London Fashion Week: un ensayo con futuro abierto

La London Fashion Week se ha celebrado digitalmente, lo cual es ya un éxito, pero deja muchas preguntas en el aire sobre su modelo

Fuente: Pinker moda ~ El pasado mes de marzo Louis Vuitton celebrado un desfile/espectáculo en uno de los patios del Museo del Louvre. Nadie lo sabía entonces pero iba a ser el último desfile de moda celebrado de la forma tradicional.

Ahora, debido al Covid-19, hemos tenido una edición virtual –accesible a profesionales y a público final, sin coste alguno- que ha incluido mucho más que la transmisión online de algunos desfiles celebrados sin público y la difusión de presentaciones de colecciones producidas por las propias marcas o creadores. Las Semanas de la Moda de Moscú y Shanghai, celebradas hace ya algunas semanas, han sido su antesala, al parecer con bastante éxito. Por lo menos pusieron las colecciones ante los ojos de millones de ciudadanos. Muy pronto harán lo mismo París yMilán.

Contenido amplio, pero sin glamour

Organizativamente hablando, se ha tratado de una edición modesta porque la época actual no permite más alharacas, con no más de 20 desfiles, cada uno de ellos con un horario prefijado, durante solo tres días de duración y sin el glamour y las celebridades de una pasarela convencional. Bastantes de las colecciones no eran completas, porque sus autores han tenido muchas dificultades para terminarlas o no han querido hacerla, vista la perspectiva del mercado.

A estos desfiles habría que añadir mucho más contenido ofrecido por la organización, por ejemplo sobre los autores de las colecciones. Pero al parecer bastantes de estas páginas informativas dejaban que desear, sobre todo porque no incluían información comercial.

La organización ha puesto también a disposición de los interesados ha habido enlaces a libros, showrooms digitales y plataformas de e-commerce, junto con un portal para explorar marcas, escuelas de moda, detallistas e instituciones culturales.

Bastantes diseñadores han preferido no sumarse a esta experiencia. En general, han preferido esperar, ver lo que ocurre y quizá volver en septiembre. Bastantes de los que lo han hecho no han podido presentar una colección completa.

¿Ha tenido la LFW un buen resultado comercial?

¿Ha resultado comercialmente útil, como han sido más o menos siempre los desfiles físicos? Nadie se atreve a decirlo, pero eso significa que –en caso de existir- el resultado no es abrumador ni mucho menos.

Hay que tener en cuenta, por ejemplo, que el número de novedades interesantes en esta ocasión ha caído muy por debajo de lo habitual porque muchas de las marcas y los diseñadores que muestran sus colecciones no están nada convencidos de la utilidad de invertir en estas presentaciones, entre otras cosas porque tienen mucha mercancía en las agencias y en las boutiques. En Gran Bretaña solo ahora de esta semana pueden abrir todos los detallistas, pero nadie sabe cómo reaccionarán los compradores.

En todo caso, la evaluación es muy difícil y no puede hacerse con las métricas tradicionales. Incluso la prensa le ha dedicado bastante menos espacio que en ediciones anteriores. La situación nos recuerda un poco a los salones profesionales que –ante la imposibilidad de celebrarlos físicamente- han decidido celebrar una edición digital. Pnesamos que ninguno de ellos ha dicho nada sobre sus resultados. No hemos visto los informes finales entusiastas que son tradicionalmente difundidos por sus organizadores.

¿Han sido útiles las nuevas tecnologías?

Uno de los aspectos que ha generado mayor interés ha sido el uso de nuevas tecnologías y la colaboración con nuevos socios tecnológicos. El principal ha sido Joor, que el British Fashion Council define como su partner tecnológico. Joor considera que este evento ha sido la primera plataforma global digital de una era nueva. Uno de sus componentes principales ha sido su plataforma Passport para conectar a las marcas con los compradores detallistas. Otro socio tecnológico ha sido Smartzer, que ha usado su tecnología para promover ventas en algunos de los eventos de la Semana.

También aquí queda mucho hilo por cortar. Lo que ahora nos puede parecer excelente en solo dos o tres temporadas habrá madurado y mejorado sustancialmente. Evdentemente, sin embargo, constituyen avances que se reincorporarán al mainstream de la presentación y de la venta de artículos de moda.

¿Qué papel tendrán las pasarelas en el futuro?

La pregunta más importante que se plantea en estos momentos, sin embargo, es esta: ¿tienen sentido hoy en día las pasarelas colectivas? ¿Deberían seguir celebrándose? ¿Serán una víctima más del Covid-19?

Casi todo el mundo coincide que las grandes marcas y diseñadores pueden fácilmente vivir sin ellas. Resultan, en cambio, mucho más importantes para las marcas con menor presencia en el mercado y para los diseñadores emergentes. Ellas y ellos necesitan una Semana con glamour y celebrities para intentar destacar en un mercado atiborrado de oferta.

Al mismo tiempo, hay que advertir que –si algún cambio vamos a notar en la nueva normalidad– será la búsqueda de una moda más abierta, sencilla y también inclusiva. Esos valores deberían reflejarse en sus pasarelas.

Para complicar las cosas, Rush, directora general del BFC, ha recordado durante estos días que el sector de la moda en Gran Bretaña se ha opuesto casi frontalmente al Brexit porque sus empresas –que constituyen un renglón importante de la economía británica- necesitan mercados y clientes. A pesar de ello el Brexit sigue adelante –aunque ahora mismo con sordina- y probablemente provocará una hecatombe en el sector británico de la moda.

¿Tiene futuro la London Fashion Week?

Caroline Rush, directora general del British Fashion Council, entidad organizadora de la London Fashion Week, lo tiene muy claro: estos meses no nos planteamos nunca la cancelación de la Semana. No era una opción. La pregunta fundamental era qué formato debería adoptar en un mundo en cuarentena. Se trataba de mantenerla viva en un momento en que no podía celebrarse físicamente. Ofrecemos una plataforma en la que los diseñadores pueden contar una historia y publicitar su marca de la manera que deseen. La London Fashion Week seguirá existiendo, aunque los desfiles físicos no puedan tener lugar. De momento, estamos intentando crear algo que encaje en nuestras necesidades actuales, pero también estamos invirtiendo en un escaparate global para el futuro.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *