Bueno y barato. Precios y consejos para comprar en el polo de indumentaria que se renovó

Fuente: La Nación ~ Es sábado a las 9.30 y una marea de gente ya se adueña de las veredas delpolo textil porteño que con más de 30 años sigue entre los más convocantes. Pero, a diferencia de sus comienzos, hoy no todo pasa sobre la avenida Avellaneda, el fenómeno se extiende a las calles aledañas, desde Nazca hasta Emilio Lamarca y en las paralelas, Aranguren, Morón y Bogotá, en los límites entre Flores y Floresta.

La muchedumbre circula con gorras y botellas de agua o gaseosas para soportar el calor. Hay desde chicas y señoras, hasta familias enteras, nutridos con mochilas, bolsos y hasta changuitos en busca de los mejores precios. A media mañana, el polo está a tope y se ven las primeras colas en algunos locales.

Tradicionalmente, el sábado es el día de mayor movimiento porque todos los negocios venden minorista. Se puede llevar desde tres prendas surtidas e incluso de a una a precios mayoristas. En cambio, durante la semana, la venta es principalmente mayorista -con un mínimo de seis prendas- y está más orientada a los dueños de tiendas o showrooms de distintas zonas de la Capital y, principalmente, del interior del país, aunque también concurre el público en general. Un dato importante es que ni la ropa ni el calzado se pueden probar, justamente porque el foco de la venta está en los mayoristas.

El polo textil de la calle Avellaneda tiene más de 30 años pero sigue vigente y con público renovado
El polo textil de la calle Avellaneda tiene más de 30 años pero sigue vigente y con público renovadoAlejandro Guyot

Priscila y Nadia Nardo son hermanas, tienen 23 y 32 años, viven en San Justo y compran en la zona con frecuencia. “Venimos principalmente por los precios y la calidad. Hay mucha diferencia con los locales de nuestra zona, que venden al doble o más. Compramos jeans, remeras, ropa interior. Si bien acá no se puede probar, ya conocemos nuestros talles y nos arreglamos, además los locales ofrecen cambio”, explican.

Coincide María Marta Sáez, de 47 años de Parque Chacabuco, que trajo a su hijo de 21 y a su sobrina de 18 de compras, en que el principal atractivo son los precios. “Vengo unas cinco veces al año. Elijo la zona por la amplia variedad, calidad y precio. Realmente existe una gran diferencia en los precios. Lo negativo es que en muchos locales tenés que llevar varias prendas y que no se pude probar la ropa. Pero vale la pena”, señala.

Un gran porcentaje de los visitantes son mujeres, se ven madres e hijas y muchos grupos de amigas, que circulan hacia la zona de Aranguren y su intersección con Argerich, Helguera, Cuenca, Campana y Concordia, donde los locales proponen moda de tendencia con un producto más cuidado.

Desde San Isidro

En los últimos tiempos se acercó un público de buen nivel socioeconómico que hoy también hace el viaje hasta el polo para recorrer los locales en busca de las últimas tendencias. El atractivo principal pasa por los precios acordes y porque se consiguen prendas modernas, variedad y opciones para todas las edades, en tiendas bien puestas y con atención personalizada.

“Mi hija me insistió durante meses de ir, todas sus compañeras de colegio fueron en los últimos dos meses y volvieron enloquecidas. Salimos a las 9 de la mañana de San Isidro y cuando abrieron los locales ya estábamos allá, con mochilas para cargar todo”, dice Laura Carranza, una mujer de zona Norte que volvió fascinada de su viaje al tradicional polo textil. Laura volvió a su casa con ocho remeras, cuatro vestidos, un par de botas y aros y collares. Su hija quiere volver antes de Navidad y renovar su guardarropas para las vacaciones.

La zona comercial de Avellaneda y Nazca fue fundada por la comunidad judía, a la que se sumó años más tarde la coreana
La zona comercial de Avellaneda y Nazca fue fundada por la comunidad judía, a la que se sumó años más tarde la coreanaAlejandro Guyot

“Mucha gente se quedó con la idea de la avenida Avellaneda antigua, donde todo era igual, pero ahora trabajan las segundas generaciones de los dueños que contratan diseñadores y hay ropa más canchera, más de moda, con mejores terminaciones y calidad. Si bien los precios son un poco más elevados en estas cuadras, hay detalles de terminación, costura, telas y diseños propios” señala Graciela Alvigini, dueña del local Paula Pas, que propone moda para señoras. Hacia Bogotá y sus intersecciones, se encuentran los locales con ropa de hombre y las galerías tipo feria, con precios rebajadísimos.

