La industria textil se recupera por la sustitución de importaciones

Fuente: BAE ~ Debido a la política de sustitución de importaciones llevada adelante por el Gobierno, la industria textil está recuperando su actividad y podría terminar este año en niveles por encima del 2019.

Así lo expresó a BAE Negocios el vicepresidente de la Fundación Pro Tejer, Jorge Sorabilla, quien detalló que «luego de haber tocado el piso en mayo, comenzó la reactivación en junio y julio y la tendencia marca que el crecimiento va a continuar, por el proceso mismo de sustitución de importaciones».

Sorabilla puntualizó que el reemplazo de compras externas por producción nacional es transversal en la cadena textil pero enfatizó ejemplos como «las telas terminadas y la ropa, como las remeras, indumentaria deportiva y vestidos».

En esta dirección, dejó en claro que en este momento los «importadores están llamando a las fábricas nacionales para encargarles la producción de ropa que podría llamarse más popular, para clase media y media baja», en un escenario en el que también «juegan» las denominadas licencias no automáticas que desalientan las importaciones.

Críticas a Macri

Respecto de la gestión del anterior gobierno, Sorabilla dijo que «el ex presidente Mauricio Macri permitió importaciones para que entre el 75% al 80% sean sustitutivas de la producción local. Destruyó fabricación argentina y ahora ese proceso se está revirtiendo por suerte».

Más allá de la caída del consumo y el empleo por la pandemia, expresó su «esperanza» por culminar el 2020 en niveles mayores al año pasado y con grandes perspectivas para los próximos años. El presente contrasta con los indicadores de mayo, cuando la producción de ropa cayó 68,6% interanual debido no sólo al cierre obligatorio de las fábricas por la pandemia del coronavirus, sino también a la cancelación de pedidos del eslabón comercial.

La concentración de la enfermedad en el GBA (y el consecuente mantenimiento de la cuarentena) hizo que las ventas de ropa de los comercios minoristas se reduzcan 72% interanual durante junio, mientras en el resto del país (que pudo relajar el aislamiento), la caída se ubicó en 23%, según estadísticas sectoriales.

La intensificación de la cuarentena durante la primera quincena de julio en el GBA llevó a una mayor caída de las ventas y a una nueva interrupción de la producción en diversos partidos del Conurbano.

Con una inversión de u$s 500.000, la marca de indumentaria Carestino llega a Perú en plena cuarentena

Fuente: El Cronista ~ La pandemia no detiene los planes de Carestino. La marca argentina de accesorios para bebés y niños, con seis años en el mercado local, abrirá en las próximas semanas un local a la calle en Perú, con una inversión de u$s 500.000.

En el país andino, la compañía ofrecerá sus colecciones mediante la venta virtual y presencial, con una sucursal en el barrio de San Isidro en Lima. En una primera instancia, habilitará una preventa de sus productos más demandados y en los próximos meses ya estará disponible su línea completa en su tienda online.

Perú fue elegido porque es uno de los países más estables de América latina, con mayor crecimiento y proyección”, comenta Alejandro López, gerente Comercial de Carestino. Al igual que en la Argentina, la marca ofrecerá en Lima promociones financieras con tarjetas de crédito y envíos gratuitos a quienes compren por Internet. 

La firma encara su expansión regional desde agosto del año pasado, cuando desembarcó con una inversión de u$s 1 millón en Montevideo, Uruguay, el primer país en el que tuvo presencia por fuera de la Argentina. Allí aplicó el mismo modelo de negocios que pone en marcha ahora en Lima. 

El proyecto de expansión pretende finalizar 2022 con operaciones en todos los países de la región. Próximamente, Carestino espera llegar a Colombia, Costa Rica y Ecuador, con niveles de inversión similares en cada uno de estos países, que podrán variar acorde al desembolso destinado a las campañas publicitarias. 

Pero su crecimiento no se limita al extranjero. A nivel local, continúa ampliando su presencia con la inauguración de más puntos de venta. En 2019, abrió 20 puntos de venta y ya posee 35 en el territorio nacional, entre 12 locales propios y 23 tiendas de revendedores. «La proyección es tener en el mediano plazo una cobertura federal con 60 locales«, anticipa el ejecutivo.

