Jessica Trosman y Martín Churba, en versión sustentable

Los referentes del diseño argentino volvieron a juntarse para crear la cápsula Jaramillo: nuevos diseños creados a partir de prendas en desuso

Volvieron en medio de la pandemia, y más livianos que nunca. Esa es la entrelinea que surge inmediatamente al ver de nuevo en la escena de la moda local a los diseñadores Jessica Trosman y Martín Churba. Juntos, veinte años después de haber sido pioneros en el diseño de autor argentino e inspiración para al menos dos generaciones de creadores, ahora están de regreso cada uno con la extensa experiencia de su propia marca y con la certeza de que el modo debe ser sostenible. Si bien los encuentros entre ambos surgieron para empezar a cranear la intervención artística textil que harán en el Museo de Arte Moderno en 2021, fue en esas reuniones que surgió Jaramillo: la cápsula que desarrollan en el marco del Ecosistema Tramando.

Esta propuesta de indumentaria está realizada íntegramente a partir de un lote de ropa de trabajo que les donaron de un taller textil en desuso. Así, utilizaron overalls, pantalones, y chaquetas fabricados en la década del 80, para diseñar y confeccionar nuevas prendas en rojo, amarillo, verde, blanco y azul. «Desarmamos y volvemos a armar», sintetizaron los diseñadores en la presentación que hicieron a través de un vivo de Instagram, donde explicaron la propuesta y mostraron la ropa creada para la tribu de seguidores que los acompañan desde fines de los 90.

Con Jaramillo, la dupla apuesta a una moda sostenible basada en lo afectivo, incluso en una iniciativa hedonista que según Jessica Trosman consiste en «transformar desechos en deseos». Y al mismo tiempo afilan el mensaje social, al dar cuenta del entorno socio económico y de la crisis que atraviesa el sector.

«Estamos poniendo el ojo en los talleres que están agonizando -explica Churba-, se trata de personas que saben hacer eso y no otra cosa, deberíamos ayudarlas para que esas empresas familiares sean lugares productivos, cooperativos, y que poco a poco se vayan recuperando». De eso se trata el homenaje que con esta cápsula hacen a los talleres textiles que se vieron complicados en las últimas décadas y ahora afectados como consecuencia de la pandemia.

Repensar los usos

Ese propósito, el de seleccionar prendas ya existentes y desarmarlas para con esa materia prima generar otras nuevas, con valor agregado, se llama upcycling y es un modo de hacer cada vez más frecuente en marcas de todo el mundo. Lo empleó Jean Paul Gaultier en enero de este año cuando presentó su última colección al mando de la firma realizada con materiales de colecciones anteriores, también Vivianne Westwood trabajó en ese sentido en distintas oportunidades y fue el diseñador Martin Margiela quien de esa técnica hizo un leitmotiv de su carrera.

En Argentina, Jessica Trosman recurrió al upcycling en 2016 cuando revitalizó prendas provenientes de la fábrica jeanera Lee en nuevas creaciones también en denim, y Churba hizo algo parecido en el 2019 cuando presentó Stock Divino Tesoro, utilizando material textil que tenía en el propio depósito de la marca.

Lo cierto es que si bien esta opción sostenible sobresale en tiempos de la crisis sanitaria y económica provocada por el coronavirus, puede encuadrarse en el imperativo más amplio del sector de la moda preguntándose: para qué producir a gran escala, por qué hacer tantas líneas por temporada, o por qué no dejar de usar materiales que no son biodegradables y que pueden permanecer durante décadas sobre el planeta o terminar en la profundidad del océano.

Ese fue el caso de Gucci que comenzó a trabajar con un nuevo tipo de nylon reciclable que puede ser regenerado infinidad de veces. Además, en mayo de este año, después de que Italia sea azotada por la pandemia, su director creativo Alessandro Michele se despachó con el comunicado «Notas desde el silencio», anunciando que la legendaria firma se bajaba del frenesí habitual del sistema fashion y sólo haría dos colecciones por temporada. En esa línea también se manifestaron diseñadores como Dries Van Noten y la uruguaya Gabriela Hearst con una la publicación de una petición para modificar la industria.

Las posturas de esas marcas de moda además representan una respuesta posible a la problemática de los desechos textiles. Si bien ya existen empresas que, desde que empiezan el desarrollo de un producto, ya plantean cuál será su destino una vez que entre en desuso, sigue siendo realmente significativa la cantidad de ropa que termina en la basura.

Esto se debe al negocio de la moda, incrementado por la tendencia fast fashion, que de acuerdo a un informe de Greenpeace produce más de 80 mil millones de prendas por año, y que aún generando volúmenes de compra 400% mayores que hace veinte años, la oferta sigue superando ampliamente a la demanda. En este contexto, con firmas y diseñadores que al menos se muestran reflexionando sobre su modo de producir y respecto de los materiales que utilizan, es posible pensar que -en los mejores casos- también trabajan en proponerle al cliente una opción desacelerada de consumo indumentaria.

Benito Fernández y Min Agostini: los diseñadores argentinos convocados para las fashion weeks del mundo

Fuente: Infobae ~ A Fernández lo convocaron para el New York Fashion Week y a Agostini para el México Fashion Week. En diálogo con Infobae contaron detalles de sus colecciones y su participación en las pasarelas internacionales

Si hay algo que tenemos en nuestro país son diseñadores talentosos. Entre ellos se encuentran Min Agostini y Benito Fernández, dos firmas de la moda cuyas prendas son identificables con sólo un vistazo.

A pesar de estar en tiempos de pandemia, la moda continúa y los shows de las semanas de la moda siguen con el calendario pautado a nivel mundial. Y estos diseñadores argentinos fueron invitados a ser parte de la agenda global.

El calendario de la moda abrió con Nueva York, de una manera muy diferente a la que estamos acostumbrados: con medidas sanitarias muy estrictas y con transmisiones vía streaming de todos los desfiles. NYFW sorprendió y se pudo llevar a cabo sin inconvenientes. Benito Fernández presentó «Cambalache» en Nueva York Fashion Week

Desde Argentina, el diseñador elegido para esta Semana de la Moda fue Benito Fernández. Convocado a través de Fashion Designers of Latin America lo invitaron en medio de la pandemia y aceptó rápidamente. “Haber presentado mi colección ahí es un sueño hecho realidad, sobre todo de la mano de Valeria Mazza, que hizo el cierre. Es súper importante haber formado parte de la New York Fashion Week. Primero porque es una de las pasarelas más modernas que conecta con mucha gente y también porque a mi me encanta verla”, dijo Benito a Infobae.

El diseñador contó que convocó a su amiga Valeria Mazza para “devolverle a la industria de la moda algo de lo que tanto se merece en estos momentos de crisis siendo uno de los sectores más golpeados por la pandemia. Ella, además, fue un gran ícono de los 90”.

Los vestidos cortos de lentejuelas, un ítem infaltable en las colecciones de Benito

Si bien Benito no viajó a la Gran Manzana, su desfile lo hizo vía streaming como el resto de los shows que se presentaron en el calendario oficial. En su video a puro color, el diseñador con más de 30 años en la moda mostró al mundo su temporada de verano llamada “Cambalache”, una línea 100% reflejada en su ADN y en la identidad del país con mezcla de texturas, brillo y mucho color.

“Lo que más me gustó de haber estado virtualmente en el calendario de la moda de la Nueva York Fashion Week es estar en una de las pasarelas más importantes y llegar a diferentes lugares de diversas maneras, porque todo va a cambiar, desde las formas de comunicar, el marketing, la venta y los contenidos”, agregó Benito.

Las camisolas, la prenda que Benito dijo que este verano serán las protagonistas

En su colección “Cambalache”, para el verano, el diseñador presentó ropa más suelta y cómoda, con telas de algodón. Pantalones anchos, camisolas y las túnicas que son las verdaderas protagonistas de la temporada. Para la paleta de color, los vibrantes como los amarillos con detalles en negro son los hit. “Los jeans y las túnicas son las prendas que este verano no te pueden faltar en el vestidor”, sugirió Fernández.

Min Agostini esta vez se puso en la piel de la modelo para presentar sus colecciones como un cuerpo real

La diseñadora y arquitecta Min Agostini fue otra de las convocadas para presentar sus diseños en el exterior. Fue en México, para el Mercedes Benz Fashion Week México. La Cancillería Argentina la seleccionó y la invitó para en octubre estar virtualmente mostrando su creatividad al mundo latinoamericano.

“Para mí es muy importante participar ya que es una plataforma que se lanza para todo el mercado latinoamericano. Presentaré mi concepto de ‘una prenda muchos usos’ también ya que no serán piezas únicas sino que es la primera vez que voy a poder hacer un seriado y repetir prendas”.#unaprendamuchosusos por Min Agostini

Bajo su premisa que apuesta a piezas de diseño que son para toda la vida, sus nuevas líneas las diseñó sobre un maniquí y tienen una sola costura, ya que no trabaja con molderías y estas se pueden adaptar a muchos cuerpos, estructuras y siluetas diferentes para todos los talles, de un XS hasta un XL.

Sobre la paleta de color elegida para la temporada de primavera-verano 2021 de Min Agostini, la diseñadora optó por los amarronados, los beige, mostaza combinados con el malva, el verde agua, el naranja y el azul estridente, con blancos.

Las piezas de Min Agostini son para todos los cuerpos y tienen como objetivo envolver a talles de un XS a un XL

El evento se llevará a cabo del 14 al 17 de octubre bajo un formato híbrido que combina el retorno controlado de los eventos presenciales con un programa de contenidos exclusivos en sus plataformas digitales. Sin embargo, todavía la hora y el día en el que se estará presentando esta nueva cápsula de Min no está definida, pero todos los diseñadores argentinos presentarán sus colecciones mediante un video colectivo de todos los participantes elegidos por Cancillería.

Las tendencias de la Semana de la Moda de Milán

Fuente: Infobae ~ El domingo cayó el telón de la Semana de la Moda de Milán con el esperado desfile de Valentino, que había elegido excepcionalmente la capital lombarda en lugar de París para presentar su nueva colección primavera-verano masculina y femenina para 2021.

Después de Londres y Nueva York, la Semana de la Moda de Milán tuvo que adaptarse a las reglas de distanciamiento físico impuestas por la pandemia de covid-19, aunque más de veinte firmas, entre ellas Valentino, Fendi, Dolce & Gabbana, Etro, Ferragamo y Max Mara, se arriesgaron a invitar físicamente a sus clientes.

Entre ellos, el cantante Mika, invitado por Valentino. «El desfile fue magnífico», dijo a la AFP. «Me gustó especialmente este casting no tradicional de hombres y mujeres muy diferentes, muy representativo del mundo actual».

– ¡Viva Italia! –

Tanto si se puede viajar a Italia el próximo verano como si no, al menos será posible hacerlo a través de las colecciones que se ofrecen esta semana en Milán.

La colección de patchwork de Dolce & Gabbana es como un viaje a Sicilia, con motivos queridos por la casa que evocan la calidez, los colores y la riqueza de la isla.

La casa Etro transporta a la costa amalfitana. El colorido resurgimiento del patrón de tipo Paisley tan querido por la marca, la ligereza de las formas o los caftanes son como una promesa de hermosos paseos por las playas de la Riviera.

La casa Pucci celebra Capri, la isla de la mítica película «El desprecio», del glamur y las artes, con grabados antiguos de lugares como la «Piazzetta di Capri», el elegante club «La Canzone del Mare» y la Villa Conchiglia.

En Max Mara, la colección rinde homenaje no a un lugar sino al Renacimiento italiano, con motivos hexagonales que evocan los suelos de mosaico de las más bellas «duomi» (catedrales) italianas.

– Reinterpretar el pasado –

El confinamiento también fue una oportunidad para que las casas italianas volvieran a sus archivos para proponer reinterpretaciones de sus piezas clave.

Fue el caso de Versace, que puso en el centro de su colección el motivo Tesoro del Mar, inventado por Gianni Versace en los años 1990. Se trata de motivos submarinos que sirvieron de hilo conductor de toda la colección.

En Fendi, la colección se inspiró en ropa de casa bordada de la familia de Silvia Venturini Fendi.

En Marni, la colección eran abrigos hechos con piezas de colecciones anteriores que luego fueron pintados con palabras enviadas por los amigos del diseñador Francesco Risso en intercambios epistolares durante el confinamiento.

Dolce & Gabbana usaron para toda su colección las telas que ya tenían para evitar producir otras nuevas.

– Bordado, encaje y ganchillo –

Los bordados, encajes y ganchillos también inundaron las colecciones de Milán. En Valentino el encaje se corta con láser o está hecho de paja. El creador organizó su desfile en los espacios de una vieja fábrica, decorada con flores y plantas.

El bordado está muy presente en toda la colección Fendi y se aplica a los vestidos, los abrigos y los accesorios.

También hay bordados en Armani, preciosos y chispeantes, y en la casa Alberta Ferretti en pequeñas capas, minivestidos con mangas anchas, overoles o grandes vestidos caftán.

Ferragamo optó por bordados florales para adornar un hermoso abrigo para hombre. En Prada, las perforaciones en las camisetas son como una versión ‘grunge’ del bordado inglés.

– Recuerdos del confinamiento –

En las colecciones también hubo elementos que recuerdan el confinamiento y el tiempo pasado en casa, como los pantalones de pijama de seda en Armani, las zapatillas usadas combinadas con trajes de Fendi, los camisones de Etro o las sudaderas con capucha de Max Mara.

La moda italiana ennoblece esta tendencia, utilizando materiales preciosos y teniendo en cuenta la importancia de la comodidad de la ropa durante este período de confinamiento.

Los cambios urgentes que la moda necesita

Fuente: La Nación ~ Hoy, el pasado, aquel mundo al que nunca podremos volver, se manifiesta en el ámbito de la moda mucho más que como una sombra ocasional; se ha convertido, de hecho, en una suerte de fantasma residente, siempre presente, bajo múltiples aspectos, espectro grato y hasta bienvenido cuando ante la mesa de diseño se descubre que ya no quedan por inventar modelos inéditos amigables hacia nuestros cuerpos. Todos los formatos han sido explorados y están todos en venta, por otra parte. No hay ya fue en la moda actual, todo es, todo sigue siendo, gracias a un permanente reciclado de estilos de todas las décadas de los últimos cien años.

Ese mismo período, el de la moda de nuestra modernidad, tuvo sus momentos de retorno. El más sorprendente, precedido por las audacias de los años 20 y las siluetas fluidas de los 30, fue anunciado en 1939 con la reaparición del talle avispa que había prevalecido hasta inicios del siglo por Balenciaga, con vestidos de Infanta en satén de seda, inspirados de Velázquez. Este retour en arrière acabó concretándose después de la guerra, cuando, en 1947, Christian Dior irrumpió con su New Look, evocación alusiva de la mujer encorsetada de la Belle Époque, que el modisto había admirado en su infancia.

En los 70 se redescubrieron el chic deportivo, el dandysmo sastreril y los vestidos florales de calle de los 30 y las siluetas de hombreras rígidas y tocadas con turbante de los años de guerra, tras los cuales no tardaron en asomarse los looks más discutibles de los años 50. Esos mismos años 70 en su faz callejera fueron resucitados, con sus reversiones del pasado incluidas, en los 90, cuando Prada había establecido su doctrina de la fealdad, bautizada ugly chic, que tenía mucho de lo primero y nada de lo otro.

Cuando ya todo lo previo había sido explotado hasta el hartazgo se comenzó a someter las molderías, hasta entonces fielmente copiadas a diversas intervenciones de cirugía costurera y collage textil, desconstruyéndolas, reensamblándolas entre sí sin otro orden que el dictado por pretensiones supuestamente artísticas, con resultados difíciles de ver y más arduo aun de llevar, que, sin embargo, fueron rápidamente adoptados por una clientela adinerada sin educación visual alguna pero convencida de estar in the know.

Nada fatiga más que un chiste malo, sobre todo cuando se lo prolonga en busca del aplauso. Esta rueda grotesca ha excedido su límite de duración. La crisis de la Covid-19 habría podido ser una coartada irreprochable para que las corporaciones de moda pulsaran el botón de pausa y repensaran su estrategia. No son unas histéricas revisiones estéticas lo que aportarán los cambios que la moda oficial necesita de urgencia, sino una verdadera transformación conceptual de sus modos de creación y producción junto a una disminución considerable de su codicia.

Quedó al descubierto la falta de creatividad que afecta a la moda corporativa, que no supo presentar las imágenes estimulantes o apaciguantes, divertidas o reflexivas, atractivas o provocativas que en nuestro enclaustramiento necesitábamos ver. Los videos que reemplazaron los desfiles internacionales se distinguieron, con escasas excepciones, por su chatura rebosante de pretensión. Las colecciones de verano estarán teniendo lugar cuando aparezca esta columna. Esperemos que algo realmente nuevo esté sucediendo, un presente real y activo.

¿La moda de lujo podrá recuperar su esplendor?

Fuente: Clarín ~ Este suele ser un mes muy ajetreado para la industria del lujo. Poco después de que las revistas de moda publican sus importantes ediciones de septiembre, miles de compradores, periodistas y clientes comienzan un recorrido por Nueva York, Londres, Milán y París.

Yendo de ciudad en ciudad para asistir a las semanas de la moda, determinan las tendencias que impulsarán un mercado mundial de artículos de lujo con un valor de cientos de miles de millones: en 2019, 281.000 millones de euros, o 334.000 millones de dólares.

Pero este año no es así.

El diseñador Jason Wu, izquierda, en un ensayo para su show de la Semana de la Moda de Nueva York. . Foto Jeenah Moon para The New York Times.

Las columnas vertebrales de la industria se están desplomando debido al peso de una pandemia que ha causado una caída en las ventas, ha conmocionado las cadenas de suministro globales y ha llevado a la bancarrota a empresas estadounidenses de renombre como Brooks Brothers y Lord & Taylor.

Esos cambios han provocado grandes preguntas sobre el modelo de negocio de la moda de lujo.

¿Las semanas de la moda deberían ser desmanteladas y reconstruidas? ¿Los ciclos de nuevos artículos cada seis meses siguen siendo el mejor enfoque en un momento en el que la sobreproducción de prendas de vestir está bajo escrutinio, el estilo de vida de las personas se ha visto restringido y las pasarelas se sienten fuera de lugar en un mundo con prioridades diferentes?

El segundo trimestre de 2020 fue el peor para la industria de la moda de lujo.

Según los cálculos de Boston Consulting Group, las ventas mundiales de los productos de lujo se contraerán entre un 25 y un 45 por ciento este año, y es poco probable que el crecimiento de la industria vuelva a los niveles previos a la pandemia hasta por lo menos 2023 o 2024.

En un momento en que varias empresas luchan por la supervivencia, muchos diseñadores sienten que no pueden permitirse el lujo de dejar pasar la oportunidad de mostrar nuevas mercancías.

Así que, cuando la temporada más reciente de la Semana de la Moda comenzó en Nueva York la semana pasada, las pasarelas de gran éxito y las grandes multitudes quedaron en el pasado y fueron reemplazadas por un puñado de presentaciones a pequeña escala o solo en línea.

En Italia y Francia, algunas marcas han dicho que planean organizar eventos físicos más grandes, a pesar de tener solo un puñado de invitados internacionales, sufrir las ausencias de diseñadores de alto perfil y vivir el aumento de las tasas de infección en Europa.

“Las pasarelas no son esenciales. Sin embargo, a veces es necesario mostrar lo que realmente estás creando”, comentó Antoine Arnault, jefe de comunicaciones de LVMH Moët Hennessy Louis Vuitton, para The New York Times el 9 de septiembre.

Un maquilladora con máscara ayuda a una modelo a prepararse para el desfile de la Semana de la Moda de Nueva York. Foto Jeenah Moon/The New York Times.

“Hay toda una economía alrededor de estos espectáculos. No hay que subestimarlos”, añadió, aludiendo a los miles de maquilladoras, costureras, conductores, guardias de seguridad y fotógrafos independientes que dependen de las semanas de la moda para obtener una parte considerable de sus ingresos.

Grandes grupos como LVMH, que cuenta con marcas como Dior, Louis Vuitton y Fendi, y su conglomerado rival Kering, que opera marcas como Gucci, Saint Laurent y Balenciaga, han estado más aislados de las amargas adversidades de la pandemia que la mayoría de las empresas independientes más pequeñas. (Aunque LVMH ha entrado en una batalla judicial en un esfuerzo por librarse de un compromiso de 16.000 millones de dólares para comprar la joyería Tiffany & Co).

En su último informe trimestral de ganancias, LVMH dijo que había visto un fuerte aumento en las ventas del verano en países asiáticos como China continental, Japón y Corea del Sur, donde las recientes tasas de virus se han mantenido bajas.

No obstante, las ventas de su unidad de moda y artículos de piel cayeron un 37 por ciento, pues el turismo internacional se detuvo y las visitas a las tiendas mundiales han tardado en recuperarse.

El nuevo look: máscaras, plexiglás y distanciamiento social en los Estudios Spring de Manhattan como modelos preparadas. Foto Jeenah Moon para The New York Times.

El impacto ha sido aún peor para las marcas que viven un periodo de recuperación financiera como Salvatore Ferragamo y Burberry, las tiendas departamentales endeudadas como Neiman Marcus y las firmas independientes con poco dinero en efectivo y una gran dependencia en este tipo de tiendas minoristas (muchas de las cuales se esforzaron por cancelar y devolver los pedidos).

La mayoría de las empresas ahora están enfrentándose a un gran exceso de inventario sin vender de las colecciones de primavera y verano de este año.

Designers Buenos Aires digital: la semana de la moda argentina se adapta a la tecnología

Así como las fashion weeks del mundo hicieron sus desfiles de forma virtual, algunos con presencia de público -muy reducido-, la moda de nuestro país también apuesta al mundo digital para presentar sus nuevas colecciones de verano 2021.

Acá llega de la mano de Designers Buenos Aires, organizada por Guillermo Azar, quien sigue apostando a la moda nacional año tras año. “Es la primera semana de la moda digital de Argentina y surge a causa de la cuarentena impuesta por la pandemia que estamos viviendo. Tuvimos que acomodarnos rápidamente a la situación y reinventarnos ya que cada vez se complicaba más la situación y nos dejaba poco margen de acción”, cuenta.

