuertemente el trabajo mal o no registrado y que al permitir reclamos por 2 años, da lugar a los abogados laboralistas a patrocinar demandas millonarias y la actuación de las Mafias de los Juicios Laborales a las que pocas Pymes suelen superar.

La excepción a esto último se da en la industria de la construcción con el ¨Fondo de Cese Laboral¨ con el cuál, los empleadores depositan el 12 % del salario mensualmente el primer año y después el 8 %, lo acumulado cubre al trabajador cuando pierde el empleo.

Con esta modalidad se protege a los trabajadores en las dos economías latinoamericanas de mejor desempeño económico pre Covid, Brasil (hoy la 7ª economía del mundo) y Perú.

Recientemente el ex ministro y candidato presidencial Roberto Lavagna, presentó ¨ Pilares de un Programa de Crecimiento¨ donde propone que el actual ¨Fondo de Cese Laboral¨ sea ampliado a todos los nuevos empleos para que el 50 % actualmente desempleado pueda acceder al empleo.

Si antes de la Pandemia el país hubiese contado con esta modalidad de protección, la pobreza no hubiera aumentado, pocas personas necesitarían de los comedores populares, la economía de la nación estaría en mejor posición para una rápida recuperación pos Covid, y las Pymes habrían resultado menos afectadas. 

Fortuna: ¿Qué hace falta para que el país pase de ser un país en vias de desarrollo a ser un país desarrollado?

Lew: Los premios Nobel de Economía Robert Lucas Jr.(1995) y Sir Artur Lewis (1979), se preguntaban ´¿ Qué deben hacer los Gobiernos para que sus países sean desarrollados ? ¨

Hoy, gracias al histórico cambio en Puerto Rico, se conoce la respuesta a tan importante pregunta.

Puerto Rico tenía más de 40 % de pobres, 35 % asistidos por planes sociales, gran cantidad de emigrados y constante disminución de la Población Económicamente Activa.

El Congreso de los EUA, interesado en ayudar a la isla, nombró una Junta mediante el PROMESA Act de 2016 para que estudie los motivos que la hacen diferente de los prósperos estados continentales, y que trabaje con el Gobierno de Puerto Rico para sacarlos de la crisis por la que atraviesan.

La junta con el resultado de su investigación se dirigió al Gobernador y al Congreso de la isla haciéndoles  conocer que para crecer debían fundamentalmente ¨cambiar su legislación laboral que contraría al empleo y los emprendimientos,  flexibilizándola  mediante la protección de los trabajadores con el seguro de desempleo como en los estados continentales¨.

Entonces, el 26 de enero de 2017 Puerto Rico legisló la ¨Ley de Transformación y Flexibilidad Laboral¨ donde los trabajadores son protegidos mediante el seguro de desempleo, ¨para restaurar el crecimiento económico, recuperar la estabilidad fiscal y darle prosperidad al pueblo¨.

Esta nueva legislación, a pesar que rige solo para los nuevos empleos, ya disminuyó el desempleo del 16.4% al 8.3% en el 2019.

Las leyes a las que se refería la Junta son como nuestra Ley de Contrato de Trabajo y sus anexas,  que se replican en todos los Países Menos Desarrollados, que al atacar a los emprendedores y al empleo, constituyen la más importante causa de su falta de crecimiento y del aumento de la pobreza.

Lo mencionado coincide con el resultado de mi investigación que dio lugar al libro Pleno Empleo.

Fortuna: ¿Cómo cree que se puede generar más empleo en Argentina?

Lew: Los emprendedores con su laboriosidad, iniciativas y espíritu innovador son el factor más importante en la creación de empleo y constituyen la base fundamental del desarrollo económico de las naciones..

Al mismo tiempo que muchas personas no trabajan, hay mucho para hacer, viviendas, instalaciones de agua potable, cloacas, autopistas, escuelas, clínicas, cárceles, etc.; para lo cuál faltan los emprendedores.

Con sólo cambiar las leyes que los atacan, miles, decenas de miles o cientos de miles de emprendedores, con el afán de ganar y prosperar, crearán cientos de miles de nuevos emprendimientos, generarán nuevas inversiones  locales y del exterior y millones de nuevos empleos.

Fortuna: La pandemia afectó la vida cotidiana de las personas ¿Cómo cree que afectará al sector económico de cara al futuro?

Lew: Si cambiamos, pasada la pandemia, nuestra economía crecerá fuertemente. El pleno empleo ayudará a superar todos los problemas.

Argentina tiene todas las condiciones para ser uno de los países de mayor crecimiento y desarrollo del mundo, como lo fué hace 100 años, cuando se empezó a conocer lo que hoy se denomina ¨desarrollo económico¨; nuestro país era uno de los primeros, junto a los EUA e Inglaterra.

Fortuna: ¿Cómo ve al sector textil en Argentina? ¿Qué necesita para seguir creciendo?

Lew: Solo necesita que se genere un ambiente favorable a los emprendimientos, cambiando las actuales leyes laborales en sus cláusulas indemnisatorias por el exitoso seguro de desempleo que funciona en todos los países desarrollados.

No hace falta promoción alguna, con el cambio propuesto, se generará el crecimiento de las actuales empresas y miles de nuevas con un fuerte aumento del número de trabajadores con mejores salarios. 

Trabajo en el sector 73 años (desde los 15 años) y sigo creyendo que es una industria muy importante, más hoy con ayuda de la informática, sistemas, electrónica, computación y automación, que la hacen apasionantemente exigente; muy diferente a la textil de hace no más de 50 años atrás.

En 1966 con mis dos hermanos dirigí una empresa con casi 1300 colaboradores, hoy mi empresa cuenta con 190 trabajadores; si nuestras leyes laborales no atacaran a los emprendedores, dado mi carácter emprendedor, seguramente estaría trabajando con muchísimos más colaboradores y nuestro país tendría pleno empleo, mejores salarios y mayor desarrollo. 

Fortuna: ¿Qué opinión tiene sobre la Ley de Talles que obligar a las textiles a diversificar su producción? ¿Es posible cumplir con la misma dada la situación del país?

Lew: Es un tema muy complejo. Nosotros fabricamos tejidos, por eso creo que esto es algo que afecta a los que están en la industria de confección de ropa.

Fortuna: ¿Cuáles son los proyectos de su empresa en el futuro cercano?

Lew: En la actual situación, considerando superada la Pandemia, algún desarrollo para nuevos productos, pero sin aumento de la dotación de personal y solo la necesaria renovación de equipamiento.

Con cambio como lo propuesto, tenemos cantidad de proyectos de expansión, crecimiento, con incorporación de más personal y fuertes inversiones.