Precios convocantes

La zona comercial de Avellaneda y Nazca fue fundada por la comunidad judía, a la que se sumó años más tarde la coreana. “Después llegaron los feriantes de la comunidades boliviana, paraguaya y peruana, y muchos de La Salada que dieron lugar al boom de las galerías”, explica Yeal Kim, empresario coreano y presidente de Fundación ProTejer.

Según los datos relevados en 2019 por la Cámara de Empresarios Coreanos en la Argentina (CAEMCA), en la zona comercial de avenida Avellaneda existen unos 2.857 locales y 140 galerías (que suman 4.697 locales) y se estima que más de 20.000 personas trabajan en relación de dependencia. La venta de ropa de mujer representa el 76,2%, la de hombres, un 8,5%. El resto corresponde a indumentaria para niños, blanquería y accesorios. En cuanto al tipo de indumentaria, el 80% de la propuesta es informal.

En ropa para mujer lo fuerte está de avenida Avellaneda hacia Aranguren y las calles que la cortan
En ropa para mujer lo fuerte está de avenida Avellaneda hacia Aranguren y las calles que la cortanAlejandro Guyot

“Los bajos precios de la zona responden a que se trata de emprendimientos familiares, y la mayoría se dedica a confeccionar un tipo de prenda, el que hace jeans hace jeans, el que hace remería hace remería, producen a una escala mayor a un menor costo. Además, al no ser una marca no tienen gastos de marketing”, sostiene el presidente de Fundación Pro Tejer. En tiempos de bolsillos flacos, los precios del polo Avellaneda son realmente convenientes.

Las oportunidades para el público en general se encuentran principalmente los sábados, cuando la zona tiene actividad entre las 8 y las 16 y los negocios venden al por menor a precios mayoristas. La ventaja de ir en la semana es que hay menos cantidad de gente, aunque significa comprar varias prendas en un mismo local.

“En un shopping un jean puede valer entre $8000 y $10.000 y en la zona de Avellaneda están a $2000 o $3000. Naturalmente no es lo mismo, la calidad y la terminaciones y confección son diferentes, aunque si son de última moda. En esta zona, la calidad es media, con buena materia prima y una confección no tan sofisticada como la de una marca”, asegura Kim.

“Venimos con mi mamá y mi hermana cada mes y medio, por la variedad, los precios y la calidad. Compramos ropa para todos los días, para ir a trabajar, para entrenar. Es un poco complicado el tema de que no hay probador, pero traemos algún pantalón o remera de referencia y con eso nos arreglamos”, dice Macarena De Marco, de 28 años, de Villa Lugano.

Celina De Verda, de 39 años, de Parque Chacabuco, también compra en la zona, en general para los cambios de temporada. “Definitivamente me atraen los precios. Un aspecto positivo es la variedad y las diferentes calidades y lo negativo es la cantidad de gente que circula por las calles, que cada vez es más y entiendo que es por la situación económica general”, dice.

En ropa para mujer lo fuerte está de avenida Avellaneda hacia Aranguren y las calles que la cortan. Se pueden encontrar vestidos entre $1500 y $2200, bikinis entre $1100 y $1500, enterizas a $1300, remeras entre $600 y $1000, polleras de jean a $1500, pantalones de jean entre $1900 y $2200, shorts de jean entre $1300, $1900 o palazzos a $1500 o vestidos de fiesta desde $1500 a $4000. En zapatería, hay oportunidades en calzado informal, por ejemplo, un par de zapatillas de estilo urbano se consigue a $3600, o sandalias de cuero entre $3300 y $3600.

Si bien gran parte de la propuesta de este centro comercial está dirigida a mujeres, los hombres tienen opciones para aprovechar. “Hago compras en las zona de vez en cuando, lo positivo es el precio y lo negativo es que hay que buscar mucho y no se puede probar. En el balance, la calidad es buena con respecto al precio”, comenta Lucas Ríos, de 21 años, también de Parque Chacabuco.

En Avellaneda hacia Bogotá y las intersecciones hay ofertas de todo tipo para ellos. Se encuentran pantalones de jean entre $1500 y $2200, remeras entre $600 y $1000, buzos entre $1500 y $2500, bermudas entre $1000 y $1500, camisas manga corta entre $1500 y $1800 o mallas a $2000 y boxers a $1000 el pack de tres en la zona de galerías.

