Recesión fabril: la industria textil es la de peor desempeño en 2018

Fuente: Infobae ~ Según la UIA, la producción industrial se desplomó 7,7% interanual en septiembre. La cadena textil-indumentaria tuvo una contracción del 25% y acumula una caída de 11,6% en nueve meses

La baja de septiembre fue generalizada para todos los rubros de manufacturas.

La actividad productiva industrial registró en septiembre un derrumbe del 7,7% en comparación con igual período de 2017 y acumuló en lo que va del año una baja del 1,6%, según un informe de la Unión Industrial Argentina (UIA).

Con relación a agosto anterior, la actividad manufacturera experimentó un retroceso del 3,8%, indicó la entidad fabril.

«La baja de septiembre fue generalizada para todas las ramas industriales con excepción de metales básicos y de papel que no presentó variaciones: diez de los doce rubros analizados presentaron caídas», explicó la UIA.

La cadena textil-indumentaria (-25%) presentó el peor desempeño, seguida por la industria automotriz (-20,6%), agregó la cámara empresaria.

También presentaron resultados interanuales negativos los minerales no metálicos (-12,7%) y metalmecánica (-6,6%), seguidos por la producción de sustancias y productos químicos (-3,1%) y alimentos y bebidas (-2,2%), que sin la producción de aceites la caída sería de 1,5 por ciento.
El único bloque que se creció en septiembre fue metales básicos, con un alza de 2,6%, impulsado por la expansión tanto del acero como del aluminio, aunque con menor fuerza que los meses anteriores, cuando se venía incrementando a tasas del 10% en promedio.

En el nivel acumulado hasta septiembre, «la actividad presentó heterogeneidades al interior de la industria», y entre los sectores que presentaron bajas acumuladas se destacaron los textiles (-11,6%), el rubro químico y petroquímico (-9,4%), edición e impresión (-2,3%), alimentos y bebidas (-2,1%) y metalmecánica (-2,1%).

La industria y su momento: qué esperar para 2019

Fuente: La Nación ~ Una tríada compuesta por la terrible sequía , el maltrecho mercado brasileño y la propia crisis macroeconómica interna desembocó en lo que ya se temía: la industria tuvo su mayor derrumbe desde mayo/junio de 2009, al caer 11,5% interanual en septiembre, según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) el martes último. Para los que quieren ver siempre el vaso lleno, en tanto, está la otra cara de esa noticia: los tres pilares en los que se asentó la mala performance industrial tendrán una moderada corrección en los próximos meses.

La realidad es que el mal momento de la industria, que viene golpeada desde hace varios años, se agudizó desde que empezó la recesión en Brasil, su principal salida exportadora. A eso se sumó la peor sequía en 50 años, que arruinó uno de los principales motores de la industria alimenticia: el agro. Pero, por si todo eso fuera poco, las dos anteriores variables se produjeron en un contexto de crisis macroeconómica, que incluyó incertidumbre, tasas de interés elevadas y caída del ingreso real.

Lorenzo Sigaut Gravina, economista jefe de la consultora Ecolatina, traza un diagnóstico de la situación. «La caída industrial se debió a un cúmulo de factores; entre los que están el desplome del mercado interno (por la pérdida del poder de compra de las familias, producto de la caída del salario real y el deterioro del empleo); incertidumbre sobre la evolución de las ventas (cuánto van a caer y hasta cuándo); menor molienda de soja por caída de producción provocada por la sequía, y menor demanda de actividades conexas, como es el caso de la construcción, cuyo mal momento frena la elaboración de materiales para el sector», explica el economista.

En tanto, Gabriel Caamaño, socio gerente de la consultora Ledesma, opina que el factor Brasil es insoslayable y ratifica gran parte del diagnóstico anterior: «Lo que viene pasando este año es que la mala cosecha gruesa, afectada por la sequía, pega en la industria alimenticia, que es uno de los componentes que más pesan en el estimador mensual industrial (EMI) y a eso se le suma la volatilidad macroeconómica que afectó todo el consumo de durables y semidurables».

