Hilos de la tradición que anudan el presente

Fuente: Clarin – La académica y artista Alejandra Mizrahi recupera la herencia textil de su familia y la tradición local para expresarlas en el libro RandAcerca y en su rol de curadora de la muestra Randa Testigo, en el Museo del Traje.

Entre el desarrollo industrial y el saber ancestral, en ese itinerario se embarcó Alejandra Mizrahi, artista, docente e investigadora. Desde el último tramo de la carrera de Artes Plásticas en la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) hasta este presente interdisciplinario, su recorrido académico y profesional –poco frecuente– estuvo signado por la búsqueda en torno a la acción, el cuerpo, la indumentaria, y al mismo tiempo por la herencia textil de su familia paterna y la tradición de su tierra. Formada en posgrado en Estética y Teoría del Arte, y posteriormente doctora en Filosofía por la Universidad Autónoma de Barcelona, ya de regreso en el país, comenzó a interpelar la randa, técnica artesanal de tejido, típica de El Cercado, declarada patrimonio cultural de la provincia en 2015. Primero se encontró con las hacedoras, y después con un lenguaje que aprendió, asimiló y al que hoy acompaña para darlo a conocer hacia adentro y hacia afuera del país. “No puedo pensar si no hago”, expresa Mizrahi y lo confirma con la edición del libro RandAcerca (Edunt) que a principios del 2020 la tuvo como compiladora y con su más reciente rol de curadora en Randa Testigo, la muestra –física y virtual– que hasta febrero se podrá ver en el Museo de la Historia del Traje en la ciudad de Buenos Aires.

–¿Cómo se da el contacto con la artesanía? ¿Conocía la randa?

–La universidad ya venía trabajando, desde el Centro Cultural Virla y con el Instituto de Desarrollo Productivo de Tucumán (IDEP), en la revalorización de la randa. Me llamaron para sistematizar la técnica. Dentro de las acciones que estaban haciendo, querían registrar el paso a paso, para difundirlo. Ese fue mi primer contacto con la comunidad y con Claudia Aybar, una de las randeras. Fui a El Cercado, hablé con ella y nos empezamos a reunir, a tejer. Mientras me enseñaba, íbamos armando el manual (qué hay que enseñar, cómo se empieza la randa, cuáles son las partes que tiene). En medio de eso, pensé en no solo contar el paso a paso, sino también la dimensión histórica. Tenía que tener entrevistas a randeras y un cruce entre diseño y artesanía. Ahí, se fue armando un índice y alimenté el manual convocando también a una historiadora y una antropóloga. Quedé muy enganchada y comencé a preparar proyectos de extensión, y a hacer cruces de diseño y artesanía.

–Lo primero que ve es la técnica y lo material, aunque también considera las variables del hábitat y la corporalidad, ¿cómo se da ese camino?

–Desde ahí parto, de lo material, porque fue mi contacto para hacer ese manual. Me metí de lleno y me enamoré de la técnica. Me parecía que dentro del campo del diseño textil tenía características específicas: el armado de la malla, el alfabeto de bordados, también que al ser a base nudos, uno podría cortarla y no se desarmaba. Trabajé técnicamente durante mucho tiempo con eso y, desde el 2013 hasta hoy, se me fueron revelando otras variables y entendí que para alcanzar una comprensión más profunda de ese objeto tenía que considerarlas. Hay algo que tiene que ver con la comunidad: quiénes son esas mujeres, de dónde vienen, en qué trabajan, si tienen o no marido, si tienen hijos, qué pasa con la caña de azúcar. Y qué pasa con este encaje níveo que aparece en esa ruralidad, para mi era un contraste muy fuerte.

–Más allá de que ya existe una tradición que relaciona el textil y el lenguaje, ¿cómo se da el planteo simbólico?

–Para unificar esas variables, retomo la idea de (Ernst) Cassirer. Él habla del lenguaje, la religión y el mito, explica por qué son formas simbólicas. El textil también lo es, si se consideran esas variables, no solo la técnica y la objetual, sino también el contexto, quiénes son, de dónde vienen.

–A la vez se relacionan con otras formas; religiosas, paganas…

–Sí, totalmente, con un mix particular de ese lugar. Esa interposición con el mundo lo traslado al textil; cómo ellas miran el mundo a través de esta técnica. No solo lo miran, sino que lo viven. La manera de tejer es diferente a otras, está muy imbricada en la cotidianidad. Al tejer se puede tener en el puño de la mano, hasta que se tensa y se puede bordar. Todo ese devenir, de esa red, se da entre “poner la pava”, llevar el niño a la escuela, salir al patio, buscar algo, cultivar. Muchas randeras antes iban al surco, a pelar caña, y después con esas mismas manos tejían la randa.

–La randa es un saber matriarcal o de las mujeres y, a la vez, la valoración coincide con el despertar de la cuarta ola feminista. ¿Qué recursos les da en ese sentido?

–Todas comercializan y algunas sostienen su vida desde la randa. En otros casos es mixto, porque la combinan con otra actividad. Tiene que ver mucho con el empoderamiento de la mujer. Sobre todo en los lugares rurales. Lo más interesante es que ellas saben que representa al patrimonio, que están empoderadas, y que el textil es una resistencia para muchas cosas. También se afirma esa línea genealógica que tienen con las madres y las abuelas. Eso estaría dentro de la variable de la corporalidad, de lo físico, y de la postura que toman cuando tejen. Es una técnica que necesita mucha calma, porque sino se anuda y hay que desarmar. De ahí viene la otra variable, del hábitat, que acompaña a ese cuerpo, están en el campo, escuchando los chanchos, los gallos, los tractores.

–¿Qué la llevó a considerar la randa como un “sistema de pensamiento”?

–Tiene que ver con el desarrollo de la investigación en la que empecé a observar diferentes técnicas textiles como sistema de pensamiento. En la línea de poder analizar los “paso a paso” de cada técnica y ver cómo se construyen; cómo es que a veces parten de un centro, una punta, una hilera o de una estructura externa. Cómo las técnicas tienen diferentes maneras de expresar, de crecer y de estabilizarse en el mundo. Todo ese proceso de configuración me hizo pensar en cómo se piensa el mundo de manera diferente cuando se parte de un centro y construye radialmente o cómo se piensa cuando se construye una estructura ortogonal. Entonces, lo que hice fue analizar distintas técnicas y ver cómo las artesanas, las randeras, en este caso, construyen el mundo a partir de esa estructura, que es a través de la cual lo piensan.

–¿Cómo imagina el futuro de la randa?

