Entrevista a Julieta Loustau, Economista jefe de la Fundación Pro Tejer

Fuente: Diario Norte ~ “La velocidad y algunos indicadores refieren a una crisis fulminante de la industria nacional”

La velocidad con la que se dio y algunos indicadores refieren a una crisis fulminante de la industria nacional, sólo comparable en las últimas dos décadas con la de 2002. Es que los números son elocuentes y reflejan un sector en caída libre que por lo menos no revertirá su tendencia en este 2019: la actividad textil mostró en diciembre pasado una caída del 36,3% respecto del mismo mes de 2017.

De esta forma la industria acumuló el año pasado una merma consecutiva de casi el 16%, mientras que en 2017 fue del 12,5 por ciento. En tanto, la utilización de capacidad instalada, que es el porcentaje de la fábrica que se utiliza, fue de un 32 por ciento en diciembre de 2018, el mes más bajo en los últimos 17 años. “Son números de una crisis fulminante”, asegura Julieta Loustau, de la Fundación Pro Tejer.

Julieta Loustau, del departamento de Economía de la Fundación Pro Tejer, junto al ministro de Industria de la provincia del Chaco, Gustavo Ferrer, durante su paso por la Redacción de NORTE.

La experta en Economía estuvo en la Redacción de NORTE tras disertar sobre el “Diagnóstico de la cadena textil y de indumentaria en la Argentina” en uno de los seminarios de la propuesta provincial Chaco Tex. Junto al ministro de Industria del Chaco, Gustavo Ferrer, la profesional abordó la crisis del sector, los motivos de esta caída y las propuestas para salir de esta coyuntura que encuentra en la caída del consumo y en cuestiones macroeconómicas los factores determinantes para este presente desalentador.

¿Qué vino a mostrar al Chaco?
“Mostramos los datos del sector, el panorama y la coyuntura negativa por la que atraviesa la industria en general del país y no solamente la textil y de confección de prendas de vestir. En estos últimos tres años tuvo una gran caída en su nivel de actividad, con bajo uso de capacidad instalada y la consecuente pérdida de empleo que hoy tienen las principales empresas del sector”.

La actividad de un sector se mide por números. ¿Cuáles son las estadísticas que como Fundación manejan a partir de 2015 con la falta de competitividad del sector?

“Cuando hablamos de competitividad, nosotros decimos que en parte es un mito. Porque hay muchísimas cuestiones que no son específicas del empresario en sí, sino que son otras como impositivas, burocráticas, de infraestructura que quizás hay que avanzar para mejorar la competitividad de las empresas. Pero la industria perdió desde 2015 hasta el tercer trimestre de 2018 -último dato que hay- casi 30 por ciento de su nivel de actividad, tanto en la prenda de vestir como en la industria textil en sí.

Esto seguramente impacta negativamente en la provincia del Chaco, con su cultivo emblema el algodón y el gigante textil como Santana que produce el tercio del denim del paísà

“Se está dando la repercusión a nivel de todas las economías regionales que impacta en el empleo por la importancia que tiene la industria textil en las provincias del país. Para Chaco, como para el resto de las provincias, la crisis del sector textil es grave”.

En 2017 usted planteaba un panorama diferente al asegurar que existía un gran futuro para la industria textil. ¿Cambió esa situación o cómo observan esta coyuntura desde la Fundación?

“Siempre creemos que va a haber un gran futuro para la industria textil. Pero la realidad es que las políticas macroeconómicas de los últimos años generan condiciones muy difíciles para cualquier actividad productiva. Estamos produciendo con tasas de interés altísimas por lo que es imposible financiar capital de trabajo, descontar cheques, con ajustes a nivel de tarifas energéticas que impactan en los costos de las empresas y en el poder adquisitivo de la gente por el cual se reduce cada vez más la demanda de los bienes que estamos comercializando, como son las prendas de vestir o el resto delos artículos textiles. A nivel mundial la industria textil tiene un gran futuro, pero la realidad es que la coyuntura del país hace muy difícil que se puedan mantener las industrias, por lo que esperamos que en algún momento la situación cambie y nos podamos sumar a esta nueva ola de desarrollo”.

La coyuntura es complicada, con tarifas que siguen subiendo. Usted plantea un futuro promisorio para el mediano o largo plazo. En lo inmediato, esta caída, ¿se va a profundizar?

“Creemos que sí. En marzo no sabemos cuántas empresas abrieron sus puertas después de dar vacaciones casi forzadas a sus empleados en enero y febrero. Mientras no haya un escenario de recomposición del poder adquisitivo que estimule la demanda, que es lo que mueve el nivel de actividad en el sector, vemos muy difícil que las empresas puedan seguir sosteniendo un mínimo de uso de su capacidad productiva y un mínimo de gente para fabricar productos porque no hay ventas. Llevamos tres años consecutivos de fuerte caída en el nivel de actividad”.

Hay esfuerzos individuales, como el de la provincia del Chaco que pone sus esfuerzos para impulsar la recuperación algodonera y al agregado de valor. ¿Alcanza con estos esfuerzos?

“Todo esfuerzo sirve. Creemos que políticas que promuevan la integración de valor serán importantes para no terminar exportando la fibra sin ningún tipo de valor. Tenemos un diamante en bruto que hay que pulirlo para generar no sólo trabajo y producción en la provincia, sino para agregarle valor a este insumo. Pero chocamos con las políticas macroeconómicas que están afectando a cualquier tipo de actividad que hay hoy en el país que hacen que los esfuerzos individuales no den tantos frutos como deberían estar dando”.

Usted habla de competitividad como un mito. ¿Pero cómo puede competir un industrial textil local con la apertura indiscriminada de importaciones o productos sintéticos que llegan desde Asia u otros lugares del mundo?

“La idea es que tiene que haber una administración del comercio que permita que se reproduzcan las actividades a nivel nacional. Si al mismo tiempo se ponen retenciones a las exportaciones o políticas que no permiten poder recuperar parte de la rentabilidad, competimos con países que tienen salarios muy diferentes al nuestro, que subsidian a sus industrias y a la energía. Estamos compitiendo en condiciones totalmente desfavorables, por lo cual nosotros diferenciamos entre eficiencia productiva y competitividad”.