Ahora bien, los números fríos llevan a decir que «la industria se derrumbó», pero hay que entender que «la industria» no es una sola cosa, sino que es un conjunto heterogéneo de rubros, que en mayor o menor medida tienen sus particularidades. Así, no es lo mismo el rubro textil que el automotor, como tampoco lo es el alimenticio y el de plásticos. «Hay realidades muy distintas, porque el abanico incluye desde alimentos, bebidas, tabaco, hasta autos, plásticos y siderurgia. Claramente, hay sectores que van a andar mejor y otros a los que no les va a ir tan bien», analiza Camilo Tiscornia, economista y director de C&T Asesores Económicos.

A priori, se puede hacer una división entre dos grandes grupos: los orientados al mercado interno, que serían los más perjudicados por el contexto actual, y los que pueden exportar toda o parte de su producción, que estarían en mejores condiciones como para capear el temporal. «Los primeros van a sufrir mucho, porque el consumo no se va a recuperar rápidamente. En este lugar podemos ubicar a los textiles, que en tejidos cayeron 29% interanual en septiembre; en hilados de algodón, 19%, y en fibras sintéticas y artificiales, 57%», señala Tiscornia.

Un punto a favor de sectores como el textil es el tipo de cambio alto, que les podría dar cierta posibilidad de compensar el mal momento del consumo con la baja en la entrada de competidores importados.

En el caso del sector automotor , que es el gran responsable de este último derrumbe de la industria, se da otra lógica: las ventas internas se destruyeron, pero está abierta la ventana de la exportación, porque un tipo de cambio como el actual le viene bien. Otro tanto sucede con el acero, porque puede compensar la malaria del mercado doméstico con ventas externas. «Por eso, este rubro sube 3% en el año, y 16% si se comparan los primeros nueve meses de 2018 con igual período de 2017», precisa Tiscornia.

Ahora, ¿cómo es eso de que se está muy mal pero se puede mejorar? Según Sigaut Gravina, a partir del segundo trimestre de 2019 debería comenzar a moderarse la recesión industrial, con la materialización de una mejor cosecha gruesa, nuevos acuerdos paritarios que moderen la caída del consumo, la continua reducción de la tasa de interés, mayores exportaciones por la mejora del tipo de cambio real y un posible despegue de la economía brasileña.

Ariel Coremberg, director del Centro de Estudios de la Productividad, Innovación y Desarrollo, no es tan optimista. «Es de esperar que aun cuando se normalice por un tiempo el mercado cambiario, la incertidumbre continúe y se profundice hasta las elecciones, generando un aumento del desempleo y paralizando aún más la inversión y la producción con destino al mercado interno», analiza el economista.

Caamaño destaca que lo que habrá que monitorear será la salud de Brasil, incluso más que el nivel del tipo de cambio. «Como ese es el principal mercado de exportación de productos industriales, importa más su nivel de actividad que el tipo de cambio, porque el comercio argentino-brasileño es muy complementario y muy administrado. Por eso, hay que observar que el sector industrial brasileño esté dinámico, porque cuando eso pasa las exportaciones argentinas a ese destino tienen buen desempeño. El tipo de cambio real, en tanto, influye en otros destinos que no son tan relevantes», explica.

Al poner la lupa en los factores que impulsarán el despegue, se puede ver que una cosecha récord, que los analistas dan por descontada, influirá para una mejor performance de alimentos y bebidas, particularmente en el rubro de molienda. Pero no solo eso, ya que también beneficia a la producción de carnes, dada la mayor disponibilidad del insumo. A partir de la mejora del campo se espera una mayor inversión del sector, que se traduce en más demanda de agroquímicos y maquinaria agrícola. También cabría esperar una reactivación de la producción de pickups.

Por su parte, el desarrollo de Vaca Muerta va a traccionar la producción de aceros (principalmente, por los tubos sin costura). Asimismo, la mayor competitividad cambiaria permitirá que los productos siderúrgicos crezcan vía exportación. «La ventaja cambiaria, además, dará impulso a productos que ya están insertos en el mundo, como la carne vacuna, los derivados de granos y oleaginosas, los vinos, la maquinaria agrícola, los autos (solo en la región y dependiendo principalmente de la demanda de Brasil)», detalla Sigaut Gravina.

