La indumentaria del futuro

Fuente: BAE Negocios ~ La revolución de las prendas inteligentes ya llegó. Empresas líderes como Google, casas de moda y firmas deportivas se aliaron para fusionar la tecnología y el diseño

Las nuevas colaboraciones entre los gigantes tecnológicos y empresas del rubro textil apuestan a un futuro simbiótico. Los avances incluyen tejidos «inteligentes» capaces de repeler líquidos, controlar la temperatura corporal o funcionar como dispositivos móviles; prendas deportivas que registran la actividad física (cámara incluida) y permiten realizar estadísticas del desempeño; y piezas que controlan la actividad cardíaca o el estado emocional del usuario.

La evolución de la moda afecta también a los diseñadores, cuyo oficio está en plena etapa de readaptación. Ya no se trata sólo de dibujar y crear patrones, las nuevas herramientas y programas de diseño permiten crear formatos complejos con la ayuda de algoritmos. En cuanto a los materiales, el desarrollo de tejidos interactivos se presenta como un desafío más que interesante para las mentes más creativas del sector textil. Las nuevas telas incluyen sensores, cámaras y nanotecnología que alteran los procesos de diseño tradicionales. Los avances en el rubro permiten ampliar las funciones del diseñador, incorporando elementos de ingeniería. Poco a poco las épocas de agujas y tijeras parecen ir quedando atrás.

Productos multifunción

De la alianza entre Google y Levi´s surge el Proyecto Jacquard, que desarrolla prendas convencionales con interactividad táctil. El primer lanzamiento fue una campera de jean que incorpora conectividad con los smartphones. Al utilizarla se pueden realizar llamadas, controlar el volumen de la música o recibir alertas del Google Maps para ubicarse sin necesidad de agarrar el celular. Este primer producto de estilo vintage sólo se encuentra disponible (por ahora) en Estados Unidos, por el módico precio de 350 dólares. Recientemente, Google incrementó la funcionalidad de la “Commuter Tracker Jacket”, ahora incluye recomendaciones de restaurantes mientras su usuario está en la ruta y avisa cuando está por llegar al destino deseado.

En el 2014, Tommy Hilfiger lanzó una prenda similar, aunque un tanto más básica en sus funciones. Se trataba de una campera de edición limitada que incluía celdas para capturar energía solar y cargar dispositivos.

Elizabeth & Clarke, una marca de venta online de Nueva York, fue la primera en comercializar una camisa que repele las manchas. Mediante el uso de nanotecnología aplicada al tejido, crearon una prenda que evita manchas de cualquier tipo de líquidos cuya textura es similar a la de cualquier blusa femenina.

El cuidado de la salud es otro factor que incorporan algunos de los productos más avanzados. Una empresa francesa diseñó una bikini que se conecta vía bluetooth a cualquier Smartphone y avisa cuándo hay que volver a aplicar protector solar. La prenda incorpora un sensor que mide la radiación ultravioleta y transmite información al teléfono o tablet, donde una aplicación analiza los datos en función al tipo de piel de la persona y envía un alerta cuando es necesario.

En el ámbito deportivo, la tecnología cumple un rol cada vez mayor y la innovación parece no tener límites. El gigante Nike logró desarrollar unas camisetas con un chip incorporado que obtiene información del usuario y luego genera estadísticas de los jugadores para analizar el rendimiento. Aunque esta tecnología todavía no es accesible al público (se testeó en deportistas de elite), sí pusieron en venta las zapatillas “Hyper Adapt” que poseen la característica de atarse por sí solas. Así como las que usaba Marty McFly en “Volver al futuro”, estas zapatillas se ajustan al pie de forma automática, utilizando un mecanismo que usa una batería recargable con autonomía hasta dos semanas.

Asimismo, la empresa Firstvision, creó una remera con un sistema de cámaras que permiten ver en primera persona lo que está sucediendo en un partido o competencia deportiva. Una verdadera revolución para las transmisiones en vivo de cualquier deporte profesional.

La indumentaria del futuro modificará las costumbres de uso. Las prendas, accesorios y gadgets pasarán a estar más integrados para facilitar el día a día de los usuarios, mejorar la productividad y hasta monitorear la salud. Pero la pregunta del millón es ¿a dónde irán a parar todos los datos personales recolectados?

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