Probadores sí o no: aunque los habilitaron, hay confusión y afirman que usarlos sube las ventas

Fuente: Clarín ~ El 12 del diciembre habilitaron el uso de los probadores. Aunque en algunos negocios aún hay confusión y hay clientes que no tienen claro si pueden usarlos, ya funcionan. Ocurrió a 5 meses de la reapertura de los negocios de ropa y calzado en los locales barriales y a 2 meses del regreso de los shopping. Habían sido clausurados para prevenir el contagio del coronavirus. Pero hoy las personas ya no le tienen miedo. Y para los comerciantes las ventas aumentaron. 

Si no la prueban, no la compran”, dice una empleada de Rapsodia Girls del Shopping Alto Palermo. Y se refiere a «preadolescentes de entre 7 y 15 años que saben lo que quieren pero se sienten más seguras si se la prueban, y las madres no pueden comprar por ellas -como sí pueden hacerlo con hijas más chicas- debido a los cambios de cuerpo que sufren”. Y agrega: “Ya se perdió el miedo a contagio y esta posibilidad de probarse, claramente, incidió en que subiéramos las ventas”. 

Y no solo las más chicas atraviesan cambios en su cuerpo por crecimiento. Producto de la cuarentena, hubo cambios de talle. Según una encuesta de IPSOS Argentina en 30 países, el país se ubica en quinto lugar entre los lugares donde más se subió de peso durante la pandemia. Y tercero entre los que más kilos subieron.

En el rubro de ropa masculina también “hay mas ventas porque se abrieron los probadores”, según un empleado de Brookskield del shopping. “No tienen miedo a probarse porque ya están acostumbrados a los protocolos de prevención, como el uso de tapabocas, el alcohol en gel, el distanciamiento social y la capacidad limitada de personas en un espacio cerrado, que exigen todos los lugares, no solo una tienda de ropa”, explica.

En shoppings y grandes centros comerciales los probadores funcionan con normalidad. Todo cambio en los comercios barriales, en donde hay restricciones y dudas.

En shoppings y grandes centros comerciales los probadores funcionan con normalidad. Todo cambio en los comercios barriales, en donde hay restricciones y dudas.

“A la gente le encanta probarse y los turistas tampoco son la excepción”, dice un empleado de La Martina. Y detalla que «incluso cuando no estaban habilitados los probadores, la gente iba a baños y pasillos”. Además, señala que lo que más suele pasar en la tienda son las colas “virtuales” de clientes que retiran los productos adquiridos vía web. Durante la pandemia, notaron un crecimiento exponencial de venta online.

Según un informe de la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), en 2020 se hicieron 164 millones de órdenes de compra online, un 84% más que el año anterior. Y del total de 20.058.206 clientes de tiendas online, 1.284.960 incursionaron por primera vez en 2020.

Pero “la gente agradece a que hayan vuelto los probadores, más si se trata de mallas y bikinis, porque cuando recién se habían habilitado, habían muchos que pedían cambio luego de comprar online”, dice una empleada de Class Life. Igualmente ocurre en el caso de ropa interior. ​En otro negocio del rubro, ahora las clientas se prueban “con comodidad sin temor a contagiarse por el virus”.

Si bien el calzado se podía probar desde un comienzo, el protocolo de higiene es igual de exigente que la indumentaria. Sea a través del uso de medias descartables, como el caso de Mishka, o sea probando solo el talle que le corresponde a uno, sin tocar los que están en exhibición, como el caso de Nike.

Estudios recientes demostraron que el coronavirus no se contagiaría por tocar objetos o ropa. Pero en los comercios aún hay clientes y vendedores que prefieren limitar el número de prenda en los probadores.

Estudios recientes demostraron que el coronavirus no se contagiaría por tocar objetos o ropa. Pero en los comercios aún hay clientes y vendedores que prefieren limitar el número de prenda en los probadores.

A un año del inicio de la cuarentena por coronavirus, existen varios estudios que ponen en duda la transmisión del virus por medio de los objetos. Entonces, ya no parece tan necesario desinfectar ropa, productos y superficies. Para los expertos, lo importante es seguir usando barbijo, mantener distancia y lavarse las manos.

Sin embargo, hay algunos clientes y comercios barriales que tienen dudas o directamente no usan o no dejan ingresar a los probadores. 

“Hace más de un año que no dejamos usar los probadores por miedo al contagio, pero el barrio entiende”, dice Thelma, dueña de ByThelma, local de indumentaria femenina en Barracas. “La gente se queda tranquila que tomemos todas las medidas de higiene necesarias. Sí nos pasaba que hicieran muchos cambios, pero mientras que estén todos los talles, los clientes que vienen siempre se llevan su prenda sin problema, incluso los jeans”, explica.

Sin embargo, los “preadolescentes, adolescentes, compradoras compulsivas y gente nueva son las que se quejan por no poder probar”, según la vendedora. Por eso, decidieron abrir los probadores dentro de un mes, con máximo de 2 prendas por persona.

“A partir de enero, cuando hay poca gente o son clientes conocidos, los dejamos probar con 2 o 3 prendas como máximo porque nos afectó seriamente en las ventas”, dice Adela, dueña de un negocio de ropa de mujer, también el Barracas. Y observa que “al momento de probarse los pantalones, sí notamos que hay más miedo a probarse”.

En otro local de ropa femenina, enSanta Fe y Sánchez de Bustamante, tienen todos los probadores abiertos. «Limpiamos con Lysoform después de cada uso además de decirles a las clientes que usen alcohol en gel cada vez que quieran tocar una prenda o un zapato”. Sin embargo, cuando hay mayor circulación de personas “fijamos un límite de prendas a probar y les pedimos a los clientes que seleccionen lo que es imprescindible para ellos», dice la empleada del lugar. 

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