De cadete a directora de una revista de moda: Trabajar más que el resto fue la clave

Fuente: La Nación ~ Una alpargata negra y otra blanca. Fue el toque diferente y original que, desde adolescente, supo darle a su vestimenta como metáfora, quizás, de un aspecto característico de su personalidad. Nacida y criada en Casilda, una ciudad de 35 mil habitantes, al sur de la provincia de Santa Fe, Belén Baldelomar siempre fue una apasionada por la moda. «Compraba todas las revistas de moda y todos los sábados iba a ver qué había de nuevo en el local que tenía las mejores marcas. Recuerdo querer vestirme con algún toque diferente, por ejemplo, salía con una alpargata blanca y otra negra. Y sentía que eso marcaba la diferencia y me permitía desafiar lo establecido».

Finalizada la etapa escolar, estudió Comunicación Social en Rosario y Marketing Digital en Buenos Aires. Mientras completaba su formación académica, trabajó como modelo, promotora, barwoman, y luego comenzó una pasantía en una agencia de relaciones públicas, Allí arrancó como cadete: llevaba los presentes de los lanzamientos a las redacciones y tuvo la oportunidad de relacionarse con periodistas de diferentes rubros. Además, escribía las gacetillas de prensa y ayudaba en la organización de los eventos de las marcas Pommery, Club Med y Compaq. El repertorio de temas que cubría era, desde ya, amplio y variado.

Luego la contrataron en una de tres principales agencias de Relaciones Públicas de la Argentina. En esos años tuvo la mejor escuela sobre el oficio. Trabajé en la comunicación de las marcas de Procter & Gamble: Pampers, Pantene y Head and Shoulders, entre otras. «No había medias tintas para nadie. O evolucionabas o te sacaban. Fueron años durísimos de muchas horas y mucho aprendizaje». También trabajé para los canales de Turner: CNN, TNT, Cartoon Network, y para las cervezas Isenbeck y Warsteiner. «El mayor desafío sin duda alguna fue poder manejar el ritmo frenético de estar pensando en los pañales Pampers, a los cinco minutos en la cerveza Isenbeck y al rato hacer un brainstorming de ideas sobre cómo comunicar un nuevo shampoo para Pantene. Fue duro pero muy enriquecedor, y me permitió entender que mi pasión estaba relacionada al mundo de la moda, la belleza y el bienestar. Ahí entendí el poder de vernos bien, de elegir las prendas que nos hagan sentir bien, de embellecer nuestro hogar, de nutrir nuestro cuerpo con alimentación sana, de entrenar, de formar relaciones sanas y tener vida espiritual. Todo ayuda. Funciona como un círculo virtuoso». Hasta que finalmente confirmó su amor por la moda, asesorando a una empresa textil brasilera, Santana Textiles, que la contrató para su desembarco en el país.

Vida pública y organización personal

Puertas adentro, ya se había convertido en mamá de dos y combinaba la crianza con un exigente trabajo en oficina que le exigía estar al 100% en todos los ámbitos. «Mis hijos todavía son chiquitos. No lo voy a negar, estar con ellos, acompañarlos en su crecimiento y poder cumplir a la vez con mis obligaciones y compromisos laborales es algo difícil pero hermoso. No podría ser de otra manera. La clave es la organización, la eficiencia, y tener ayuda en casa, de otro modo es un descontrol».

Al poco tiempo llegó Prüne -una marca argentina de carteras, calzados, abrigos y accesorios- y el liderazgo de un equipo de 15 personas: desde la campaña publicitaria hasta las vidrieras, todo pasaba por ella. Y luego el desafío fue mayor, asumir como Directora de DMAG, una revista de vanguardia en moda y llevar a cabo la reconversión multiplataforma del medio.

