BA Moda: un ciclo de actividades para aprender sobre moda desde casa

La convocatoria de BA Moda tendrá lugar hasta el 14 de octubre inclusive y podrán participar actores del sector de diseño de indumentaria o afines que presenten charlas, capacitaciones, talleres, muestras, desfiles, circuitos y/o recorridos virtuales, entre otras actividades.

Fuente: BA Moda ~ Las propuestas de participación deberán representar a la moda y al diseño de indumentaria y afines en sus distintas aristas y relacionarse con temas de actualidad e innovación, tales como: nuevas plataformas online, ventas online, tecnología, sustentabilidad, sostenibilidad, diversidad de género, inclusión y diversidad de talles.

BA Moda busca posicionar a Buenos Aires como una ciudad que vive y crea moda, potenciando a la industria y haciéndola visible para los ciudadanos, en esta oportunidad bajo la modalidad virtual. Asimismo, poner en valor y conectar a toda su cadena de valor para fortalecer el ecosistema del diseño de Indumentaria, Textil y la Moda.

Para ello, se pretende reunir a los actores de la industria a través de una agenda de actividades destinadas a apoyar a los nuevos talentos, darles visibilidad a los diseñadores y profesionalizar el Diseño.

Si te interesa ser parte, conocé las bases y condiciones y completa el formulario: https://www.buenosaires.gob.ar/desarrolloeconomico/subsecretaria-desarrollo-economico/noticias/ba-moda-un-ciclo-de-actividades-para

Textiles apuestan a poder abrir los shoppings para el Día de la Madre

Desde la cámara que agrupa al sector aseguran que vienen teniendo reuniones con el gobierno y creen que los centros comerciales podrían estar habilitados el próximo sábado. Con protocolos y medidas de seguridad.

Fuente: Ambito ~ A dos semanas del Día de la Madre, la industria textil se prepara con descuentos anticipados, ventas online y la ilusión de que los shoppings vuelvan a abrir el próximo fin de semana. “Venimos teniendo reuniones con diferentes autoridades del Gobierno y soy positivo, creo que el 10 de octubre los shoppings de AMBA van a estar habilitados a recibir clientes, obviamente con protocolos y medidas de seguridad”, explicó Claudio Drescher, presidente de la Cámara Argentina de la Indumentaria.

“Se trata de una festividad clave, porque no sólo moviliza a las tiendas femenina, sino a todo el mercado. En el mundo online ya hay beneficios y promociones porque la compra se realiza de forma anticipada por los tiempos de envío”, describió Drescher. Dentro de la Cámara durante la cuarentena se creó el Grupo Moda, que está integrado por más de 140 marcas argentinas. “El lunes pasado tuvimos una reunión con el Ministro de Desarrollo Económico y Producción José Luis Giusti para avanzar con la apertura de los shopping para el Día de la Madre”, explicó el especialista. “Si todo sale como tenemos previsto, el próximo sábado van a estar operativos”, agregó.

Lo cierto es que ya existen medidas de higiene y seguridad para que los centros comerciales cubiertos puedan funcionar. “Además cada local contará con su protocolo particular, no se podrá probar ropa y no podrán ingresar más de tres personas al local. Muchos se manejarán con turnos previos”, ejemplificó Drescher. “Lo importante es que la decisión se tome con algunos días de anticipación a la festividad, para que no haya aglomeración de gente intentando comprar regalos, todos en el mismo momento”, reconoció Drescher y sostuvo “que con los cuidados necesarios, no habría riesgo de contagios ni brotes de Covid”.

Según los datos de la CAME, las ventas minoristas redujeron su tasa de caída anual, de 32% en agosto a 16,9% en septiembre, sin embargo los números siguen en rojo y octubre podría convertirse en un mes clave. “En medio de una incertidumbre y con falta de stock de productos en toda la cadena de valor, las marcas y los negocios van a vender financiación, más que productos en sí”, describió por su parte Horacio Ernesto Del Burgo, presidente de la Cámara Argentina de Innovación Textil y Afines (CAITA).

“Los negocios están trabajando y respetando mucho los protocolos y eso es muy bueno pero eso disminuye la cantidad de personas que pueden atender. El Día de la Madre es para el sector textil una fecha clave donde se da la mayor venta del año junto con navidad históricamente”, ejemplificó Del Burgo. Para el especialista habrá oportunidades pero la clave es que “el consumidor no se encasilla en lo que quiere puntualmente, es decir uno va a comprar lo que hay, no lo que va a buscar y eso va ser así por un tiempo largo, ya que la oferta va a ser menor y la venta se va a concretar en base a la financiación y precio, más que en el producto en sí”, agregó.

Con la apertura de los locales a la calle, la situación del sector mejoró ampliamente, sin embargo muchos todavía están pagando deudas. “Las empresas pequeñas y medianas están haciendo un gran esfuerzo por tener productos innovadores, con los pocos insumos, que encuentran y pagan con número abierto en el mercado, creo que es un momento donde en medio de la disparada de precios, va a haber oportunidades para descubrir en remanentes y colecciones del año pasado en oferta y selectivamente algunas nuevas prendas con precios actuales a un dólar intermedio entre el oficial y el blue”, concluyó Del Burgo.

Lo cierto es que a la hora de buscar un regalo para mamá, los especialistas coinciden en que habrá ofertas especiales, aunque poco stock y mucho rematante de las temporadas anteriores. Además desde el mercado se atreven a apostar que el Día de la Madre se celebrará con los shoppings nuevamente abiertos.

La muerte de Kenzo. Las tres visitas que el diseñador hizo a la Argentina

En 1993, abrió su primera tienda en Buenos Aires; en su segunda visita, en 2009, inauguró su muestra de pinturas en la galería porteña Lordi Arte Contemporáneo, y la tercera fue hace dos años, cuando llegó al país invitado por Avon

Fuente: La Nación Las tres visitas de Kenzo Takada a la Argentina representan un breve resumen de los hitos de su carrera. La primera alude a la moda y a cómo se convirtió en uno de los diseñadores más renombrados en las décadas del 80 y 90. En ese contexto, en 1993, abrió su primera tienda en Buenos Aires.

La segunda, en 2009, refiere a la inauguración de su muestra de pinturas en la galería porteña Lordi Arte Contemporáneo.Y la tercera fue hace dos años, cuando llegó al país invitado por Avon para presentar su último perfume.

La apertura del local de la marca, en el shopping Patio Bullrich, además de coincidir con el desembarco de firmas internacionales, estuvo en consonancia con el furor de la carrera de Diseño de Indumentaria y con la pasión que Takada causaba en los jóvenes diseñadores, que también de este lado del mundo encontraron en él un modelo aspiracional de la moda de la época.

Entre ellos, Laurencio Adot, quien además de haber estado en la inauguración fue un fiel cliente de Takada: «Admiré su visión de empresario y que supo cuándo tuvo que vender y retirarse», expresa Adot, y agrega: «Él logró masificar lo oriental y, dentro de lo exclusivo, volverlo algo único. Eran maravillosos sus casimires, sus pañuelos y su arte».

Si bien el primer local de la firma cerró sus puertas en 2000, tuvo su revancha en 2007, aunque esta vez su estadía fue más breve que la anterior y se extendió solo hasta 2012, cuando la marca abandonó el país definitivamente.

En 2009 el diseñador japonés regresó por invitación de Alejandro Lordi, dueño de la galería homónima y amigo personal de Takada, quien lo invitó a exponer su arte en su flamante espacio en el barrio de San Telmo. La exhibición estuvo conformada por obras de importantes dimensiones. En su mayoría eran esculturas y dibujos que aludían a la moda, realizados en acrílico y óleo; además utilizó la técnica del collage, con telas diseñadas por el mismo creador.

Tras haber exhibido en Alemania y Marruecos, esa fue la primera muestra que hizo en Latinoamérica; contó con la presencia de Marta Minujín, Rogelio Polesello y María Kodama, entre otros referentes de la cultura local. «Él empezó como dibujante, primero en moda, y cuando vendió su marca se dedicó al arte», comenta Lordi, mientras recuerda la enorme repercusión que tuvo la exhibición.

En su último paso por Buenos Aires, además de ser parte de la espectacular presentación de su segunda fragancia, en el Hotel Alvear Icon en Puerto Madero, situación en la que el diseñador conversó y aceptó fotografiarse con decenas de seguidoras, también fue reconocido en una extensa charla pública realizada en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE).

«Para mí era muy fácil diseñar, dibujar, hacer croquis, aunque después de tener éxito empecé a encontrar dificultad. Entonces recurrí a mis recuerdos, a los viajes realizados y a recorrer museos, hice de todo para encontrar inspiración», contó Takada en ese encuentro.

La moda argentina se sube a la pasarela virtual

Con colecciones cápsulas, performances y fashion films, nueve diseñadores presentaron Designers Buenos Aires, mientras que el 13 y 14 de octubre será el turno de Bafweek

Fuente: La Nación ~ La industria de la moda argentina está, más que antes, replanteando la realidad, y el ejercicio tiene una sola rutina: es digital. La pausa física en las semanas de desfiles se multiplica en opciones virtuales que avanzan a pasos agigantados. Siempre hubo y habrá moda para ver, y esta temporada no será la excepción.

La 17ª edición de Designers Buenos Aires arrancó luego del impasse del invierno en Digital Edition con el apoyo de Mercedes Benz y Samsung. «Teníamos todo armado y la cuarentena cercenó lo que estaba en marcha, la decisión fue difícil y con las marcas pusimos stop a fines de marzo. Estuvimos todos siempre ideas ¡y acá estamos!», cuenta Guillermo Azar, creador y productor general de DBA. Del 21 al 24 de septiembre, nueve diseñadores presentaron colecciones cápsulas que revalorizaron las relaciones personales.

«Soñé la colección como un paseo imaginario, una invitación a evocar el universo de los años dorados de Hollywood de finales del 30, donde el music hall, la comedia musical y la fantasía permitían al público evadirse de la realidad», asegura Pablo Ramírez quien, con La Invitación, inauguró el nuevo momento de moda argentina. En la pista de baile virtual, Florencia Torrente y Nicolás Villalba giraron al compás de una versión de Lovely de Cole Porter en un show que recreó la alegría del baile con siluetas que potenciaron el movimiento.

Evangelina Bomparola cerró el día. «Lo más atractivo del formato fue contar nuestro tiempo en un lenguaje musical con imágenes trabajadas en posproducción». La colección se llama Evolución, donde cinco dúos hablaron de aceptación. Para Bomparola es fundamental quiénes fuimos para llegar a quiénes somos en esta nueva realidad que pide texturas con fibras naturales y no contaminantes.

La personalidad lúdica y divertida de Benito Fernández abrió el juego el martes con Cambalache. Diseños llenos de detalles, bordados, apliques, avíos y estampas se multiplicaron en prendas para mujeres y hombres en una propuesta de ropa «sin género». Algunas prendas no distinguen quien las lleva, solamente necesitan personas que las luzcan.

En Kostüme, 20 años son 40 colecciones con las cuales Camila Milessi y Emiliano Blanco afianzaron su compromiso con el diseño nacional. Cuatro universos en cuatro cápsulas y un cortometraje que resumió sus disciplinas favoritas: música, danza, actuación y canto. Rise de la banda Public Image Limited fue el hilo conductor que enlazó a Sofía Gala, Santiago Fumiere, Imán Kaumann y Naza Avino.

La avanzada consciente

Las consecuencias ambientales tienen un papel fundamental en una industria que es de las más contaminantes. La jornada del 23 fue de pura reflexión ecológica. En Reconstrucción, Lucía Chaín, contó, en un fashion film, su sentido de hogar a partir del largo aislamiento. «Viajé mucho y me acostumbré a llevar parte de mi mundo privado, me inspiré en fotos que tomé y fueron bordadas con hilos antiguos propios y todas las prendas se realizaron con materiales que tenía. Las maderas de los botones son de los carreteles de los hilos». Reciclar con amor. Las frases escritas en la cara y manos de los modelos son una alianza con Natura: «enfatizamos la diversidad, la inclusión, la importancia de cada persona dentro de un todo más allá de esta colección».

