Fuente: BAE ~ La industria utilizó en enero 56,1% de las máquinas, 0,1% menos que el registro del año pasado cuando la actividad fabril ya transitaba la recesión. Aún en el fondo del pozo, hubo sectores que mostraron cierta reacción aunque esas mejoras fueron contrarrestadas por caída en la producción de acero y de tabaco, y la continuidad del hundimiento de los productos relacionados a la construcción.
Otro rubro que mostró mejoras fue alimentos y bebidas que registró «un nivel de utilización de la capacidad instalada de 58,6%, en enero de 2020, superior al de enero de 2019 (57,5%)». «El mayor nivel de utilización del bloque se explica, principalmente, por el aumento registrado en la elaboración de bebidas», señaló el informe oficial.
Los sensibles pudieron ver mejores condiciones. El bloque de productos textiles tuvo un nivel de utilización de la capacidad instalada de 44,4%, superior al registrado en el primer mes de 2019 (31,4%) debido al crecimiento del nivel de producción de hilados de algodón.
Sin embargo, la crisis de la obra pública golpeó en el grupo de sectores de Productos minerales no metálicos que se ubicaron por debajo de la media del nivel de 54,4% de uso de capacidad instalada, inferior al de enero de 2019 (57,1%) «como consecuencia de la menor fabricación de cemento y de otros materiales de construcción».
En el primer mes del año, los bloques sectoriales que presentaron niveles de uso de la capacidad instalada superiores al nivel general fueron: refinación del petróleo, sustancias y productos químicos, papel y cartón, tabaco, metálicas básicas y alimentos y bebidas.
Los productos del tabaco exhibieron un nivel de utilización de la capacidad instalada de 67,3%, en enero de 2020, inferior al registrado en el mismo mes de 2019 (83,9%), como consecuencia del menor nivel de producción de cigarrillos. La capacidad instalada en las industrias metálicas básicas fue de 61,5%, inferior al de enero de 2019 (71,7%), vinculado «principalmente con la disminución en el nivel de elaboración de acero crudo».