La artesanía, ¿el nuevo refugio seguro para las marcas de moda?

Fuente: Clarín ~ EL VALOR DE LO HUMANO

Desde hace varias temporadas, la moda comenzó un examen de conciencia sin precedentes. Después de años de avanzar sin mirar atrás, la industria (acusada-y con motivos- de ser una de las más contaminantes del mundo) optó por poner el medio ambiente en el centro de sus preocupaciones y revalorizar la artesanía.

Utilizar material muerto, reducir la huella de carbono, reducir los envases y preservar los recursos naturales son los nuevos retos para las marcas. Pero la pandemia de COVID-19 también puso de relieve otro problema, el de los humanos. Descuidada durante mucho tiempo, la mano de obra, y particularmente los artesanos, vuelve ahora a ser el centro de atención. Capturada por las principales marcas de lujo durante décadas, la artesanía se convirtió recientemente en la nueva moda de las marcas emergentes. En un momento en el que se destaca el consumo excesivo, se insta a los clientes a comprar menos … pero mejor. ¿Y qué podría ser más inteligente que una supuesta compra “genuina”?

Un tiempo oculto, el aspecto “artesanal” de ciertos productos está hoy en el corazón de la narración. Un ejemplo de ello son las  cestas Sensi Studio tejidas por habitantes de la cordillera de los Andes según técnicas ancestrales y trabajando con  pieles de temporada de caza por artesanos colombianos. También  los bolsos Manu Atelier que resaltan el talento de los peleteros turcos.

La artesanía sube a los cielos. Y cuando se acompaña además de una dimensión humanista, la calificación asciende un escalón. En Perú y Tailandia, la marca de ropa Carcel emplea a mujeres encarceladas, a las que les garantiza un salario justo y capacitación. Este año, el grupo LVMH también apoya a las revistas ELLE, ELLE Décoration y ELLE à la table en la organización del Premio Artisan. El objetivo: destacar el saber hacer femenino en los mundos de la moda, el diseño, los palacios y la salvaguardia del patrimonio francés. Una asociación de prestigio que forma parte de la comunicación iniciada por grandes grupos de lujo desde hace décadas.

UN ARGUMENTO DE LUJO

La artesanía es uno de los valores fundacionales de la industria del lujo. Ya se trate del bolso Intrecciato (entrelazado) de Bottega Veneta, del tejido de tweed de Chanel o incluso de bolsos de Loewe con costuras y pliegues.  Los detalles más cuidados son  el resultado del saber hacer transmitido de generación en generación. Están construidos. Además, es natural que las grandes marcas se tomen en serio la protección de esta herencia.

Desde 1992, el grupo Chanel por ejemplo, reunió a una multitud de artesanos (incluido el bordador Lesage, el plumassier Lemarié y el parurier Desrues) para preservar su futuro. Mejor aún: la marca los presenta todos los años durante sus desfiles Métiers d’Art, garantía de visibilidad única. Pero la casa de la rue Cambon no es la única que destaca el talento.

En 2014, el grupo LVMH creó el Institut des Métiers d’Excellence. ¿La idea?  garantizar, entre otras cosas, la sostenibilidad de las técnicas artesanales que lo hicieron exitoso. Ofreciendo una treintena de cursos de formación diferentes y presente en los cinco continentes, el programa ya cuenta con más de mil aprendices de trabajo-estudio. Casi el 80% de ellos fueron contratados por las empresas del grupo.

Pero no es todo. Ahora, LVMH anunció que 75 de sus marcas también habían firmado el Pacto “WE for ME”, que tiene como objetivo promover sus negocios excepcionales a una amplia audiencia. Finalmente, la transmisión también está en el centro de toda la atención del grupo Kering. Sobre la base de varias asociaciones forjadas con las principales escuelas de moda del mundo, el grupo también ideó estructuras específicas para formar a los futuros artesanos de sus marcas más prestigiosas. El objetivo es garantizar año tras año, valor añadido a cada uno de sus productos.

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