Se desploma la producción nacional de ropa
Las cantidades fabricadas cayeron 22,6% en septiembre,
la mayor contracción del año.
Fuente: CIAI ~ La crisis del sector de indumentaria argentino no da respiro: ayer el INDEC dio a conocer la caída de 22,6% de la producción en septiembre, comparado con mismo mes del año anterior. Se trata de la caída más profunda de todo 2019. En los nueve meses del año, el sector acumula una contracción de 15,3%. En paralelo, el empleo asalariado registrado en el sector se redujo 13,5% entre el primer trimestre de 2019 y el primero de 2018, según las últimas estadísticas disponibles en el Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación. Dicha caída representa una destrucción neta de 5.823 puestos hasta marzo, desde entonces.
Dicha dinámica se explica fundamentalmente por la caída en la demanda de ropa por parte de la población argentina. En supermercados de todo el país, las cantidades vendidas de indumentaria se contrajeron 15,3% interanual durante agosto, mientras que en los shoppings centers del Gran Buenos Aires, la disminución fue de 1,8%. En los comercios minoristas, la caída interanual de octubre fue de 9,5%, según informó la CAME. La reducción en las ventas se dio en paralelo a un abaratamiento relativo de las prendas, cuyos precios aumentaron 47,4% interanual en septiembre, por debajo del nivel general de inflación de 54,5% medido por el INDEC.
Por su parte, la caída en las ventas obedece estrictamente a la contracción del poder adquisitivo de los argentinos. En particular, el poder de compra de los salarios de los trabajadores se redujo 7,9% en promedio durante el mes de agosto de 2019 (comparado con agosto de 2018), último dato disponible en INDEC. Adicionalmente, el poder de compra de las jubilaciones y las pensiones cayó 2,5% interanual en septiembre de 2019, según cálculos propios de la CIAI. En este contexto, llama la atención los resultados de la encuesta realizada por la Universidad Di Tella sobre la confianza de los consumidores, que tuvo una suba de 34,1% en octubre en comparación con mismo mes de 2018.
El comercio exterior de indumentaria también deja en evidencia la crisis del sector. Las importaciones cayeron 28,7% en septiembre de 2019 comparado con mismo mes del año anterior. Si se analiza en términos de cantidades, la contracción fue de 31,4%: la diferencia se explica por una pequeña suba de los precios promedio de importación (4%). La disminución de las importaciones de ropa no se explica únicamente por la caída en las ventas sino también por la devaluación del precio argentino: comparado con China, país origen de aproximadamente 60% de nuestras importaciones de ropa, el peso se depreció 3,9% en términos reales (es decir, descontando la inflación) respecto a octubre de 2018, según el Banco Central de la República Argentina (BCRA). Entre las pocas buenas noticias para el sector, se destaca el incremento interanual de 42,9% de las exportaciones argentinas de indumentaria durante septiembre según información aduanera del INDEC.
En relación a los costos de las empresas del sector, aún persiste el ahogo financiero con tasas de interés por adelantos de cuenta corriente que promediaron 70,9% en octubre, según el BCRA. Por otro lado, el congelamiento de tarifas aplicado previo a las elecciones explica el aumento de sólo 20% en el precio de la nafta súper entre octubre de 2018 y octubre de 2019 y de 43% en el costo de la energía eléctrica en la Ciudad de Buenos Aires.
Por último, la encuesta de fines de octubre del Banco Central de la República Argentina (BCRA) a las principales consultoras, bancos y centros de estudios arroja resultados poco esperanzadores para lo que queda del año. En particular, se espera una caída de 3% del PBI de Argentina en 2019 y de 1,7% 2020, fundamentalmente por el arrastre estadístico que deja la crisis condensada en el segundo semestre de 2019. A su vez, el promedio de las consultoras estima una inflación minorista de 55,6% para todo 2019 y de 42,5% para 2020.
La edición de noviembre del semáforo de la indumentaria argentina deja en evidencia la gravedad de la crisis del sector y la necesidad de diseñar e implementar políticas públicas que permitan frenar la destrucción de empleo y empresas y revertir los retrocesos experimentados durante los últimos años. En particular, no sólo se requieren políticas industriales específicas en materia financiera, impositiva y de comercio exterior sino también la recuperación del poder adquisitivo de la población, variable fundamental a la hora de explicar el comportamiento de la industria nacional de fabricación de ropa. Desde la CIAI nos encontramos trabajando en una propuesta integral de políticas públicas para presentar a las nuevas autoridades gubernamentales, que también incluye compromisos de la cadena de valor para con la modernización productiva y tecnológica del sector.