Venta online

Aunque hoy tiene gran afluencia de público, la realidad es que la pandemia significó un duro golpe para la zona, que tuvo que reinventarse. Durante gran parte del 2020, los locales realizaron sus ventas de manera online, una modalidad con la que no tenían experiencia ni desarrollo, pero que resultó el único modo de seguir en actividad y que los locales mantienen, especialmente para ventas mayoristas.

“El año pasado lo online fue una explosión y este año volvió a parámetros más normales, porque se activó la venta física. La venta digital no estaba tan desarrollada, había quedado un poco antigua y todos tuvimos que mejorarla porque era la única forma de diferenciarnos”, dice Miguel Saberian, dueño de Valker, un local de ropa para hombres de la zona.

Por otra parte, si bien la venta física se activó durante los últimos meses del año y la zona trabaja mucho, las ventas no volvieron a los niveles anteriores a la pandemia. “La zona vende un 30% menos que antes de la pandemia, básicamente por la caída del poder adquisitivo de la gente, porque este polo se dirige a un público de clase media y media baja, que son los más afectados por la crisis económica”, sostiene Yeal Kim.

El camino de la recuperación

Fuente: Ámbito ~ Durante el primer semestre del año, el 65% de las marcas realizaron nuevas aperturas, lo que arrojará un saldo positivo de casi 2.200 puntos de venta nuevos.

Como todos los años, la Asociación Argentina de Marcas y Franquicias (AAMF) realizó un relevamiento entre sus socios. Las conclusiones resaltan que ya se comenzó a registrar un rebote de la actividad. Si bien el 35% de las marcas relevadas cerró un punto de venta; casi el doble, el 65%, realizó nuevas aperturas, lo que arroja un saldo positivo de casi 2200 puntos de venta nuevos.

Por otro lado, de la mano del cambio en los hábitos de movilidad que trajo la pandemia, como el fuerte crecimiento del teletrabajo, el 45% de las cadenas realizó traslado de sucursales a nuevas ubicaciones más convenientes o gestionó la venta de fondos de comercio de franquicias a nuevos franquiciados por el equivalente al 3,8% de las franquicias o casi 1400 puntos de venta.

En cuanto al nivel de actividad o volumen de ventas, se registró un recupero del 42% en promedio, con un 66% en servicios de capacitación, 55% en textil y moda, 40% en gastronomía y sólo 25% en comercios especializados. El valor promedio de las transacciones o tickets creció un 44,7%, por debajo del 49% de inflación según el INDEC, lo cual es una muestra de la erosión que aún sufren los márgenes de ganancia de las empresas.PUBLICIDAD

Otro dato alentador es que durante el 1er semestre 2021 las cadenas de marcas encuestadas aumentaron un 6,5% sus empleos directos y esperan llegar al 8% hacia finales de 2021, lo que equivaldría a unos 15.000 puestos de trabajo si se proyecta a todo el sistema de franquicias. Aunque lejos aún de los 30.000 puestos perdidos durante 2020, en una muestra de la capacidad de creación de empleo que tiene el sistema de franquicias.

Con más de 1300 cadenas de comercios y servicios operando bajo sistema de franquicias, en la Argentina se generan casi 190 mil empleos directos. El sistema de franquicias impulsa la economía formal, capacita, genera desarrollo, empleo y profesionalización en todos los ámbitos del comercio y la economía.

Dos madres buscaban ropa para chicos y encontraron un negocio de $ 10 M

Fuente: Cronista ~ Hey! Kids es el emprendimiento de dos madres que buscando ropa interior para sus hijos, hallaron un negocio. Qué hacen y cuánto facturan.

Además de ser madres, Sofía Stuart Milne y Alejandra Marchelli tienen en común ser socias en un emprendimiento que surgió a raíz de una falta enorme en el mercado nacional: la ropa íntima para niños y niñas que tienen entre tres y 10 años.

La empresa surgió a principios del 2019, casi en simultáneo a la pandemia, con una modesta inversión inicial de $1 millón. Una de ellas había llegado recientemente del exterior y la otra había perdido su trabajo producto de la crisis.

«Ambas proveníamos del rubro textil, trabajamos para dos empresas de primera línea, pero nos destacamos en dos ramas diferentes», asegura Milne.