–El escenario cambió mucho este año. Hoy todas las prácticas ancestrales cobraron otra dimensión, la de enseñarnos muchas cosas que se mantuvieron durante siglos y siglos. Me gusta ver a las tejedoras porque hay un ejercicio de la paciencia o la espera y ver cómo el tiempo se materializa en esa malla. Más allá del objeto que es bellísimo, a futuro me imagino que volverá a ocupar lugares que ocupó en algún momento en las casas. La randa de nuevo imbricada en la cotidianidad, relacionada con la vida, no tan alejada, como una cosa que pertenece al mundo de la liturgia o que solo puede estar en ciertos espacios, sino que me imagino a la gente usando esos tejidos. Eso en lo objetual, y en lo más técnico, la randa tiene mucho para mostrarnos, cosas que perdimos con la rapidez y la ansiedad de la época contemporánea. Podemos pensarla en dos canales: para enseñarnos a bajar velocidades, a esperar, a ser pacientes, y a construir nudo a nudo, una malla, consolidada, sólida, resistente, para después poder representar sobre ella. Y la objetualidad se irá relacionando más con la cotidianidad y con el cuerpo también. El mundo hasta donde llegó nos demuestra que no tenemos que abarrotarnos de objetos sin sentido. La trazabilidad y la sustentabilidad forman parte de esas técnicas ancestrales que vienen a enseñarnos algo que ya lo tienen en las prácticas de siempre.

BÁSICO

Alejandra Mizrahi
​Tucumán. Artista e investigadora.

Doctora en Filosofía por la Universidad Autónoma de Barcelona, especializada en Arte y Diseño en el área de Estética y Filosofía del Arte. Actualmente es docente en la Universidad Nacional de Tucumán. Formó parte del equipo de gestión de Rusia galería entre 2011 y 2015. Coordina talleres de prácticas artísticas y experimentación textil desde 2012. Ha realizado exposiciones individuales grupales. Co-Autora del libro Randa: tradición y diseño tucumanos en diálogo.Su último libro es RandAcerca.

Yanczewski realizó en Rosario el primer desfile de moda post cuarentena en Posta 36

Fuente: ON24 ~ “Invitamos a comerciantes, diseñadores locales, emprendedores y aprovechamos la pasarela como un espacio que les sirva a todos. Necesitamos empujar el comercio, el trabajo de diseño y moda en la ciudad”

Uno de los rubros que aún quedaban a la espera de regresar a la actividad es el ligado a la industria de la moda y en Rosario, Gustavo Yanczewski, se dio el lujo de organizar el primer desfile post cuarentena del país.

Rosario Vive la Moda comenzó el pasado jueves en los jardines del salón de eventos Posta 36 y se repetirá cada semana durante enero, febrero y principios de marzo. El evento fue encabezado por 40 modelos de la escuela GY luciendo prendas de diseñadores y emprendedores locales.

“Junto con la Municipalidad y el Gobierno provincial armamos el año pasado la Asociación de Comerciantes “Rosario está de Moda” con quienes pusimos en marcha la Semana de la Moda en la ciudad. Como volvíamos a hacer estos desfiles de la escuela aprovechamos para integrar un poco los espacios”, contó el referente de moda local y remarcó: “Invitamos a comerciantes, diseñadores locales, emprendedores y aprovechamos la pasarela como un espacio que les sirva a todos. Necesitamos empujar el comercio, el trabajo de diseño y moda en la ciudad”.

La intención, lograda con creces, fue “recuperar un poco la vida social dando cuenta que se pueden armar protocolos y organizar eventos para que las actividades vuelvan a ponerse en marcha”.

El evento contó con una gran producción previa: la esperada en cada tipo de evento de esta envergadura, y la novedad de trabajar bajo protocolos sanitarios. “Organizamos todo de manera que el desfile se haga en el exterior con sillas para el público por grupos familiares, con distanciamiento entre cada grupo, y luego en el interior donde usamos el salón que tiene capacidad para 600 personas como vestuario de un desfile con 40 modelos”, detalló. Las modelos lucieron en cada pasada su respectivo tapabocas, muchos diseñados en conjunto con la prenda que lucían. “Queremos inculcar mucho el concepto de cuidado”, remarcó.

Feliz por este regreso a las pasarelas en donde desfilarán los 400 alumnos de su escuela, Yanczewski contó con orgullo cómo fue haber trabajado para lograr este primero de una serie de diez eventos: “Lo que hicimos ayer fue un primer retorno, que no es habitual como no es habitual que una modelo se maquille de la nariz para arriba porque la parte de abajo está dentro de un tapabocas, pero así tiene que ser y pudimos mostrar que se pueden organizar eventos con cuidados. Hay que cuidar a la gente más allá de la salud física, y generar encuentros así es una excusa para que se entienda que depende de todos que las cosas se pongan en marcha”.

Coco Chanel y la valentía de pensar en voz alta

Fuente: La Nación ~ Hasta el último suspiro, hilvanó su propia leyenda. Ella misma admitía sobre los datos de su biografía, que falseaba una y otra vez: «Mi vida no me gustaba, así que creé mi propia vida». Cuenta Edmonde Charles-Roux en Descubriendo a Coco que Gabrielle Chanel tenía 80 años cuando la herida de un presidente asesinado dejó una mancha de sangre en la falda rosa que había salido de sus talleres parisinos. «Sí, Jackie Kennedy llevaba un traje Chanel en Dallas». Fue lo único que dijo al respecto. A su edad «emocionarse significaba una pérdida de fuerzas: en el mundo abundan las desgracias y ella debía resistir». Resistió hasta los 88 años para seguir vistiendo primeras damas, reinas, estrellas y ser el aspiracional que copiaron en figurines mujeres de todo el mundo. Murió un domingo, el único día en que no trabajaba, como si hubiera buscado evitar la vulgaridad de un colapso teatral entre los espejos de su tienda de la Rue Cambon. Había regresado de un paseo y se tiró a descansar vestida sobre su cama del Ritz. Llamó a su asistente cuando sintió que se ahogaba, pero ya no tenía fuerzas. «Así es como se muere uno», le dijo.

De aquel domingo 10 de enero de 1971 se cumplirán mañana 50 años, pero el legado de Coco Chanel sigue vigente más allá de la moda. El tweed, el vestidito negro, la cartera con cadena, los pantalones femeninos y la camiseta marinera, democratizados en la era del fast-fashion, prueban cada día en los guardarropas de las mujeres más diversas una de las frases más célebres de su creadora: «La moda pasa, el estilo permanece». Es que lo verdaderamente icónico de la diseñadora fue adelantarse a su tiempo al pensar la indumentaria como una forma de liberación: logró, por primera vez, que el estilo no fuera incompatible con la comodidad. Y lo impuso. Si a principios del siglo XX su marca fue el sportswear, después de la guerra plantó una alternativa al New Look de Dior, con una línea andrógina y minimalista.

Coco le decía a las mujeres de su época que podían vestirse como cualquier varón, trabajar como cualquier varón, ser dueñas de sus vidas como cualquier varón. Y tener amantes, y vivir en hoteles, y no depender de nadie. Lo garantizaba con su propia historia. La de un feminismo self-made que quizá ahora nos resulte lejano e individualista, pero es también el que nos construyó: el de miles de chicas como ella que forjaron entonces el camino de su independencia sin más armas que una máquina de coser. Había que ser revolucionaria para presentarse en la Ópera con un corte a la garçonne, pero ella también lo convirtió en tendencia: «Una mujer que se corta el pelo está a punto de cambiar su vida».

