¿Existe la guerra de los sexos en el mundo de la moda?

Fuente: La Nación ~ ¿Cuál es la diferencia entre un hombre y una mujer a la hora de diseñar? El talento le compete a hombres y mujeres por igual; ambos diseñan con gran capacidad creativa. ¿Las marcas de lujo los prefieren hombres? Muchas, aunque ellas no pierden poder. Piccioli, uno de los principales exponentes.

¿El género masculino es factor determinante al momento de diseñar? En la historia de la moda hubo varios diseñadores varones de marcas exitosas. Con el correr del tiempo, y muertos los nombres fundadores, son pocas las mujeres que se hicieron cargo de las direcciones creativas.

¿Todo lo que está vinculado al mundo femenino tiene su origen en las mujeres? Claro que no. Se trata de dejar de lado cualquier elemento discriminatorio y ver qué pasó en el medio. Ninguno es mejor y ninguno es peor. No existe la guerra de los sexos en el mundo de la moda. Las cosas se dieron así, y todavía siguen así. Es una cuestión que va más allá de cualquier argumento político o de discriminación.

Cuando Coco Chanel relajó el vestir de las mujeres de su generación fue porque necesitaba respirar. También llevó sus propias necesidades a la moda, empoderó a aquellas de las clases trabajadoras e impuso a las de clase alta, acostumbradas a no hacer nada, a usar ropa simple y cómoda. Prendas populares llevadas a las élites sociales de los años 20. Ese mensaje también debería estar en las pancartas libertadoras del feminismo o en las remeras de algún desfile.

Coco impuso el concepto boyish y ellas empezaron a llevar los pantalones
Coco impuso el concepto boyish y ellas empezaron a llevar los pantalones
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La remera a rayas, ya en 1917
La remera a rayas, ya en 1917

Veinte años después, en 1947, Christian Dior, el hombre que amaba a las mujeres, inventó la silueta corola y rompió el molde. La inspiración sobre cómo quería que se vieran ellas vino de las flores de su jardín de Granville. Ambos ejemplos cuentan la historia de la moda femenina desde dos lugares diferentes.

Un buen diseñador, más allá del género

¿Es necesario conocer las necesidades propias para diseñar mejores colecciones femeninas? ¿Las mujeres están siempre atentas a sus propias necesidades? ¿Acaso los hombres si? Entre un diseñador y una diseñadora hay una sensibilidad diferente, otra manera de ver la moda. Una subjetividad que no necesariamente reconoce el sexo. Entre una cabeza masculina y una femenina, ¿quién diseña en función de uso y quien en función de una necesidad?

Graciela Zito, alma de la firma Zito, apunta: «Un buen diseñador es quien tiene en cuenta ambos aspectos mas allá del género. A mí me gusta diseñar ropa en la cual la mujer se sienta cómoda y elegante. Pienso prendas versátiles, de día y de noche». Benito Fernández también responde: «Creo que no, pero sí para el hombre es mas fácil diseñar para una mujer ideal». Evangelina Bomparola cree en la diversidad, «es un camino mucho mas complejo que el de elegir simples sistemas binarios. El talento real le compete a hombres y mujeres por igual con la ayuda de la oportunidad para desplegarlo«. Para el diseñador Fabián Zitta » ambos diseñan en función del uso y de la necesidad e intervienen las capacidades creativas. Hay que generar un deseo de consumo a través de una tendencia, y eso va más allá del género». Miuccia Prada y Stella McCartney, cada una en su pedestal, saben exactamente lo que las mujeres quieren vestir.

Desde hace nueve años al legado de Yves Saint Laurent lo rediseñan ellos, un casting de lujo que incluye a Alber Elbaz, Tom Ford, Stefano Pilati, Hedi Slimane y Anthony Vaccarello hoy. Todavía la realidad es clara: cuando los fundadores de las maisons mueren, en general, los reemplazan otros varones. Y si esos diseñadores son gays entramos en otra dimensión. Como si se tratara de un cliché (totalmente demodé) todavía la industria de la moda está relacionada al mundo homosexual masculino.

¿El buen gusto llega de una cabeza gay? La redactora española Beatríz Miranda habla del gaypatriarcado y se cuestiona «¿Por qué hay tantos varones gays vinculados al mundo de la moda en los puestos de poder?». Una pregunta interesante pero que no es realmente cierta. Si bien siempre fue un tema recurrente, la sensibilidad masculina a la hora de diseñar nada tiene que ver con la orientación sexual. Decir que la sensibilidad de los gays es condición sine qua non para ser diseñador de moda es revolcarse en un patriarcado vetusto y sin brillo. Jean Charles de Castelbajac, Christian Lacroix, Oscar de la Renta, Paul Poiret y bastantes más son ejemplos de exitosos diseñadores heterosexuales en la industria de la moda.

Y si no hagamos una revisión del trabajo de Pier Paolo Piccioli en Valentino, un marido y padre de familia cuya prole de esposa y 3 hijos lo acompañan a cuanto evento de moda pueden. Piccioli es considerado el Miguel Angel de la industria: superó a su maestro Valentino Garavani. La obra de estos monstruos fue, es y será la belleza femenina a través de la ropa. Las igualdades entre varones y mujeres, valga la redundancia, nunca serán iguales. Hay una cuestión física que nada tiene que ver con lo intelectual. Y las necesidades entre ambos tampoco lo fueron, lo son ni lo serán. No se trata de discriminación ni de radicalismos extremos. Ningún radicalismo es oportuno.