«Fue algo que no lo pensamos mucho, estábamos cansadas del trabajo en relación de dependencia y nos lanzamos a un mundo que conocíamos bastante bien», destaca Marchelli.

En junio de 2019, Hey Kids dio sus primeros pasos gracias a una encuesta que realizaron entre familiares, amigos y allegados para saber un poco más sobre el mercado. Los resultados fueron contundentes: el 70% no conseguía talles de ropa interior para niños o niñas.

La nueva marca salió al mercado en diciembre y el recibimiento fue mucho mejor del que esperaban las socias. Para la navidad del 2019 vendieron la producción que tenían prevista para dos meses.

«Era 24 de diciembre y todavía seguíamos tomando pedidos, fue algo que jamás imaginamos, pero era algo que buscábamos instalar», confiesa Marchelli.

Uno de sus productos más vendidos fue «Trainer», ropa íntima para niños y niñas que trae una protección para contener el pis. Sin dudas, algo innovador para el mercado que apuntó a las madres que querían hacer que sus hijos dejen los pañales.

Otra de las claves del éxito fueron sus estampados. «Nosotras diseñamos nuestras estampas, algo que le otorga originalidad constante y un producto de excelencia. Además, desde el principio quisimos acompañar a las madres con el cuidado de sus hijos», asevera Sofía Milne al recordar esas primeras ventas.

EXPANSIÓN

«Fue muy complejo comenzar a emprender en pandemia porque cuando llamábamos a los proveedores muchos no tenían stock, o colores de tela», recuerda Milne.

Pero, luego de la salida al mercado, pudieron realizar un pedido grande de telas para aumentar la oferta y comenzar el 2020 con una amplia variedad de stock. Este año esperan facturar $ 10 millones.

La ropa íntima de este emprendimiento ahora se distribuye en Córdoba, Villegas, Bahía Blanca y varios puntos más del interior del país. El 80% de las ventas se realiza por e-commerce, mientras que el resto de los productos se distribuyen vía mayorista en distintos locales.

«Luego de la primera inversión, nunca más tuvimos que poner plata de nuestros bolsillos, esto nos generó una sensación de crecimiento constante», señalaron.

POR Y PARA FAMILIAS

La familia de ambas emprendedoras participan activamente del desarrollo del producto. Maridos, amigos e hijos forman parte de todo el proceso mediante la ayuda del manejo tecnológico, económico y del modelaje de sus prendas.

«Muchas madres nos cuentan sus problemas, hasta nos usan de psicólogas para canalizar los desafíos que atraviesan a la hora de encontrar ropa interior para sus hijos, eso es un poco lo que nos define. El cliente siempre tiene la razón y en eso nos basamos para seguir creando nuevas indumentarias», sostiene Milne al explicar la esencia del emprendimiento.

La apuesta de Hey Kids está direccionadas a crear nuevas prendas para continuar innovando. «De acá a fin de año queremos incluir más ropa interior y de primera piel para que las madres tengan nuevas soluciones a la hora de comprar ropa para sus hijos», cierra Marchelli.

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En la continuidad está la fuerza: las razones de la vigencia de la Fundación Pro Tejer

Fuente: Cronista ~ A lo largo de su historia, la Fundación Pro Tejer se ha caracterizado por su capacidad de mancomunar una multitud de actores en torno a una visión estratégica clara. Por eso, cuando tuve el honor de ser designado su presidente, en el 2018, supe que debería trabajar para que quien me relevara a mí recibiera una organización tan vigente como la que había recibido yo.

Justamente, la capacidad de ésta para sostener su rumbo aun en climas económicos cambiantes, con la alternancia periódica de personas en los roles de conducción es, a mi juicio, una de las medidas de su éxito. Por fortuna, todos los presidentes anteriores sostienen su compromiso con Pro Tejer incluso después de terminados sus mandatos, aportando sus experiencias para mejorar la gestión de quien está en funciones y ayudándolo en la consecución de los objetivos.

Pero contrario a lo que se pueda creer, para ello no es necesario coincidir plenamente en todos los ejes de una problemática dada. La Fundación, por ejemplo, está conformada por más de cien socios que ocupan diferentes lugares en la cadena de valor agro-industrial textil y de confecciones: sería ingenuo no reconocer que a veces surgen diferencias. Poder conciliarlas es, precisamente, una de las principales responsabilidades que suponen los roles tanto de gestión como de adhesión. Si hemos sabido sortear desacuerdos a lo largo de nuestros dieciocho años de existencia, es porque una serie de axiomas ordenan nuestras acciones.

