Fuente: La Nación ~ Empresarios y autoridades de la Fundación Pro Tejer, que agrupa a más de 100 socios, aseguraron que la inflación en el sector se debe a un contexto internacional adverso y a una metodología de relevamiento equivocada por parte del Indec.
Con 38,8% de inflación, la ropa y calzado es el segundo entre los rubros que más aumentaron en lo que va del año, solo detrás de educación. En septiembre, fueron los bienes que más incrementos de precio tuvieron (6,7%), según el Indec.
En el rubro textil, aseguran que las remarcaciones no son indiscriminadas y se corresponden con un contexto internacional negativo. La Fundación Pro Tejer, que agrupa a más de 100 empresas de toda la cadena industrial, desde la obtención de materias primas hasta la comercialización, dio su visión sobre la inflación en el sector.
“¿La ropa está cara o ganamos dos mangos?”, preguntó con ironía Luciano Galfione, secretario de la Fundación y director de Unifibers S.A. Para el empresario, las prendas de vestir no están caras respecto del resto del mundo. Sin embargo, reconoció que hay fuertes aumentos, pero explicó que se deben a una inflación generalizada en los commodities, materias primas y el costo del transporte.
“El 60% es importado. Las materias primas aumentaron 70% en dólares. El algodón, 100%. Con respecto a los fletes, uno de Oriente salía US$1800 antes de la pandemia y ahora cuesta US$12.000, una crecida de 600% en dólares. Eso nos reconfigura los costos”, dijo. Además, agregó que la energía está dolarizada, y el tipo de cambio también impacta en su estructura.
Por otro lado, Galfione contradijo las cifras oficiales y expresó que los aumentos no son tan bruscos como refleja el Indec. Esto se debería a que el organismo toma como referencia los precios de lista en grandes conglomerados, como shoppings y centros comerciales, en vez de relevar los precios “finales” (con descuentos, promociones o cuotas). “Esto es algo que está conversando permanentemente la Cámara de Indumentaria con el Indec. ¿Cuándo alguien paga el 100% del precio de una prenda? Nadie. El precio que deberían tomar es el que compra el consumidor, no el que aparece en una lista”, justificó y aseguró que de evaluarse de esta manera, la inflación no sería muy distinta al nivel general.
Sobre la posibilidad de que se implemente un congelamiento o control de precios, las autoridades dijeron que, “a diferencia del sector alimenticio, donde las empresas son pocas y grandes”, sería imposible hacerlo en la indumentaria debido a que de ese mercado participan decenas de miles de actores.
En las últimas semanas, empresas y organizaciones de la industria reportaron faltantes en bienes finales e insumos para la producción. Entre ellos están: laca pellada, suelas, algunos tipos de tela, ropa deportiva y zapatillasl, entre otros. Pro Tejer admitió la escasez de estos productos, pero afirmó que no están teniendo un impacto significativo. “En términos netos, las importaciones están por encima del nivel de 2019. El mercado está abastecido”, aseguró Galfione.
Sobre la situación del empleo en el sector, mencionó: “Tenemos que volver a tener una filosofía de trabajo y dejar de dar planes sociales. Cuando esa gente se incorpora, pierden los beneficios. Como la gente obviamente no tiene la certeza de que ese trabajo formal va a ser permanente, temen, porque volver a esa asistencia es problemático”, dijo.
“Me dicen ´¿de qué me estás hablando? Nunca fui a atenderme nada, voy a la salita de mi barrio. Lo importante es si me puedo hacer el guiso”
Además, aseguró que se perdió la cultura de trabajo y que los trabajadores, al incorporarse al régimen formal, no lo valoran (prestaciones como la obra social o la jubilación) porque “la gente con necesidad solo valora ir al chino a comprar la leche”. “Me dicen ´¿de qué me estás hablando? Nunca fui a atenderme nada, voy a la salita de mi barrio. Lo importante es si me puedo hacer el guiso”, expresó.
Que difícil es salir de una trampa mortal que nos llevo la política nefasta de décadas, no?