En todos los casos, quienes vislumbran una recuperación no creen que esta se produzca antes del segundo trimestre de 2019 y estiman que igualmente el año próximo cerrará con una caída de 1%. «En la medida en que la situación macroeconómica se estabilice, se van a ir dando ciertas mejoras en la situación, pero siempre a un ritmo lento», concluye Tiscornia.

Fita alertó sobre la “grave” situación textil

Fuente: El Economista ~ Las estadísticas oficiales muestran una caída pronunciada para la actividad industrial en septiembre. Particularmente, la cadena de valor textil mostró una contracción del 24,6% y además viene cayendo el empleo. En este contexto, continúan impulsándose medidas que atentan contra la inserción internacional, la generación de empleo y el agregado de valor en origen.

El Estimador Mensual Industrial de INDEC para el sector manufacturero arrojó una caída interanual de 11,5% durante septiembre de 2018.  En particular, la industria textil presentó las cifras más alarmantes y profundiza la trayectoria contractiva que tuvo a lo largo de todo el 2018. En el mes de septiembre registró una contracción de 24,6% interanual, siendo la caída más importante del año. De este modo, el sector se encuentra 10,5% por debajo de lo que había estado en el período enero-septiembre 2017 (año en el que a su vez había estado 10,9% por debajo del período enero-septiembre de 2016). En los números de septiembre se vuelve a ver una caída significativa para la producción de hilados de algodón (-18,7%) y una aún más pronunciada en la producción de tejidos (-29,1%).

Por otro lado, según los datos oficiales, la cadena de textil, confecciones e indumentaria (que había creado alrededor de 50.000 nuevos puestos de trabajo entre 2002 y 2015), ha reducido sus niveles de empleo en el primer trimestre de 2018 (último dato disponible): toda la cadena empleó 10.600 trabajadores menos que en el último trimestre de 2015, lo que representó una caída de 9%. Asimismo, las suspensiones en las plantas textiles son cada vez más recurrentes y prolongadas.

Las causas de este desempeño atraviesan a la industria en su conjunto. El sistemático aumento de la tasa de interés de referencia no hace más que profundizar la problemática del sector. La cadena de pagos es cada vez más extensa y las empresas enfrentan un fuerte estrés financiero que se evidencia en el creciente número de cheques rechazados. Las líneas de crédito especiales que necesita el sector para atravesar esta coyuntura son insuficientes y no tienen la expansión necesaria para que las empresas puedan acceder a ellas.

A este contexto se suman dos medidas que dificultan la inserción internacional del sector. La primera de ellas fue la reducción de los reintegros a las exportaciones, herramienta orientada a evitar la “exportación de impuestos”. Con su reducción no sólo se limita ese efecto, sino que en algunos casos se achica sensiblemente la diferencia entre el reintegro por las exportaciones de bienes con alto valor agregado respecto de eslabones previos en la cadena productiva. La segunda de las medidas implementadas en este sentido fue el establecimiento de derechos a la exportación con un tope de $3 (y en algunos casos $4) por dólar para todas las manufacturas. Estas dos medidas profundizan los incentivos negativos para la agregación de valor a nivel local, generando un daño en la diversificación de la canasta exportadora argentina.

Esta conjunción de factores sigue poniendo en jaque a la industria textil nacional lo que se traduce en cierres de plantas y concurso de acreedores de empresas con una vasta trayectoria en el país.

Toda esta situación requiere un cambio de rumbo urgente que tenga como norte el impulso a las actividades productivas, incrementando la agregación de valor y la generación de empleo de calidad. Si no se potencia el desarrollo de la industria, será difícil enfrentar este escenario internacional desfavorable y se profundizarán los problemas de corto, mediano y largo plazo.