La convivencia con el Covid-19 actualiza a Vínculos, la cápsula de Uzal, y Sabrina Rodríguez Uzal reafirmó sus valores sustentables. «Trabajamos con los materiales que teníamos: cortes de colecciones anteriores y vellón de lana con el que hacemos nuestro fieltro plantable, y les dimos espíritu en una performance que habló de distanciamiento social, los vínculos entre las personas y recuperar la relación afectiva con las prendas que elegimos habitar».

Seguir conectados, a la distancia. En Nous Etudions, Romina Cardillo cuenta que buscó «apelar a la sensación de sentirnos libres a través de una línea de básicos permanentes y lancé Elemental, que nació durante el confinamiento y ya tiene vida propia». Los básicos son una manera de volver a las fuentes, un nido permanente e ideal para encontrarnos en un mundo que muchas veces resulta caótico.

El line up final comenzó con JT y una colección seducida por la naturaleza. La frescura reanimó la típica silueta de frunces, volúmenes redondeados y formas orgánicas con estampas de flores y colores dulces. Hubo una puesta en valor y la tela cobró vida. La playa, el mar, la brisa y los cielos diáfanos donde se pierde el horizonte inspiraron Cian de Fabián Zitta, una de sus cuatro colecciones drop. La performance destacó la técnica de upcycling con géneros y prendas que se resignificaron en piezas únicas, sin referencias anteriores. Hay paz y tranquilidad en colores pálidos y géneros nobles. La música exclusiva invitó a conectarse con la naturaleza y convocó a una esperanza por momentos también inquieta.

Bafweek, también virtual

El 13 y 14 de octubre comienza VISA BAFWEEK 2020 que, por primera vez, será virtual. La nueva edición se verá a través de las plataformas Flow de Cablevisión, el Instagram TV de @BafWeekOficial y vía Zoom. El calendario será diverso con contenidos donde participan de manera conjunta diseñadores, creativos, músicos y directores uniendo la moda, la música, el arte y la tecnología. Una experiencia con desfiles virtuales, fashion films y ciclos de charlar con figuras destacadas. Diseñadores y marcas presentarán, junto a reconocidos directores audiovisuales, propuestas llenas de ADN y de improntas compartidas en una complicidad simbiótica de moda, arte, iluminación y sonido.

Veremos duplas de Jazmín Chebar x Luis Ortega, Levi’s FT Khea x Milton Kremer, Vanesa Krongold x Martín Piroyanski y Juan Hernandez Daels por Hernán Corea. entre otros. La grilla incluye vídeos cápsulas con fotógrafos de moda, estilistas, creadores de contenido, directores de arte y referentes sustentables como Natura. Dos tópicos marcarán la diferencia: conocer el trabajo del prestigioso diseñador de imágenes de moda, el madrileño Bosco Tamames y la participación del reconocido fotógrafo de moda argentino Sebastián Faena y la modelo internacional Mica Argañaraz.

Comunicar el trabajo de marcas y diseñadores es una experiencia que excede a la moda y abraza, con la tecnología, un universo más extenso. Estamos en el comienzo de una nueva normalidad para el mercado nacional: dar vuelta el sistema utilizando la tecnología para continuar en la cresta de la ola. El alcance global, la inmediatez y el mundo digital están de nuestro lado.

La nueva era de la comodidad

Con un vestidor más funcional adaptado al home office y a las necesidades dentro de casa, la indumentaria cambia al ritmo de una rutina diferente; la protección como paradigma

Fuente: La Nación ~ Los stilettos quedaron olvidados en algún rincón del vestidor, con los pantalones de cuero, vestidos de fiesta y trajes de oficina. El aislamiento por el coronavirus cambió nuestra forma de vestir que, puertas adentro, se volvió más cómoda y, fuera de casa, adquirió el tapabocas como protagonista indiscutido. Con el home office se modificaron las necesidades al comprar indumentaria. Se alzó la bandera del jogging, tal como lo llevó a su tapa The New York Times Magazine en agosto, una prenda que se acomodó a la rutina con más diseño y telas confortables.

«Hoy el canal de visibilidad es Internet y es un recorte muy fragmentado de la apariencia. Tenemos la percepción de nuestro cuerpo por cómo nos vemos en la pantalla -dice Laura Zambrini, profesora titular de sociología de la carrera de Diseño de Indumentaria y Textil de la FADU-UBA e investigadora adjunta del Conicet-. A la vez, cambió la relación del cuerpo vestido frente a la apariencia y cómo nos presentamos a los otros. Nos vestimos para nosotros, pero nuestra mirada está atravesada por la mirada del otro. Todas esas fronteras parecen hoy diluidas».

Dentro de casa, la pantalla de la computadora o el celular es la transmisora de nuestra apariencia recortada: se ve el peinado, la remera o el top. Y el resto, fuera de cámara, solo se adivina, puede ser un pantalón de vestir o un pijama y ojotas. Una realidad que cambia cuando atravesamos la puerta de casa. Ahí surge el fenómeno protector de la ropa, que está sobre lo estético. Ya no importa usar el tapado más lindo o las botas de charol: todo parece infectarse en el contexto de la Covid-19. ¿Para qué usar nuestras prendas preferidas cuando todo lo que debemos evitar es el contagio? Esa ropa que usamos al salir, de vuelta en casa queda también en cuarentena.

«El coronavirus rompe todos los cánones, ya no transitamos los espacios sociales de antes, y no sabemos cómo los transitaremos después. Cómo se reacomodarán esos espacios sociales es lo que definirá nuestra vestimenta. La cuestión de la protección es importante. La indumentaria es nuestra segunda piel cultural, el afuera es un lugar donde tácitamente hay un peligro y la ropa puede ser barrera o transmisora. Hay un quiebre en el vínculo tradicional con el vestir», agrega Zambrini.