En síntesis, la alta carga impositiva, el costo de la energía, la suba de las tarifas y las cuestiones macroeconómicas, ¿están matando a la industria textil?

“Lo que en realidad está matando a la industria textil es la falta de la demanda. O sea, la caída del consumo. En un contexto anterior donde existía un consumo sostenido, todas las otras cuestiones se minimizaban porque había otro volumen de ventas. Con un menor volumen de ventas, los costos fijos comienzan a ganar mayor participación sobre la rentabilidad; por lo cual hoy por hoy terminan afectando y tienen un mayor poder de daño que en otro momento de venta más estable”.

Suponiendo que no hace futurología, ¿cómo se sale de esto? ¿Cuáles son los pedidos más recurrentes desde el sector para sortear esta coyuntura?

“Tratamos de pasar el mensaje en las diferentes instancias de diálogos con el gobierno nacional, principalmente con el Ministerio de Producción, de cuáles son las medidas necesarias para revertir la coyuntura que están atravesando las empresas. El principal punto es genera políticas que estimulen la demanda…”

¿Por ejemplo?
“Por ejemplo promover el consumo de Ahora 12, sin recargos financieros, porque la realidad es que esas tasas son imposibles de pagar. Esto estimularía hoy a la gente de menor poder adquisitivo poder llegar a realizar compras sin tener sin juntar la plata que cada día es más difícil hacerlo. Estamos hablando en un contexto donde la gente también recibió el impacto de las tarifas, la inflación fue mucho más grande en alimentos y que son cuestiones que terminan repercutiendo en que la gente compre menos ropa y productos textiles. Lo primero que planteamos es que el problema es de demanda, por lo que primero hay que estimular el consumo”.

¿Cuáles otras medidas?
“Luego, otro tipo de políticas como alguna que permita bajar la carga de los impuestos sobre la producción, incluso una mayor administración del comercio. Es decir, cualquier política de demanda tiene que ser específica para que promueva la venta de producción nacional. Si esto deriva en que la gente compre mayor cantidad de cosas importadas no estamos solucionando nada. Y generar algún tipo de política que permita administrar más eficientemente el consumo; como así también otro tipo de políticas que plantean las empresas es medidas para alivianar los costos energéticos y financiamiento al capital de trabajo a tasas razonables”.

Supongamos que el gobierno nacional los escucha e implementa estas medidas que solicitan. ¿En cuánto tiempo se daría la recuperación de la industria textil?

“No creo que sea inmediata la recuperación porque fueron tres años de fuerte destrucción. Hay jugadores que se pierden y es muy difícil que vuelvan a estar en el sector. Pero la industria textil tiene la capacidad de caerse y recuperarse rápidamente. Pasó en el 2002, cuando fue una de las primeras que cayó y luego una de las primeras en recuperarse. Por lo que cualquier impacto que mejore la demanda y reactive la actividad va a ser sumamente provechoso para la industria”.

Y comparando la crisis de 2002 con ésta, ¿es peor la actual o aquella?
“Lo que caracteriza a esta crisis actual es la velocidad que tuvo. Fue en tres años y terrible el grado en el que avanzó. Pero si comparamos la utilización de capacidad instalada, que es el porcentaje de la fábrica que se utiliza, en diciembre de 2018 dio un 32 por ciento. Quiere decir que el 68 por ciento restante de las fábricas no se utiliza y es el diciembre más bajo en los últimos 17 años. O sea, desde 2002 no hubo un indicador más bajo que este diciembre de 2018. Son números de una crisis fulminante. En 2002 las condiciones financieras eran diferentes y nos son crisis similares, pero la velocidad y algunos números dan cuenta que son crisis comparables”.

Conociendo la industria, el “Quienes Somos” de Chilicote SA

Fuente: Guía@Textil ~ CHILICOTE SA Al servicio de la industria y la ingeniería argentina junto a empresas líderes internacionales.

Fundada por el Sr. Marcos Budeisky en 1951, nuestra empresa inició sus actividades en el mercado nacional con la representación, distribución, venta y service de equipamientos industriales.

Actualmente estamos proveyendo máquinas y equipamientos especiales para la Industria textil entre otras. Ofrecemos un amplio asesoramiento profesional para el equipamiento de bombas y válvulas. Así como servicio post-venta con provisión de repuestos originales, reparaciones y mantenimiento.

Las primeras ventas de la empresa, en la post guerra, fueron destinadas a la industria textil, en aquella época para las peinadurías e hilanderías de lana peinada. A los pocos años incorporamos la representación y comercialización de maquinaria y equipo para hilanderías de fibra corta, algodón y sintéticos. Esto marco un camino que continuamos ininterrumpidamente por mas de 60 años.
Con orgullo podemos decir que los equipos por nosotros representados en todos estos años, están presentes en el 100 % de las peinadurías e hilanderías de la República Argentina.

Contacto:

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Tel: (54-11) 4342-7611/2387
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Al menos seis de cada 10 prendas que se venden en el país se fabrican en talleres clandestinos

Fuente: La Nación ~  Al menos seis de cada diez prendas que se venden en la Argentina se confeccionan en talleres ilegales lo que permite que se vendan hasta 50% más barato que las hechas en el circuito informal. Desde la Cámara de la Industria de la Indumentaria señalan que entre 50% y 55% de los costos en el shopping son impuestos, ocupación (alquiler) y tarjetas de crédito; la confección representa entre 20% y 25%. La ropa producida en negro reduce todos esos ítems.

Desde la Cámara, la gerenta Alicia Hernández explica a LA NACION que -a diferencia de las fábricas de telas- la informalidad es «muy alta» en la producción de ropa: «Las modistas de los ’60 hoy trabajan para varias unidades productivas y, además, los inmigrantes bolivianos constituyen una fuerza laboral importante y calificada.

Se desempeñan en talleres informales que después comercializan en áreas identificadas como Avellaneda y Flores en la Ciudad de Buenos Aires; en la feria de La Salada (su creador, Jorge Castillo, está preso acusado de ser el jefe de una asociación ilícita ) y en las ‘saladitas’ del interior del país».