Proyecto Seda, nuevos talleres en noviembre

Fuente: INTI Textiles ~ En el marco del Proyecto Seda se realizarán talleres sobre sericicultura los días 8, 9 y 10 de noviembre. Los talleres están dirigidos a aquellas personas que desean iniciarse en la cría de gusanos de seda o el agregado de valor de la fibra textil, con el objetivo de aplicar los conocimientos a sus emprendimientos actuales o potenciales. La agenda de capacitación inicia con la cría del gusano de seda el jueves 8 en la FAUBA, continúa en con la transformación del material y descrude el viernes 9 en INTI-Textiles, y finaliza con el blanqueo y tintes naturales sobre seda el sábado 10 también en el centro del INTI. Los interesados pueden participar de uno o más talleres.
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Grupo mexicano se queda con las marcas de ropa Grafa y Ombú

Fuente: IProfesional ~ La operación forma parte de un acuerdo global que también incluye los activos en Argentina de la textil brasileña Santista, propiedad de Camargo Correa

En el marco de una operación regional, el Grupo Siete Leguas (GSL) de México pasó a controlar las operaciones de la actual fabricante de las tradicionales marcas de indumentaria local Grafa y Ombú.

La transacción, que fue cerrada a fines de septiembre pasado, le dio al conglomerado mexicano el control sobre la empresa Santista Textil, hasta ese momento propiedad del holding brasileño Camargo Correa.

El deal incluyó las actividades de ese grupo brasileño en Argentina, donde posee una planta en Tucumán y en donde desembarcó en el 2006, tras quedarse con la fabricante de sábanas Grafa, siglas de Grandes Fábricas Argentinas, dedicada también a la producción de tejidos de algodón y de mezcla de algodón con fibras sintéticas.

Luego, en el 2006 se hizo del control de la cementera Loma Negra y en el 2008 se quedó con el control de Alpargatas Argentinas. En la actualidad, Camargo Correa solamente mantiene la propiedad de la empresa fundada por la familia Fortabat, ya que hace dos años se desprendió de la fabricante de la marca de calzados Topper y ahora transfiere sus acciones en Santista Textil al holding mexicano.

Actualmente, la empresa es considerada como una de las más importantes como productora de telas denim, flats y workwear. Abarca dos unidades como son las de Jeanswear, bajo el nombre Tavex by Santista que se dedica a la producción de denim y fltas. La otra unidad funciona bajo la marca Santista Workwear, dedicada a fabricar y comercializar indumentaria de trabajo con sus marcas Ombú, Grafa y Santista WorkSolution.

Emplea a 900 trabajadores y su fábrica se encuentra ubicada en la localidad de Aguas Blancas, dentro del municipio de Famaillá, a 25 km. de la ciudad de San Miguel de Tucumán.

Hasta que se concretó su venta, Santista Textil pertenecía a la empresa Mover Participações, marca usada por Camargo Correa en su nueva estrategia y posicionamiento, tras el caso de corrupción conocido como Lavajato en el que se se vio involucrado el holding.

En el 2006, había fusionado sus actividades con la española Tavex pero en 2015 decidió deshacer la alianza, para recuperar la marca como paso para reconcentrar su negocio en su mercado local.

En ese proceso, vendió sus activos en México a Siete Leguas que con la operación actual busca posicionarse como uno de los grandes jugadores del denim en América latina.

Pero mientras la transacción no quede cerrada de manera definitiva, las actividades de Santista Textil seguirán operando de manera normal bajo la administración y dirección actual, sin cambios en su funcionamiento.

Una vez que se concrete la compra, GSL tomará el control total de las operaciones de la compañía brasileña y tendrá presencia en todo el continente americano con actividades comerciales y de producción en Estados Unidos, México, Nicaragua, Brasil y Argentina.

En la actualidad, el holding mexicano está conformado por: Siete Leguas, AALFS Manufacturing y Tavex México. Emplea a más de 10 000 trabajadores en forma directa, 8.000 de los cuales se encuentran en México y 2000 en Nicaragua.

Su core business es la producción de jeans, telas de mezclilla y otros productos textiles para marcas y departamentos de tiendas, tales como: Levi’s, Polo Ralph Lauren, JC Penney, Target, VF, Lucky Brand, J Crew, entre otras.