¿Cuál es la diferencia entre una cabeza masculina y una femenina al momento de diseñar? «Afortunadamente las persona somos diferentes, hay infinidad de posibilidades detrás del binomio. Y esa diversidad es la que llena al mundo de matices y opciones, rompe dogmas y celebra las diferencias apoyadas en la tolerancia como materia fundante de la libertad» confía Bomparola. Y Zitta opina: «Supongo que el hombre diseña sin tener en cuenta tanto la vestibilidad. Es mi caso. Hay otra libertad a la hora de diseñar porque crea un imaginario posible y vestimentario de un cuerpo femenino sin haberlo habitado, entonces sus aditamentos o recursos de diseño no están viciados por las costumbres». Benito Fernández agrega que «para nosotros básicamente es más fácil despegarnos de nuestra propia estética, sin pensar en nuestras virtudes y defectos».

Los grandes conglomerados que manejan las principales firmas de moda tienen puestos jerárquicos masculinos. François-Henri Pinault en Kering (Gucci, Balenciaga y Saint Laurent, entre otros) y Bernard Arnault en LVMH (Christian Dior, Louis Vuitton, Givenchy, etc). Decir que la selección es por eso es una respuesta fácil. Y puede que no sea la correcta. Evangelina Bomparola dice: «sospecho que quienes tienen el poder de selección, prefieren directores creativos hombres. Es sabido que hay mujeres poderosas en la industria que jamás han promovido a otra mujer. A veces me pregunto el porqué para poder comprender la letra chica de la solidaridad de genero».

François-Henri Pinault presidente de uno de los conglomerados de moda más importantes, con firmas como Gucci y Balenciaga
François-Henri Pinault presidente de uno de los conglomerados de moda más importantes, con firmas como Gucci y Balenciaga

Para Fabián Zitta es así: «Me parece que las marcas de lujo no están expectantes del sexo de quien diseña sino de la empatía que pueden llegar a generar con las usuarias«. Gracieza Zito es positiva y defiende: «No creo realmente que haya una negación a poner a las mujeres en el puesto de dirección creativa, actualmente son muchas las que ocupan ese rol». Y Benito Fernández remata que «la cosa está cambiando, es un tema de talentos, no de sexos«. Es un tema delicado, sobre todo en estas épocas donde la sensibilidad está a flor de piel.

Algo está cambiando. Y París tiene la posta. Además de las consagradas Maria Grazia Chiuri en Christian Dior y Clare Waight Keller en Givenchy, la firma creada por y para hombres, Lacoste, acaba de nombrar a Louise Trotter como directora creativa rompiendo con una tradición masculina desde 1920. Atrás quedaron los 10 años de Christophe Lemaire y los ocho de Felipe Oliveira Baptista.

¿Qué pasa en Estados Unidos, en la tan maltratada en las últimas fashion week? Veamos el caso de Tommy Hilfiger quien, sin prisa aparente por dejar su lugar en la compañía, no duda en aliarse a mujeres para elevar la categoría de su empresa y vender más. Primero fueron las cuatro colecciones con Gigi Hadid y, ahora, Zendaya, que con un desfile en París y una temática inclusiva se ubicó en uno de los eventos más importantes de moda. Claro está que ofrecer colecciones cápsula con influencers es otra historia. El dato que nadie analiza es que después de 37 años Carolina Herrera se bajó de su pedestal y entrenó a Wes Gordon para que la reemplace. ¿Porqué a un varón y no a una mujer?

Ser alabado y reconocido como un diseñador genial no quiere decir que éste sea el mejor. Phoebe Philo (ex Chloé y Celine) tiene legiones de mujeres esperando vuelva a dirigir una marca o arranque con la propia. Philo no tiene un alto perfil social, su ropa y su estilo hablan por ella. En tiempos de ebullición constante acerca de quien hace más ruido, la diseñadora prefirió siempre que su ropa hable por ella. Lo logró, y en el pináculo de su carrera se bajó de la cresta de la ola. Le exigían exposición y no dio el brazo a torcer.

Phoebe Philo
Phoebe Philo

Pasaron 32 años hasta que Chanel tuviera una diseñadora mujer. La muerte de Karl Lagerfeld pareció ser el único camino para que Virginie Viard suba al puesto por el que estuvo preparándose a la sombra. Una preparación que se gestó cuando trabajaron en Chloé.

Virginie Viard, ahora la dueña creativa de Chanel
Virginie Viard, ahora la dueña creativa de Chanel
Carine Roitfeld, la sombra de Virginie Viard
Carine Roitfeld, la sombra de Virginie Viard

Si bien es muy temprano, ya hay especulaciones acerca del futuro de Viard en la firma. El luto ya estaba atrás y la austeridad de la reciente presentación Crucero 2020 desató todo tipo de rumores. Va a ser muy difícil llenar los zapatos de un señor tan dotado de talentos y con un altísimo handicap de visibilidad. Hoy suma más puntos un alto perfil social que el talento en sí mismo. Y si no pregúntenle a Virgil Abloh, el actual director creativo de las colecciones masculinas de Louis Vuitton. Viard debería mirar sus espaldas y preguntarse si la sombra que la persigue, la de Carine Roitfeld, no terminará ocupando su puesto. El alto perfil de la ex directora de Vogue París tiene todos los ingredientes que Chanel necesita hoy para que no decaiga ni un peldaño de donde la dejó trepada el alemán. Y Carine Roitfeld es mujer.

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