En primer lugar, sabemos que todo lo que hacemos debe estar al servicio del fortalecimiento del sector textil argentino. Eso implica, por un lado, profundizar la representatividad a lo largo y a lo ancho de nuestro país y, por otro, reivindicar la importancia estratégica de contar con una industria nacional fuerte, dinámica y vital.

Todo esto, a su vez, supone beneficios como, por ejemplo, la generación de empleo genuino para las personas que quieren y deben trabajar. Luego, a nivel macro, contribuimos al desarrollo de nuestra economía y al equilibrio de nuestra balanza comercial. Pero, en última instancia, todo esto sería irrelevante si no fuéramos capaces de ofrecerles productos de calidad a los consumidores finales.

Fue con esto en mente que, allá por el año 2003, los líderes de nuestro rubro decidieron unirse para definir una agenda, tratar de tener un impacto positivo sobre las perspectivas del sector textil y, por extensión, de la Argentina.

El principal mérito de esa iniciativa, sin embargo, no está en sus objetivos ulteriores -por más valiosos que fueran-, sino en el convencimiento de que la credibilidad de la Fundación Pro Tejer estaría atada a la coherencia de su visión. Cada vez que un determinado tema ha puesto en evidencia nuestras diferencias, nos hemos remitido a nuestros valores fundacionales: integrar, fortalecer y desarrollar el sector textil argentino. La confianza que hemos depositado en esta misión ha hecho que los impulsos que recibieron los diferentes eslabones de esta larga cadena de valor no fueran en perjuicio del bien común.

Aspiro a que, cuando me llegue la hora de dejar la presidencia y hacer un balance de este período, mi gestión haga honor a ese legado.

Luleå, la marca de ropa argentina que apuesta a la sustentabilidad y apoya al mundo yogui

Fuente: iProfesional ~ Emplean diseños específicos para la actividad y lograron certificarse como una empresa B. Cuál es el objetivo de la firma y qué esperan para sus clientes

«Apoyamos la práctica del Yoga porque la vivimos y amamos profundamente», es uno de las primeras frases que esgrime Leonardo Mustafá El Abed, de 35 años, con pasado en el mundo de las finanzas en Nueva York, quien fundó, junto a su mujer Luciana, la marca de ropa Luleå, donde emplean diseños específicos para la actividad y que son durables y multi-funcionales.

El objetivo de Luleå es diseñar indumentaria especializada para la práctica del Yoga y que cada prenda sea hermosa y única: “Realizamos con amor cada estampa, donde contamos historias del Universo Yogui”, explica.

Además, apoyan y fomentan el yoga buscando conectar a la comunidad de practicantes en Latinonamérica para generar cambios positivos en las personas y en el mundo.

Y apuntan, además, a ser una empresa genuinamente responsable que inspire a otras empresas latinoamericanas en la misma dirección. Esto significa ser consecuentes con su manera de pensar y sentir siendo amigables con las personas y el medioambiente.

En el proyecto, trabajan 43 personas que están vinculadas a la marca y, a la vez, se dividen en grupos de a tres para tratar distintos temas, que involucran a los clientes y a los proveedores.

Foto: Gentileza Luleå

No nos localizamos tanto en los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible, según la Organización de las Naciones Unidas -ONU-) si bien no estoy en desacuerdo, hay que hacer cambios más disruptivos, cambios más importantes que los que realiza el establishment, ya que somos activistas ambientales”, revela Mustafá El Abed, en di´álogo con Economía Sustentable.

Más y mejores políticas ambientales

En Luleå asumieron el compromiso de priorizar a las personas y el medioambiente sobre las ganancias, adoptando las mejores decisiones en cuanto a la producción, distribución y comercialización de las prendas.

“Accionamos distintas actividades para cambiar el paradigma de vida en general de las personas, y la manera de contribuir a ser sostenible el medioambiente y la sociedad es cambiar la forma en que pensamos, cambiar la cosmovisión”, argumenta.

Empresa B

Luleå se certificó como empresa B, asumiendo el compromiso de priorizar a las personas y el medioambiente, usando la fuerza del mercado para dar solución a problemas sociales y ambientales.