Hay pocos personajes que hayan dejado tantas máximas. Mordaz y a menudo brutal en sus juicios, Chanel seguramente sería cancelada hoy por muchas de sus frases más célebres (y por algunas de sus relaciones, como la que mantuvo con un alemán durante la ocupación). La delgadez extrema que fue parte de su look, se inmortalizó en una cita que hoy nadie se atrevería a pronunciar en público: «Nunca se es demasiado rica, ni demasiado flaca». Tenía un sentido en su tiempo: perder las curvas era liberarse del corset, de la presión y la formalidad de lo femenino; era también una consecuencia natural del hambre de la guerra que ella era capaz de vender como sofisticación. Uno de sus aportes más subversivos fue el zapato de taco bajo. Fue en plenos años cincuenta, cuando los tacos aguja parecían un requisito indispensable de la feminidad.

Pero quizá lo que sigue siendo transgresor de la leyenda que creó sobre sí misma alguien que jamás dejó de derribar barreras, fue esa consciencia constante del valor de decir las cosas: «El acto más valiente es pensar por una misma. En voz alta».

Universidades trabajan en el desarrollo de textiles anti-covid únicas en el mundo

Fuente: Argentina.gob.ar – Con desechos de la industria pesquera, dos universidades nacionales producen telas antivirales para la fabricación de indumentaria destinadas al personal de la salud y sprays de uso doméstico para inactivar el covid.

Un grupo de investigadoras interdisciplinarias de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP) y la Universidad Nacional del Sur (UNS), redireccionaron sus investigaciones en Ingeniería en Materiales -especialmente en Nanotecnología- y desarrollaron “nanocompuestos” que inactivan el Covid. Una vez que finalice la pandemia, este desarrollo tendrá una amplia gama de utilidades ante otros virus y bacterias.

“Lo que desarrollamos es un ‘material híbrido polimérico-inorgánico’, que tiene propiedades antivirales y desinfectantes… y lo mejor es que ¡puede utilizarse en diferentes tipos de superficies tales como madera, vidrio, telas, plásticos, metales, etc.! En este caso puntual, nos enfocamos en introducirlo en la fabricación de indumentaria para médicos, enfermeros, personal de limpieza y pacientes. Por ejemplo, para la confección de mascarillas, guantes, ambos y otros insumos hospitalarios como sábanas o toallones. Pero además, por su versatilidad, podría servir para recubrimiento de otras superficies de acceso masivo, como pisos y paredes de hospitales, edificios públicos como bancos o escuelas y desinfección de medios de transporte”, explica Vera Álvarez, vice directora del Instituto de Investigaciones en Ciencia y Tecnología de Materiales (INTEMA) de la UNMdP y directora de este proyecto que fue seleccionado en una convocatoria del Ministerio de Ciencia y Tecnología para mejorar la capacidad nacional de respuesta a la pandemia.

¿Qué son los polímeros y por qué inactivan al covid?
“Los polímeros son macromoléculas, es decir grandes moléculas que se forman con la vinculación de otras clases de moléculas denominadas monómeros. Particularmente los polímeros con los que nosotros trabajamos son de origen natural, se llaman quitosanos y se obtienen de los exoesqueletos de crustáceos, para decirlo de un modo sencillo sería la carcasa y otras partes de los mariscos o frutos de mar (camarones, cangrejos, gambas, etc.), que son desechos de la industria pesquera, por lo que en nuestro país hay en abundancia y nadie sabe qué hacer con ellos.
A este polímero natural luego le agregamos iones de plata y cobre que tienen funciones antibacterianas, antimicrobianas y antifúngicas, por lo que en el momento que termine esta pandemia podrá ser útil también para otros virus y bacterias.
Con este ‘material híbrido polimérico-inorgánico’ desarrollamos un gel (de consistencia similar a una gelatina) que se impregna a las telas durante el proceso de fabricación. Cuando el virus entra en contacto con el polímero que está en la tela, se produce una interacción química que hace que la membrana del virus quede adherida allí y ya no pueda reproducirse ni contagiar. Esto es de suma importancia para prevenir los contagios, porque es muy común que nos toquemos la ropa y luego llevemos las manos a la cara o los ojos”
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¿Cómo llegaron a este desarrollo?
“Con este mismo polímero veníamos trabajando desde hace 10 años, pero en otras aplicaciones. Lo utilizábamos para la liberación controlada de fármacos oncológicos, para el desarrollo de bioagroinsumos, el saneamiento de aguas contaminadas y para desarrollar textiles funcionales. Cuando se desató la pandemia entendimos que podíamos redireccionar nuestras investigaciones, ya que este polímero tenía la capacidad de inactivar muchos virus y bacterias. Además, porque casi todos los esfuerzos en investigación se estaban destinando a kits diagnósticos y vacunas, mientras que nosotras podíamos contribuir a controlar la propagación del virus en las superficies”.

El proyecto incluye tres etapas: el desarrollo de los textiles, las pruebas antivirales y las pruebas de durabilidad, para evaluar que después del lavado el efecto químico siga funcionando. “Ya pasamos las dos primeras etapas, estamos diseñando prototipos de tapabocas en conjunto con la cooperativa de trabajo Textiles Pigüe y a pedido de la comunidad comenzamos a desarrollar un spray de uso doméstico para que la gente pueda aplicárselo en la ropa antes de salir de su casa”.

¿Cuándo llegará al mercado? ¿Tendrá un costo accesible?
“Estos productos necesitan dos aprobaciones: del INTI, por ser un textil, y de ANMAT por estar en contacto con la piel, para que puedan comenzar a distribuirse en el mercado. Como este quitosano es de fácil obtención, se podrá producir a nivel nacional a bajo costo, por lo que es factible que a futuro se puedan hacer todo tipo de prendas recubiertas de este material”.

Rol de la ciencia argentina
Finalmente, respecto al rol de las universidades en este contexto, la investigadora remarcó que “es fundamental que los conocimientos científicos se transformen en productos y servicios que sean un motor de cambio de nuestra sociedad”. Para ello,-dijo-,“es necesario que las universidades fomenten acciones de articulación público privada, como la formación de recursos humanos que participen en proyectos de I+D+i, el posicionamiento de la CyT como fuente de desarrollo y generación de empleo, la integración de actores públicos y privados en emprendimientos basados en el conocimiento, y la difusión de resultados que permitan derribar el mito que la ciencia se dedica a lo abstracto y poder mostrar cómo esos conocimientos satisfacen las necesidades de la sociedad en la que están inciertas”.

A finales del año pasado, Vera Álvarez recibió el premio “Por las mujeres de la ciencia 2020”, que otorgó L´Oréal-Unesco en reconocimiento a su trabajo en el diseño de este material.

Slow fashion: conocé esta marca de diseño de autor cordobesa que apuesta a los sustentable

Fuente: Perfil ~ En primera persona la creadora de Humano nos cuenta cómo fue el proceso de creación de su emprendimiento y cómo logró diseñar respetando el medio ambiente y potenciando su entorno.

Soy Mara Emilia Coleoni, Fundadora y Directora Creativa de Humano, una marca de indumentaria nacida en las sierras cordobesas, conectada con la tierra y sus tiempos desde sus orígenes, que busca deconstruir siluetas acercando orgánicamente el concepto genderless y slow a nuestro vestir cotidiano. Estudié Relaciones Internacionales, teniendo la posibilidad, además, de conocer la realidad latinoamericana al vivir parte de mi formación en Perú, Paraguay y Chile. 