Protección fuera de casa y, adentro, una indumentaria que se erige como un reclamo de intimidad. «Descubrimos una forma sana de habitar nuestros espacios y convivir con nuestros cuerpos, esto tiene un impacto en el vestir -dice Gaba Najmanovich, analista de tendencias-. El consumidor le exige al diseñador, a las marcas, que se adapten a este nuevo modo de habitar y que le impriman estilo. La joggineta de hoy, la que usamos en la cuarentena, no es el jogging roto que nos quedó, es una prenda clave estilizada. El loungewear es un rubro que se expandió mucho este año. Lo mismo el streetwear. La comodidad no va en contra de la moda, la moda adapta su lenguaje para acomodar estas nuevas exigencias».

¿Los diseños y telas deben adaptarse a esta modalidad? «Sí, absolutamente -agrega-. El impacto es sobre todo en las partes de abajo. Hoy en día el pantalón desplazó a la falda como ítem clave y ahí vemos el cambio. Los estilos son más sueltos, con más tejidos de punto, elásticos en las cinturas y texturas livianas. En lo que es materialidades vemos una vuelta a lo natural».

Para la Cámara Argentina de la Moda, la pandemia aceleró cambios que se venían gestando: «Una moda desacelerada, prendas de más calidad que, por lo tanto, sean duraderas, que tengan usos múltiples y que sean cómodas y fáciles de cuidar. Los diseñadores tendremos que ofrecer principalmente soluciones para esta nueva normalidad«, explica su presidente, el diseñador Francisco Ayala.

La búsqueda de la comodidad no es novedad en la moda, ni en la alta costura. En 2014, en Paris Fashion Week, la pasarela de Chanel combinó bordados, brillos, la clásica chaqueta de tweed con zapatillas deportivas. Los paradigmas estaban cambiando. El athleisure -la combinación de prendas sports con elegantes- es tendencia, y las marcas deportivas seduce cada vez más al estilo urbano. «La idea de la indumentaria cómoda estaba instalada previamente, había una reconversión del sistema de la moda que miraba a lo funcional -dice Zambrini-. En los espacios de trabajo hacía años que era costumbre el casual day, con una idea descontracturada de lo formal que salía de la lógica del sistema de la moda».

«La comodidad está en agenda desde hace años, por no decir décadas. Desde la tendencia athleisure y el boom de las zapatillas y los yoga pants vemos cómo la idea de comodidad copa el universo del vestir -agrega Najmanovich-. El período de cuarentena sí ayuda a fortalecer y ampliar este concepto, pero esto no quiere decir que, de ahora en más, vayamos a vivir en joggineta. Veremos una nueva comodidad, un reclamo por prendas que no nos restrinjan, que se adapten a nuestro cuerpo, movimiento, estilo de vida«. ¿Qué pasara después de la cuarentena? «Cuando podamos circular sin tantas restricciones veremos una búsqueda de indulgencia en el estilo, vamos a querer expresarnos, ser vistos y divertirnos con nuestra ropa. De la mano de esto, y como consecuencia del período de comodidad de la cuarentena, aparecerá una búsqueda de confort. La comodidad se establece como un espacio ganado: aprendimos que vestir cómodo afecta a nuestra calidad de vida, nos da un vínculo más armónico con nuestro cuerpo. Entendimos que muchas prendas que usábamos antes forman parte de normativas socioculturales que no son funcionales a nuestra cotidianidad», vaticina.

Siempre un paso delante de lo que se viene, Vero Alfie es, además de diseñadora y creadora de Visiones Tendencias, una ávida intérprete del universo de la moda. Durante la cuarentena observó cómo cambiaban los hábitos de sus clientas, en el vestir, comprar y en la forma de acceder a las cosas. Notó que muchas querían verse y sentirse cómodas usando chinelas, pijamas, decorando sus casas y haciendo cosas por sí mismas. «El tiempo de ocio pasó a ser adentro, por lo tanto, en abril nos juntamos con nuestro equipo y decidimos anexar una línea de pijamas, una crafty, para hacer tapices, tapabocas, y una línea comfy, para estar dentro de casa. Esta pandemia aceleró los procesos y acortó los tiempos y la distancia», dice.

Al principio desde la venta online y luego también en su local de Palermo observó que la ropa de noche no se vendía, pero sí las prendas de arriba como tops; no tanto bottoms (piezas de abajo), y un auge total por los accesorios. «La pandemia despertó en nuestra marca una absoluta sorpresa en la venta online. Cuestiones como responder el Instagram o llevar un paquete en el mismo día fueron y son clave. Y llegar también a muchos lugares del interior del país nos despertó una alegría inmensa».

En su mirada a futuro presagia a la comodidad como una forma de vestir. «La gente ya no quiere usar ropa apretada. Las versiones de talles únicos grandes están funcionando genial. Cambiamos la forma de ofrecer minicolecciones y cápsulas cada 15 días, eso nos ayudó porque, de alguna manera, ya no se usa la colección: ni siquiera habrá verano e invierno». Si bien en otras épocas el acento estaba puesto en la colección, los colores y los materiales, se agregó una pieza fundamental de comunicación. «La foto que está mal, es foto que no vende. La vidriera pasó a ser la foto. Y el online es el gran magazine o vidriera donde todos chequean la oferta del momento, redirigido por Instagram», define Vero Alfie.

La lencería y los pijamas levantaron las ventas durante el invierno. «Hace ya unos años que gana espacio la ropa interior y la cuarentena también aceleró esto. Estar en casa le da más protagonismo a la idea de vestir para una y profundiza la intimidad. Vemos cómo la lencería sale, convirtiéndose en ropa exterior y como accesorio. También los géneros lenceros ocupan prendas casuales: vestidos de encaje, con puntilla, satén», dice Gaba.

Las líneas Intimates y Home del diseñador Javier Saiach se revitalizaron con la pandemia, aunque era un proyecto que tenía en mente desde antes. «Empecé a bosquejar la línea de decoración donde los fundamental fue el hashtag #stayhome, y me di cuenta desde mi misma comodidad y de la gente que me rodeaba que había cosas que antes no veíamos», explica Saiach.

