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Fuente: 0223 – Afirman que algunas listas vienen con insumos en dólares y crece la incertidumbre hacia la temporada por el resultado de las elecciones. A pesar del momento económico, los locales que trabajaron con promociones bancarias tuvieron muchas ventas.

Los textiles de Mar del Plata mostraron su conformidad con las ventas que tuvieron durante el fin de semana extralargo por el 12 de Octubre, que matizó en parte la preocupación que existe en el sector por los cambios bruscos del dólar y el impacto que tienen en los insumos importados.

“El Día de la Madre repuntó la venta en indumentaria y además hubo ofertas o promociones de las tarjetas muy fuertes, sobre todo el Banco Nación y el Provincia. Pero hubo algunos comerciantes que no quisieron aceptarla, porque hay mucha inestabilidad en los precios y en las reposiciones: la liquidación de ese importe se hace a los 18 días hábiles. Entonces, estos dicen que no se vendió y los que se adhirieron a las promociones vendieron mucho”, indicó Guillermo Fasano, presidente de la Cámara Textil de Mar del Plata.

En declaraciones a 0223, el empresario textil mostró su preocupación por los movimientos de la moneda estadounidense, que los afecta directamente en algunas listas de precios de insumos importados. “Cada vez se utiliza más como referencia el dólar blue. Y cuando el dólar pega saltos descontrolados, ahí se paraliza toda la actividad porque los que tienen la mercadería, los insumos, ya no venden porque no saben cuál es el precio de referencia. Directamente se paraliza la economía”, analizó.

Según Fasano, la “incertidumbre” domina las expectativas del sector textil para la futura temporada de verano ante la cercanía de las elecciones generales. “La temporada es una incógnita para todos, estamos en el medio de un proceso electoral que se empieza a definir dentro unos días y también dependerá del resultado y los anuncios que haga el que vaya a ganar o las expectativas que haya. Hay algunos que apuestan a que va a venir mucha gente y que se va a trabajar bien. Otros tienen temor”, concluyó el referente textil.

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Fuente: La Capital – Mientras que durante muchos años los empresarios del sector de indumentaria no miraron este nicho, lo cierto es que hoy el mercado ha crecido en oferta y demanda. Los casos en Rosario. 

Amplitud de talles sin resignar onda es la premisa que parece guiar a los locales de ropa que trabajan el segmento “plus size” en Rosario, ofreciendo prendas para cuerpos diversos, saliéndose de los estereotipos que suelen primar en el mundo de la moda. Se trata de un negocio que tomó vuelo en Estados Unidos, país pionero en marcar precedente, con empresas dedicadas a la confección de indumentaria que va del «extra large» en adelante. En Argentina durante muchísimos años no era negocio este segmento, pero ahora las cosas son distintas y los empresarios le pusieron el ojo y la inversión.

También ayudaron a dar impulso distintas legislaciones como la Ley de Talles “27.521”, conocida como Ley “Sutini”, para que individuos con diversas corporalidades puedan elegir qué ponerse y erradicar la discriminación. Si bien es un buen empujón, algunas personas señalan que la normativa reglamentada en el año 2021 no se implementó ya que, entre otros puntos, exige un estudio antropométrico para determinar cómo son los cuerpos en Argentina y generar tablas acordes a cada tipo, con medidas estándares que sean las mismas para cada local, proceso que aún no terminó.

Exclusivo y rentable

Un caso de diseño y confección de ropa personalizada es Renata Talles Plus, local que queda ubicado en Pueyrredón 1435. En diálogo con Negocios, Lucía Simonetta, titular de la marca, destacó que ellos han crecido mucho a lo largo de los años y fueron agrandando su cartera de clientas desde sus inicios en el 2014 a la actualidad. Además de trabajar talles que parten del 5 en remeras (equivalente a XL en Estados Unidos), expresó que es una de las pocas que alcanzan a cubrir el número 12 en prendas superiores y hasta el 62 en pantalones.

“Hoy la competencia es mayor, cuando arrancamos había menos variedad y oferta, ahora hay muchas marcas que vieron la posibilidad de aprovechar un mercado que no estaba explotado. Sin embargo, hay que destacar que muchas dicen tener talles grandes y solo llegan a ofrecer un 6 en remeras, que es similar a un XXL, y son pocas las que vamos más allá y sumamos otros tamaños”, señaló Simonetta.

La emprendedora reconoció que Estados Unidos fue uno de los líderes en comenzar a innovar en prendas “plus size”, con marcas importantes que se lanzaron fabricar lencería de autor, mallas y otros modelos de ropa por fuera de un clásico remerón o vestido. En Renata, destacó que vende moda urbana pensada para todos los días, en los percheros se ven jeans, remeras, tops, pantalones y sacos.