Conecto con el diseño desde la cuna, con mi madre vistiéndonos a mí y a mis hermanos con creaciones que llegaron a las pasarelas del Santiago Fashion Week. Vinculé mi pasión por el arte de vestir los cuerpos complementando mis estudios con Asesoría de Imagen y Marketing de Moda. En 2016, ya instalada en mi Córdoba natal, decidí dar nacimiento a Humano como expresión de lo que quería entregar al mundo. 

En 2018 tuve el placer de conocer la historia de Hilanderia Warmi de boca de su fundador Juan Collado. La magia fue instantánea. Hilandería Warmi es una empresa social (Empresa B Certificada®) con el propósito de generar un impacto positivo en el desarrollo socio-económico de la Puna Argentina, a través del uso sustentable de los recursos camélidos y ovinos de la región. Una Empresa B, o Triple Impacto, utiliza el poder del mercado para dar soluciones concretas a problemas sociales y ambientales, creando nuevos modelos de negocios que cambian el paradigma imperante. 

Le propuse a Juan y a su equipo crear una línea de diseño bajo el concepto del Humano Warmi, o Warmi Humano, un ser sin condicionamientos de género ni edad, que danza con los cambios buscando alinearse con el bienestar, conectando con la calidez y calidad humana. Nos tomó 2 años unir distancias, escuchar los tiempos y coordinar desde lo remoto sin perder lo real. Nuestros diseños fueron pensados sin caducidad, para un consumidor consciente del escenario actual.  La idea fue crear siluetas oversize, rememorando a los abrigos de antaño, proponiendo su versión sustentable y amable.  

Tuve el placer de contar con mi madre, Mona Ferrari, en el proceso creativo, importante motor de inspiración en este camino.  Buscamos generar una misma base como punto de partida, y con diferenciales impregnar a cada uno de un mood particular. Cada prenda responde a tiempos naturales de producción y consumo responsable. Utilizamos hilados de llama, oveja y algodones reciclados. En tapados, Sarga de llama y oveja; Picote de llama algodón en buzos y kimonos de media estación, y Epigado y Picote de puro algodón reciclado para segunda piel de verano.  Buscamos llevar diseño y tradición, de Argentina, al mundo. Ética y estética. De acuerdo al cuidado que se le dé, apostamos a una prenda eterna. 

Murió el diseñador de moda Pierre Cardin

Fuente: Infobae ~ El modista francés Pierre Cardin, estilista visionario y pionero del prêt-à-porter, falleció el martes a los 98 años, anunció su familia a la AFP.

“Es un día de gran tristeza para toda nuestra familia, Pierre Cardin ya no está. El gran diseñador de moda que fue, atravesó el siglo, dejando a Francia y al mundo un legado artístico único en el mundo, pero no sólo. Estamos orgullosos de su tenaz ambición y de la audacia que demostró a lo largo de su vida. Hombre moderno con múltiples talentos y una energía inagotable, se involucró muy pronto en los flujos de la globalización de bienes y el comercio”, escribió su familia en un comunicado.

El estilista ha muerto en el hospital estadounidense de Neuilly, a las afueras de la capital francesa. Cardin, hombre de negocios que creó un emporio con su nombre, participó con André Courrèges y Paco Rabanne en la renovación de la alta costura francesa en el periodo de posguerra y encadenó a lo largo de su trayectoria las creaciones futuristas.

El modisto francés Pierre Cardin, quien ayudó a dar a conocer a grandes diseñadores como Jean Paul Gaultier, no ha parado desde sus comienzos a buscar a la próxima superestrella de la moda a lo largo de su trayectoria.

El modista francés Pierre Cardin, estilista visionario y pionero del prêt-à-porter falleció el martes a los 98 años

Cardin, quien aprendió por primera vez los trucos del oficio con un entonces desconocido Christian Dior antes de presentar su primera colección en 1953, dijo que todavía privilegiaba la originalidad por encima de cualquier otra cosa. “Siempre he tratado de ser diferente, de ser yo mismo”, dijo Cardin a Reuters. “Si a la gente le gusta o no, no importa”, agregó.

Siempre precursor, se dirigió muy pronto a Asia donde gozaba de una gran reputación: viajó desde 1957 a Japón, entonces en plena reconstrucción, y organizó desfiles en China desde 1979.

Cardin, fue conocido por sacudir estilos en la década de 1960 con vestidos futurísticos y otros diseños aptos para una odisea espacial. Además, abrió antes que muchos otros un “puesto” en un gran almacén e hizo desfilar a hombres. Así mismo, adoptó un sistema de licencias a gran escala que le aseguraba una difusión en el mundo entero, estampando su nombre en productos tan variados como corbatas, cigarrillos, perfumes o agua mineral.

En noviembre del 2014, Pierre Cardin inauguró personalmente el Museo Pasado-Presente-Futuro situado en el número 5 de la rue Saint Merri, donde los visitantes podían admirar su pasión por la alta costura, los accesorios, la joyería y el diseño

A medida que su casa de moda creció rápidamente, se necesitaron nuevos espacios, y Pierre Cardin se mudó a un edificio de 6 pisos ubicado en 59, rue du Faubourg Saint-Honoré, donde realizaba todas sus actividades.

En noviembre del 2014, Pierre Cardin inauguró personalmente el Museo Pasado-Presente-Futuro situado en el número 5 de la rue Saint Merri, donde los visitantes podían admirar su pasión por la alta costura, los accesorios, la joyería y el diseño. El museo hoy alberga una colección permanente que se enriquece periódicamente con nuevas piezas elegidas entre las 4000 piezas que se conservan en los archivos de la casa de moda.

A medida que su casa de moda creció rápidamente, se necesitaron nuevos espacios, y Pierre Cardin se mudó a un edificio de 6 pisos ubicado en 59, rue du Faubourg Saint-Honoré, donde realizaba todas sus actividades

El universo de Pierre Cardin se componía por la moda, accesorios, joyería, fragancias, mueble, trajes de teatro, vajillas e incluso los restaurantes que formaban parte de la innovadora marca de Pierre Cardin .

“Italiano de nacimiento, Pierre Cardin nunca olvidó sus orígenes, al mismo tiempo que muestra un amor incondicional por Francia. Consagración suprema, es finalmente el primer modisto en entrar en la Academia de Bellas Artes, haciendo que la moda sea reconocida como un arte de pleno derecho. Prueba de esto es hoy su espada de académico que creó el mismo y en la que están grabados los símbolos de su éxito”, concluye el comunicado.

Conocé la marca de moda que combina alta costura, arte y diseño

Fuente: Perfil ~ Se llama Moratta y tiene diseños de noche y otros que se adaptan al uso cotidiano.

Nuria Bueno es la diseñadora de Moratta, una marca de autor que se destaca por sus diseños únicos y con personalidad, convirtiendo sus creaciones en objetos de colección por mirada artística en cada composición.

La formación de su diseñadora, cuenta con un vasto camino recorrido en Alta Costura y en diversas Técnicas, como Moulage, Origami, Draping haute-couture,  Zero-Waste, volumen 3D entre otros, formándose con reconocidos diseñadores internacionales como Evgeniya Satalkina en Shcola Couture (Rusia), Shingo Sato (Japón), The Fashion Fit de la mano de Saul Sandoval (México) Elena Ryleeva (Geoegia) Gladys Queevedo (Argentina), entre otros.  

