Fuente: BAE ~ Los casos crecieron hasta un 300% en dos semanas y hay confusión de los empleados con los términos del aislamiento para el esquema completo sin refuerzo. Alertan, además, por el impacto en la producción por la suma de ausentismo, vacaciones y problemas en la energía eléctrica, que provoca saltos en el abastecimiento.
La Unión Industrial Argentina ( UIA) insistirá con el pedido al Gobierno nacional para que autorice a los centros de salud de fábricas y parques industriales a convertirse en centros de vacunación para los empleados. El objetivo es acelerar la aplicación de la dosis de refuerzo e inmunizar a la mayoría del personal para evitar inconvenientes en la línea de producción, que ya está sintiendo el impacto del ausentismo por pandemia, más la estacionalidad por vacaciones.
Fuentes de la UIA le adelantaron a BAE Negocios que durante esta semana buscarán una respuesta de los funcionarios nacionales de Desarrollo Productivo, Trabajo y Salud para cumplir con un pedido que habían hecho apenas comenzó el plan de vacunación: ser centros de aplicación para lograr que sus empleados tengan acceso rápido para completar el esquema oficial.
La preocupación ahora es la “confusión” que existe entre los trabajadores y las empresas por las condiciones de vacunación al momento de otorgar días de aislamiento luego de declarar “contacto estrecho”. “Esperamos que se aclare el tema, porque hay mucha gente que se queja ya que quedaron en la nebulosa algunos puntos”, admitió un líder fabril.
Para la UIA, hay dos formas de evitar confusiones: o hay un comunicado en donde dice que con dos dosis no es necesario aislamiento ni testeos; o se acelera la vacunación para el refuerzo. Los empresarios creen que la medida quedó a media agua para dar respuesta a la alerta ante una crisis productiva por ausentismo laboral, pero sin confrontar con los sindicatos, que pedían “prudencia” al momento de obligar a mandar a trabajar a los trabajadores que tenían miedo de estar contagiados.
Creció 300% la curva de ausentismo
Según datos a los que accedió este diario, la curva de contactos estrechos y Covid positivo subió en forma vertical y triplicó el ausentismo en las fábricas, si se compara con el inicio del año. “Es increíble cómo aumentan los casos de una semana a la otra. Si se analizan las últimas dos semanas, los casos aumentaron más del 300%”, sentenció el dueño de una fábrica con sedes en el conurbano bonaerense.
Según creen en la UIA, “esta tendencia puede durar todo enero”, lo que implicará una “complicación muy grande”. Sucede que se combinaron cuestiones estacionales con sanitarias: “Estaban arreglado los programas de vacaciones, por lo que en las fábricas ya había menos personal. La producción estaba programada en esos términos, pero cayó la tercera ola e hizo que todo se complicara mucho más”, se lamentó otro empresario del sector.
La preocupación ya salió afuera de los portones de las fábricas, porque “en el mejor de los casos, si bien con muchos inconvenientes se logra armar la línea de producción, lo que se cayó ahora es la distribución, porque hubo una reducción de los camiones por contagios de los choferes”. “Ahí no hay posibilidad de reemplazos”, se lamentó uno de los integrantes de la mesa de conducción de la central fabril.
Con todos los procesos productivo y de distribución afectados, los industriales buscarán que el esquema de vacunación con refuerzo se agilice, con foco en los trabajadores. “Si tienen la tercera dosis, no habrá confusiones. Nosotros siempre quisimos tener potestad de tener centros vacunatorios en las fábricas y parques industriales para acelerar la vacunación de nuestro personal. El Gobierno nunca nos respondió”, aseguró uno de los dirigentes de la UIA.
El objetivo es “apurar la tercera dosis” debido a que ese esquema de vacunación está “muy atrasado”. Según la Unión Industrial de Córdoba (UIC), el sector de no vacunados y los que cuentan con una sola dosis representa un 10% de los empleados en fábricas. Pero los que completaron el esquema con el refuerzo sólo alcanza al 12%.