«Yo venía de trabajar 10 horas por día en una oficina y cuando comencé en DMAG fui muy clara con mi jefe: necesitaba organizar mis horarios, no quería tener horarios fijos. Ahí me cambió todo, porque con organización podía lograrlo. Por ejemplo, coordinaba una entrevista a la mañana, llevaba a mi hijo al doctor luego y terminaba de armar una presentación en casa a las 11 de la noche, cuando los chicos ya estaban dormidos». También en ese momento comenzó a dar charlas en universidades. Y entre 2018 y 2019 dio forma a los Diálogos de Moda junto al Alcorta Shopping sobre diferentes temáticas para mejorar la calidad de vida: bienestar, entrenamiento, cuidado de la piel, espiritualidad, coaching, estilo, entre otros temas. Y lo hizo, una vez más, con mucho entusiasmo.

Agente de cambio: inclusión y sustentabilidad

La experiencia le permitió entender que tenía la responsabilidad de ser un agente de cambio de la industria de la inclusión y la sustentabilidad. Por eso, desde la revista que dirige comenzó a dejar de replicar modelos hegemónicos y a darle lugar a la inclusión, a dejar de retocar las fotos para que las modelos y celebrities no se vieran irracionalmente perfectas, a darle lugar a personalidades que cuentan la historia desde otro lado, mucho mas real, más humano e inclusivo. «Empezamos a darle protagonismo a la diversidad de edades, en tipos de cuerpos, de géneros, etc. Otro tema que nos interpela es la sustentabilidad, la industria de la moda es la segunda más contaminante después del petróleo. Por eso nos propusimos instalar el concepto de slow fashion como contrapartida del fast fashion que implica la producción desmedida de marcas como Zara y H&M, y la consiguiente contaminación del planeta. Promovemos la compra inteligente, poco pero de calidad, que dure, sin tener en cuenta las tendencias, comprar básicos y piezas que tengan que ver con nuestro estilo personal. La moda tal como la conocíamos ya no volverá a ser lo que era.»

El esfuerzo estaba rindiendo sus frutos: en 2019, Belén fue miembro del jurado de los Martín Fierro de la Moda 2019, junto a otros importantes referentes como Benito Fernández, Tete Coustarot y los editores de Para Ti, Infobae, Gente, Hola, L´Officiel, Marie Claire, Clarín y LA NACION. «Ser muy exigente, trabajar más que el resto, animarme a lo desconocido, generar y alimentar las relaciones, y estar dispuesta a hacer de todo, creo que eso fue lo que me permitió crecer en la profesión que amo. También me ayudó mucho ser fiel a mí misma, tener mi punto de vista y a veces discernir con el cliente para lograr planes más enriquecedores».

Aprender en la pandemia

Pero el aprendizaje no había terminado. Este año, pandemia mediante, Belén reconoce que se vio obligada a parar, valorar, agradecer y recalcular. «Me sirvió para depurar, sacar de mi vida lo que no sumaba, y concentrarme en mis objetivos personales y laborales para lograrlos. Esta pandemia nos hizo repensar la manera de consumir, realmente ¿necesitamos comprar tanto? ¿O es preferible comprar una prenda de diseño y calidad atemporal que me dure muchos años? Yo compré varias prendas online en Kostume, JT, Mishka, Luz Ballestero, que voy a tener toda la vida. También fue un excelente momento para limpiar mi vestidor, regalé y vendí en la feria ganga style de una amiga y compré ropa usada también».

Sus refugios al momento de trabajar fueron varios, según la hora del día, se armó una oficinita en su cuarto, con el aro de luz para los meets o charlas, y usó mucho la galería que tiene una vista al verde del jardín que la inspira y le brinda alegría. «Después de este año difícil que nos tocó vivir, sueño con que todos seamos agentes de cambio, tenemos que ser más amorosos, amables, libres, respetuosos, dejar de criticar, consumir menos y mejor, disfrutar del momento, tratar de no contaminar el planeta, y ser más inclusivos en edades, géneros y tipos de cuerpos. Cada uno es libre de ser y verse como quiere».

2 thoughts on “De cadete a directora de una revista de moda: Trabajar más que el resto fue la clave”

  1. Me pareció una buena nota y da mucha esperanza para el que quiera progresar…..
    La redacción fue corta y concisa, solo que en ningún momento se la presento con nombre y apellido.
    En una parte dice el apellido y luego en otro párrafo el nombre. Sería bueno presentarla en un principio. Gracias

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