Quién mejor que Caro Cuore para dar un panorama del mercado de la lencería: «Las prendas más vendidas fueron aquellas que garantizaban comodidad y bienestar: la ropa interior sin costura y con sensación de segunda piel, mientras que los pijamas, las pantuflas y toda la línea Homewear fueron las estrellas durante este periodo, siendo los rubros que más crecieron en ventas. La demanda fue exponencial en la línea de pijamas y lencería, superando las expectativas y quebrando stocks», dice Silvia Fernández, directora de la marca.

Previa a la cuarentena, la etiqueta Vitamina desarrolló la línea Home, una cápsula de prendas de entrecasa, con diseño, detalles y la calidad de la marca. «Son piezas fáciles y cómodas que se pueden combinar entre sí. Como la tendencia permite el uso del buzo y el jogging como conjunto multiuso, se accesorizan con toques urbanos y salen perfectamente de la casa a la calle», explica Sylvia Ortiz, diseñadora Vitamina. Durante el invierno, sus prendas más vendidas fueron suéteres, jeans, remeras, abrigos básicos, zapatillas y perfumes. Y, claro, tapabocas.

Aunque la colección verano ya estaba en proceso, desde Rapsodia se aseguraron que existiera un espacio para molderías cómodas, gentiles a la piel. «De cara al futuro, creemos que las temporadas dejarán de ser tan relevantes y pasaremos a un modelo de novedad contínua, desestructurando la experiencia y generando contenido y expectativas en nuestra clienta los 365 días del año», dicen. ¿Sus más vendidos? Buzos, remeras, pantalones de punto, suéteres y zapatillas. En contrapunto, hubo mucha compra de oportunidad de prendas «joya», como chaquetas bordadas y vestidos «que generan mucha ilusión en nuestras clientas». Una búsqueda más allá del confort.

Jessica Trosman y Martín Churba, en versión sustentable

Los referentes del diseño argentino volvieron a juntarse para crear la cápsula Jaramillo: nuevos diseños creados a partir de prendas en desuso

Volvieron en medio de la pandemia, y más livianos que nunca. Esa es la entrelinea que surge inmediatamente al ver de nuevo en la escena de la moda local a los diseñadores Jessica Trosman y Martín Churba. Juntos, veinte años después de haber sido pioneros en el diseño de autor argentino e inspiración para al menos dos generaciones de creadores, ahora están de regreso cada uno con la extensa experiencia de su propia marca y con la certeza de que el modo debe ser sostenible. Si bien los encuentros entre ambos surgieron para empezar a cranear la intervención artística textil que harán en el Museo de Arte Moderno en 2021, fue en esas reuniones que surgió Jaramillo: la cápsula que desarrollan en el marco del Ecosistema Tramando.

Esta propuesta de indumentaria está realizada íntegramente a partir de un lote de ropa de trabajo que les donaron de un taller textil en desuso. Así, utilizaron overalls, pantalones, y chaquetas fabricados en la década del 80, para diseñar y confeccionar nuevas prendas en rojo, amarillo, verde, blanco y azul. «Desarmamos y volvemos a armar», sintetizaron los diseñadores en la presentación que hicieron a través de un vivo de Instagram, donde explicaron la propuesta y mostraron la ropa creada para la tribu de seguidores que los acompañan desde fines de los 90.

Con Jaramillo, la dupla apuesta a una moda sostenible basada en lo afectivo, incluso en una iniciativa hedonista que según Jessica Trosman consiste en «transformar desechos en deseos». Y al mismo tiempo afilan el mensaje social, al dar cuenta del entorno socio económico y de la crisis que atraviesa el sector.

«Estamos poniendo el ojo en los talleres que están agonizando -explica Churba-, se trata de personas que saben hacer eso y no otra cosa, deberíamos ayudarlas para que esas empresas familiares sean lugares productivos, cooperativos, y que poco a poco se vayan recuperando». De eso se trata el homenaje que con esta cápsula hacen a los talleres textiles que se vieron complicados en las últimas décadas y ahora afectados como consecuencia de la pandemia.

Repensar los usos

Ese propósito, el de seleccionar prendas ya existentes y desarmarlas para con esa materia prima generar otras nuevas, con valor agregado, se llama upcycling y es un modo de hacer cada vez más frecuente en marcas de todo el mundo. Lo empleó Jean Paul Gaultier en enero de este año cuando presentó su última colección al mando de la firma realizada con materiales de colecciones anteriores, también Vivianne Westwood trabajó en ese sentido en distintas oportunidades y fue el diseñador Martin Margiela quien de esa técnica hizo un leitmotiv de su carrera.

En Argentina, Jessica Trosman recurrió al upcycling en 2016 cuando revitalizó prendas provenientes de la fábrica jeanera Lee en nuevas creaciones también en denim, y Churba hizo algo parecido en el 2019 cuando presentó Stock Divino Tesoro, utilizando material textil que tenía en el propio depósito de la marca.

Lo cierto es que si bien esta opción sostenible sobresale en tiempos de la crisis sanitaria y económica provocada por el coronavirus, puede encuadrarse en el imperativo más amplio del sector de la moda preguntándose: para qué producir a gran escala, por qué hacer tantas líneas por temporada, o por qué no dejar de usar materiales que no son biodegradables y que pueden permanecer durante décadas sobre el planeta o terminar en la profundidad del océano.

Ese fue el caso de Gucci que comenzó a trabajar con un nuevo tipo de nylon reciclable que puede ser regenerado infinidad de veces. Además, en mayo de este año, después de que Italia sea azotada por la pandemia, su director creativo Alessandro Michele se despachó con el comunicado «Notas desde el silencio», anunciando que la legendaria firma se bajaba del frenesí habitual del sistema fashion y sólo haría dos colecciones por temporada. En esa línea también se manifestaron diseñadores como Dries Van Noten y la uruguaya Gabriela Hearst con una la publicación de una petición para modificar la industria.

