Se desplomaron las importaciones de ropa: ¿es por la caída de la economía o por las trabas para conseguir dólares?

Fuente: Infobae ~ Las importaciones de indumentaria en Argentina disminuyeron en septiembre un 30,6 % en dólares según el informe de la Cámara Industrial de la Indumentaria

Las importaciones de indumentaria en Argentina disminuyeron en septiembre un 30,6 % en dólares y un 36,1 % en kilogramos en comparación con el mismo periodo del año pasado, según el último informe publicado por la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI).

En cuanto a los precios promedio por kilo importado, en el noveno mes del año los mismos registraron un aumento interanual de alrededor del 8,6 %, con un promedio de 25,5 dólares por kilo. Es el segundo mes en el año donde se observa un incremento interanual de la relación dólares por kilo (el otro mes fue agosto).

En el acumulado enero-septiembre, las importaciones continúan por debajo de las registradas el mismo período del año anterior, como resultado del impacto de la pandemia del coronavirus, pero en niveles similares a 2015 en términos de valor.

Específicamente, la contracción alcanzó el 32,4% en dólares y el 27,4% en kilos. Por su parte, el precio promedio se ubicó en torno a los 20,13 dólares por kilo, con una baja interanual del acumulado del período del 6,8 por ciento.

Analizando los países de origen de importación, China continúa en el primer lugar acumulando el 52,9% de los dólares y el 66,6% del volumen durante enero-septiembre de 2020, con un precio promedio de 16 dólares por kilo. Bangladesh mantiene el segundo lugar representando el 6,7% de los kilos y seguido de cerca por Vietnam (quien es segundo en términos de dólares).

En lo que respecta a la región de América Latina, en septiembre entraron desde Perú 1,2 millones de dólares y en el acumulado enero-septiembre la cifra fue de 5,3 millones, lo que causó que destronara a Brasil como el principal país de origen sudamericano de las importaciones. Brasil envió a Argentina indumentaria por 4,9 millones de dólares para dicho período.

Por último, en lo que respecta a las categorías importadas, para el acumulado de los primeros nueve meses de 2020 los abrigos capturaron el 23,1 % de las compras externas (76 % de origen chino), seguidos por pantalones (diversos orígenes) con 16,6 % y los sweaters de fibras sintéticas con 16,4 % del total.

Problemas con el SIMI

Un punto importante es cómo están operando las trabas para cuidar los dólares.

En el mercado coinciden: el Gobierno no está aprobando los permisos SIMI, o Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones, que en su momento llegaron a reemplazar a las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI), que se hicieron famosas por trabar las compras al exterior.

«La adopción de este sistema nos permite homogeneizar la información, facilitando su intercambio con los organismos externos que participan en el desaduanamiento de las mercaderías», definen a este instrumento desde la AFIP.

En «criollo», desde la consultora GCS, especializada en importaciones y exportaciones, explicaron que la SIMI «resulta ser una especie de ‘pre-despacho de importación’ el cual, mediante su oficialización en el Sistema María, los despachantes de aduana declaran todos los datos de relevancia de la operación de importación, incluida una declaración descriptiva de las mercaderías a importar, su fecha de embarque estimado y arribo».

A través del SIMI se gestionan las Licencias No Automáticas, una suerte de permiso que afecta a un amplio listado de productos. 

El directivo del sector calzado señaló que en los «buenos tiempos» (no tan lejos en el tiempo, sino a fines del año pasado, cuando el tema dólar no era tan crítico), las mismas se solían aprobar en menos de 60 días.

«Ahora están pasando largamente los dos meses y, en muchos casos, directamente no se aprueban, quedan en una especie de limbo», acotó.

«Y cuando uno logra contactarse con algún funcionario, para explicarle la situación puntual de una empresa asociada, que tiene problemas, directamente te dicen que no van a aprobar compras que sean superiores a las del año pasado, incluso si se trata de materias primas o insumos, porque ya no se trata de si la importación es para producir o es un bien final, sino que no quieren que nadie especule importando más para aprovechar el dólar barato«, relató.

En este contexto, el control se incrementó con la última comunicación del Banco Central, la A7138: ahora, las empresas podrán acceder a los dólares para pagar las importaciones siempre y cuando tengan la declaración efectuada a través del SIMI y que la misma figure en estado «salida», es decir, aprobada.

Además, las empresas deberán informar al BCRA cuando realicen importaciones por más u$s50.000, cuando antes el piso era diez veces superior, es decir, u$s500.000.

Desde la entidad que conduce Pesce aseguraron que esto último es «solo para cuestiones estadísticas» y que «no afecta el acceso al mercado».

Sin embargo, es una limitante real: los importadores deberán esperar el «ok» del BCRA para recién ahí contar con los dólares para girarle al proveedor y coordinar la logística para traer los productos al país.

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