Su pasión por viajar la nutre de tendencias, perderse en cada ciudad en búsqueda de géneros, brocados italianos, encajes franceses, tulles madrileños pedrería, sedas japonesas, hilos de seda… logrando en cada diseño la union de todos los mundos y lo mejor de ellos, dando identidad además de poder vincularse con diferentes Diseñadores Internacionales, su impronta es europea lo que la linkea con un mundo gigante de creatividad. 

Moratta nace de la búsqueda personal de su autora en combinar el arte, el diseño y la Alta Costura de principio de siglo, realizando vestidos virtuosos,  con carácter y que transmiten sensaciones, combinando texturas, colores y volúmenes para hacer diseños 3D con vistas desde diferentes planos, utilizando la técnica de modelado (Moulage) directo sobre maniquí,  realizados íntegramente a mano, utilizando encajes, tules, broderie, bordados, piedras, etc, donde el espacio natural sea el cuerpo de una mujer, juega con los escotes, las transparencias y los volúmenes sin olvidar el cuerpo que debe vestir, cualquiera sea su talle, porque una mujer auténtica también debe saber descubrirse. También te puede interesar

La  firma construye su marca caminando por 3 senderos, la Alta Costura, vestidos de noche, novias, madrinas y quinceañeras, diseñando chaquetas, experimentando en diversas telas y texturas para lograr efectos diversos, siempre teniendo en cuanta detalles de moldería que hacen de cada chaqueta un molde perfecto para cada cuerpo. Y el mundo Pret-a-porter donde sus piezas se adaptan tanto al día como a la noche. 

Todas las herramientas, las técnicas aprendidas, la elección de los colores y las texturas hacen que cada diseño sea único y versátil. Ofrecemos moda de calidad, reutilizaba, consciente y dinámica.  El concepto Zero-Waste es parte de nuestra esencia, el consumo y la compra responsable.

Blusas para Zoom: cómo la pandemia cambió la ropa de trabajo

Fuente: La Nación / The New York Times ~ Muchas oficinistas están trabajando desde casa, por lo que ya no tienen las mismas nociones de lo que es un guardarropa profesional. Las marcas que las habían vestido para la oficina han tenido que cambiar con ellas.

Antes de la pandemia, dijo Rebecca Rittenberg, una mujer de 28 años que trabaja en el área de ventas publicitarias de Google en Nueva York, una de las cosas que más le gustaba de ir a la oficina era “llegar con ropa profesional y a la moda”.

Un elegante par de pantalones, blusas coloridas o estampadas, sacos, faldas, vestidos, botas de tacón y zapatillas de diseñador formaban parte de su vestuario, que utilizaba para expresar su personalidad y estar a la altura de sus elegantes colegas del mundo de la publicidad.

Ahora, después de ocho meses de trabajar desde casa, y cuando Google ha dicho que los trabajadores no tendrán que volver a asistir en persona hasta el próximo verano, por lo menos, una gran parte de esa ropa ha sido donada y reemplazada. La nueva definición de Rittenberg de “ropa de trabajo” incluye camperas y ropa deportiva de cachemira, cintas para la cabeza y otras prendas acogedoras que forman parte de la categoría “saludable punto medio” entre las pijamas y los sacos.

“Vi las cosas que solía usar en la oficina todo el tiempo y pensé: ‘¿Cuándo voy a volver a tocar esto?’”, dijo. “Nuestra mentalidad ha cambiado un poco con esta pandemia y con el hecho de que todos hemos estado trabajando desde casa durante tanto tiempo. En cuanto estemos de vuelta en la oficina, lo cual creo que sucederá, parece que será un cambio bastante extremo volver a usar una chaqueta, una falda formal y tacones”.

Puesto que muchas mujeres profesionales han vivido un largo periodo de trabajo a distancia, sus nociones de la ropa de trabajo se han transformado, lo cual ha sacudido a los negocios que han buscado equiparlas para la oficina. La vestimenta de oficina estadounidense ya se enfrentaba a los efectos de la “casualización” —incluso Goldman Sachs relajó su código de vestimenta el año pasado— pero, a medida que la pandemia se prolonga, el cambio se acelera y puede que se quede para siempre.

Bloomingdale’s ha observado que los clientes buscan cada vez más cachemira, zapatos planos, pantalones con cintura elástica y otras prendas cómodas, mientras que marcas como Theory se han apresurado a añadir más ropa informal a sus líneas, dijo Denise Magid, una vicepresidenta ejecutiva de Bloomingdale’s que supervisa las prendas de vestir “prêt-à-porter”.

“Sin importar cuándo volverán las personas a la oficina, creo que la gente se ha sentido cómoda con lo que lleva puesto”, dijo Magid. “No creo que la gente quiera deshacerse de esa sensación de comodidad”.

El panorama de las ventas minoristas cambia con las nuevas necesidades del trabajador a distancia. Las quiebras de este año incluyeron a Brooks Brothers y al dueño de Ann Taylor y Loft. Rent the Runway cerró todas sus tiendas y eliminó su opción de suscripción ilimitada. En el último trimestre de Gap Inc., las ventas netas se dispararon un 15 por ciento en Old Navy y un 35 por ciento en Athleta, mientras que cayeron en picada un 34 por ciento en Banana Republic.

En cuanto estemos de vuelta en la oficina, lo cual creo que sucederá, parece que será un cambio bastante extremo volver a usar una chaqueta, una falda formal y tacones

Gap nombró un nuevo director de Banana Republic la semana pasada y dijo durante una teleconferencia en la que se presentaron los resultados de la marca que había “trabajado arduamente para actualizar su surtido de productos” con el fin de satisfacer una era de trabajo remoto en la que se prefiere la ropa más informal en lugar de las prendas de vestir y los trajes a medida.

Las mujeres profesionales han sido durante mucho tiempo un mercado lucrativo. Los minoristas las ven como clientes que tienden a tener dinero para gastar y están dispuestas a pagar por prendas que les ayudarán a sentirse seguras en el lugar de trabajo, a adaptarse a estilos de vida ajetreados o a tener el aspecto adecuado para los días en los que tengan que pasar de la oficina a una cena. El atuendo suele ser solo de limpieza en seco, más rígido y estructurado que la ropa de fin de semana, y modesto en el escote y el dobladillo. Muchos de esos productos —y la manera en que se comercializan— han cambiado.

El otoño pasado, el sitio web y las redes sociales de Banana Republic mostraron coloridos tacones y modelos que llevaban “la esencia de Banana Republic con un toque moderno: acogedores tejidos gruesos y pana italiana, sacos a cuadros de doble botonadura y chaquetas de molesquín”. Esta temporada, su sitio incluye búsquedas de entrevistas virtuales y una sección de “ocio en el trabajo”, con suaves mallas de ponte, vestidos de suéter de cuello alto, calcetines con estampado de guepardo y “coatigans” (un híbrido entre una chaqueta y un suéter de punto).