Las posturas de esas marcas de moda además representan una respuesta posible a la problemática de los desechos textiles. Si bien ya existen empresas que, desde que empiezan el desarrollo de un producto, ya plantean cuál será su destino una vez que entre en desuso, sigue siendo realmente significativa la cantidad de ropa que termina en la basura.

Esto se debe al negocio de la moda, incrementado por la tendencia fast fashion, que de acuerdo a un informe de Greenpeace produce más de 80 mil millones de prendas por año, y que aún generando volúmenes de compra 400% mayores que hace veinte años, la oferta sigue superando ampliamente a la demanda. En este contexto, con firmas y diseñadores que al menos se muestran reflexionando sobre su modo de producir y respecto de los materiales que utilizan, es posible pensar que -en los mejores casos- también trabajan en proponerle al cliente una opción desacelerada de consumo indumentaria.

Benito Fernández y Min Agostini: los diseñadores argentinos convocados para las fashion weeks del mundo

Fuente: Infobae ~ A Fernández lo convocaron para el New York Fashion Week y a Agostini para el México Fashion Week. En diálogo con Infobae contaron detalles de sus colecciones y su participación en las pasarelas internacionales

Si hay algo que tenemos en nuestro país son diseñadores talentosos. Entre ellos se encuentran Min Agostini y Benito Fernández, dos firmas de la moda cuyas prendas son identificables con sólo un vistazo.

A pesar de estar en tiempos de pandemia, la moda continúa y los shows de las semanas de la moda siguen con el calendario pautado a nivel mundial. Y estos diseñadores argentinos fueron invitados a ser parte de la agenda global.

El calendario de la moda abrió con Nueva York, de una manera muy diferente a la que estamos acostumbrados: con medidas sanitarias muy estrictas y con transmisiones vía streaming de todos los desfiles. NYFW sorprendió y se pudo llevar a cabo sin inconvenientes. Benito Fernández presentó «Cambalache» en Nueva York Fashion Week

Desde Argentina, el diseñador elegido para esta Semana de la Moda fue Benito Fernández. Convocado a través de Fashion Designers of Latin America lo invitaron en medio de la pandemia y aceptó rápidamente. “Haber presentado mi colección ahí es un sueño hecho realidad, sobre todo de la mano de Valeria Mazza, que hizo el cierre. Es súper importante haber formado parte de la New York Fashion Week. Primero porque es una de las pasarelas más modernas que conecta con mucha gente y también porque a mi me encanta verla”, dijo Benito a Infobae.

El diseñador contó que convocó a su amiga Valeria Mazza para “devolverle a la industria de la moda algo de lo que tanto se merece en estos momentos de crisis siendo uno de los sectores más golpeados por la pandemia. Ella, además, fue un gran ícono de los 90”.

Los vestidos cortos de lentejuelas, un ítem infaltable en las colecciones de Benito

Si bien Benito no viajó a la Gran Manzana, su desfile lo hizo vía streaming como el resto de los shows que se presentaron en el calendario oficial. En su video a puro color, el diseñador con más de 30 años en la moda mostró al mundo su temporada de verano llamada “Cambalache”, una línea 100% reflejada en su ADN y en la identidad del país con mezcla de texturas, brillo y mucho color.

“Lo que más me gustó de haber estado virtualmente en el calendario de la moda de la Nueva York Fashion Week es estar en una de las pasarelas más importantes y llegar a diferentes lugares de diversas maneras, porque todo va a cambiar, desde las formas de comunicar, el marketing, la venta y los contenidos”, agregó Benito.

Las camisolas, la prenda que Benito dijo que este verano serán las protagonistas

En su colección “Cambalache”, para el verano, el diseñador presentó ropa más suelta y cómoda, con telas de algodón. Pantalones anchos, camisolas y las túnicas que son las verdaderas protagonistas de la temporada. Para la paleta de color, los vibrantes como los amarillos con detalles en negro son los hit. “Los jeans y las túnicas son las prendas que este verano no te pueden faltar en el vestidor”, sugirió Fernández.

Min Agostini esta vez se puso en la piel de la modelo para presentar sus colecciones como un cuerpo real

La diseñadora y arquitecta Min Agostini fue otra de las convocadas para presentar sus diseños en el exterior. Fue en México, para el Mercedes Benz Fashion Week México. La Cancillería Argentina la seleccionó y la invitó para en octubre estar virtualmente mostrando su creatividad al mundo latinoamericano.

“Para mí es muy importante participar ya que es una plataforma que se lanza para todo el mercado latinoamericano. Presentaré mi concepto de ‘una prenda muchos usos’ también ya que no serán piezas únicas sino que es la primera vez que voy a poder hacer un seriado y repetir prendas”.#unaprendamuchosusos por Min Agostini

Bajo su premisa que apuesta a piezas de diseño que son para toda la vida, sus nuevas líneas las diseñó sobre un maniquí y tienen una sola costura, ya que no trabaja con molderías y estas se pueden adaptar a muchos cuerpos, estructuras y siluetas diferentes para todos los talles, de un XS hasta un XL.

Sobre la paleta de color elegida para la temporada de primavera-verano 2021 de Min Agostini, la diseñadora optó por los amarronados, los beige, mostaza combinados con el malva, el verde agua, el naranja y el azul estridente, con blancos.

Las piezas de Min Agostini son para todos los cuerpos y tienen como objetivo envolver a talles de un XS a un XL

El evento se llevará a cabo del 14 al 17 de octubre bajo un formato híbrido que combina el retorno controlado de los eventos presenciales con un programa de contenidos exclusivos en sus plataformas digitales. Sin embargo, todavía la hora y el día en el que se estará presentando esta nueva cápsula de Min no está definida, pero todos los diseñadores argentinos presentarán sus colecciones mediante un video colectivo de todos los participantes elegidos por Cancillería.

