La industria textil vuelve a niveles de inversión récord pero tiene todavía un lado débil

Fuente: Diario Norte ~ El sector padece el aumento de costos, muchos dolarizados, y un consumo que no logra repuntar. En lo que va de 2021 hay una creación neta de 2.500 empleos, pero una pérdida de 4.800 puestos en el rubro indumentaria.

Lejos de aquella apertura comercial del período 2016-19, cuando la importación de bienes terminados representaba el 60% de la participación en el país, la utilización de la capacidad instalada caía 18 puntos y había pérdida de puestos de trabajo y aumento de la informalidad, la industria textil cerrará este 2021 pospandemia con inversiones en bienes de capital por unos 200 millones de dólares, superando a los 60 millones que se invirtieron durante 2019 y batiendo el record de 2011. Esa proyección fue una de las más importantes presentadas durante la 17º edición de la convención anual de la Fundación Pro Tejer, que reunió hace pocos días a toda la cadena de valor agro-textil e indumentaria del país en Buenos Aires.

Allí también se reflejó el potencial y la importancia de esta industria, que tiene fuerte presencia en el Chaco, pero también mucho por recuperar. Es que Argentina cuenta con 5600 empresas en esta cadena de valor, que emplean a más de 300 mil trabajadores de manera directa.

Niveles prepandemia 

La presentación del panorama sectorial estuvo a cargo de Priscila Makari, directora ejecutiva de la Fundación Pro Tejer, y Lucia Knorre, economista jefa  de la Fundación. Según una nota publicada en Infobae, las especialistas sostuvieron que «la apertura comercial que se dio entre 2016 y 2019 provocó que el salario real cayera 20% y también la demanda de productos textiles». «Bajo la creencia de que la apertura en sí misma iba a solucionar los problemas del sector, la importación de bienes terminados pasó a representar el 60% de la participación en el país. La utilización de la capacidad instalada cayó 18 puntos entre 2015 y 2019. Hubo una enorme pérdida de puestos de trabajo y aumento de la informalidad laboral, en especial en el sector de la producción», continuaron.

Priscila Makari, directora ejecutiva de la Fundación Pro Tejer.

Con respecto a las particularidades y actualidad del sector agro-textil y de indumentaria, aseguraron que «el sector textil ya recuperó los niveles de inversión de prepandemia, y la capacidad instalada se ubica 3 puntos por encima de enero-agosto 2019. La producción textil se recuperó a niveles prepandemia, aunque el sector calzado todavía no pero porque fue uno de los sectores más golpeados».

Las especialistas de la Fundación Pro Tejer realizaron proyecciones para el sector en cuanto a crecimiento y panorama laboral. «Creemos que se abren nuevas oportunidades para el sector, tenemos una inversión proyectada de 200 millones de dólares para este año», dijeron, repasando antes que en apenas 9 meses de 2021, la inversión en bienes de capital de toda la cadena fue de 151 millones de dólares, más del doble que los 60 millones invertidos en 2019, y  a pesar de enfrenar un aumento de costos y caída del consumo.

«Somos un sector con fuerte peso de empleo de mujeres, que en indumentaria representan más del 50% de la fuerza laboral y el 20% en el sector textil, tomando los trabajadores registrados. Estas potencialidades que tiene el sector son estratégicas para competir en el mundo y plantea grandes desafíos para los modelos de negocios y las políticas públicas para subirse a esta cuarta revolución industrial, vinculada a la era digital, como el big data, internet de las cosas, el e-commerce, la automatización del trabajo para la confección, textiles inteligentes por la nanotecnología para que sea proveedor de insumos», indicaron.

«Queremos generar más y mejor trabajo» 

“Queremos producir más valor agregado para generar más y mejor trabajo para el país entre todos”, dijo el presidente de la Fundación Pro Tejer, Yeal Kim durante la convención anual Pro Textil 2021.

«Estamos ante una nueva oportunidad. Nos enfocaremos en el potencial que tenemos en la industria 4.0 y cómo impactan estas transformaciones en la industria textil. Queremos producir más valor agregado para generar más y mejor trabajo para el país entre todos. Tenemos la potencia productiva de un sector que crece y que puede crear mayor empleo en uno de los sectores industriales más importantes de todo el país», dijo el presidente de la Fundación Pro Tejer, el empresario textil Yeal Kim.

Kim comparó el desarrollo de la industria textil en Corea del Sur que se dio entre las décadas de los 50 y 90, y consideró que la Argentina tiene «un potencial muy fuerte» para desarrollar el sector, pero que debería crecer en la escala de producción y avanzar en el valor agregado en la producción.

Por otro lado, recordó que durante el gobierno de Mauricio Macri «se perdieron 25 mil puestos de trabajo registrado y hubo un crecimiento de la informalidad». En este punto, subrayó que, luego, «la pandemia profundizó esta crisis del sector», mientras que en el último año hubo una creación neta de 2.500 puestos de trabajo en la industria textil y una pérdida de 4.800 puestos en el sector de la indumentaria.

Condiciones que permitan el crecimiento del empleo 

Durante la convención Pro Textil 2021 hubo un fuerte planteo para impulsar condiciones que permitan el crecimiento del empleo el sector, ante la demanda que se sostiene con los números positivos de crecimiento en esta etapa de post pandemia. 

Estas líneas de acción fueron resaltadas durante la exposición del primer panel, «Construyendo una agenda para la Argentina del futuro», en el que participaron José Ignacio de Mendiguren, presidente de Banco de Inversión y Comercio Exterior – BICE; Marina Dal Poggetto, directora ejecutiva ECO Go Consultora; Tomás Karagozian; CEO de TN&Platex y presidente de UIA Joven; Daniela Rabinovich, CEO de RA Intertrading y vicepresidente de Federación Argentina de la Industria de la Indumentaria y Afines (FAIIA) y José Minaberrigaray, secretario gremial del Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines (SETIA).

