Fuente: Puntual – Hay limitaciones para la confección por problemas con la disponibilidad de tinturas y otros. Además, hay demoras en la entrega de prendas terminadas al comercio. Señalan dificultades para conseguir mano de obra.
El faltante de telas es un dolor de cabeza para fabricantes y vendedores del rubro indumentaria. Hay serias limitaciones para la confección de prendas, como consecuencia de la escasez de tinturas. Por otra parte, en el sector señalan que hay demoras importantes en la entrega de artículos terminados al comercio, y dificultades para conseguir personal.
Eduardo Acuña, propietario de Old Horse, indicó que los faltantes no son generalizados, pero que, de igual modo, producen fuertes limitaciones en la confección de las prendas.
«La situación ha mejorado un poco en este último tiempo, pero sobre 20 colores de telas, a lo mejor tenemos disponibles 6, y así se hace muy difícil producir».
En el mismo sentido, detalló que los clientes tienen que indicar las opciones de color al momento de encargar el trabajo, para facilitar las cosas.
El problema viene de varios meses atrás, pero el comercio se adaptó para seguir.
Por otro lado, precisó que el faltante de insumos los dejó afuera de algunos trabajos de escala, como una licitación para la Municipalidad, por ejemplo. «Este año, hemos dejado de hacer trabajos por falta de insumos. Por ejemplo, no nos pudimos presentar para los uniformes del ex Edecom, con lineamientos específicos de telas y colores. No cumplíamos los requisitos. Este es un trabajo grande en volumen», dijo Acuña.
«Además, seguimos con el movimiento de precios, y ya no es excusa el dólar. En lo que son las telas, que es el 90 % de nuestro producto, nosotros trabajamos en un 95 por ciento producción propia», agregó.
Ariel Zurletti, fabricante y comerciante de indumentaria, marcó que la principal preocupación tiene que ver con la mano de obra y problemas de abastecimiento en el rubro accesorios.
Faltan avíos, los insumos que lleva la prenda, como por ejemplo, cierres, botones, hebillas y otros.
«Con respecto a telas, no hay inconvenientes. El problema va a ser cuando tengamos el inicio de clases, porque ya tuvimos problema de falta de mano de obra. En la entrega de indumentaria que compramos, estamos teniendo una demora de 90 a 120 días. El problema es la mano de obra, porque hay talleres que se fueron a Chile o Brasil. El resto se quedó en Argentina, pero trabajan para ellos y venden productos terminados», indicó Zurletti.
Iván Safadi, presidente de la Cámara Mercantil de Río Cuarto (y comerciante del rubro), destacó que las limitaciones no llegan al punto de impedir la confección de indumentaria, aunque generan complicaciones.
«Hay faltante de materias primas, como las tinturas para tela, la entrega está resentida y la confección está complicada», admitió.
Para Safadi, otra de las complicaciones es que hay fuertes limitaciones para ingresar productos importados y, por otro lado, los fabricantes nacionales no dan abasto con la demanda.
«Antes se importaba mucho, pero hoy eso está restringido. Por eso las marcas buscan producir acá, y los talleres están sobrecargados. Pero no es un problema generalizado. Se buscan alternativas, a veces de menor calidad, para seguir trabajando», sostuvo Safadi.