Para todos los cuerpos: hoy es negocio vender prendas XXL


Fuente: La Capital – Mientras que durante muchos años los empresarios del sector de indumentaria no miraron este nicho, lo cierto es que hoy el mercado ha crecido en oferta y demanda. Los casos en Rosario. 

Amplitud de talles sin resignar onda es la premisa que parece guiar a los locales de ropa que trabajan el segmento “plus size” en Rosario, ofreciendo prendas para cuerpos diversos, saliéndose de los estereotipos que suelen primar en el mundo de la moda. Se trata de un negocio que tomó vuelo en Estados Unidos, país pionero en marcar precedente, con empresas dedicadas a la confección de indumentaria que va del «extra large» en adelante. En Argentina durante muchísimos años no era negocio este segmento, pero ahora las cosas son distintas y los empresarios le pusieron el ojo y la inversión.

También ayudaron a dar impulso distintas legislaciones como la Ley de Talles “27.521”, conocida como Ley “Sutini”, para que individuos con diversas corporalidades puedan elegir qué ponerse y erradicar la discriminación. Si bien es un buen empujón, algunas personas señalan que la normativa reglamentada en el año 2021 no se implementó ya que, entre otros puntos, exige un estudio antropométrico para determinar cómo son los cuerpos en Argentina y generar tablas acordes a cada tipo, con medidas estándares que sean las mismas para cada local, proceso que aún no terminó.

Exclusivo y rentable

Un caso de diseño y confección de ropa personalizada es Renata Talles Plus, local que queda ubicado en Pueyrredón 1435. En diálogo con Negocios, Lucía Simonetta, titular de la marca, destacó que ellos han crecido mucho a lo largo de los años y fueron agrandando su cartera de clientas desde sus inicios en el 2014 a la actualidad. Además de trabajar talles que parten del 5 en remeras (equivalente a XL en Estados Unidos), expresó que es una de las pocas que alcanzan a cubrir el número 12 en prendas superiores y hasta el 62 en pantalones.

“Hoy la competencia es mayor, cuando arrancamos había menos variedad y oferta, ahora hay muchas marcas que vieron la posibilidad de aprovechar un mercado que no estaba explotado. Sin embargo, hay que destacar que muchas dicen tener talles grandes y solo llegan a ofrecer un 6 en remeras, que es similar a un XXL, y son pocas las que vamos más allá y sumamos otros tamaños”, señaló Simonetta.

La emprendedora reconoció que Estados Unidos fue uno de los líderes en comenzar a innovar en prendas “plus size”, con marcas importantes que se lanzaron fabricar lencería de autor, mallas y otros modelos de ropa por fuera de un clásico remerón o vestido. En Renata, destacó que vende moda urbana pensada para todos los días, en los percheros se ven jeans, remeras, tops, pantalones y sacos.

En cuanto a negocios pioneros, también aparece el caso de la emprendedora Julieta Kleier, que luego de recibirse de biotecnóloga apostó al rubro de la indumentaria también en el 2014, junto a su marca Mueck Design, ubicada en una tienda en Jujuy 1610. Según explicó a Negocios, en ese entonces era muy difícil para ella y otras personas de talle grande encontrar vestimentas con estilo y fue lo que la impulsó a innovar en el sector, de la mano de opciones que llegan hasta el talle 60 en pantalones, lo que en su local implica un 4 XL.

“Al principio viajaba a Buenos Aires y era muy poca ropa, toda genérica, sin moldería, parecía que te tenías que conformar con una prenda que te entrara. Entonces empecé a trabajar junto a un equipo de diseñadoras, conseguí una que fabricara ropa deportiva, otra ropa de fiestas, otra urbana y así lancé mi marca. De a poco, la moda plus fue ganando terreno y se volvió una buena oportunidad comercial, así que ahora tenés proveedores que trabajan más estilos y propuestas porque hubo mayor inclusión de parte de los fabricantes, aunque eso hizo aumentar la competencia”, sostuvo la dueña de Mueck Design.

¿Es más cara la ropa ‘plus size’?

Kleier consideró que hay un gran tabú sobre que los vendedores se abusan y cobran más cara la ropa cuando es más amplia. La emprendedora comentó que esto no sucede siempre y varía de acuerdo al talle y la cantidad de tela que se use para la confección de una vestimenta. Por ejemplo, en su experiencia fabricar del XL al XXXL no conlleva un gasto superior porque se usa el mismo pedazo de tela, no así cuando se pasa a un 4 XL donde se requiere comprar otro pedazo para armar la prenda.

“Del XXXL a un 4 XL hay un salto de precio y esto se debe a que se gasta más en la materia prima porque las telas vienen de un largo estipulado. Siempre se intenta acomodar la moldería, de manera tal de optimizar para que rinda al máximo, lo que hacemos para evitar cobrarle diferente a cada cliente según el talle que usa, es prorratear esos valores, haciendo un promedio entre los costos de cada uno y pudiendo así ofrecer un valor único para todos”, indicó Kleier.

Simonetta coincidió con su par al momento de evaluar los gastos e hizo hincapié en que los altos niveles de inflación encarecieron mucho el costo de la tela y aseguró que la posibilidad de trabajar con moldería propia, cuidando la calidad del producto, también hace que su costo sea más elevado. “No es lo mismo hacer un top genérico en talle S que usar un molde especial, que se adapte a cada tipo de cuerpo, que cuide la caída de la prenda, etc. También pasa que hay quien fabrica prendas grandes y hacen sólo un cuadrado sin forma, nosotros en Renata tenemos una línea de producción propia que son camisas con moldería nuestra y que está muy competitiva en precio, salen $18 mil, con diseños exclusivos y tenemos cuotas sin interés”, señaló la emprendedora.

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