Hilandera completó una millonaria inversión

Fuente: Bae ~ El Grupo TN&Platex, de la familia Karagozian, la hilandería de algodón más importante de la Argentina, realizó giros al exterior por más de $100 millones destinados a completar el pago de sus compras de maquinaria de última tecnología de nivel «Industria 4.0» para sus hilanderías y tejedurías -que comenzarán a funcionar -sobre fin de año. A pesar de la crisis por la que atraviesa la industria en general, que afecta de manera profunda al sector en particular, la empresa nacional cumplió con la inversión de u$s6 millones que había planeado realizar durante 2018, «llevando hacia adelante transformaciones necesarias para mantenerse competitiva en el largo plazo».

«Esta decisión, además, demuestra el compromiso que asumió TN&Platex con el país, la industria nacional, y el futuro del sector textil – durante más de 60 años de actividad – transitando tiempos de éxito y periodos de crisis,como los que está pasando hoy la Argentina», destacó un comunicado de prensa.

La firma de la familia Karagozian mostró «una visión optimista de los tiempos que vendrán», y justificó la ratificación del modelo de inversión a pesar de la retracción de las ventas al señalar que «sigue apostando» por la Argentina» aunque enfatizó que el país «deberá crecer con trabajo para todos los argentinos».

Aumento de costos: malestar empresario por los cambios en las reglas de juego

Fuente: Bae ~ Los empresarios alertaron que el “cambio de reglas de juego” que mostró el Gobierno con las modificaciones en el proyecto de Presupuesto que evitará que las empresas puedan ajustar sus balances por inflación profundizará la “desconfianza” entre los inversores y “golpeará” a los negocios locales por el aumento de los costos que se produjeron luego de la corrida cambiaria. Según las quejas que se replicaron dentro de la Unión Industrial Argentina ( UIA), los cambios constantes en las medidas del Ejecutivo “no respetan ni siquiera las malas medidas tomadas con anterioridad, sino que pueden ser empeoradas”, sostuvo uno de los integrantes de esa conducción.

“A las empresas de servicio no los afecta. Justamente afecta más a las industrias que tenemos procesos largos con maquinaria que no podemos amortizar y mercadería que, al subir el valor, paga ganancias aún cuando no las hubiera. Es un clavo más en el cajón”, se lamentó el dueño de TN&Platex, Teddy Karagozian, en declaraciones a BAE Negocios.

El resto de los empresarios consultados evitaron el on the record aunque coincidieron que las fábricas deben soportar un efecto inflacionario más duro que el resto de la cadena de valor nacional. Sucede que los insumos para la producción fueron comprados con un precio “barato”, que luego fueron aumentados por mayores costos y “se generó una ganancia que resulta ficticia porque la recompra de los nuevos insumos se incrementaron mucho más que las ganancias”, según explicaron fuentes del sector.

En la UIA no hubo sorpresas. Días atrás funcionarios del Gobierno les adelantaron a los industriales las modificaciones a la iniciativa que establecía primero un cálculo en base al IPIM (mayorista) del 33%, que luego pasó al IPC (minorista) del 40%, pero que con la corrida cambiaria generó un ajuste al 55%. “Ya habían avisado que no estaban dispuestos a perder los $80.000 millones que genera el ingreso”, confi aron a este diario.

Teddy Karagozian: «el Gobierno comete un error de diagnóstico económico grave»

Fuente: Ambito, Mitre, Bonelli ~ El empresario textil Teddy Karagozian sostuvo que el Gobierno comete “un error de diagnóstico grave” en materia económica.

“Los industriales pagamos los impuestos a gente que los utiliza para hacer política. Lo que tiene que hacer el Gobierno es bajar los impuestos, no subirlos. Cuando la industria no puede hacer lo suyo, que es generar empleo, todos sufren las consecuencias”, analizó.