En ese tramo de la exposiciones que estuvieron moderadas por la periodista Nancy Pazos, Tomás Karagozian coincidió en la responsabilidad que les toca a los nuevos representantes del sector. «Si logramos generar una relación multisectorial, tendremos una gran oportunidad para construir ese futuro», dijo.

El joven empresario también explicó por qué las nuevas generaciones se quedan a «dar pelea» y no se van del país. «Mi fábrica me hace quedarme. Muchos de nosotros somos más industriales sentimentales que racionales. Generar trabajo nos hace tomar decisiones muchas veces emocionales. Crecimos corriendo por las fábricas y hoy nos ponemos la camiseta. Por supuesto que, como todos buscamos rentabilidad, pero nos da orgullo generar empleo.», dijo. Y sumó con respecto a la idea de cómo salir de la crisis también la necesidad de una «unidad de todos los sectores». «Si logramos generar una relación multisectorial, tendremos una gran oportunidad de salir adelante», afirmó Karagozian.

Acuerdos para salir de la crisis

Con un análisis más duro y crítico sobre la coyuntura macroeconómica, la consultora Marina Dal Poggetto, también se refirió a los acuerdos como camino para la salida de la crisis. «Si no tenemos un esquema de acuerdo político y sectorial no vamos a ningún lado», planteó. Posteriormente, recordó el grado de la crisis que vive la Argentina, con el fuerte diagnóstico de la pérdida del 16% del PBI desde 2013, acentuado además entre el período de 2015-2019. «Ha sido una caída agresiva y con fuerte estancamiento y sin guerra de por medio. También es muy difícil poder planificar en un país donde la brecha cambiaria oscila entre el 84 y 115 %, según el dólar que se necesite utilizar», diagnosticó.

Por su parte, Daniela Rabinovich habló de la coyuntura de los industriales y las pymes del sector con las dificultades que más se hacen presentes: los empleos y los créditos, dos preocupaciones del día a día. «Estamos en condiciones de generar nuevos puestos de trabajo, pero es muy difícil encontrar mano de obra especializada», señaló. Sobre las dificultades para acceder al crédito fue contundente: «Nosotros sin crédito no podemos crecer. Pedimos créditos y pedimos que sean a tasas racionales».

Desde el sector del trabajo, José Minaberrigaray, planteó que los trabajadores «sufren mucho la crisis» pero también tienen un gran compromiso con la industria». Reconoció las dificultades de conseguir mano de «obra calificada» y señaló además, que al menos en el sector textil hay espacio para el trabajo informal y que esa problemática se da en el sector de la confección», concluyó.

Frente al llamado de atención de la Secretaría de Comercio 

Control de precios: empresarios dicen que el problema está en el «monto de los salarios»  

Los empresarios textiles nucleados en la fundación ProTejer consideraron que el control de precios en indumentaria y textil «es imposible», debido a cómo está conformado el sector. 

Según una nota de Florencia Barragan, en Ámbito Financiero, justificaron los aumentos de precios por las subas en las materias primas, y apuntan a un «problema estadístico» en las mediciones del Indec. Además, revelaron que recibieron un llamado de atención por parte del Gobierno y consideraron que el problema no está en el precio de las prendas sino en el «monto de los salarios». 

Luego del congelamiento de precios en alimentos, y con los medicamentos en la mira de la Secretaría de Comercio Interior, el tema precios fue abordado durante una conferencia de prensa que brindaron los titulares de la Fundación ProTejer. La división «prendas de vestir y calzado» fue la que más subió en el último año, al trepar 63,9%, contra una inflación interanual del 52,2%. En la inflación de octubre, consultoras anticipan que este rubro podría volver a encabezar.

Esenciales

Consultados por la frase de Roberto Feletti, de que «no puede haber consumos esenciales que no tengan algún grado de regulación del Estado», Pedro Bergaglio, miembro de ProTejer, contestó: «El control de precios en nuestro sector es imposible, somos muy diferentes al alimenticio, donde hay grandes y pocas empresas». Por su parte, Luciano Galfione, secretario de ProTejer, agregó: «¿Cómo podríamos hacer para sostener un precio congelado si las materias primas nos aumentaron 70% en dólares?». 

Galfione, dueño de la empresa de hilados Gepetto, enumeró los motivos que para el empresariado local explican las subas en los precios: aumento de commodities, con 50% del sector textil que requiere insumos importados; subas de 70% en dólares de la fibra sintética y hasta 100% del algodón; aumentos de los fletes, que pasaron de 1800 dólares a 12 mil; subas en las tarifas industriales y, baja en la oferta de producción debido a los cierres por la pandemia y por la política económica 2016-2019. «Tenemos un problema estadístico», agregó sobre las mediciones del Indec.

Según Galfione, el IPC mira precios de lista en los centros de consumo, mientras que «el precio efectivamente pagado es mucho menor, con liquidaciones cada vez más altas». Por otro lado, apuntó a los bajos salarios en la economía: «Un jean en la calle Avellaneda vale menos de 10 dólares, ¿en qué lugar del mundo pasa eso?, cabe preguntarse si la indumentaria es cara o ganamos dos mangos con cincuenta». 

Priscila Macari, directora ejecutiva de ProTejer, indicó que los salarios perdieron 20% entre 2016 y 2019, y si bien el empleo en el sector crece, todavía no recupera los 25 mil puestos de trabajo perdidos. «Necesitamos buenos salarios para fortalecer el mercado interno y potenciar la industria exportadora», agregó.

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