Las «saladitas» son un formato que en los últimos años se extendió por todo el país; según relevamientos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) representan cerca de la mitad del comercio en las provincias . Hernández apunta que, en determinadas épocas, en esos mercados hay mercadería de contrabando pero que, en general, se aprovisionan de indumentaria en el circuito informal. «Los sectores de menos recursos son los que compran allí y, en determinados rubros, como la ropa deportiva, también las franjas medias», agrega.

Los fabricantes de ropa enfatizan que producir en la informalidad reduce fuertemente los costos ya que los limita a los tejidos (más económicos porque no usan puro algodón), a una mano de obra más barata y, además, usan menos diseño. «Es como si produjeran en China o en Bangladesh», grafican. La Cámara estima que la mano de obra no formal duplica a la que tiene vínculo laboral en blanco: 100.000 frente a 50.000 registrados.

Desde la Fundación Pro Tejer, su presidente, Yeal Kim, cree incluso que el 60% es un número «conservador; históricamente el porcentaje de confección en negro es muy alto y puede que con la crisis, crezca». Advierte que ese nivel de informalidad es «imposible» en la confección de telas. «En la compra de insumos los talleres clandestinos no hacen la diferencia; la clave está en la mano de obra que -si se formaliza- duplica el costo. Claramente es competencia desleal y preocupa mucho al sector», lamenta.

Más impacto que la importación

El tipo de cambio atrasado fue determinante para que entre 2016 y marzo del año pasado las importaciones de prendas se dispararan. En 2016 ingresó ropa por US$430 millones por aduana y la Cámara estima que las compras de argentinos en el exterior cuadruplicaron ese valor. «El mayor impacto en la industria lo vimos en 2017, donde fue muy complejo vender porque tanto los consumidores finales como las fábricas se habían equipado -sostiene Hernández-. El año pasado la devaluación llegó cuando el verano 2018/2019 ya estaba comprado por las empresas».

En las operaciones de importación se paga 30% de seña al hacer la operación y el restante 70% se cancela cuando el pedido se embarca en origen. Para no perder lo ya entregado, las empresas cumplieron lo pactado y la ropa entró en junio. Según la Cámara, del total de prendas que se vende en shoppings y negocios de marca, entre 10% y 15% es la media que se trae de afuera; con el dólar a $20 ese valor trepó hasta 25%.

En enero último cayó 31% interanual el valor importado de prendas, pero respecto de diciembre subió 60%. El 58% ingresó desde China .

Las principales 20 importadoras acumularon 73% del valor total ingresado (una decena sumó 57%) lo que profundiza la tendencia a la concentración ya que el promedio para ese número de compañías rondaba 52% y 36%, respectivamente. Zara y Falabella fueron las que más ingresaron, US$ 7,8 millones y US$2,6 millones, respectivamente. De todas formas, ambas trajeron menos ropa que un año atrás.

Hernández advierte que, a diferencia de las grandes marcas globales, en la Argentina no hay empresas locales que tengan plantas de producción en China, Camboya, India o Bangladesh: «Compran y traen; no producen. Argentina no tiene volumen para hacerlo; es básicamente mercado interno y algo de exportación a Latinoamérica». En 2018 las ventas afuera sumaron US$21,3 millones a valor FOB, lo que implica una baja de 34% interanual.

En lo que hace a precios de venta al público, los fabricantes locales aseguran que importar no implica grandes diferencias. La clave -dicen- es poder contar con productos o tejidos «diferentes». Hernández y Kim enfatizan que es la caída del poder adquisitivo lo que más golpea al sector; la clave para revitalizar la industria es recuperar consumo.

Para Kim es prioridad corregir la ley de domicilio de trabajo que data de los ’60 y que es un incentivo a los talleres informales. En una reunión de hace unas semanas con el ministro de Producción, Dante Sica , les dijo los industriales que el Gobierno buscará avanzar en la derogación de ese régimen de trabajo y reemplazarlo por las pautas generales de la Ley de Contrato de Trabajo y de cada convenio colectivo del rubro.

La moda de Benito Fernández llega el 9 de marzo al Hipódromo de Palermo

Fuente: Nuevacom ~ El reconocido diseñador presentará su colección Invierno 2019 el próximo sábado 9 de marzo a las 18 hs., en las escalinatas de la Tribuna Oficial.

Por segundo año consecutivo, Benito Fernández presentará en el Hipódromo de Palermo su nueva colección Invierno 2019, llamada California, con un desfile que vestirá las escalinatas de la Tribuna Oficial el sábado 9 de marzo a las 18hs.

En el marco de las mejores carreras de caballos del mes y en un predio emblemático de la Ciudad de Buenos Aires,BENITO propondrá llevar a todo su público por los diversos paisajes de California. Desde San Francisco a San Diego, la paleta de colores remite a los atardeceres de Los Angeles, las islas y los volcanes de la costa del Pacífico, con sus azules, verdes, amarillos, rosados y naranjas. Los bosques, árboles gigantes y el Gran Cañón del Colorado con verdes, marrones, rojizos y negro.

Se apreciarán siluetas clásicas, sastreras y amplias con estampas en complemento con detalle en bordados. Prendas largas con géneros llenos de movimiento, frescura y distinción.

La prenda fetiche que se incorpora nuevamente es la túnica en distintas texturas, morfologías y estampas, además de los tapados. El satén de seda natural es protagonista en varios de los vestidos que le darán movimiento y magia a una encantadora pasarela. Los escoseses serán el estampado de la temporada. Estampas y brodery con tejidos bordados se mezclan para dar lugar a prendas urbanas (maxi pollera, bomber, maxi vestidos).

Las flores, como siempre en todas sus versiones, unificaron la colección acompañados de transparencias, escotes y ruedos irregulares.

El evento tendrá su cierre  con la carrera“Arturo R. y Arturo Bullrich – Copa Benito Fernández (G2)”, en honor al reconocido diseñador, quien entregará el premio al jockey ganador.

