Fuente: La Nación ~ La cuarentena obligatoria y el cierre de shoppings y locales se produjo con la colección para otoño invierno de indumentaria y calzado recién empezándose a promocionar y a mostrar. La mayoría de las marcas apelaron a rebajas en las ventas online y a promociones para compras futuras, pero admiten que la comercialización a través de canales virtuales no reemplaza «ni remotamente» la que se hace de manera presencial. Es que en la facturación global del sector representa en promedio apenas el 10% y en este período podría saltar unos tres o cinco puntos. Si desde el lunes pueden volver a abrir -en función de cómo se dé la flexibilización-, habrá cambios importantes en la modalidad.
Por ejemplo, en España , el Gobierno determinó que -además de la desinfección de probadores después de cada uso, distanciamiento social y limpieza varias veces al día del local- las prendas que se prueben y no se vendan deben ir a cuarentena 10 días. Los pequeños comerciantes no están de acuerdo porque les altera el stock. La medida se aplicará también a zapaterías. En la Argentina todavía no hay indicaciones sobre cómo será el regreso, pero es obvio que tendrán requisitos especiales.
La industria -de la que dependen un millón de personas entre calzado e indumentaria- se prepara para reclasificar unidades y para tratar de recuperar a partir de la primavera algo de lo perdido. Los empresarios repiten que este año se reducirá a tres meses. Algunos de los consultados por LA NACION admiten que en la última semana hubo un repunte en los pedidos online pero que a los consumidores les pesa la incertidumbre sobre su propio futuro económico, por lo que están cautos a la hora de comprar. Hay empresas cuyo promedio de operaciones por esa vía es menor al 10%.
«La moda es negocio cuando la gente compra por moda, cuando compra porque hace calor o frío, es necesidad», grafica Juan José Bertolino dueño de Pato Pampa, indumentaria para hombre que cuenta con 35 locales en el país. «Dependemos de la vida social, de las salidas, de los regalos en reuniones. Sin esa pata, el negocio es casi inexistente», dice. En su caso el 80% de la colección quedó lista para despachar.
Las marcas con locales en los shoppings cuentan que les están cobrando sólo las expensas y que si el cierre continúa, también empezarán a pelear para que sea una parte . En el caso de los espacios a la calle, cierran diferentes tipos de acuerdo como abonar la mitad de los alquileres y el resto en tres cuotas cuando la situación se normalice.
Desde Levi’s Argentina indican a LA NACION que la venta on line «no puede sustituir el volumen» que había en el retail físico previo al Covid-19. «Después de pasar por las primeras y segundas semanas de cuarentena realmente duras en materia de sesiones en las operaciones virtuales vemos una recuperación en estos últimos 15 días; creemos que con la liberación de las entregas la tendencia se fortalecerá».
Plantean que avanzan con «más inversión en medios para alcanzar más audiencia» y con acciones de descuentos en productos seleccionados para «aumentar la conversión». Actualmente se están lanzando nuevos productos online y un 25% de descuento en seleccionados.
Daniela Avellaneda, gerenta de Marketing de Latin Shoes licenciataria de Avia en Argentina y que gestiona otra docena de marcas nacionales e internacionales, señala que no llegaron a lanzar la colección de invierno y no lo harán hasta que puedan tener productos a la venta: «Lo más coherente hoy es acompañarlos con actividades que puedan hacer desde sus casas siempre orientadas al mood de la marca que es el estilo de vida saludable y comunicar el stock que continuamos teniendo disponible online y que incluye una gran variedad de productos discontinuos». Desde esta semana las entregas de esas compras están reactivadas .
Salvar la temporada
La estrategia general de la industria es reducir el inventario de manera que cuando les toque abrir puedan avanzar con algunas nuevas; el objetivo es generar ingresos y librarse de la mayor cantidad de stock posible. La comercialización por canales virtuales no es suficiente para cubrir los costos de empleados, parte de alquileres, seguros, servicios e impuestos. «Es el peor escenario, con las fichas del taxímetro corriendo y parados», grafica el dueño de una de las marcas de fast moda más importantes del país que ingresa a sus locales entre 40 y 50 artículos nuevos por mes. «Tenemos mercadería en talleres y telas en depósito, eso nos salvará hacia adelante porque el resto de la materia prima está en barcos hasta que se normalice la situación».
En Levi’s Argentina reforzaron el mensaje «Do it Yourself» vía tutoriales en las redes donde explican cómo reinventar los iconos de la marca. Avia también genera contenido de la mano de sus «embajadores de marca» y usando material que tenían diseñado antes de la cuarentena. «Acompañar en esta etapa es de vital importancia para tener empatía con el consumidor», repiten.
Pato Pampa, al focalizarse en básicos, admite que tendrá menos inconvenientes para darle continuidad a la ropa: «El mayor problema es lo financiero; ya está pago lo que hicimos pero no podemos entregar ni cobrar. Esperemos que los gobiernos tengan algo de creatividad porque nos la exige a nosotros, pero ellos también deben ejercitarla. Tienen que consultar con los sectores; habrá muchas Pymes que desaparecerán. Todos debemos hacernos responsables de nuestra parte».
A futuro no saben las medidas que se les exigirán : hay locales que tienen hasta 15 cajas y seguramente no las podrán habilitar a todos con la consecuente caída de facturación.