Sun Surf, la marca que rompió todos los moldes y fue la primera en hablarle a los jóvenes argentinos rebeldes

Fuente: IProfesional – El primer local se instaló en Galería Recamier, en Belgrano. Fue revolucionaria por sus diseños y por traer la cultura surfer a suelo porteño. Su historia

No es habitual que una marca de moda trascienda las esferas comerciales y tenga una muestra en una galería de arte. Esto mismo es lo que pasó con Sun Surf, la primera marca dedicada al surf en la Argentina, y la primera en ser reconocida como ícono pop entre una generación de jóvenes que construyeron un fuerte vínculo afectivo con Mark y su mascota Richard, un dúo que caló hondo en el sentimiento nacional.

Corrían los primeros años de la convulsionada década de los 80. La Guerra de Malvinas aún no asomaba en el horizonte y el terror instaurado por la dictadura militar empezaba a mezclarse con el hartazgo colectivo. En ese difícil contexto Helvio Bouzada (más conocido como Helvio B.) se lanzó a ese mar embravecido y decidió crear lo que sería una marca que rompió los moldes, abrió cabezas y derribó prejuicios.

Aquel viaje iniciático

Ya a fines de los 70, con apenas 20 años, Helvio tenía su primera pequeña tienda de ropa con un espíritu diferente al resto. Había estado en Río de Janeiro y se había empapado de parte de la cultura carioca. Pero faltaba el viaje iniciático, ese que le cambió definitivamente la cabeza. «En el ‘78 fui a California y conocí a esos surfers que no eran los mismos de hoy, eran los ‘vagos de la playa’, los ‘chicos malos. Me inspiré en ellos’», recordó.

Después de ese viaje que hizo por la costa Oeste de los Estados Unidos se dio cuenta de que podía replicar ciertos modelos de prendas, estilos y colores con los que se deslumbró en las tiendas de California, una de las capitales mundiales del surf. Pero en Buenos Aires no existían ni olas ni nada relacionado con la cultura de playa. El desafío fue crear una en un mar de cemento.

Sun Surf fue la primera marca de surf en la Argentina

Cultura vs. moda pasajera

«Yo no quería hacer de la marca una moda, sino una cultura que la gente tomara y que conviva con ella en el tiempo», dijo alguna vez el fundador una de las varias entrevistas que dio cuando la marca cumplió 40 años. En ellas además confesó que quería romper con el gris, el blanco y el negro típico de aquellos tiempos y sumar color a la ropa, jugar con los diseños, las estampas. Pero, sobre todo, hacer algo para los jóvenes, los eternos postergados.

En los comienzos de los 80, con 25 años, un poco más de experiencia comercial y la misma rebeldía, Helvio B. le dio vida Sun Surf. El primer local fue inaugurado en octubre de 1981, en el primer piso de la conocida Galería Recamier de Belgrano, sobre la avenida Cabildo casi Juramento. Para los adolescentes, era el paso obligado antes de ir a la matinée de Star Ligth. Era vecino del local Japan que vendía las revistas Pelo y Metal.

Por ese entonces, las galerías eran importantes centros comerciales y esa zona, conocida como Jurabildo, tenía cierta impronta rebelde porque ahí se reunieron los primeros punks. Era la opuesta a Callao y Santa Fe, el punto de encuentro de los chetos. Los opuestos que se repelen, los antagonismos que se necesitan.

El logo de la marca que lo cambió todo

Sin duda la ropa era un sello distintivo que captó la mirada de los jóvenes. Los jeans, remeras, camisas, zapatillas y accesorios llamaban la atención y se vendían como pan caliente en el pequeño local, al que la gente iba especialmente desde el conurbano porque se había corrido la bola de que ahí se conseguían cosas distintas. No solo llegaban los interesados en el surf, sino los jóvenes que practicaban un deporte urbano como el skate. Ambos colectivos vestían la marca para gritar su rebeldía.

El primer local de la marca fue en Belgrano y el segundo en Santa Fe y Paraná

Pero a pesar del éxito, Bouzada sintió que a su marca le faltaba algo. Desde hacía un tiempo tenía una idea dando vueltas en su cabeza y necesitaba alguien que la plasmara. Ese alguien fue Claudio «Toto» García, el que en 1983 le dio vida a los personajes Mark y Richard, inspirados en el surfista australiano Mark Richards, cuatro veces campeón mundial de manera consecutiva entre 1979 y 1983. Era el rey de las olas de ese momento, el número 1 del surf.

Los personajes se estamparon en remeras, buzos y todos los productos de Sun Surf. Se popularizaron tanto que los adolescentes los dibujaban en sus carpetas, en los guardapolvos y en las camperas de egresados que viajaban a Bariloche. Fue un verdadero boom. La fiebre por Sun Surf fue tanta que había gente que iba a hacer cola a la fábrica para ser la primera en llevarse la mercadería.

Del boom de la marca a la pérdida de control

En 1985 Sun Surf se expandió más allá de Belgrano (tenía otro local en la que hoy se conoce como Galería Juramento) y abrió otro negocio en Santa Fe y Paraná. Tenía 11 metros de frente con luces de neón que era imposible que pasara desapercibido. Allí se vendían las primeras camisas leñadoras hechas en el país, otras de lienzo, musculosas de varios colores, buzos, camperas, bolsos, mochilas y hasta zapatillas.

Durante los años 1986 y 1987 Helvio y Claudio, editaron la revista Sun Surf, con Mario Pergolini, entre sus redactores. Pero hacia 1989 Helvio comenzó a sentir que la empresa e había ido de control: producían menos de lo que le demandaban y los esfuerzos eran enormes. Entonces, decidió terminar con la marca en pleno apogeo. Además, la sensación era que había perdido la esencia, se había alejado de sus orígenes y empezó a padecer el haber alcanzado la cima del éxito.

En la actualidad, se pueden comprar remeras, mallas y otros productos de la marca en su Instagram 

Hoy Sun Surf no solo goza del cálido recuerdo de la generación que de jóvenes que vistió, sino de un amplio reconocimiento: en diciembre pasado hubo una muestra gráfica en su honor Sun Surf. Arte y Memorabilia, que se organizó en una galería de arte en Puerto Madero. Por supuesto, ahí estuvieron Helvio y Coco, los padres de la criatura. Una reunión en la que seguramente no faltaron los pedidos de vuelta en pleno auge de la nostalgia.

Para los que militan su vuelta, un bonus track: es posible comprar remeras, mallas y otros productos de la marca en su Instagram @sunsurforiginal. Un guiño para esos jóvenes rebeldes que crecieron en los 80 dibujando a Mark y Richard en sus carpetas.

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