Entrada libre y gratuita – Ingreso por Av. Del Libertador 4101

#Benito #HipodromodePalermo

La sexta edición del Hot Sale en Argentina ya tiene fecha y se esperan más de 6.000 ofertas

Fuente: IProfesional ~ La Cámara Argentina de Comercio Electrónico confirmó que la edición de e-commerce que reúne a las tiendas online se realizará del 13 al 15 de mayo

Tras celebrar la primera acción de Argentina en 2014, y consolidada como una de las campañas nacionales de venta online más importantes del país, la nueva edición del Hot Sale ya tiene fecha.

La Cámara Argentina de Comercio Electrónico (Cace) confirmó que esta estrategia de e-commerce que reúne a las principales tiendas online se lleva

Según detalla en su portal oficial, el lunes 25 de febrero se realizó el envío de la propuesta comercial de la iniciativa y se inició la etapa de contrataciones. Tras su lanzamiento y en la previa, la entidad realizará dos instancias más de webiners para capacitar a todos los interesados en participar del evento.

En su última edición, el evento alcanzó una facturación de $6.170 millones a través de más de 1,9 millones de órdenes de compra. Datos de la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE) revelan que este resultado representó un alza del 79 % con respecto a la edición 2017 en términos de facturación.

En 2018, el Hot Sale contó con la participación de más de 450 empresas y 6.000 ofertas, una cifra que se espera sea rebasada en esta nueva edición 2019.

¿Por qué hay que usar corpiños inteligentes para hacer deportes?

Fuente: La Nación ~ Fueron los olvidados de las innovaciones tecnológicas de la indumentaria deportiva por mucho tiempo. Hasta ahora. Y la razón es que varias de las marcas más reconocidas del mercado comenzaron a concientizar sobre la importancia de usar el sostén o brasier -también llamado bra- correcto al momento de hacer deporte. ¿Por qué? Así como no es lo mismo usar cualquier tipo de zapatilla para hacer running porque puede traer problemas al pisar y posteriormente dolores en las rodillas, cintura y espalda, tampoco se puede hacer deporte con cualquier tipo de top o corpiño. Simplemente porque esto puede traer problemas fisiológicos e incluso a hacer que nuestra performance deportiva disminuya.

«No todas las mujeres utilizan un bra para hacer deporte, quizás usan un corpiño normal y no tienen conciencia sobre cómo esto puede estar afectando a su cuerpo», señala María Cecilia Candia, licenciada en psicología y responsable en capacitación en Adidas Argentina. Un estudio que realizó en 2017 la Universidad de Portsmouth arrojó cifras para tener en cuenta: un 64% de las mujeres experimenta incomodidades en el busto durante la práctica de ejercicio. El 80% no sabe cuál es su talle de bra o usa uno que le queda incómodo porque es chico, es grande o se estira luego del uso. Un ajuste adecuado puede reducir el dolor producido por el movimiento del busto en un 73%.

El uso de un corpiño o top normal solo reduce el movimiento del busto en un 23%. Y, dependiendo del tamaño, los senos pueden moverse hasta 21 cm durante el ejercicio. «La glándula mamaria es unos de los órganos de mayor movilidad y con escasos elementos de sujeción. El uso incorrecto de un corpiño deportivo podría ocasionar caída prematura de la glándula, lesiones en el ligamento de Cooper que une la glándula mamaria a la dermis y los tejidos entre sí», cuenta la doctora Betina Llanes (MN 90.9089), jefa del servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Alemán.

Para Llanes es importante el uso de un sujetador adecuado para la práctica de cualquier deporte, sobre todo la talla correcta. A mayor impacto en el deporte, mayor deberá ser la sujeción en todos los planos alrededor del busto, arriba, abajo y en los laterales, para evitar el movimiento excesivo
de las mamas y provocar caída prematura de la glándula y lesiones irreversibles en los ligamentos.

Si una mujer practica running, que es un deporte de impacto, no utilizar un corpiño o bra con un buen ajuste supone dolor, lo que puede derivar en una mala posición del cuerpo. «Puede que al correr nos estemos sosteniendo los pechos y eso hace que no usemos los brazos para lo que tenemos que usarlos al correr o también pasa que nos encorvamos hacia delante para que no nos duela la espalda, todo eso trae consecuencias en nuestra performance y en el organismo», aclara Candia. Para Viviana Echevarría, manager de Running & Training en Reebok Argentina, durante mucho tiempo la consumidora se sintió insatisfecha con las propuestas de tops deportivos en el mercado.

«No se llevaba a cabo ningún tipo de avance tecnológico que incluyera estudios en profundidad por parte de la industria», añade. Según explica, los principales factores que causan incomodidades en la mujer a la hora de realizar actividad física, ya sea de alta y baja intensidad, son las partes adicionales, pesadas y abultadas como ganchos, cierres, almohadillas de espuma, capas extra de tela, varillas o tiras regulables, además
de la poca capacidad de soporte y ajuste.

Raúl Alejandro Supital, docente de biomecánica y anatomía funcional de la Fundación Barceló, explica que es indispensable elegir el talle correcto porque un talle grande se traduce en la falta de sujeción necesaria, mientras que un talle chico puede afectar la capacidad respiratoria y consecuentemente el rendimiento deportivo. «Respecto al material, hay que evitar aquellos que tienen mucha Lycra pueden traer lesiones en la piel como irritación, micosis y otros problemas dermatológicos».

Las marcas fueron desarrollando tecnologías para lograr una mayor protección y comodidad. Por lo general, los bra deportivos se clasifican en tres categorías: para deportes de bajo, medio y alto impacto. Las características suelen variar entre unos y otros, los de soporte bajo se utilizan para actividades como yoga, pilates, tai chi o caminatas; los de medio para bicicleta, rollers y los de alto para running, aerobics, crossfit y entrenamiento funcional. Lo principal a observar es la capacidad del bra de aislar y darle contención a cada pecho, la buena sujeción que da la banda inferior que se
pega al cuerpo e impide que la prenda se mueva y la presencia de tiras que puedan regularse.

Reebok desarrolló un sostén que se adapta a los distintos tipos de entrenamiento gracias a la tecnología motion sense. Se trata de un tejido de alto rendimiento compuesto por una solución gelatinosa llamada STF (fluido espesante traslúcido), que se mantiene en estado líquido mientras está estático y se solidifica a medida que avanza el movimiento hasta alcanzar el ajuste necesario. El tejido se adapta al deporte que la mujer realice; la prenda no tiene costuras y suma perforaciones en el pecho y la espalda para evaporar la transpiración.

Mientras que Adidas propone tres tipos de bra, uno de compresión ligera, acolchado y con tiras ajustables; otro de soporte medio con alto ajuste al cuerpo, tiene opción de acolchado o no y tiras fijas. Y el de alto soporte que viene con copas encapsuladas para individualizar y sostener cada uno de los pechos de manera de reducir el movimiento al máximo; en esta prenda el 80% de soporte lo hace la banda inferior, que tiene ranuras que se pegan bien al cuerpo. Las tiras reducen el rebote y tienen ganchos ajustables, también pueden cruzarse para maximizar el ajuste.

Por su parte, Nike también tiene tres modelos de bra deportivos con tecnología que protege contra el movimiento y el rebote. El de soporte liviano viene con tiras ajustables, con una malla que facilita el movimiento y se aconseja para yoga, spinning, danza o pilates. El medio cuenta con una banda inferior que lo hace más firme y confortable, ajusta y controla el rebote. Se usa para entrenamiento funcional, running, baile o spinning. Por último, el de soporte alto viene con una banda elástica, un cierre gancho y tiras regulables a la vez que sus tazas reducen el movimiento. Está indicado para entrenamientos de alta intensidad como tenis o crosfit.

La Secretaría de Turismo de la Nación lanza un Fondo para el Desarrollo Turístico

Fuente: Misiones On Line ~ La Secretaría de Turismo está llevando adelante una convocatoria para el Fondo de Desarrollo Turístico (Fondetur), el programa que impulsa y permite concretar proyectos turísticos sostenibles que favorezcan el desarrollo humano en el territorio.

La convocatoria está abierta a emprendedores vinculados con la actividad turística que podrán presentar sus proyectos en diversas fechas durante todo el año. En esta ocasión serán priorizadas las postulaciones que fortalezcan el desarrollo turístico de las localidades incluidas en el Programa Nacional Pueblos Auténticos, en el Corredor Ecoturístico del Litoral, en el Corredor Andino y en el Proyecto Patagonia.

Tendrán prioridad las propuestas que busquen potenciar el desarrollo turístico de las localidades de acceso a los Parques Nacionales o que mejoren las experiencias turísticas de los visitantes, en especial, a través de actividades vinculadas con excursiones. Además se tendrán especialmente en cuenta las postulaciones que se vinculen con los siguientes productos turísticos: Turismo gastronómico ¨CocinAR¨; Turismo del vino; Turismo rural comunitario; Turismo activo y natural.

Asimismo y considerando la importancia del rol de la mujer en el ecosistema emprendedor turístico, se tendrá especial consideración a los proyectos individuales o asociativos presentados por mujeres que potencien su empoderamiento y que les permitan integrarse de una mejor manera a la cadena de valor del turismo.

Los proyectos que se seleccionarán serán los que apunten a fomentar el desarrollo, fortalecer los servicios turísticos e incrementar la oferta, generar puestos de trabajo, igualar oportunidades y mejorar la competitividad. Y se prestará especial consideración a las postulaciones cuyos presentantes acrediten fehacientemente haber realizado cursos, capacitaciones y/o acciones sostenidas con relación a la actividad turística.

Para la implementación del programa, se destinará una partida específica total de quince millones de pesos ($15.000.000), que será distribuida entre las propuestas seleccionadas en las siguientes categorías: para proyectos de personas físicas, hasta setenta y cinco mil pesos ($75.000); en el caso de grupos asociativos, el monto solicitado podrá ser acumulativo hasta ciento diez mil pesos ($110.000); y para proyectos de personas jurídicas, hasta ciento cincuenta mil pesos ($150.000).

Habrá distintas fechas de inicio de las evaluaciones, se analizarán los proyectos efectivamente ingresados al organismo hasta el último día hábil anterior a la fecha dispuesta. Fechas: 18 de marzo, 15 de abril, 20 de mayo, 17 de junio, 22 de julio, 26 de agosto, 23 de septiembre, y 21 de octubre.

Se podrán presentar postulaciones para:

*   Adquisición de bienes muebles que se consumen, gastan o desaparecen con el uso y son necesarios para la producción y realización del proyecto; o herramientas de trabajo y equipamiento técnico que resulten indispensables para la correcta ejecución del proyecto, que perdurará cuando este finalice.
*   Construcción y/o mejoras edilicias que pudieran ser necesarias para llevar adelante el proyecto.
*   Contratación de bienes y/o servicios de terceros indispensables para la ejecución del proyecto. En el caso de honorarios profesionales deberán ser acordes a los postulados del proyecto.

Para más información: <http://www.yvera.gob.ar/fondetur/> https://www.yvera.tur.ar/fondetur/  fondo@turismo.gob.ar<mailto:fondo@turismo.gob.ar>

Quién es el japonés que viene a enseñar diseño a la Argentina

Fuente: Clarín ~ Shingo Sato es el creador de una técnica que revolucionó la manera de diseñar ropa. Moda solidaria y sustentable.Shingo Sato revolucionó el mundo del diseño, el patronaje y la confección.” Así, sin vueltas, la Asociación Moda Sostenible Argentina define al maestro japonés que esta semana brindará un workshop en Buenos Aires, en la Fundación para la Ciencia, Educación y Cultura, similar al que ofrece en las mejores escuelas del mundo, como Parsons the New School for Design, Central Saint Martins, Marangoni, Bunka Fashion College o Paris College of Art.

