Los misterios de la camiseta de la Selección

Fuente: Página12 ~ Hay una sóla empresa de confección y dos que producen telas. Qué pasa con los parches de FIFA y por qué no hay datos de ventas de los primeros días de la nueva casaca con las tres estrellas. 

La coronación de Argentina como campeón del mundo en Qatar alimentó aún más el furor de ventas de la camiseta de la Selección, al punto de que hoy es prácticamente imposible conseguir la celeste y blanca en el país y el resto del planeta. En el primer día de ventas, el lunes último, las variantes con las estrellas que representan los tres mundiales conseguidos, sólo se comercializaron muy marginalmente en el sitio web de Adidas, la marca que viste al conjunto nacional, y hubo fuertes reclamos y quejas en redes porque pocos o casi nadie pudo acceder a comprarla. 

El misterio de por qué la camiseta, que tiene precio puesto en 23 mil pesos, no se consigue, tiene diferentes respuestas que Página I12 reconstruyó en diálogos con quienes están en la producción y el negocio de la venta. El primer dato que surge es que, según la marca, antes de que iniciara el mundial de Qatar, ya se habían vendido un 55 por ciento más de camisetas de las Selección que en el mundial de Rusia 2018. La casaca empezó a venderse en julio, y ya iniciado el torneo se habían agotado no solo en Argentina, sino en el mundo, las que tenía el nombre de Lionel Messi en la espalda. Luego, cuando empezó a rodar la pelota hasta la final con Francia, se dispararon las venta a niveles récord. 

Fuentes de la empresa Adidas dijeron a este diario que todo lo que se produzca esta semana se volcará enteramente a las ventas on line en el sitio de la empresa, y que 
durante enero y febrero la camiseta con las tres estrellas llegará a los locales físicos. Vale decir que las bordadas con tres estrellas serán solo, en esta etapa inicial, las de bastones celestes y blancas. Quizás, luego de febrero haya alternativas como la camiseta suplente, de color violeta, y las remeras blancas que los jugadores usaron para festejar en el micro descapotable. 

De todos modos, y a pesar de que la venta on line da datos en tiempo real, en la empresa no brindaron las cifras de ventas en los primeros días. Aseguran que es política global de la marca. Tampoco sobre cuánto se produjo para abastecer la demanda. Algo similar, salvando las distancias, ocurrió con las figuritas del Mundial. La empresa Panini no tuvo espalda para abastecer la sobredemanda y por esa razón eligió no dar datos de volúmenes producidos. Ergo, en los picos de la demanda, aunque haya mucho interés por el producto, no se sabe con precisión si se fabricó mucho o poco. 

¿Por qué no hay? 

La camiseta de la Selección se fabrica casi íntegramente en el país, tanto las telas como la confección. Sólo algunos detalles son importados. Según contaron fuentes del sector textil nacional, el problema de los faltantes de camisetas no tiene que ver con restricciones al acceso a dólares para importar, sino más bien porque la infraestructura no da abasto para contener semejante nivel de demanda. Un dato curioso antes de detallar el proceso de la original, es que la que sí parece tener espaldas para producir en volúmen es la fabricación de imitaciones: en el mundo textil calculan que las ventas de camisetas truchas aumentaron más de 500 por ciento con precios que arrancan en 2500 pesos y terminan en 7000 pesos las más parecidas. 

En Argentina hay una sola empresa que confecciona la camiseta original con la marca Adidas. Es una fábrica llamada RA Intertrading, que tiene una planta en Lugano, Capital Federal. Es quien tiene la licencia de fabricación, cuenta con 700 empleados en todo el país y es una de las empresas textiles más grandes. Asimismo, la marca tiene homolagadas otras dos empresas que le venden la tela hecha en Argentina: la referencia es para Amesud y Texcom. 

El problema del estallido de la demanda es que RA Intertrading tiene líneas de producción en las que no sólo hace camisetas celestes y blancas. También confecciona las casacas de clubes locales como Boca, River, Racing y Vélez, además de otros productos textiles que no tienen nada que ver con el fútbol. «En pocas palabras, no dan abasto», sintetizó una fuente textil a este diario. 

La otra pregunta válida es por qué la marca no empezó a producir antes previendo que las ventas se dispararían. Cuentan que ninguna empresa en el mundo lo hace porque no se tiene certeza de hechos deportivos con antelación. 

Partes importadas, ¿otra traba? 

Si bien la confección y casi la totalidad de las telas son nacionales, la camiseta argentina tiene algunos componentes importados que algunos señalan como una parte del problema de la demora en el abastecimiento. Si bien el escudo de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y la moneda que la camiseta tiene en la espalda se hacen a nivel local, los hologramas de la copa mundial y los parches de FIFA son importados. Sobre todo los parches tienen problemos globales de abastecimiento. Los que están en el negocio aseguraron a este diario que «no llegan de manera inmediata».  

En paralelo, en el mercado aclaran que, como ocurre con los clubes grandes de la liga argentina, se venden camisetas de «campo de juego» y las denominadas réplicas. Las primeras son de una calidad mayor que las segundas y tienen un precio más caro. En el caso de las de campo de juego, hay partes de la tela que sí son importadas, no como el caso de las réplicas, que son confecciones 100 por ciento nacionales. 

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