Textiles argentinos temen que el fenómeno Shein se acelere por los aranceles de Trump a China

Fuente: Cronista – El crecimiento de compras a la tienda online china ya había encendido luces de alerta entre los empresarios argentinos. Ahora, aumentó su preocupación por el efecto que podría tener la llegada de más productos como consecuencia de la escalada arancelaria de los Estados Unidos y China.

Si, tras el aluvión de compras por Internet al exterior que se inició con la apertura comercial del gobierno de Javier Milei, los empresarios textiles argentinos habían encendido luces de alerta por el avance de los productos de Shein en la Argentina, ahora, esa preocupación se agrava: con los aranceles que le impuso la administración de Donald Trump a China, se espera que haya más pedidos a esa tienda online del país asiático.

Shein es una plataforma de comercio electrónico fundada en China en 2008. Originalmente conocida como «She Inside», creció hasta convertirse en una de las principales tiendas de moda a nivel global. Supera a Zara y a H&M y lanza miles de artículos nuevos cada semana para seguir las tendencias del momento. En un día normal, según datos que publicó la agencia Reuters, Shein añade 2000 artículos nuevos a su tienda a precios muy bajos.

Este segmento es conocido en la industria como «ropa descartable», ya que no tiene una larga vida útil. Está pensada para que se compre y se deseche rápidamente, siempre, siguiendo la moda del momento.

«Shein es considerado el ‘fast fashion del fast fashion’ y representa la producción masiva en su nivel más bajo. Este fenómeno es global y preocupa a muchos, incluso al Parlamento francés«, dimensiona Claudio Drescher, presidente de la Cámara de la Industria Argentina de la Indumentaria (CIAI).

Drescher alerta que las empresas locales se ven directamente afectadas por este modelo de negocio. «El fenómeno de la producción a gran escala y los precios bajos de Shein hacen imposible competir a los productores argentinos, que trabajan a menor escala», explica.

«No solo afecta a la industria local, sino que incluso grandes empresas como Inditex (Zara), que tuvieron que ajustar sus estrategias ante la competencia de Shein», agrega y ejemplifica: una camisa que, en Zara, sale u$s 30, en Shein, se consigue por la mitad de precio.

«Ahora, no sólo tenemos que competir con la calidad del producto, sino también con el precio y el servicio», apunta Ernesto del Burgo, presidente de la Cámara Argentina de Innovación Textil y Afines. «Para lograrlo, las empresas deben reducir costos y mejorar los servicios de entrega», agrega.

En 2024, las importaciones de prendas de vestir alcanzaron los u$s 159 millones, según datos de la CIAI. Los envíos desde China aumentaron y, «desde octubre, a pasos agigantados», asegura Gabriel Salomon, director general de Jidoka, una operadora de courier que trabaja con grandes importadores de ese país. 

Si bien no existen cifras oficiales sobre la presencia de Shein en el mercado argentino, en el sector, se reconoce que la expansión es real y se empieza a ver como una amenaza, en especial, para los segmentos de bajo precio, que son los que predominan en la calle Avellaneda, Once o La Salada.

«Con esta guerra comercial, todo lo que fabrican en China lo van a vender en otros mercados. América latina será el destino donde intentarán colocar toda su mercadería. La Argentina no está exenta de este impacto«, asegura Marco Meloni, empresario textil de Flores, dueño de la textil Italcolore. 

La industria textil local advierte sobre el impacto del fast fashion 

«El precio en dólares se abarató, lo que incrementa la competitividad de los productos importados. Eso se suma a la pérdida de poder adquisitivo de los argentinos, que buscan precios accesibles», dijo Meloni.

«Este combo incentivó las compras en el exterior, especialmente de productos electrónicos y ropa, afectando aún más a la industria local», completó.

Mientras tanto, Shein ya sintió los primeros efectos de la guerra comercial entre China y los Estados Unidos. Esta semana, que el Ministerio de Comercio del gigante asiático se comunicó con la cadena y con otras empresas para desaconsejarles que diversifiquen sus cadenas de suministro en proveedores de otros países, informó la agencia Bloomberg.

Shein había presentado su pedido antes de que Liberation Day, en el que Trump anunció los nuevos «aranceles recíprocos» de los Estados Unidos con el resto del mundo.

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