Las tendencias de la Semana de la Moda de Milán

Fuente: Infobae ~ El domingo cayó el telón de la Semana de la Moda de Milán con el esperado desfile de Valentino, que había elegido excepcionalmente la capital lombarda en lugar de París para presentar su nueva colección primavera-verano masculina y femenina para 2021.

Después de Londres y Nueva York, la Semana de la Moda de Milán tuvo que adaptarse a las reglas de distanciamiento físico impuestas por la pandemia de covid-19, aunque más de veinte firmas, entre ellas Valentino, Fendi, Dolce & Gabbana, Etro, Ferragamo y Max Mara, se arriesgaron a invitar físicamente a sus clientes.

Entre ellos, el cantante Mika, invitado por Valentino. «El desfile fue magnífico», dijo a la AFP. «Me gustó especialmente este casting no tradicional de hombres y mujeres muy diferentes, muy representativo del mundo actual».

– ¡Viva Italia! –

Tanto si se puede viajar a Italia el próximo verano como si no, al menos será posible hacerlo a través de las colecciones que se ofrecen esta semana en Milán.

La colección de patchwork de Dolce & Gabbana es como un viaje a Sicilia, con motivos queridos por la casa que evocan la calidez, los colores y la riqueza de la isla.

La casa Etro transporta a la costa amalfitana. El colorido resurgimiento del patrón de tipo Paisley tan querido por la marca, la ligereza de las formas o los caftanes son como una promesa de hermosos paseos por las playas de la Riviera.

La casa Pucci celebra Capri, la isla de la mítica película «El desprecio», del glamur y las artes, con grabados antiguos de lugares como la «Piazzetta di Capri», el elegante club «La Canzone del Mare» y la Villa Conchiglia.

En Max Mara, la colección rinde homenaje no a un lugar sino al Renacimiento italiano, con motivos hexagonales que evocan los suelos de mosaico de las más bellas «duomi» (catedrales) italianas.

– Reinterpretar el pasado –

El confinamiento también fue una oportunidad para que las casas italianas volvieran a sus archivos para proponer reinterpretaciones de sus piezas clave.

Fue el caso de Versace, que puso en el centro de su colección el motivo Tesoro del Mar, inventado por Gianni Versace en los años 1990. Se trata de motivos submarinos que sirvieron de hilo conductor de toda la colección.

En Fendi, la colección se inspiró en ropa de casa bordada de la familia de Silvia Venturini Fendi.

En Marni, la colección eran abrigos hechos con piezas de colecciones anteriores que luego fueron pintados con palabras enviadas por los amigos del diseñador Francesco Risso en intercambios epistolares durante el confinamiento.

Dolce & Gabbana usaron para toda su colección las telas que ya tenían para evitar producir otras nuevas.

– Bordado, encaje y ganchillo –

Los bordados, encajes y ganchillos también inundaron las colecciones de Milán. En Valentino el encaje se corta con láser o está hecho de paja. El creador organizó su desfile en los espacios de una vieja fábrica, decorada con flores y plantas.

El bordado está muy presente en toda la colección Fendi y se aplica a los vestidos, los abrigos y los accesorios.

También hay bordados en Armani, preciosos y chispeantes, y en la casa Alberta Ferretti en pequeñas capas, minivestidos con mangas anchas, overoles o grandes vestidos caftán.

Ferragamo optó por bordados florales para adornar un hermoso abrigo para hombre. En Prada, las perforaciones en las camisetas son como una versión ‘grunge’ del bordado inglés.

– Recuerdos del confinamiento –

En las colecciones también hubo elementos que recuerdan el confinamiento y el tiempo pasado en casa, como los pantalones de pijama de seda en Armani, las zapatillas usadas combinadas con trajes de Fendi, los camisones de Etro o las sudaderas con capucha de Max Mara.

La moda italiana ennoblece esta tendencia, utilizando materiales preciosos y teniendo en cuenta la importancia de la comodidad de la ropa durante este período de confinamiento.

Los cambios urgentes que la moda necesita

Fuente: La Nación ~ Hoy, el pasado, aquel mundo al que nunca podremos volver, se manifiesta en el ámbito de la moda mucho más que como una sombra ocasional; se ha convertido, de hecho, en una suerte de fantasma residente, siempre presente, bajo múltiples aspectos, espectro grato y hasta bienvenido cuando ante la mesa de diseño se descubre que ya no quedan por inventar modelos inéditos amigables hacia nuestros cuerpos. Todos los formatos han sido explorados y están todos en venta, por otra parte. No hay ya fue en la moda actual, todo es, todo sigue siendo, gracias a un permanente reciclado de estilos de todas las décadas de los últimos cien años.

Ese mismo período, el de la moda de nuestra modernidad, tuvo sus momentos de retorno. El más sorprendente, precedido por las audacias de los años 20 y las siluetas fluidas de los 30, fue anunciado en 1939 con la reaparición del talle avispa que había prevalecido hasta inicios del siglo por Balenciaga, con vestidos de Infanta en satén de seda, inspirados de Velázquez. Este retour en arrière acabó concretándose después de la guerra, cuando, en 1947, Christian Dior irrumpió con su New Look, evocación alusiva de la mujer encorsetada de la Belle Époque, que el modisto había admirado en su infancia.

En los 70 se redescubrieron el chic deportivo, el dandysmo sastreril y los vestidos florales de calle de los 30 y las siluetas de hombreras rígidas y tocadas con turbante de los años de guerra, tras los cuales no tardaron en asomarse los looks más discutibles de los años 50. Esos mismos años 70 en su faz callejera fueron resucitados, con sus reversiones del pasado incluidas, en los 90, cuando Prada había establecido su doctrina de la fealdad, bautizada ugly chic, que tenía mucho de lo primero y nada de lo otro.

Cuando ya todo lo previo había sido explotado hasta el hartazgo se comenzó a someter las molderías, hasta entonces fielmente copiadas a diversas intervenciones de cirugía costurera y collage textil, desconstruyéndolas, reensamblándolas entre sí sin otro orden que el dictado por pretensiones supuestamente artísticas, con resultados difíciles de ver y más arduo aun de llevar, que, sin embargo, fueron rápidamente adoptados por una clientela adinerada sin educación visual alguna pero convencida de estar in the know.

Nada fatiga más que un chiste malo, sobre todo cuando se lo prolonga en busca del aplauso. Esta rueda grotesca ha excedido su límite de duración. La crisis de la Covid-19 habría podido ser una coartada irreprochable para que las corporaciones de moda pulsaran el botón de pausa y repensaran su estrategia. No son unas histéricas revisiones estéticas lo que aportarán los cambios que la moda oficial necesita de urgencia, sino una verdadera transformación conceptual de sus modos de creación y producción junto a una disminución considerable de su codicia.

Quedó al descubierto la falta de creatividad que afecta a la moda corporativa, que no supo presentar las imágenes estimulantes o apaciguantes, divertidas o reflexivas, atractivas o provocativas que en nuestro enclaustramiento necesitábamos ver. Los videos que reemplazaron los desfiles internacionales se distinguieron, con escasas excepciones, por su chatura rebosante de pretensión. Las colecciones de verano estarán teniendo lugar cuando aparezca esta columna. Esperemos que algo realmente nuevo esté sucediendo, un presente real y activo.

¿La moda de lujo podrá recuperar su esplendor?

Fuente: Clarín ~ Este suele ser un mes muy ajetreado para la industria del lujo. Poco después de que las revistas de moda publican sus importantes ediciones de septiembre, miles de compradores, periodistas y clientes comienzan un recorrido por Nueva York, Londres, Milán y París.

Yendo de ciudad en ciudad para asistir a las semanas de la moda, determinan las tendencias que impulsarán un mercado mundial de artículos de lujo con un valor de cientos de miles de millones: en 2019, 281.000 millones de euros, o 334.000 millones de dólares.

Pero este año no es así.

El diseñador Jason Wu, izquierda, en un ensayo para su show de la Semana de la Moda de Nueva York. . Foto Jeenah Moon para The New York Times.

Las columnas vertebrales de la industria se están desplomando debido al peso de una pandemia que ha causado una caída en las ventas, ha conmocionado las cadenas de suministro globales y ha llevado a la bancarrota a empresas estadounidenses de renombre como Brooks Brothers y Lord & Taylor.

Esos cambios han provocado grandes preguntas sobre el modelo de negocio de la moda de lujo.

¿Las semanas de la moda deberían ser desmanteladas y reconstruidas? ¿Los ciclos de nuevos artículos cada seis meses siguen siendo el mejor enfoque en un momento en el que la sobreproducción de prendas de vestir está bajo escrutinio, el estilo de vida de las personas se ha visto restringido y las pasarelas se sienten fuera de lugar en un mundo con prioridades diferentes?

El segundo trimestre de 2020 fue el peor para la industria de la moda de lujo.

Según los cálculos de Boston Consulting Group, las ventas mundiales de los productos de lujo se contraerán entre un 25 y un 45 por ciento este año, y es poco probable que el crecimiento de la industria vuelva a los niveles previos a la pandemia hasta por lo menos 2023 o 2024.

En un momento en que varias empresas luchan por la supervivencia, muchos diseñadores sienten que no pueden permitirse el lujo de dejar pasar la oportunidad de mostrar nuevas mercancías.

Así que, cuando la temporada más reciente de la Semana de la Moda comenzó en Nueva York la semana pasada, las pasarelas de gran éxito y las grandes multitudes quedaron en el pasado y fueron reemplazadas por un puñado de presentaciones a pequeña escala o solo en línea.

En Italia y Francia, algunas marcas han dicho que planean organizar eventos físicos más grandes, a pesar de tener solo un puñado de invitados internacionales, sufrir las ausencias de diseñadores de alto perfil y vivir el aumento de las tasas de infección en Europa.

“Las pasarelas no son esenciales. Sin embargo, a veces es necesario mostrar lo que realmente estás creando”, comentó Antoine Arnault, jefe de comunicaciones de LVMH Moët Hennessy Louis Vuitton, para The New York Times el 9 de septiembre.

Un maquilladora con máscara ayuda a una modelo a prepararse para el desfile de la Semana de la Moda de Nueva York. Foto Jeenah Moon/The New York Times.

“Hay toda una economía alrededor de estos espectáculos. No hay que subestimarlos”, añadió, aludiendo a los miles de maquilladoras, costureras, conductores, guardias de seguridad y fotógrafos independientes que dependen de las semanas de la moda para obtener una parte considerable de sus ingresos.

Grandes grupos como LVMH, que cuenta con marcas como Dior, Louis Vuitton y Fendi, y su conglomerado rival Kering, que opera marcas como Gucci, Saint Laurent y Balenciaga, han estado más aislados de las amargas adversidades de la pandemia que la mayoría de las empresas independientes más pequeñas. (Aunque LVMH ha entrado en una batalla judicial en un esfuerzo por librarse de un compromiso de 16.000 millones de dólares para comprar la joyería Tiffany & Co).

En su último informe trimestral de ganancias, LVMH dijo que había visto un fuerte aumento en las ventas del verano en países asiáticos como China continental, Japón y Corea del Sur, donde las recientes tasas de virus se han mantenido bajas.

No obstante, las ventas de su unidad de moda y artículos de piel cayeron un 37 por ciento, pues el turismo internacional se detuvo y las visitas a las tiendas mundiales han tardado en recuperarse.

El nuevo look: máscaras, plexiglás y distanciamiento social en los Estudios Spring de Manhattan como modelos preparadas. Foto Jeenah Moon para The New York Times.

El impacto ha sido aún peor para las marcas que viven un periodo de recuperación financiera como Salvatore Ferragamo y Burberry, las tiendas departamentales endeudadas como Neiman Marcus y las firmas independientes con poco dinero en efectivo y una gran dependencia en este tipo de tiendas minoristas (muchas de las cuales se esforzaron por cancelar y devolver los pedidos).

La mayoría de las empresas ahora están enfrentándose a un gran exceso de inventario sin vender de las colecciones de primavera y verano de este año.