Algunas mujeres parecen estar limpiando sus armarios de ropa de oficina a través de donaciones y reventas. The RealReal dijo que las consignaciones de vestidos de trabajo se duplicaron entre el 1 de agosto y el 15 de octubre comparado con el mismo periodo del año pasado, con excepción de los saltos significativos en los envíos de vestidos de cóctel y vestidos de noche. En Poshmark, las listas de chaquetas y trajes de chaqueta para mujeres de julio al 30 de septiembre aumentaron un 30 por ciento con respecto al año anterior, mientras que las listas de faldas lápiz para mujeres aumentaron un 32 por ciento.

Jackie Temkin, de 33 años, ya había empezado a vender mucha de su ropa de oficina más formal de Washington, D.C. en Poshmark después de graduarse de la escuela de negocios en 2018 y establecer un estudio de diseño en Charlottesville, Virginia. Pero dijo que la demanda de este tipo de ropa parecía haberse agotado desde marzo.

“Creo que muchos empleadores han aprendido que se pueden hacer muchas cosas en casa y que las normas del lugar de trabajo de antes ya no son aplicables”, dijo Temkin. Añadió que su vestuario laboral ya era radicalmente diferente a como recordaba que su madre se vestía para su trabajo como abogada.

“Tenía trajes de vestir y trajes de falda y cosas así, y ese era su uniforme todos los días”, dijo Temkin. Recordó que una vez su madre se puso un bronceador falso en las piernas en verano para que pareciera que llevaba medias. “Es un cambio tan grande”, dijo.

M.M.LaFleur, una empresa de ropa elegante de trabajo para mujeres, fundada en 2011, se ha esforzado para recuperarse del golpe que ha recibido este año. La marca ha eliminado la ropa de primavera y se ha inclinado más hacia la categoría “casual formal”, que introdujo hace varios años.

Creo que muchos empleadores han aprendido que se pueden hacer muchas cosas en casa y que las normas del lugar de trabajo de antes ya no son aplicables

“En realidad, nos inspiramos en nuestros clientes tecnológicos de San Francisco, que decían: ‘No puedo llevar vestidos o un traje para trabajar porque entonces la gente piensa que estoy haciendo una entrevista, pero tampoco voy a llevar una sudadera con capucha y pantalones deportivos, como los ingenieros, porque no soy así’”, dijo Sarah LaFleur, fundadora y directora ejecutiva de la marca. “Ese estilo se ha convertido en algo más generalizado ahora, así que mucho de lo que hemos estado haciendo es diseñar para ese tipo de mujer”.

Las prendas incluyen suéteres de cachemira, un híbrido de chaqueta y cárdigan llamado “jardigan” y pantalones “mejores que jeans”. LaFleur dijo que, aunque las ventas de blusas “aptas para Zoom” habían superado inicialmente las de pantalones durante la pandemia, hubo un repentino aumento de ventas de pantalones en junio.

Ella podía identificarse con el suceso. “Después de cien días de usar pantalones deportivos, necesitaba sentir que me levantaba de la cama”, dijo, y añadió que los clientes se han inclinado por los pantalones que parecen hechos a la medida pero que se sienten tan cómodos como los pantalones deportivos.

La compañía también ha cambiado la marca de algunos de sus productos. Sus “pantalones Colby”, de aspecto prolijo, que antes se comercializaban en la colección “Origami Suiting” como resistentes a las arrugas y fáciles de doblar para los viajes de negocios, se han rebautizado en línea como “Colby joggers”, con un nuevo énfasis en su atractivo informal y su cintura elástica. Las ventas se dispararon siete veces. La marca se vio favorecida porque ya comercializaba ropa de trabajo lavable en lavadora, producto de la creencia de LaFleur de que la limpieza en seco es “una industria sexista” basada en sus precios para la ropa de hombre y de mujer.

Kathryn Minshew, la fundadora de 35 años de Muse, un sitio para personas en busca de empleo de entre 20 y 30 años, dijo que se había vuelto mucho menos tolerante con partes de su vestuario que antes usaba en la oficina, incluyendo pantalones y ciertos vestidos.

“No tenía mucha ropa que fuera increíblemente incómoda, pero sí mucha ropa que era incómoda para mi trabajo”, dijo. “Era un poco estructurada, un poco ajustada, te aprieta un poco cuando te mueves de ciertas maneras. Muchos vestidos y camisetas de trabajo para mujeres que son ajustadas, están bien, pero no son las prendas más cómodas”.

Pronosticó que “muchas mujeres apartarán una parte de su armario para los trajes formales y las ocasiones especiales”. Sin embargo, añadió, “creo que esa categoría se reducirá con el tiempo cuanto más se prolongue la pandemia y, por lo tanto, más nos acostumbremos colectivamente a ese tipo de vida y de trabajo”.

En última instancia, Minshew dijo que cualquier cambio a largo plazo podría ayudar a aliviar la presión que sienten las mujeres para presentarse de cierta manera en el lugar de trabajo.

De hecho, Rittenberg de Google dijo que se dio cuenta de que se estaba vistiendo para sí misma más que para los clientes, su equipo o la oficina en general, lo cual ha sido refrescante.

“La pandemia significó demasiada locura en nuestra vida”, dijo. Es lógico, dijo, que la gente “trata de hacer su ropa lo más cómoda, suavecita y abrigada posible para que no tengamos una capa adicional de estructura y caos que no pedimos”.

La alta costura también se exporta

Fuente: La Nación ~ A lo largo de tres décadas, el nombre de Gabriel Lage se consolidó como una marca referente en el mundo de la alta costura. Pero, antes de que su diseñador líder lograra imponerse a nivel local e internacional, su historia se remonta a un taller familiar y a un padre interesado en que su hijo continuara con la tradición.

«Empecé a entender sobre costura con mi padre desde muy chico, a los 8 años. Él era un sastre español que había aprendido el oficio con su padre y sus abuelos, era una tradición familiar y consideraba que yo tenía que hacer lo mismo. Estudiaba y cuando volvía del colegio me iba al taller a aprender el arte de la moldería, de la sastrería, pero sobre todo de la costura. En ese momento no me gustaba realmente aprender eso. Para un niño de esa edad, inmiscuirse en este oficio era complicado», relata el reconocido diseñador.

«Con los años me fui volcando a lo que me gustaba, que era la moda en sí, y no tanto la sastrería. Comencé a hacerlo como hobbie y después, en los 90, presenté mi primera colección en Mar del Plata», continúa.

La aceptación instantánea de la gente lo impulsó a seguir en el rubro, aunque con algunos cambios. «Al principio hacíamos un poco de prêt-à-porter (confección en serie), pero la gente nos fue pidiendo cada vez más costura y llevándonos al mundo de las fiestas, de los casamientos, de las galas,» recuerda Lage.

Su foco en la calidad no se limita al proceso industrial sino más bien al «hand made» o hecho a mano. La confección de un vestido puede demorar entre 6 y 8 meses. Se hace una única pieza, que nunca se repite. Además el 70% de sus telas son diseñadas y confeccionadas en su atelier.

Dentro del mundo de la moda y la alta costura se destacan las ferias internacionales más importantes del mundo, como Milano Vende Moda, New York World Fashion Week, Vendôme Luxury París y ferias de moda en Düsseldorf.