Las técnicas de Reconstrucción Transformacional (TR), Moulage Creativo y Origami son algunas de las que enseñará. Están basadas en la construcción de figuras geométricas, volúmenes 3D y esculturas sobre la prenda, a partir de pliegues y pinzas en lugares impensados, que desdibujan las líneas de costura, “escapan al molde” y ensamblan las piezas de manera diferente, fáciles de aprender. De hecho, sus modelos de patronaje, confección y estilismo serán compartidos con cooperativas que trabajan con recicladores, mujeres presas y en situación de vulnerabilidad y talleres textiles, como Media Pila, Yo no Fui, El Ceibo, CM Cooperativa de trabajo o Los Pitufos, para que capaciten a sus trabajadores, con entradas donadas por las empresas que quieran colaborar. Una acción de Responsabilidad Social Empresaria, enmarcada en los principios de Objetivos Desarrollo Sostenible (ODS) del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.

Con esta iniciativa, denominado La moda te cuida, la Asociación de Moda Sostenible creó un evento de triple impacto: ambiental (al recuperar descartes textiles y medir la huella de carbono durante evento), social (al generar oportunidades de trabajo para sectores vulnerables) y económico (comercializando los productos creados).

El workshop de Sato se realiza el 5, 6 y 7 de marzo, durante la Semana de la Moda en Buenos Aires. Cuenta con el apoyo del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.

“El workshop está especialmente dirigido a alumnos de escuela de moda, diseñadores y profesionales, pero también buscamos capacitar a los que más lo necesitan. Brindamos una Formación con Propósito Social, como la llamamos. Aprovecharemos material de descarte y educaremos a las nuevas generaciones de diseñadores en el cuidado y la regeneración de los recursos disponibles”, explica la diseñadora Alejandra Gougy, responsable de la asociación y de la organización del evento, junto a Work Experiencie Fashion de España.

¿Por qué es tan especial esta movida? En principio, porque Shingo Sato creó una técnica intuitiva única para hacer moldes, que reemplazó el empleo de complicados logaritmos. Gracias a su sistema de TR Cutting se puede llegar a una metodología de diseño que parte de la idea del patrón y no de la idea de un dibujo. Así fue como se convirtió en el patronista de los diseñadores más importantes. Otros referentes a nivel mundial son Julian Roberts, Yukiko Uscanga, Juan Prohíbido y Danilo Atardi.

Shingo Sato vive en Tokio y es poliglota.

Shingo Sato vive en Tokio y es poliglota.

Palabra de experto

Antes de su visita a la Argentina, Viva entrevistó a Shingo Sato para conocer detalles de su propuesta, que busca “hacer posible lo imposible”, como anticipa.

Sus diseños son sustentables. Contemplan el cuidado del medioambiente, al emplear menos lienzos y costuras. ¿Cree que llegará el día en que la moda contemple a la ecología?

Algunos de mis patrones están pensados para tener menos costuras y, de esta manera, diferenciarnos de los productos del retail. Apoyo el regreso de los grandes modistos y atelieres de costura a medida. En lo personal, creo que mi mayor aporte está en promover técnicas que apoyen el regreso de la confección en casa. Algunas son Zero Waste y buscan no desperdiciar tejidos.

¿Qué opinión le merece el diseño argentino? No es la primera vez que viaja al país.

La verdad es que cuando viajo, siempre estoy enseñando qué es mi pasión. No he visto marcas, pero en mis workshops los estudiantes y diseñadores demuestran mucha creatividad y pasión por el diseño y el arte.

¿Y qué piensa sobre el giro que van a darle a su técnica al realizar este workshop con talleres y cooperativas? Se va a convertir en un referente de la “moda solidaria” con esta acción de triple impacto.

Por supuesto. Yo trabajo con técnicas de patronaje creativas, que aportan diseño a las prendas y permiten obtener más beneficios en la cadena de producción y de ventas. La Asociación de Moda Sostenible Argentina tiene mucho conocimiento acerca de la utilización de los materiales correctos para lograr una fusión más que interesante.

¿Cómo surgió su pasión por el diseño?

Era un apasionado de Issey Miyake. Comencé haciéndole vestidos a mi novia.

¿Cuál es su máxima creación? ¿El diseño que mejor lo representa?

Todas las técnicas que he creado tienen una historia, una idea, una inspiración, provienen del encargo de un diseñador. Pero los que más me gustan son los diseños que surgen de un error y se convierten luego en ideas nuevas.

Por último, ¿cúal es su próximo desafío?

Mi principal desafío es lograr que mis alumnos me superen, que mi método viva por siempre en todos los alumnos de todos los países del mundo, cada uno interpretándolo a su manera.

La mosca blanca textil: pese a la crisis, le vende ropa a Japón

Fuente: La Nación ~ La Argentina apenas exporta indumentaria. En 2018, según datos de la Cámara Industrial de la Indumentaria, fueron US$ 21,3 millones valor FOB, unos 519.000 kilos. La mayoría de las operaciones son a Latinoamérica, salvo una excepción que se cuela entre la decena de las empresas que más venden afuera: Juana de Arco. Nacida en 1998 en Palermo Viejo , en la Ciudad de Buenos Aires , de la mano de la diseñadora Mariana Cortés, le vende a Japón desde hace unos 17 años y sus embarques promedian el millón de dólares al año.

Cortés arrancó en 1995 vendiendo bikinis diseñada por ella en las playas de Pinamar ; usaba materiales no convencionales por aquellos años, como el lúrex y el neoprene. «Les llamaba bikinis VIP, usaba colores plenos, volcaba los antojos que tenía -cuenta a LA NACION-. Vendía y pasaba el verano con mis amigas». Con lo que fue ahorrando, tres años después abrió su local. Dice que se «enamoró» de un sótano en la calle El Salvador y allí decidió instalarse mezclando «arte y ropa».

Arrancó con una colección de tejidos, usando colores, telas y texturas «raras». Recorría el barrio de Once. «Visitaba toda la biblioteca textil de la zona y después armaba patchwork; elegía manteles para una línea de camisas». Con el tiempo, empezó a ver que sus estampados empezaron a aparecer en otros locales de Palermo y eso la empujó a hacer sus propias estampas; ella las diseña y se producen a mano, con serigrafía. «No hay una igual a otra», explica.

Con los retazos de modal (un tejido no habitual para la ropa interior) que le quedaban diseñó lencería y, por una mezcla de casualidad y amistades, las prendas llegaron a Estados Unidos. Allí las conoció el japonés titular de HP France -un grupo dedicado a locales de moda en Japón-, viene a la Argentina a buscar nuevos diseñadores y se quedó con Juana de Arco.

