Fuente: TN ~ El acuerdo estipula que todo el calzado importado menor a 35 euros deberá ser elaborado en un 70% en el Viejo Continente. Qué opinan los empresarios argentinos.
Los gobiernos del Mercosur negociaron con sus pares de la Unión Europea un mecanismo para evitar una «invasión» de indumentaria barata desde el Viejo Continente, algo que había generado preocupación entre los industriales locales de ese sector. El sistema incluirá una regla de origen: para contar con etiqueta europea, el calzado importado deberá estar elaborado en un 70% en la región. De esa forma, habrá un riesgo menor a que insumos asiáticos low cost abaraten por demás esos productos.
Los ejecutivos del rubro textil recibieron la noticia del acuerdo de libre comercio firmado entre el Mercosur y la Unión Europea con cierta preocupación. Las alarmas se encendieron entre los empresarios de indumentaria y calzado, principalmente, porque imaginaron que el tratado abriría la puerta al ingreso de productos con el sello de la UE pero con materia prima barata importada desde Asia, lo que perjudicaría a la producción local.
Para evitar ese tipo de prácticas, las condiciones generales del acuerdo rubricado entre los bloques comerciales incluirá, según los primeros documentos oficiales publicados y de acuerdo a fuentes empresariales consultadas por TN.com.ar, con cláusulas específicas para el sector textil.
Una de ellas tiene que ver con una regla de origen. Es decir, qué características deberán tener los productos que lleguen desde la Unión Europea para contar con la «etiqueta» de identificación de la eurozona. Por debajo de los 35 euros, un par de zapatos, por ejemplo, deberá estar «enteramente fabricado en la región, mientras que por encima de dicho valor se permiten importaciones de algunas partes extra zona», reza un resumen del acuerdo que el Gobierno nacional repartió entre empresarios el último jueves, cuando los citó en la Quinta de Olivos.
Según explicó el presidente de la Cámara del Calzado, Horacio Moschetto, «este tipo de medidas cambiaron el panorama del sector ante el entendimiento con la Unión Europea». «Las condiciones que se negociaron fueron mejores de las que esperábamos antes de la firma del acuerdo», comentó a TN.com.ar.
Ese «umbral» de 35 euros busca, entonces, evitar lo que en comercio internacional se conoce como dumping, es decir, la venta masiva de un producto por debajo de su precio «normal». Si un calzado tiene un costo de elaboración menor a ese precio, el 70% del contenido deberá ser regional, especificó Moschetto, más allá de que la letra oficial hablaba de ser «enteramente» fabricado en la UE.
Ese piso de 35 euros, de todas formas, es solo el precio de elaboración, por lo que en términos prácticos será más alto. Para Martín Rappallini, presidente de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (UIPBA), «además del costo de fabricación hay que sumarle impuestos y flete». «Con esta condición, no creo que puedan ingresar al Mercosur calzados de etiqueta europea de menos de 70 euros, que es un precio conveniente para el rubro local», arriesgó el ejecutivo, consultado por este medio.
El Gobierno nacional comenzó a fines de la semana pasada las reuniones sectoriales con las que tratará de especificar, rubro por rubro, cuáles son las consecuencias que tendría el acuerdo con la Unión Europea para cada caso.
Según el acuerdo firmado, el 100% de las exportaciones industriales de la región ingresarán a la UE sin pagar aranceles de importación, mientras que el 90% de lo que llegue desde Europa estará exento de esos impuestos. «En el caso del Mercosur, ciertos sectores sensibles como algunos calzados, muebles y los vehículos alcanzarán la liberalización total (de aranceles) a los 15 años y la mayoría de las autopartes en 15 o 10 años, de acuerdo con su grado de sensibilidad», explicó el Gobierno en ese primer documento que difundió días después de la firma del tratado.
«Cada cadena de valor va a tener su regla de origen distinta. No es lo mismo la metalmecánica o automóviles que el calzado. Este rubro específicamente es un área muy sensible en temas de certificado de origen. Había dudas de que la capellada (la parte superior) del calzado se importe barata de China, el resto se haga en Italia y que eso quiera ingresar como producto europeo», dijo el ejecutivo de CAME, Pedro Cascales.