En 2010, Lage fue nombrado por la World Fashion Organization (WFO) embajador de la alta costura argentina en el mundo. Desde ese momento, las más prestigiosas pasarelas como San Pablo, Jakarta, Vancouver, New York, París, Milan, etc, lo invitaron a presentar sus colecciones. «En 2016, la ex primera dama, la señora Juliana Awada, decidió llevar uno de mis diseños durante la visita a la Argentina del ex Presidente Barack Obama y su esposa Michelle Obama», recuerda. En 2017, en una cena de gala que el Rey Felipe VI y la Reina Letizia ofrecerían al expresidente Mauricio Macri y su esposa, ella volvió a elegir un diseño de Lage. «Estaba mostrando una creación Argentina al mundo», comenta.

Ese mismo año fue invitado a presentar su colección en la prestigiosa «Pasarela Costura España». La repercusión de la prensa lo hizo repensar una idea que flotaba desde siempre en su cabeza, que era la hora de exportar sus diseños al viejo continente. Está a punto de abrir su primera boutique en tierra madrileña, ya que es la puerta de entrada al resto de Europa y a otros mercados.

En 2020, lo que iba ser un gran año, con el entusiasmo de celebrar sus 30 años en el mundo de la moda, la pandemia provocó un cambio de planes. «Nos quedamos sin festejo, y sin inauguración, pero no nos quedamos quietos y estamos trabajando para llegar a Chile y próximamente desembarcar en Rusia», asegura.

«La moda es considerada por parte de los distintos gobiernos del mundo una industria muy importante. Esto lamentablemente no sucede en nuestro país, porque la alta costura es considerada un lujo. Sin embargo cuando se tiene en cuenta la cantidad de personas que trabajan en este rubro, con innumerables empresas que intervienen en los procesos, hay que valorar que se trata de una importante industria generadora de empleo», finaliza..

Grandes diseñadores. Quiénes son los sucesores en la moda internacional

Fuente: AFP ~ Cómo son las herencias de las casas más famosas en la industria de la moda. Cuando un director creativo deja su puesto surge la gran encrucijada: ceder su trono a otros, o ser devorado por grandes grupos económicos

La sorpresiva muerte de Christian Dior, el 24 de octubre de 1957, dio paso a que su asistente ocupara su puesto. Con apenas 21, y solo dos años al lado del diseñador, el joven Yves Saint Laurent se convirtió, de la noche a la mañana, en el nuevo director creativo de Christian Dior. Así, y sin proponérselo, un tímido pero nada inseguro Saint Laurent se hizo cargo de las huestes de la maison ubicada en el 30 de la Av. Montaigne. Un momento histórico en el cual un genio fue reemplazado por otro, y no solo por el hecho en sí. La primera colección cautivó, enamoró y cambió nuevamente el vestir de las damas de la época con prendas y volúmenes revolucionarios. Con categoría y elegancia, en 1959 reemplazó la silueta Bar de Monsieur Dior por la línea Trapèze primero, y luego por la 1960, diseñada para lucir en la nueva década. El resto es historia. Esta es quizás la primera sucesión famosa en la industria de la moda en una época donde, ni por asomo, nada era como es hoy. A Saint Laurent le sucedieron los nombres de Marc Bohan, Gianfranco Ferré, John Galliano y Raf Simons hasta llegar a la actual, la italiana Maria Grazia Chiuri, que además es la primera mujer al frente. Y ese es otro dato no menor que cuenta un aspecto de la actualidad que necesita hoy la industria. La inclusión de mujeres en firmas con historial masculino habla de un nuevo logro femenino que, en el caso de Chiuri, también relata feminismo desde la primera colección. Y quizás sea ese el mejor éxito de esta diseñadora.

El firmamento de la moda

La moda es un universo con muchas definiciones, es inquieta, interactiva y tan abarcadora que se encuentra siempre en constante ebullición. Aunque suene redundante, la moda siempre estará a la moda. ¿Por qué? Su carácter de actualidad no le permite descansar incluso ante los atropellos de situaciones extremas. Siempre sale a flote, siempre se «rediseña» por esa misma cualidad de permanencia en tiempo y espacio. Ni el coronavirus pudo con ella, al contrario, la rejuveneció, la obligó a crecer de golpe, reinventarse y acompañar una vez más los tiempos que le toca transcurrir.

Con la muerte de Kenzo, a causa de complicaciones derivadas por Covid-19 el pasado 6 de octubre, volvió a sobrevolar la incertidumbre acerca de los que toman la posta en las casas de moda cuando el fundador muere, cede su trono o es devorada por los grandes grupos económicos que las compran para engrandecerlas. En este caso, el diseñador japonés ya retirado, había vendido en 1993 su empresa al conglomerado de marcas de lujo LVMH (Louis Vuitton Moët Henessy) que condensa firmas como Louis Vuitton, Tiffany, Loewe, Christian Dior y Fendi. Diferentes identidades pasaron por ese puesto donde lo que había que mantener viva era la identidad de una firma creada por el primer japonés en presentar prêt-à-porter en París. Una rápida mirada podría indicar que las colecciones del italiano Antonio Marras (entre 2004 y 2013) fueron las que más respetaron el ADN del genial Kenzo Takada.

La del debut fue la del invierno 2004, con una propuesta multi referencial, multi colorida, multi cultural y multi estampada que fue ovacionada. Desde el año pasado el portugués Felipe Oliveira Baptista, que durante 8 años le dio un nuevo look a Lacoste, se estrenó como director creativo. En febrero del 2020 su primer desfile estuvo «supervisado» por el mismísimo Kenzo que, desde la primera fila, aplaudió la colección en la cual se reversionaron y actualizaron piezas y estampas originales del Jungle Jap de los años 70, donde la vegetación y el tigre jugaban un papel importante, ahora influenciada por la obra del pintor lisboeta Julio Pomar.

¿Acaso la moda le da lugar a los nuevos diseñadores? Siempre lo hizo, aunque lo que fue cambiando fue esa selección respecto del o los nuevos herederos de una firma internacional. Existe una decantación natural que tiene que ver con una línea sucesoria, de esa manera asistentes, manos derechas o desconocidos diseñadores de segunda línea escalan al preciado puesto. Es así que con la muerte de Alexander McQueen en 2010 la hasta ese momento desconocida para el gran público Sarah Burton irrumpió en escena para llenar los zapatos del mal logrado diseñador británico, a quien había conocido en 1996 durante sus días en Central Saint Martins de Londres.

Si bien Karl Lagerfeld no fue el heredero natural de Mademoiselle, fue desde 1983 su mejor y más sonado reemplazante y su mejor embajador. Muerto el káiser, y más allá de las especulaciones de nombres que incluyeron a la ex diseñadora de Celine, Phoebe Philo; a la ex directora de Vogue Paris, Carine Roitfeld; el diseñador Haider Ackerman, e incluso a Hedi Slimane, actual Céline e íntimo de Lagerfeld, el puesto cayó en manos de Virginie Viard, la tímida y cuasi ignota mano derecha, que cual médium, además, traducía e interpretaba exactamente las ideas del diseñador. La colección Crucero 2019, La Pausa, presentada un año antes fue, tácitamente, la confirmación oficial de su puesto cuando al final del desfile salió a saludar al lado de su jefe. Hoy Viard busca, de a poco, su lugar como la nueva directora creativa de la mítica maison.

