AEA apoyó el acuerdo UE-Mercosur, pero pide eliminar los impuestos distorsivos

Fuente: La Nación ~  Si bien fue en un piso 22 de una importante torre en Catalinas, en el centro porteño, el encuentro mantuvo un bajo perfil. Tanto que no hubo ni anuncio previo ni foto oficial. Los empresarios más importantes de la Argentina, agrupados en AEA, recibieron al Gobierno para escuchar los detalles del acuerdo Unión Europea-Mercosur. Hubo apoyo, pero también un reclamo concreto: será una verdadera oportunidad solo si se eliminan «impuestos distorsivos».

El primer pantallazo, como sucedió en la quinta de Olivos con el presidente Mauricio Macri, lo dio el canciller Jorge Faurie. Los detalles sobre el histórico acuerdo estuvieron a cargo del ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica. El secretario de Relaciones Económicas Internacionales y uno de los negociadores claves del acuerdo, Horacio Reyser Travers, acotaba.

Del otro lado, de la mesa escuchaban Jaime Campos, Luis Pagani, Paolo Rocca, Carlos Miguens, José Cartellone, Cristiano Rattazzi, Federico Braun, Alberto Grimoldi, Enrique Cristofani, Marcelo Argüelles, Alberto Hojman, Teddy Karagozian, Jorge Ferioli, María Luisa Macchiavello y Julio Figueroa, entre otros poderosos empresarios.

«Fue una visita de cortesía, con una presentación pulcra», contó uno de los presentes. Otro dijo: «Hablamos en un 90% del acuerdo UE-Mercosur». Según un comunicado de la AEA, los funcionarios subrayaron que, mediante el acuerdo, la Argentina tendrá un acceso preferente a un mercado de más de 800 millones de habitantes que representa el 24% del PBI mundial. Además, dijeron que el acuerdo «posibilitará un aumento del comercio e incrementará sustancialmente el monto de las inversiones productivas en nuestro país, lo que redundará en nuevos empleos».

«Los presentes coincidieron a su vez en que esta iniciativa con una región del mundo con la que nuestro país tiene estrechos lazos culturales, sociales y con la que comparte la opción por regímenes políticos republicanos, constituye una decisión acertada en el marco de una largamente postergada reinserción de la Argentina en el mundo», esgrimieron los empresarios.

Luego, el comunicado oficial ofreció algunas pistas de cuál fue el 10% de los temas hablados. «Los presentes coincidieron en que el aprovechamiento pleno de las oportunidades que genera el acuerdo requiere avanzar en una serie de acciones y reformas que permitan incrementar significativamente la competitividad», afirmaron, y agregaron: «En tal sentido, tanto los funcionarios como los empresarios presentes subrayaron la necesidad de trabajar articuladamente».

«No se dijo así, pero como dijo el Presidente [por Macri], tenemos que hacer como los Jaguares. Ahora te dan la oportunidad de jugar en esa cancha. Lo que hay que hacer es entrenar», agregó una tercera fuente de los presentes en el encuentro. Esto es positivo, pero no obligar, y en eso coincidimos con el Gobierno, es que significa una gran oportunidad para la Argentina y para Brasil a la hora de avanzar en medidas internas, políticas económicas y reformas que sirvan para aumentar la competitividad», completó el empresario de AEA.

El mismo hombre de negocios afirmó que el reclamo volvió a ser puntualmente el mismo sobre el que vuelven los empresarios una y otra vez desde que llegó Macri al poder: «La muy elevada presión fiscal sobre las empresas que pagan los impuestos», tanto a nivel nacional y provincial como municipal».

Esta semana, en su staff report sobre la cuarta revisión de la economía argentina, el propio Fondo Monetario Internacional (FMI) reclamó al Gobierno una reforma impositiva integral, y puntualmente habló de las retenciones a las exportaciones, el impuesto al cheque y las cargas sociales. El Fondo también habló de «impuestos distorsivos» en la economía argentina.

El empresario presente en el encuentro de AEA celebró el pacto fiscal alcanzado con las provincias (el FMI también lo hizo en su reporte), pero pidió que ese camino «se profundice, porque actualmente se detuvo. Que se haga gradualmente y cuidando el equilibrio fiscal».

«Se tiene que trabajar en bajar sistemáticamente la carga fiscal, que es muy pesada para las empresas formales. Hay impuestos que son muy distorsivos y en esos hay que trabajar prioritariamente para reducir y, en algunos casos, seguir eliminando», agregó.

Como si hubiera sabido lo que se venía por parte de AEA y del FMI, Nicolás Dujovne había distribuido a los presentes en la conferencia de prensa del viernes pasado, cuando presentó los resultados fiscales del primer semestre, un cuadro en el que daba cuenta de la «reducción de la carga tributaria» desde que Macri es presidente en los impuestos a las ganancias, contribuciones a la seguridad social, Bienes Personales, monotributo, combustibles, créditos y débitos, IVA, derechos de exportación y tasa de estadística. Varios de estos gravámenes terminaron subiendo con la crisis.

«Técnicamente, el que comenzó a  hablar sobre la baja de impuestos fue Faurie. Nosotros ratificamos que es la labor pendiente», relató un empresario de AEA.

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