«Le gustó el diseño, el hecho de que las prendas son todas diferentes; de colores, de mezclas no convencionales. Toda la colección tenía la misma impronta y él se mostró sensible al proyecto porque, en ese entonces, éramos un proyecto», define Cortés.

En 2001 empezó la exportación a Japón; las prendas empezaron a venderse en los comercios multimarcas de HP France y, más tarde, abrió dos locales propios, uno en Tokio y otro en un shopping de Kyoto. Juan Lanusse, pareja de Cortés y socio del emprendimiento, admite que cuando empezaron «privó el concepto; se fijaron mucho en eso y en el potencial porque -en se momento- estábamos lejos de los estándares de calidad del mercado más competitivo del mundo».

HP France tiene una red de 80 locales multimarcas y la presencia dependen del perfil de cada uno, no todos ofrecen lo mismo. «Empezamos a andar bien en unos y los comentarios internos en la red fue haciendo que otros nos incorporaran», dice Lanusse. Hoy Japón representa 80% de la producción de la marca, unas 60.000 prendas anuales. Además, en ese país, tiene un sistema de venta digital propio que gestiona 20% de las operaciones.

La empresa está empezando a ingresar a Estados Unidos a través de un distribuidor multimarca; lo hará con todas sus líneas (colección, homewear, yoga y lencería). «Es todavía incipiente; ya sabemos que es una apuesta largo plazo, al menos cinco años». En esa línea, menciona que la presencia en Japón también se explica porque «para ellos somos Suiza; no les trasladamos nunca nuestros ciclos económicos. Podíamos hasta perder plata, pero seguíamos. Se puede exportar diseño textil al mercado más competitivo del mundo, con márgenes lógicos».

Cortés cuenta que, con el tiempo, fue eliminando las diferencias entre lo exportado y lo que vende en el mercado interno: «Queda algo en los largos y en la tipología, pero hace unos tres años resolvimos que Juana de Arco es una, unificamos todo; ponemos el esfuerzo en el desarrollo del producto».

Enfatiza que después de vivir un tiempo en Miami y explorar las posibilidades de producir en Colombia , India y China , concluyó que «el proceso es complejo, pasa por varias instancias y sólo logramos hacerlo en la Argentina. No es una producción simple y acá la entienden. Eso me deja contenta porque es única y no lo pueden copiar».

La marca prioriza la sustentabilidad, la reutilización de los materiales y el trabajo con organizaciones sociales. Señalan que es una «búsqueda constante» y que todo ese mix seduce a los japoneses. «Es la perfección de la imperfección, lo artesanal, lo hecho a mano y con muy buena calidad», describe Lanusse.

Empresas textiles buscan mano de obra en las cárceles

Fuente: Clarín – The New York Times ~ Un taller de la empresa Carcel en un centro de detención peruano. Está siendo observado como caso de estudio sobre la ética del trabajo en cárceles. Foto: Angela Ponce para The New York Times.

En un valle exuberante rodeado por los Andes peruanos —tras dos rejas de seguridad, alambre de púas y una revisión— 13 mujeres trabajaban arduamente. Estaban tejiendo con agujas y en telar suéters de lana de alpaca, cuellos esponjosos y pantalones deportivos sedosos, destinados a ser vendidos a compradores adinerados con vidas muy alejadas de las suyas.

Todas eran reclusas en el centro penitenciario femenino en la ciudad de Cusco, purgando sentencias largas predominantemente por crímenes relacionados con drogas, así como asesinato, tráfico de personas y robo. También eran empleadas de Carcel, una marca danesa fundada en 2016 para dar empleo y, posiblemente, un futuro libre de delitos a las mujeres encarceladas.

Más de dos años después de haber iniciado el programa, tanto las fundadoras de Carcel como las autoridades de la prisión peruana dicen que el proyecto ha sido un éxito mensurable.

Perú se está volviendo algo así como un caso de estudio en el tema de la ayuda vs. la explotación. Poco más de 5.000 mujeres están hoy encarceladas ahí y más del 50 por ciento está activamente empleada fabricando productos de cuero, ropa y textiles, de acuerdo con el Instituto Nacional Penitenciario de Perú (INPE).

No obstante, últimamente han ocupado los titulares informativos algunos interrogantes sobre la ética del trabajo en prisión. Hubo reportes de musulmanes prisioneros en brutales campamentos de reclusión en China que fabrican prendas deportivas, y huelgas contra el trabajo forzado a cambio de salarios miserables en prisiones estadounidenses.

En febrero estallaron las tensiones en las redes sociales cuando Carcel presentó una nueva línea de prendas de seda producidas en cárceles de mujeres en Tailandia.

“Las empresas literalmente están anunciando que usan el trabajo de esclavos como un motivo para que compres sus productos”, escribió un usuario de Twitter, lo cual provocó un coro de indignación de cientos de personas.

Mientras más explicaciones subía Carcel acerca de sus prácticas, más furiosas se volvían las respuestas en línea.

“El trabajo en prisión es un tema muy opaco y complicado”, dijo Peter McAllister, director ejecutivo de la Iniciativa de Comercio Ético, una alianza de empresas, sindicatos de trabajadores y organizaciones no gubernamentales que respaldan los derechos de los trabajadores.

“Por un lado, definitivamente hay marcas bienintencionadas con programas de rehabilitación que realizan una buena labor en todo el mundo”, comentó. “Por el otro, hay grandes preguntas que deben hacerse acerca de si los prisioneros deberían conformar la producción principal de una marca con fines de lucro”.

La moda tiene una larga historia en las prisiones, que data del siglo XVIII. Tradicionalmente, la mayoría de los programas de manufactura en países como Estados Unidos o el Reino Unido eran operados por organismos gubernamentales para producir en masa artículos de poco valor a gran escala, como uniformes militares. Los reclusos recibían sueldos muy por debajo del salario mínimo, si es que se les pagaba.

En la década de 1990, con un número récord de personas tras las rejas en muchos países, hubo una explosión en las empresas privadas que empleaban a prisioneros para tareas tan variadas como el telemarketing, la fabricación de circuitos impresos y la producción de prendas de vestir.