Esta edición atípica es la número 17 y al ser 100% digital se dejaron de lado los desfiles presenciales con las maravillosas locaciones que eran elegidas por los diseñadores para presentar sus colecciones. Sin embargo, estas fueron reemplazadas por contenidos audiovisuales realizados con calidad cinematográficas y dirigidos por un gran equipo creativo a cargo de Juan Amusategui.

“Pese al momento que estamos atravesando, nunca dejé de trabajar sobre el proyecto y solo esperé el momento permitido para poder realizarlo. Y lo logramos”, dice emocionado Azar a Infobae.

Hasta el 24 de septiembre, los amantes del diseño podrán conocer las nuevas colecciones de los referentes de la industria sin salir de su casa. Con la tecnología como aliada, la nueva edición de designers contará con una serie de performances a partir de las que se dará a conocer los íconos de moda de cada diseñador.

La plataforma elegida para la transmisión fue Instagram. “Pensamos y nos decidimos por Instagram porque es una de las redes sociales más orientadas a la moda ya que tiene mayor rango de edad en los usuarios, el público de Designers en redes va de 18 a 64 años”, detalló el organizador.

Entre los diseñadores convocados para esta edición 2020, 100% digital, estarán presentes Evangelina Bomparola, Fabián Zitta, Benito Fernández, JT, Nous Etudions, Ramirez, Kostume, Lucía Chain y Sabrina Rodriguez Uzal.

Los diseñadores lo tomaron muy bien mas allá que no había otra alternativa. Se acomodaron rápido y fácil a esta idea y pusieron su creatividad, como siempre, para sumar en los contenidos. Entienden que lo digital es una tendencia mundial y si bien fue una respuesta a la crisis sanitaria tiene fuerza para continuar siendo parte del esquema habitual”, dijo Azar sobre esta nueva era de los desfiles.

Además agregó que el formato digital permite democratizar la moda, ya que todos tienen acceso a lo mismo al mismo momento, en todo el mundo. Este te permite llegar a otros países y mostrar los grandes talentos que tenemos en el país que junto al diseño latinoamericano vienen creciendo. “También es una manera de seguir apoyando a la moda argentina que fue una de las industrias más golpeadas en los últimos tiempos y más aún este año con la pandemia”.

Sobre cuánto tiempo les llevó proyectar el Designers Buenos Aires, Azar dijo que lo viene pensando hace ya tres meses. Cuando habló con los diseñadores ellos tenían sus locales cerrados y les comentó que ya tenía la idea avanzada, y contaba con el apoyo de los sponsors Mercedes Benz, Samsung, Natura y Schwarzkopf lo que le daba una tranquilidad para poder desarrollar el proyecto.

Por último, como adelanto exclusivo, Azar reveló: “Lo primero que van a ver es una semana 100% digital con una calidad y edición nunca realizado en nuestro país con contenidos que tienen una parte registral en primera persona de cada diseñador y luego la presentación de sus diseños a través de diversas performances realizadas por modelos, bailarines, músicos, actrices increíbles, donde podrán ver lo mejor del diseño nacional”.

Tristeza en el ambiente, falleció Elsa Serrano (QEPD)

Fuente: La Nación ~ La reconocida diseñadora Elsa Serrano falleció ayer durante un incendio en su departamento del barrio porteño de Retiro, según confirmaron a LA NACION desde el entorno familiar. Al finalizar la autopsia, fuentes judiciales informaron que la modista murió asfixiada por inhalación de humo.

Serrano, cuyo nombre verdadero era Elsa Romio, se había instalado en Argentina en 1955 y se había convertido en un ícono de la moda, sobre todo en los años 90, especialmente por ser una de las preferidas de Susana Giménez.

Benito Fernández “lleva” sus diseños y barbijos no gender al New York Fashion Week

Fuente: Perfil ~ Con un formato híbrido que mezcla lo virtual y lo presencial (con concurrencia mínima y con férreos protocolos sanitarios), la nueva edición del New York Fashion Week contará con la participación de dos representantes argentinos.

Será a través de la sección que organiza la Federación de Diseñadores de Latinoamérica (FDLA) y que este año ofrecerá una edición íntegramente online, a través de su canal de Youtube. Por allí veremos a más de diez diseñadores y marcas de la región, incluidos entonces los dos argentinos: Cuarto Colorado y Benito Fernández.