Karagozian, titular de la firma TN Plátex, afirmó que “una de las cosas por las que Argentina anda mal es que el Presidente no escucha a la industria” y criticó que Mauricio Macri no mencionara al sector en su discurso en el cierre del 54° Coloquio de IDEA. “Ganar elecciones no significa poder administrar un país”, agregó en declaraciones a radio Mitre.

@TeddyKara

“Señor Presidente, nuevamente no menciona en su discurso a las industrias que son las que aportan el empleo mejor pago, más estable, que aportan la mayor cantidad de impuestos más distribuidos de la Argentina. Las de servicios de export pagan 60% menos de impuestos al trabajo y 14 % de ganancias”

En diálogo con Sábado Tempranísimo, el empresario amplió su cuestionamiento: “Estamos demonizando la industria y ni se la nombra en los discursos, en estos tres años se tendría que haber hecho todo lo contrario”, sentenció.

“El gobierno es el mayor deudor de la Argentina, el aumento de impuestos atenta con la reducción del déficit que tanto dicen buscar”, agregó.

Karagozian además apuntó contra Nicolás Dujovne y cuestionó su labor como Ministro de Hacienda: “No tiene entendimiento para comprender cómo funcionamos las empresas, hay un error de diagnóstico grave”.

El industrial también cuestionó el entorno de Macri: “Al Presidente lo asesoran para ganar elecciones. A esos asesores hay que sacarlos cuando se gana la elección y poner a otros para gobernar un país”.

“Es una alquimia lo que están haciendo, pelean contra los molinos de viento. El déficit lo genera el Estado, no los privados, si vos subís los impuestos cada vez va a haber menos sector privado. si eso pasa tenes que endeudarte o emitir más dinero”, cerró un molesto Karagozian.

“Fue un error subir las tasas de interés, con estas tasas no se puede producir. Hay que entender que en la Argentina la inflación es de costo, no de demanda. Pero el ministro de Economía está más acostumbrado a comprar y vender bonos que a la economía de corto plazo”, opinó el empresario textil. “Necesitamos que nos saquen la mano de encima”, concluyó.

Dante Sica finalmente recibió a gremios industriales

Fuente: Clarín ~ Los sindicalistas reclamaron acuerdos antidespidos y defender la producción nacional.

Luego del paro nacional del 25 de septiembre, el Gobierno se reunió finalmente con una pata importante del sector sindical. El ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, recibió este jueves a una delegación de dirigentes de gremios industriales. Fue luego de finalizada una protesta organizada por esos mismos sindicatos.

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El triunviro cegetista Héctor Daer fue el encargado de poner en palabras los reclamos, desglosados en ocho puntos, que le llevaron por escrito al funcionario en un dossier. Por ejemplo: «Defender la producción nacional ya que las políticas de importación abierta sin analizar conveniencias destruyen la producción local y los puestos de trabajo». También pidieron «sostener los puestos de trabajo existentes con acuerdos antidespidos». Otro punto: «Aumento de emergencia a jubilados y beneficiarios de planes y un impulso a las paritarias». También pidieron créditos blandos «para sostener la industria nacional». Pidieron que el «Gobierno desarrolle un plan de viviendas populares para paliar el déficit habitacional y generar trabajo genuino».

Ministro Dante Sica.
También fue partícipe de la comitiva la Confederación General Empresaria, que en esta área articula con la CGT. Su presidente, Marcelo Fernández y quien estuvo en la reunión, sostuvo: «Los empresarios decidimos ser parte de este reclamo porque tiene que ver con una consigna clara, la defensa de la industria nacional».

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El comunicado del Ministerio da cuenta de que Sica invitó a los gremios y empresarios «a analizar temas no solo de coyuntura sino de largo plazo con una agenda permanente». También les hizo saber que «lo más importante para el Gobierno es mantener los puestos de trabajo y generar empleo de calidad”.

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La crisis económica del sector logró lo que nadie: aglutinar gremios de todas las ramas internas del sindicalismo. Estuvieron por los Gordos, Héctor y Rodolfo Daer y por el moyanismo, Agustín Amicone (Calzado). También Walter Correa, de Curtidores y alistado en la Corriente Federal que es filo K. Y gremios sueltos como SMATA (actualmente juega con Moyano), la UOM, Ladrilleros, Textiles, Molineros y Tabaco.

