Fuente: Apertura Su empresa factura US$ 120 millones y es el mayor hilandero del país. Economista de formación, pide a gritos cambios estructurales en el sistema impositivo. Por qué dice que, al revés de lo que se cree, la industria textil puede ser protagonista en el futuro del país.
Mientras Christine Lagarde recibía a Nicolás Dujovne para negociar el acuerdo del FMI con la Argentina, Teddy Karagozian abría su despacho para recibir a APERTURA. Eran semanas especialmente convulsionadas para una economía que está acostumbrada a los vaivenes y a los desequilibrios. A pesar de la incertidumbre, el empresario hacía un esfuerzo por salir de la tapa del diario y prestar atención a las cuestiones estructurales del sistema productivo argentino.
El contexto del sector no es el mejor. De hecho, Karagozian tuvo que cerrar plantas y despedir empleados –pasó de 1700 a los 1100 actuales–. La facturación cayó en los últimos dos años de US$ 15 millones a US$ 10 millones por mes en promedio. Las causas de la caída no las vincula a la productividad y asegura que están “totalmente automatizados”. De hecho, desde las oficinas centrales que la compañía tiene en Vicente López muestra con orgullo las pantallas en donde se ve cómo se trabaja en las plantas del norte del país. Se ven decenas de máquinas automatizadas, una al lado de la otra. Según cuenta, van desde los US$ 30.000 a los US$ 300.000. Para buscar las explicaciones estructurales a los problemas del sector, en cambio, saca a relucir su título de economista y analiza el esquema impositivo....ver más