En cuanto a negocios pioneros, también aparece el caso de la emprendedora Julieta Kleier, que luego de recibirse de biotecnóloga apostó al rubro de la indumentaria también en el 2014, junto a su marca Mueck Design, ubicada en una tienda en Jujuy 1610. Según explicó a Negocios, en ese entonces era muy difícil para ella y otras personas de talle grande encontrar vestimentas con estilo y fue lo que la impulsó a innovar en el sector, de la mano de opciones que llegan hasta el talle 60 en pantalones, lo que en su local implica un 4 XL.

“Al principio viajaba a Buenos Aires y era muy poca ropa, toda genérica, sin moldería, parecía que te tenías que conformar con una prenda que te entrara. Entonces empecé a trabajar junto a un equipo de diseñadoras, conseguí una que fabricara ropa deportiva, otra ropa de fiestas, otra urbana y así lancé mi marca. De a poco, la moda plus fue ganando terreno y se volvió una buena oportunidad comercial, así que ahora tenés proveedores que trabajan más estilos y propuestas porque hubo mayor inclusión de parte de los fabricantes, aunque eso hizo aumentar la competencia”, sostuvo la dueña de Mueck Design.

¿Es más cara la ropa ‘plus size’?

Kleier consideró que hay un gran tabú sobre que los vendedores se abusan y cobran más cara la ropa cuando es más amplia. La emprendedora comentó que esto no sucede siempre y varía de acuerdo al talle y la cantidad de tela que se use para la confección de una vestimenta. Por ejemplo, en su experiencia fabricar del XL al XXXL no conlleva un gasto superior porque se usa el mismo pedazo de tela, no así cuando se pasa a un 4 XL donde se requiere comprar otro pedazo para armar la prenda.

“Del XXXL a un 4 XL hay un salto de precio y esto se debe a que se gasta más en la materia prima porque las telas vienen de un largo estipulado. Siempre se intenta acomodar la moldería, de manera tal de optimizar para que rinda al máximo, lo que hacemos para evitar cobrarle diferente a cada cliente según el talle que usa, es prorratear esos valores, haciendo un promedio entre los costos de cada uno y pudiendo así ofrecer un valor único para todos”, indicó Kleier.

Simonetta coincidió con su par al momento de evaluar los gastos e hizo hincapié en que los altos niveles de inflación encarecieron mucho el costo de la tela y aseguró que la posibilidad de trabajar con moldería propia, cuidando la calidad del producto, también hace que su costo sea más elevado. “No es lo mismo hacer un top genérico en talle S que usar un molde especial, que se adapte a cada tipo de cuerpo, que cuide la caída de la prenda, etc. También pasa que hay quien fabrica prendas grandes y hacen sólo un cuadrado sin forma, nosotros en Renata tenemos una línea de producción propia que son camisas con moldería nuestra y que está muy competitiva en precio, salen $18 mil, con diseños exclusivos y tenemos cuotas sin interés”, señaló la emprendedora.

Fuente: Los Andes – Los locales de ropa y calzado de Mendoza se alejan de las liquidaciones de otoño – invierno para hacerse paso a la nueva temporada de primavera – verano. El incremento no se ha equiparado con la inflación, pero sigue en alza.

Con el inminente cambio de estación a la vuelta de la esquina, una nueva necesidad comienza a golpear de a poco en los bolsillos de los mendocinos: la compra de indumentaria y calzado. Aunque, en esta oportunidad, viene aparejada de una “buena noticia”, es que el precio de estos artículos ha subido por debajo del índice de la inflación general de precios.

En la actualidad, Argentina se encuentra frente a desafíos económicos significativos, siendo uno de los más notables la persistente tasa de suba de precios. El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) informó que la inflación de julio 6,3%, haciendo que el aumento acumulado del 60,2% y un incremento del 113,4% interanual.

Se trata de una de las principales preocupaciones de los ciudadanos en los últimos años, porque la pérdida del poder adquisitivo impacta no solo en los productos de primera necesidad, sino también todos los aspectos del costo de vida, como puede ser comprar una nueva remera o cambiar las zapatillas.

En este sentido, de acuerdo a las mediciones de Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CAIA) en base a los datos de Indec, el acumulado general de julio de 2023 del 60,2%. El segmento de indumentaria y calzado alcanzó en este mismo periodo una suba promedio de 49% en todo el país. En tanto, si nos centramos en la región de Cuyo, la cifra es menor, 42,1%. Asimismo, en la comparativa interanual, el rubro acumula una suba de 110,3% en el país y en Cuyo llega a 99,1%, ambos casos por debajo del 113,4% acumulado para el IPC general.

Si nos centramos en Mendoza, el sector de indumentaria y calzado ha experimentado un aumento respecto a los precios de la misma temporada, pero del 2022. De este modo, de acuerdo a los precios relevados por los propios empresarios y comerciantes, los aumentos apenas van entre un 20% y 30%.