El modisto presentará nada menos que Cambalache, una nueva colección primavera-verano que se distingue por los detalles, los bordados, los apliques, los avíos. Son prendas con géneros más trabajados; estampas entremezcladas, aunque el algodón será el gran protagonista, no solo en las remeras, camperas, buzos, que presenta el diseñador argentino sino también utilizado para el forrado de los vestidos de fiesta.

Barbijos y túnicas “no gender”

“Durante la pandemia nos acostumbramos a que el roce de la prenda sobre la piel sea muy suave, ya que estuvimos en pijamas, jogging y ropa casual” explica Benito.

Las túnicas y kimonos (pero también los barbijos) serán las prendas fetiche de toda la colección, y la incorporación del lamé (genero utilizado más en los años 70s y 80s) le dará una mezcla interesante a la propuesta de Benito Fernández.

Los colores que sobresalen para esta temporada van desde el naranja y amarillo al verde, y violeta. también se suman los colores fluo para darle aun mayor modernidad; y todo con detalles de negro.

“Soy un agradecido y tengo la alegría de que tanta gente me haya apoyado. El Fashion Week de New York es la pasarela que más amo porque es la que más modernidad tiene y, a su vez, es consciente de lo que nos pasa”, confiesa Benito.

Este desfile virtual de Benito Fernández (mañana miércoles a las 18, hora argentina) contará con la presencia de dos modelos masculinos que expondrán distintos diseños y el concepto que la marca comenzó a desarrollar basado en el «no gender» con prendas que pueden utilizar tanto hombres como mujeres.

Como gran sorpresa, Benito invitó a la supermodelo Valeria Mazza para hacer el cierre de su desfile virtual. “Valeria va a hacer el cierre de mi desfile. Es una mujer luchadora, trabajadora, aparte de bella, que hoy se pone los tacos para volver a subirse a la pasarela porque la industria la necesita a ella, así como a todos sus protagonistas”, concluye el diseñador.

Albania Rosario, fundadora de la Federación de Diseñadores de Latinoamérica (FDLA) y quien lleva adelante esta iniciativa, comenta: “La idea de organizar desfiles de moda durante los bloqueos globales relacionados con COVID-19 puede parecer imposible, pero en lugar de perder la esperanza, la industria de la moda está visualizando nuevas formas de comunicarse en tiempos de crisis. Así, desde Fashion Designers of Latin America presentamos esta nueva versión de desfiles online que tendrá lugar durante las fechas previamente programadas para New York Fashion Week: del 11 al 16 de septiembre 2020”.

Entre otros grandes diseñadores que se unirán a esta propuesta virtual, se incluyen como invitados especiales a los españoles Ágatha Ruiz de la Prada y Custo Barcelona; Dorin Negrau de Rumania, además de otros destacados diseñadores de América Latina.

Moda nórdica. Prendas en las que circula la brisa de la vida

Fuente: La Nación ~ El pasado agosto, imágenes y noticias llegadas desde la semana de la moda de Copenhague, un suceso breve pero dinámico, confirmaron nuestra convicción de que además de posible es provechoso practicar, aun en medio de una crisis global, un modo de hacer moda positivo a la vez que responsable, aunando ética e imaginación en un solo gesto creativo. Ya en enero el DAFI, Instituto de la moda danesa, organizador del evento, había anunciado un plan de acción sustentable 2020-2023, en el que postuló la necesidad urgente de una transformación de la industria, con el objetivo de reducir a la mitad, en ese lapso de tiempo, el impacto ambiental de sus actividades.

El documento enumera 17 requisitos, acordados por un panel de especialistas, que las marcas hasta ahora participantes deberán comprometerse a respetar sin falla, como condición sine qua non para seguir siéndolo. Todas han suscripto alegremente, ya que la CFW, siglas mediáticas, es el encuentro mayor de la industria de la moda nórdica, devenido además en pocos años un punto de referencia global con sus signos de estilo reconocibles en su diversidad. Reconocemos una identidad común, un equilibrio como matinal entre serenidad y nonchalance, un cool de países fríos, en el chic de paletas neutras, la feminidad en matices pastel y excentricidades multicolores que dominan por partes iguales las pasarelas escandinavas.

La disciplina que se aplicará a unas y otras se anuncia como estricta y pedagógica. Las marcas, calificadas como en las aulas, deberán alcanzar un promedio mínimo, calculado según los puntajes recibidos en seis sectores,o materias, de la episteme de la sustainable fashion, como el empleo de materias conformes, tal los textiles orgánicos, reciclados o recuperados en una proporción no menor al 50% del repertorio de productos ofrecidos, las condiciones laborales equitativas, el compromiso con el público.

Los cuatro días de presentaciones, tales como los contemplamos en nuestras pantallas, fueron una ocasión de intensa nostalgia. Hubo desfiles presenciales, otros expresados por medio de films o videos o muestras fotográficas, hubo debates, charlas y fiestas. En su nueva fase, para reducir desde la próxima temporada el número de visitantes venidos por vía aérea, Copenhague busca alternativas digitales seductoras. Entretanto ha declarado la guerra al plástico. Las botellas descartables ya fueron prohibidas, el año próximo vendrá el turno de las perchas, tan ubicuas.

Encuentro que la marca que más nítidamente representa el nuevo estado de ánimo de Copenhague, con sus prendas y su atmósfera, luminosas, inmediatas, es Skall Studio, fundada en 2014 por dos hermanas, Julia y Marie, arraigadas a la costa del norte de su país, veganas y ajenas en su trabajo a todo producto animal, según apuntan en su gacetilla. Componen sus colecciones en torno al algodón orgánico, el lino y la seda de la paz, proveniente de la India, llamada así por ser obtenida sin crueldad hacia la oruga, los textiles desechados por otras compañías y las lanas puras suecas y danesas hiladas en talleres artesanales locales. Todo tal como creemos que debe ser.

Presentaron en agosto su primer desfile, encantador, elaborado sin jamás apartarse de aquella sencillez natural que es una forma de refinamiento accesible a todas las sensibilidades y a todos los cuerpos, con prendas en las que circula, clara, la brisa de la vida.

Pandemia y moda: los nuevos paradigmas en el mundo fashion

Fuente: Clarín ~ Vaya que esta pandemia ha cambiado al mundo. Nada será lo mismo después de este 2020. Ninguna industria se ha salvado de empezar a convivir con nuevas reglas desde que llegó el Covid-19 (y amenaza con quedarse) y la moda no es la excepción.

Atrás quedarán por un largo tiempo los desfiles multitudinarios, las grandes alfombras rojas donde los diseñadores se lucían de la mano de las estrellas del momento y jugar en los probadores con distintos looks hasta encontrar el que más nos gusta y comprarlo.

Desde febrero en adelante todo ha cambiado. e muestran las colecciones. Una de las grandes transformaciones es la manera en que ahora se muestran las colecciones. Las semanas de la moda más importantes,como la de la alta costura que se hizo en julio en París, se desarrollaron de manera virtual.

Cada marca, desde Chanel a Saint Laurent, hizo un video que compartió desde su plataforma y si bien es cierto que no es lo mismo que sentir la adrenalina de un show en vivo, por lo menos permitió que los diseñadores mostraran su trabajo. Porque el mundo tiene que seguir girando.

Hubo marcas que rompieron un poco las reglas y se animaron a hacer presentaciones con la vieja normalidad: Jacquemus presentó su nueva temporada en un campo de trigo en el medio de Francia con sus invitadas sentadas a distancia social. Dior, por su parte, hizo un desfile en Italia sin público, solo con poquitos invitados, algo que también hicieron los Dolce & Gabbana. Pero la regla en general es sin público o con muy poca gente.

En la semana de la moda de Nueva York, que terminará el 16, no se permitieron ni desfiles ni eventos con más de 50 personas. Buenos Aires prepara sus semanas de la moda en un formato ciento por ciento digital. El valor agregado de estos nuevos eventos es que ofrecen charlas con referentes, talleres de tendencias (todo online, claro), entre otras actividades, para contrarrestar la falta de contacto.

Estar en casa tanto tiempo también trajo cambios en el mundo de la moda. El jogging se convirtió en el nuevo uniforme y fue una de las prendas más vendidas en todo el mundo, en los últimos meses. Tanto que The New York Times le dedicó una tapa izándolo como una bandera. Está comprobado que la mayoría de las personas sólo compró pantalones cómodos y buenas camisas a causa del home office con Zooms y videoconferencias incluidos.

Finalmente, está el tapaboca. Es el nuevo accesorio que llegó para quedarse. Si antes nos preguntábamos con qué cartera salíamos o con qué zapato combinamos nuestro traje o nuestro vestido, ahora hay que pensar en qué modelo de barbijo elegimos para completar el look.

Los hay de todo tipo de texturas, colores y precios. Hemos visto celebridades de las redes como Olivia Palermo que los usa estilo pañuelo y nos asombramos con la originalidad de los tapabocas que Lady Gaga llevó, hace días, a los Video Music Awards. De lo que no hay duda es de que es nuestro nuevo aliado. La nueva normalidad ya se metió adentro de nuestro vestidor.