En el Reino Unido, el preso empleado gana en promedio alrededor de diez libras a la semana, según un informe gubernamental de 2016. En Estados Unidos, la Oficina de Prisiones opera un programa que les paga a los reclusos aproximadamente 90 centavos la hora para producir colchones, anteojos, señalizaciones, artículos de protección corporal y otros productos para agencias de gobierno, que generaron 500 millones de dólares en ventas en 2016.

Marcas urbanas enfocadas en tendencias están vendiendo ropa hecha por presos, como Prison Blues en Estados Unidos, Stripes Clothing en los Países Bajos, y Pietà, otra marca con sede en Perú.

Pietà fue fundada en Lima en 2012 por Thomas Jacob, un francés que alguna vez trabajó para Chanel, y actualmente emplea a alrededor de 50 reclusos de algunas de las cárceles más grandes de Perú. Los prisioneros fabrican camisetas, remeras, suéters tejidos a mano, camperas y zapatillas. Hay desde carteras por 8 dólares a joyería por 120.

“Hay muchos hombres y mujeres en la cárcel que están muy alejados de la imagen que quizá se tenga de los prisioneros. Sólo quieren salir adelante, aprender un oficio, trabajar y ganar dinero”, dijo Jacob, que abrió cinco tiendas de Pietà en la capital peruana y dice que está considerando expandirse internacionalmente.

Los detenidos no sólo fabrican la ropa, dijo. A veces también contribuyen a sus diseños, lo que les otorga un escape creativo y capacitación. A menudo son modelos para las campañas publicitarias y se les paga un porcentaje del precio de venta por cada prenda que producen, proporcionando ingresos que pueden enviar a sus familiares. Tras ser liberados, pueden seguir trabajando con Pietà o buscar trabajo en otras compañías con la recomendación de Pietà.

Louise van Hauen y Veronica D’Souza, fundadoras de Carcel, se conocieron mientras vivían y trabajaban en Kenia. Van Hauen era gerente creativa en una empresa de bolsos de cuero y D’Souza dirigía una start-up que fabricaba copas menstruales.

D’Souza dijo que una visita a una prisión de mujeres en Kenia en 2014 cambió su manera de pensar. “Me quedó claro que prácticamente todas las prisioneras eran madres que estaban ahí a causa de delitos relacionados con la pobreza, ya fuera robo o prostitución. Lo mismo sucede en Perú”, dijo.

La cadena de producción de drogas en Latinoamérica requiere que la pasta de cocaína sea transportada desde las zonas de cultivo por “mulas”. Muchas mulas son mujeres y, a menudo, son personas no violentas que cometen ese delito por primera vez. De acuerdo con INPE, el 85 por ciento tiene hijos que mantener en casa.

“A menudo estas mujeres son encarceladas y después liberadas, pero tienen problemas para encontrar una manera de mantener a sus hijos, y el ciclo criminal empieza otra vez”, dijo D’Souza. “Me puse a pensar en cómo podíamos crear un nuevo modelo”.

Van Hauen dijo que quería comenzar en algún lugar que tuviera cerca materiales naturales de alta calidad. “Como uno de los exportadores de lana de alpaca más grandes del mundo, y un país donde el tejido es un pasatiempo nacional, Perú era el lugar ideal”, comentó.

Virginia Matamoros, directora del Centro Penitenciario de Mujeres de Cusco, dijo que la prisión ofrecía capacitación básica en costura, tejido, repostería y jardinería a las reclusas.

“Aceptamos a Carcel porque es una compañíía formal y organizada que trabaja con buenos salarios, lo que ha impulsado a otras empresas que operan aquí a mejorar sus salarios y horarios de trabajo”, dijo. “Es extremadamente positivo para su autoestima”, expresó.

Las reclusas que trabajan para Carcel son capacitadas hasta que desarrollan las habilidades para trabajar en turnos de cinco horas, cinco días a la semana. Ganan salarios de 650 a 1100 soles peruanos (de 180 a 329 dólares) al mes, dependiendo de su experiencia. En Perú el salario mínimo es de 930 soles al mes. “Las mujeres que trabajan para nosotros ganan lo mismo que una maestra de primaria”, dijo D’Souza.

La prisión se queda con el 10 por ciento de los salarios de las prisioneras. Las trabajadoras se quedan con un porcentaje para sus gastos diarios, como comida y jabón, y el resto va a las cuentas bancarias de sus familias. Además del salario base, las mujeres también pueden recibir bonos por la calidad de su trabajo, buen comportamiento y tiempo extra.

“Cuando llegué aquí hace ocho años, esta prisión era un lugar muy triste”, dijo Teodomira Quispe Pérez, una viuda de 51 años y madre de seis hijos, que purga una sentencia por tráfico de drogas. Ahora supervisa el control de calidad en el taller. “Anhelo salir y comprar mi propia máquina. Trabajar en este taller textil me distrae de mi encarcelamiento”, dijo, mientras doblaba remeras de alpaca bebé de 190 dólares para Net-a-Porter.

De acuerdo con Elizabeth von der Goltz, directora global de compras de Net-a-Porter, las marcas de moda con propósitos sociales cada vez son más populares. “Casi todos nuestros estilos de Carcel se vendieron globalmente en las primeras dos semanas de lanzamiento”, comentó.

Carcel ahora busca duplicar su base de personal en Perú. En el segundo centro de producción de la empresa en Tailandia —el país con la mayor cantidad de presas del mundo— se están desarrollando cuentas de comercio electrónico para algunas prisioneras y sus familiares con el fin de minimizar desvíos por parte de los carceleros o las empresas. Carcel dijo que espera operar en entre tres y cinco países más en los próximos cinco años.

Aún hay desafíos considerables. La semana pasada Carcel detuvo las ventas en Estados Unidos cuando se dio cuenta de la existencia de una ley federal que prohíbe la importación de productos hechos por reclusos. La empresa ahora está buscando una exención; señaló que EE.UU. es uno de los pocos países que no ratificó una convención de la Organización Internacional del Trabajo en 2014 sobre el trabajo forzado.