“Todo lo nuevo viene con otro precio, lo que pasa es tengo que comparar lo que viene de verano con lo que era de verano el año pasado, no con lo que es de invierno. Primero porque nuestros productos de invierno llevan más material que en el verano, yo no puedo comparar una sandalia con una bota, entonces yo lo tengo que comparar con lo del verano. Comparando con el año pasado el aumento está entre un 10% y un 20%”, indicó Antonio, gerente del local de Batistella de Mendoza.

Costos de producción trasladado al precio

Como cualquier Pyme o empresa, los costos de los materiales que usan para realizar su producto hacen que aumente o se mantenga el precio del mismo. Siguiendo este punto, los precios de telas o materias primas para calzados han subido, lo que se ha trasladado al producto final.

“Respecto al año pasado ha habido un aumento en materiales del 60 al 80%. La industria nacional tiene componentes importados que hace que el precio esté atado al tipo de cambio; las telas son el 60% del costo del producto, por ende, repercuten en el costo final de la prenda”, explicó Daniela Noli, socia gerente de Knauer.

El aumento según el último informe del Indec en categoría de prendas de vestir y calzado fue a nivel nacional del 3,0% en el mes de julio, mientras que en la región de Cuyo representó en julio el 3,6%.

“El promedio el aumento de los proveedores ronda del 20 al 40%, una barbaridad. Eso sumado al cierre o acortamiento de las cuentas corrientes. Es decir, antes comprábamos mediante pagos semanales, dos o tres semanas de plazo, eso se redujo a una y en algunos casos solo pago en efectivo”, comentó Maxi, dueño de un local de indumentaria masculina en Guaymallén.

Precios de ropa en Mendoza

A solo un par de semanas del comienzo de la temporada primavera-verano, algunos locales del centro y de centros comerciales no han realizado el cambio de la indumentaria exhibida, pero prevén que en la próxima semana ya estén todos los precios al vendedor.

“Los jeans van desde $12.000 a $18.000, en remeras tenemos desde $3.000 a $8.500. Bermudas todavía no tenemos precios, pero van a rondar los $10.000 o $12.000, las camperas de frisa ahora tenemos en $15.000 y de rústico creería que seguramente van a rondar los mismos valores. Lamentablemente estamos con muchísimos aumentos, como todo”, aseguró Maxi.

Por otro lado, las prendas que se buscan para la temporada que inicia se basan en telas livianas para soportar las altas temperaturas. Entre los géneros está el algodón, el lino y la fibrana en prendas que están pensadas para el género femenino. Si de colores hablamos, los más presentes que se pueden ver en los locales son el verde, fucsia, naranja y varios estampados con flores y líneas.

En un reconocido local ubicado en el corazón de la calle San Martín de Ciudad, considerado para muchos una tienda con precios económicos en relación a la calidad, tiene prendas para varios géneros. Las remeras de algodón van desde $3.090, pantalones de lino corto a $7.399, short de jean a $10.990, lino largo desde $10.990. Los vestidos largos y enteritos parten desde $11.999.

En cuanto a ropa para adolescentes en ese mismo local hay remeras de algodón desde $4.090 y short de jeans desde $9.999. Por otra parte, en calle General Paz se consiguen jeans desde $8.000 en liquidación, pero, por lo general, el pago es en efectivo.

Valores de los calzados

Caminando por las calles del centro mendocino se ven las vidrieras con los precios actualizados. Los valores arrancan en $20.000 una sandalia baja, que puede tener algún aplique o tachas. Los zapatos altos se encuentran en más $35.000, dependiendo de los colores y tamaño del taco.

Estos valores, comparados con los de una bota, suenan bastante bajos, considerando unos borcegos o bota texana se encuentran desde los $60.000.

Para los más chicos de la familia una sandalia cuesta desde los $12.700 hasta los $18.700, pero los valores varían según el material del que está hecho. Mientras que las zapatillas para este grupo etario van desde $7.000 a más de $20.000, sin considerar los precios de los locales deportivos.

Financiación y descuentos

En épocas donde los gastos en calzado e indumentaria se reduce a los artículos indispensables, la financiación es una aliada para poder hacer la mejor compra. En este sentido, el Gerente de Batisttela confirmó: “El cliente busca promociones o facilidad de pago. Hoy le das todas las posibilidades, vienen mucho con las billeteras virtuales, que muchas veces les dan promociones o algún tipo de reintegro”.

Dentro de las opciones de financiación lo que más se utiliza para estas compras son las cuotas. Las tarjetas de crédito son cada vez más usadas. Ahora 12 promueve un incentivo para el comprador, aunque muchas veces no les queda el “precio de vidriera”, sino que tienen un recargo.