Foto: Gentileza Luleå

En la marca se diseñan y confecciona cada prenda bajo la consiga de las 4R: rechazar, reducir, reusar y reciclar, para así evitar el daño innecesario del planeta.

También donan un porcentaje de las ventas y ganancias a algunas reconocidas ONG’s que están orientadas a ayudar a grupos sociales vulnerables y a proteger la naturaleza de distintas comunidades. “Tres de las cuatro son ambientales”, explica Leonardo.

Y agrega: “Una de ellas da clases de yoga en barrios precarios, otra es Surf Rider, quienes cuidan de los océanos y mares, la otra es Quinta Esencia, que es una escuela regenerativa de Mar Chiquita y donde tienen una escuela hecha de adobe, y la cuarta es Kula, que significa familia elegida, y se dedica a la educación ambiental a través de las redes sociales”.

Como reflexión final, desde la marca bregan para que el Yoga se siga propagando y que, en algún momento, todos puedan perder el límite entre el mat (colchoneta sobre donde se practica el Yoga) y la propia vida. “Esto significa que puedan trasladar los beneficios de la actividad a la vida cotidiana”, agrega Leonardo.

“Desde principios de año trabajamos en el proyecto sostenibilidad 100% y es algo que es inalcanzable, porque si lográs lo que querés, se puede ir a la siguiente etapa que es la de regeneración, la cual es infinita, pero sí es importante tener esa meta para poder ser cada vez más amables con el medioambiente, el planeta y con las personas que habitan este mundo”, concluye.

Las ventas minoristas pymes subieron 8,9% anual en noviembre y un 2,8% en relación a 2019, pero cayeron 2,9% en comparación al mes pasado

Fuente: CAME ~ Las ventas minoristas pymes a precios constantes subieron 8,9% anual en noviembre, aunque cayeron 2,9% en la comparación mensual con respecto a octubre. En relación al mismo mes de 2019 crecieron 2,8%, recuperando los niveles pre-pandemia. A su vez,64,2% de las pymes relevadas cree que sus ventas aumentarán en los próximos 3 meses y el 9,6% de los empresarios planea incorporar nuevo personal.

Noviembre fue bueno para el 53,7% de los comercios consultados, un porcentaje menor que en octubre, cuando el 57% señaló haber tenido un buen mes. Se destacaron las categorías Ropa y artículos deportivos y de recreación y Jugueterías y librerías, que, a pesar de registrar bajas mensuales por la estacionalidad del mes, en la comparación anual tuvieron aumentos importantes.

Así surge del Índice de Ventas Minoristas Pymes elaborado mensualmente por CAME. Analizando las ventas a precios constantes de noviembre 2021, los resultados fueron:

Frente a octubre 2021 (variación mensual): bajaron 2,9%, con caídas en los 11 rubros relevados. Las mayores bajas se dieron en Ropa y artículos deportivos y de recreación (-9,3%), Calzado y marroquinería (-4,8%) y Perfumería y Cosmética (-4,3%). Se trata de tres rubros que suelen tener una muy buena performance en octubre, por el Día de la Madre.

Frente a noviembre de 2020 (variación anual), crecieron 8,9%, con 6 rubros en alza y 5 en baja. Las mayores subas se dieron en Jugueterías y librerías (+91%) y Ropa y artículos deportivos y de recreación (+79,4%). La mayor baja fue en Neumáticos y repuestos de autos y motos (-12,4%).

Frente a noviembre de 2019 (variación bianual), subieron 2,8%, aunque con 7 rubros en baja y 4 alza. La mayor suba fue en Ropa y artículos deportivos y de recreación (+72,0%), un rubro que cada vez tiene mayor demanda por el auge de actividades como el running o el incremento en el uso de la bicicleta.

En los 11 meses del año las ventas acumulan un alza de 12,7% frente a iguales meses de 2020, aunque se mantienen 8,5% debajo de los mismos meses de 2019.

Los resultados se obtuvieron sobre el promedio de las tasas de variaciones mensuales y anuales informadas por725 comercios del país entre el 1 y el 3 de diciembre.

Evolución de las Ventas Minoristas Pyme

(Variación interanual y nivel con estacionalidad enero 2019=100)

Alimentos y Bebidas: las ventas en noviembre tuvieron un baja de 3,2% anual y de 1,1% mensual (medidas a precios constantes). En el acumulado del año la venta de ese rubro se ubica 0,8% abajo de los mismos meses de 2020 y 4,7% por debajo de 2019. Con buenas expectativas por la venta de fin de año y preocupación por los precios, los comercios señalaron que la gente adquiere productos más económicos, aprovecha las ofertas de los grandes supermercados y acude a los centros de venta mayoristas, afectando al comercio pyme.