Plaza Constitución, el pasado martes 25, día del paro general de la CGT.
Un dirigente sintetizó: «Quedó demostrado que a la hora del reclamo el movimiento obrero está unido y sin diferencias partidarias». Respecto a la reunión dijo: «Pese a los despidos y cierres de fábricas que hay no hubo autocrítica ni respuesta a ningún punto: Sica sólo reconoció el momento difícil actual pero defendió la política económica del Gobierno y sostuvo que sin ellas hoy la Argentina estaría peor».

Algodón: se prevé un crecimiento de la producción

Fuente: La Nación ~ Pese a los tropiezos productivos de los últimos años y de una violenta caída de la actividad y del empleo en la industria textil, el algodón esta insinuando una recuperación a través del camino de la investigación, que tiene como objetivo introducir nuevas variedades.

Por ejemplo, desde el INTA se afirma que en 2020 tendrán una nueva variedad de ciclo intermedio, con un rinde de fibra de más del 40% con volumen limitado a la consideración de los productores. Además, la institución inició contactos con grandes productores con el mismo objetivo y, también, con empresas como BASF, que acaba de adquirir a Bayer el negocio de semillas.

En la Argentina también hay interés en nuevas simientes que mejoren rendimientos, pero también plagas que han incrementado el costo del algodón en por lo menos US$47 la hectárea. En este aspecto, la Escuela de Jardinería Nº 13, a través de su Centro Biotecnológico Agroforestal, se encuentra investigando el ajuste de un protocolo para lograr un algodón resistente a la sequía a través de la utilización del gen HaHB11 cedido por el Conicet mediante un convenio firmado por la provincia del Chaco y esta institución. Además, una vez lograda esta primera etapa se iniciarán trabajos relacionados con el ajuste de un protocolo de transformación para lograr resistencia al «picudo del algodonero», la superplaga. En este aspecto, ya están evaluando distintas características de los picudos con resultado positivo.

La Escuela de Jardinería, a través de sus investigaciones, logró importantes innovaciones biotecnológicas, como en maíz y en soja transgénica resistente a estrés hídrico e inundación con el mismo gen cedido por el Conicet. Además de lograr la clonación por micropropagación in vitro de numerosas especies vegetales en plantas ornamentales, industriales y forestales. Esto alienta a suponer que los nuevos desafíos en que se están trabajando se logren en corto plazo.

El país necesita fibra para su producción textil, a pesar de los cierres de hilanderías en distintos puntos del país, entre ellos el Chaco, donde la actividad se redujo un 8% en los primeros 7 meses del año y donde se perdieron 13.000 empleos en dos años y medios. En la provincia la capacidad instalada del industria es de un 54%, según la Fundación Proteger. Los algodoneros de la región seguirán apostando este año al algodón e implantarán entre un 20 y un 30% más de superficie.

¿Cuál es la ecuación que hace que mientras la industria disminuye la producción aumente? Los productores dicen que la campaña 2017/2018 de algodón fue «buena», incluso mejor que la soja en algunos lugares.

En la campaña pasada se implantaron 324.000 hectáreas (Santiago del Estero 127.000 hectáreas, Chaco 124.000 y Santa Fe 54.000, entre las provincias de mayor producción) y en total, con las otras provincias, se obtuvieron 810.000 toneladas de algodón en bruto, según la Secretaría de Agricultura de la Nación.

La campaña algodonera actual se inició en el presente mes y con buenas perspectivas, ya que comenzaron las lluvias. Los algodoneros están decididos a hacer resurgir el algodón por los buenos precios y por un contexto internacional que ayuda por la calidad del algodón argentino. Pero habrá que realizar un trabajo coordinado para encontrar una estructura que conforme a productores, entidades y a las empresas que investigan, especialmente las argentinas, y de esa manera poder llegar a un área mínima de 600.000 hectáreas en forma permanente para resultar confiables en cuanto a las entregas del textil