Otro relevo natural es el de Alessandro Michele en Gucci. Corría el año 2015 y Frida Giannini, que había reemplazado a Tom Ford en 2006, renunciaba a su puesto como diseñadora en jefe de la firma de las dos G. Ante la sorpresa de toda una industria sedienta de novedades Michele, quien era parte del staff de diseñadores de accesorios, salió a recibir los aplausos al final del desfile masculino invierno 2016. La colección introduzco un nuevo look frente a las colecciones hiper sexualizadas anteriores, fue «rompedora» y dueña de una particular andrógina con la cual comenzó a contar una nueva historia y construyó una nueva estética más libre, más romántica y más acorde a la década del 2010, donde las actitudes prevalecen a la moda. El diseñador romano es hoy uno de los más grandes influyentes de la industria de la moda y quien en 2017 le generó a Gucci un ingreso en las ventas de más de 6 mil millones de euros. Razón suficiente para afianzarse y asegurarse en su puesto.

Pero a la moda también le chiflan otras maneras más actuales de reemplazar a los directores creativos que no solo tienen que ver con la sucesión natural o la capacidad artística, y están ligadas con el talento del marketing. Así el éxito social, las amistades convenientes, las redes, el pedigree inventado, etc. son una pestaña más para adjuntar al currículum. Un director creativo exitoso en redes sociales con un marketing sobrevaluado tiene grandes puntos a su favor. En esta línea, una firma prestigiosa y con marketing propio buscará un diseñador afín.

Así ocurrió con Louis Vuitton cuando, en 2018, eligió a Virgil Abloh como director creativo de sus colecciones masculinas. ¿De dónde viene este señor que nunca estudio una carrera de moda y dio el gran paso en las grandes ligas? El currículum de Abloh, un egresado de la carrera de ingeniería civil, fue haber trabajado para Kanye West, el marido de Kim Kardashian, como diseñador de West, la firma del rapero. Luego fundó su propia firma Off-White (aún vigente) y de ahí saltó a Louis Vuitton. El marketing, las amistades convenientes, las redes sociales y los contactos estratégicos hacen del moreno uno de los principales influenciadores de moda del mundo. La pasarela totalmente blanca se convirtió en un rainbow multicolor al mejor estilo LGTB para darle la bienvenida a su debutante colección masculina verano 2019 en los jardines del Palais Royale en plena Ciudad Luz. Al finalizar, el desfile el abrazo entre Abloh y Kanye West sentado en primera fila fue más viralizado que la colección en sí misma. Las redes sociales cumplieron su cometido. Mientras tanto, las ventas suben y afianzan al diseñador que es más conocido por rendir «homenajes» a otros diseñadores que proponer diseño. En la disputa entre la fama versus talento triunfa la fama acompañada de altísimas ventas.

Los originales y los nuevos

Hubo un tiempo que parece lejano pero no lo es tanto, donde los diseñadores originales eran la marca. Quienes los suceden, y a medida que pasan el tiempo y las personas en esos puestos, se crean nuevos personajes que muchas veces están lejos de ser los mejores adalides del nombre para quienes trabajan. En Balmain, Olivier Rousteing hace de las suyas desde que asumió hace ya casi 6 temporadas como director creativo. A tal punto que nadie puede reconocer algún atisbo acerca de cómo eran los diseños llenos de elegancia de Pierre Balmain. No ocurre lo mismo en la rebautizada (Yves) Saint Laurent que, desde que Anthony Vaccarello asumió en su cargo, potenció el legado del fundador, uno de los tesoros más queridos de Francia, en recreaciones actuales y comerciales acordes a estos tiempos. Y ni hablar de Pierpaolo Piccioli en Valentino quien pasó de hacerse cargo de los accesorios en tiempos del gran Valentino Garavani a sucederlo con uno de los mayores éxitos que se puedan recordar. Podemos decir que superó al maestro e hizo de un archivo de moda de casi 50 años la más exitosa, actual y brillante etiqueta que se precie.

¿Cuál sería entonces la función de la moda hoy a través de sus diseñadores? La tarea de la nueva generación radica en poder tener voz propia y destacarse entre la gran marea de información que existe a través de sus propuestas. Ya no se trata de ofrecer algo diferente, se trata de potenciar las personalidades y el estilo. ¿Cómo? Por medio de ofertas y propuestas claras en todo sentido. Antes la moda, dictadora de tendencias de manera absolutista, dirigía los guardarropas, las compras y la manera de vestirse. Cada vez más licuó su poder y hoy la moda propone. ¿Y qué propone? Ropa, pero sobre todo usos y estilos de vida. La moda hoy acompaña. Diseñar ropa y no moda, diseñar prendas que se combinan y arman el estilo y no un (total) look.

Nombres que vienen y van

Hace unos años, pocos, existió un momento que la prensa denominó «el juego de la silla». Como si se hubieran puesto de acuerdo, las casas tradicionales, sobre todo las francesas, renovaron a sus directores creativos, casi, a mansalva y cambiaron de diseñadores firmas como Burberry, Givenchy, Lanvin y Chloé. Incluso algunos salieron de una maison para meterse en otra. Como ocurrió en Givenchy, que este año acaba de estrenar en el desconocido Mathew Williams a su segundo director creativo tras la partida de Clare Waight Keller que venía de Chloé. ¿Acaso alguien sabe como se llama el nuevo director creativo de Carolina Herrera? ¿O quién diseña para la elegantísima firma que fundara Oscar de la Renta en 1967? Pocos saben que fue la mismísima señora Herrera quien eligió a su sucesor, y la determinación de la venezolana puso a Wes Gordon en ese puesto.

Con la muerte de de la Renta, en 2014, y luego de unos fugaces tres años de Peter Copping a cargo, hoy el puesto lo ocupan Fernando García y Laura Kim, marido y mujer y últimos asistentes del diseñador dominicano. Y estos nombres no están escritos al azar. Con el triunfo presidencial de Joe Biden en las últimas elecciones fueron justamente estas marcas las que sonaron fuerte. Por un lado, Jill Biden apareció con un vestido firmado Oscar de la Renta que se agotó online pocas horas después, y Kamala Harris, la flamante vicepresidenta, vistió un impecable tailleur pantalón blanco de Carolina Herrera. Quizás después de estos eventos actuales salten del anonimato los nombres de los nuevos herederos. Pero, mientras tanto, sigue sonando fuerte la pregunta ¿quiénes están a cargo de esos diseños? Nombres que difícilmente lleguen a ser conocidos.

El año pasado, Miuccia Prada anunció un nuevo socio creativo en Raf Simons. Repuestos del shock, entre la alegría y el desconcierto, entre la lucha de egos y la confianza, la nueva normalidad de las semanas de moda trajo la colección inaugural de la dupla explosiva. El 24 de septiembre los diseños conjuntos vieron la luz en un desfile filmado días antes donde, si bien todavía no es equilibrado, el ADN de estos dos popes de la moda cuentan una nueva historia. La lectura entre líneas obliga a preguntarse ¿acaso la signora Prada está planeando su retiro? Tiempo al tiempo.