Electrodomésticos, artículos electrónicos, computación, celulares y accesorios: las ventas en los comercios pymes cayeron 13,2% anual y 2,8% mensual. En el acumulado del año descendieron 13,2% frente a 2020 y 17,6% frente a 2019. Varios factores afectaron la venta del mes. Por un lado, la falta de variedad de productos y stock, que posterga compras a la espera de encontrar los modelos buscados. A eso se suman las dificultades de ingresos, que incrementaron las reparaciones finas de productos, estirando la vida útil previa al recambio. Ese fenómeno ocurre incluso en productos de mayor rotación frente a daños, como notebooks o celulares. Y en tercer lugar, los problemas de financiamiento. Si bien el mercado ofrece ahora 12 o 18 cuotas, las tarjetas están mucho más estrictas a la hora de estirar los límites o permitir compras cuando hay atrasos en los pagos y rebotan los pagos.

Indumentaria, Lencería y accesorios: las ventas crecieron 8,4% anual (siempre a precios constantes) y cayeron 2,2% mensual. En el acumulado del año están 27% arriba de enero-noviembre de 2020, aunque todavía 14,4% debajo de 2019. La caída mensual se explica por factores estacionales, aunque los comercios consultados advierten que podría haber sido mayor si no fuera por algunos adelantos de las compras navideñas para sortear las subas de precios y por las ventas de indumentaria para las fiestas de noviembre y diciembre.

Ropa y artículos deportivos y de recreación: las ventas crecieron 79,4% anual a precios constantes, aunque cayeron 9,3% en la comparación mensual. En el acumulado del año están 26,9% arriba de enero-noviembre de 2020, y 8.9% por encima de 2019. Es el único rubro que se recuperó frente a 2019. La baja mensual se explica porque se compara contra el mes del Día de la Madre, que fue muy bueno para estos productos. La suba anual responde al incremento sostenido que viene dándose en estos rubros, impulsada por las mayores actividades al aire libre y deportivas de la comunidad. El regreso de los torneos deportivos, del turismo, el impulso a cambiar auto por bicicleta en muchas ciudades y el auge de las actividades de running, caminatas o senderismo contribuyen a las mejoras.

Jugueterías y artículos de librería: las ventas crecieron 91% anual a precios constantes, y cayeron 0,4% en la comparación mensual. La recuperación anual tan fuerte responde a que se compara con un año donde el ciclo lectivo estaba parado y los problemas de ingresos más la incertidumbre redujeron incluso la venta de la categoría juguetes. De todos modos, el rubro está teniendo un comportamiento atípico, ya que las estacionalidades habituales se corrieron, lo que explica los incrementos fuertes de un mes frente al mismo del año anterior o de dos años anteriores. Por eso, especialmente en las comparaciones frente a 2019, lo más representativo es comparar los acumulados del año. Efectivamente, en el acumulado del año las ventas están 37,2% arriba de enero-noviembre de 2020, mientras que frente a enero-noviembre de 2019, siguen 4, % abajo (si se toma solo la comparación bi-anual de noviembre, subió 70,9%, pero se explica por consumos no realizados en meses anteriores que se van concretando todos juntos ahora).

Evolución de las ventas minoristas pymes

Variación %

Ficha Técnica

Fecha de relevamiento: del 1 al 3 de diciembre.

Unidad de relevamiento: comercios pyme que desarrollan su actividad dentro del país y venden productos vinculados a los rubros seleccionados

Cobertura: nacional

Muestreo: panel no probabilístico.

Forma de recolección de la información: encuesta digital vía formulario virtual. Los encuestadores los envían a las empresas de su zona y/o se contactan con ellos ya sea por WhatsApp, teléfono o vía presencial.

Muestra: 725 comercios de 11 rubros en las ciudades capitales y/o principales del país. 

Unidad de medida: variaciones mensuales en la facturación.

Unidad de presentación: variación de la facturación a precios constantes.

Deflactor 2021: inflación al mes de octubre 2021 informada por INDEC, desagregada por rubros.

En la siguiente tabla se pueden ver los ponderadores e inflación utilizada por rubro para deflactar la facturación corriente