El contexto no afectó sus ventas: en la cuarentena, subieron un 20% interanual en unidades. Desde 2014, la marca logró un crecimiento sostenido. «Pese a la devaluación, la pérdida de poder adquisitivo y la retracción del consumo, multiplicamos por 100 las ventas en seis años. Pasamos de vender 1345 unidades a 169.747«, señala el gerente Comercial. 

Según el ejecutivo, el diferencial de la marca no radica únicamente en una amplia oferta de artículos con diseño, calidad y precios accesibles, sino también en un sistema de atención y asesoramiento previo y posterior a la compra.

«Nuestro público es, en su mayoría, C2 y C3. Busca el respaldo de una empresa que brinde un servicio completo de asesoramiento. Está conformado por hombres y mujeres de entre 23 y 45 años que proyectan o tienen una familia y valoran la calidad, la funcionalidad y la durabilidad de los productos que consumen», destaca López.

El emprendimiento nació en un showroom de Balbanera con un único modelo de cuna plegable para bebés disponible en solo dos colores, que se denominó «Sueños Felices». La primera tanda se vendió antes de lo esperado y derivó en el surgimiento de Carestino. 

Hoy, ya cuenta con 12 líneas de productos que abarcan una oferta total de 450 opciones, entre las que se destacan practicunas, cochecitos, sillitas de comer, gimnasios didácticos, butacas, mecedoras, caminadores, peluches, carpas de lectura y jumpers saltarín.

Empresario invertirá en Catamarca y apunta a tomar obreros para la empresa Coteca

Fuente: El Esquiu ~ El sector industrial del país viene sufriendo las consecuencias de la pandemia por COVID-19, pero se empezarían a ver señales de que  se podría reactivar el sector y por tener otras expectativas de cara al futuro. Si bien el empresariado está expectante sobre lo que podría suceder en lo  inmediato; en el caso de Catamarca eso se refleja, por ejemplo, en la inversión que realizaría una empresa y que apunta a tomar obreros en los próximos años.


En tal sentido, el empresario textil y titular de la Unión Industrial Argentina Joven, Tomas Karagozian, destacó las políticas del Gobierno provincial en materia de apoyo al sector industrial, y anunció importantes inversiones de su empresa Coteca, para los próximos 3 años.


En declaraciones efectuadas en medios radiales, el joven empresario fue optimista al expresar que en su fábrica de Catamarca, de darse una situación de crecimiento sostenido, contemplan un plan de inversión que duplicaría en los próximos años la cantidad de personal en la fábrica Coteca la cual cuenta, actualmente, con 65 personas.


“Uno invierte por lo general donde se siente bien tratado y la verdad es que tengo muchas ganas de invertir en Catamarca; de hecho, mi objetivo es duplicar la cantidad de colaboradores que tenemos”, sostuvo el empresario y agregó que  “vemos que tenemos una actitud proactiva de la Provincia para con sus industriales, que es importante, porque, no es que necesitamos favores, necesitamos reglas que nos ayuden a incentivar la generación de trabajo, a incentivar la inversión de bienes de capital”.


Con respecto a la planta que está asentada en el Parque Industrial de El Pantanillo, Karagozian señaló que la semana pasada incorporó 3 empleados más y que suman 65 en total. “En Catamarca, tenemos gente buena, una estructura edilicia espectacular; entonces con un poquito de crecimiento y con incentivos a los bienes de capital, estoy seguro de que vamos a tener inversión y muy buena para Catamarca”, aseguró.

Apoyo estatal 


Por otra parte, el empresario destacó el apoyo que el sector industrial recibe de parte del Gobierno provincial, en las personas del gobernador Raúl Jalil y del ministro de Industria, Comercio y Empleo, Lisandro Álvarez y señaló que existe una “articulación muy grande entre el gobierno y los privados”.


En tal sentido, Karagozian remarcó las medidas impulsadas por el gobierno de Catamarca, a las que se acogió Coteca, como son la continuidad de la Promoción Industrial, los subsidios de Tasa para Créditos Productivos y el Programa Provincial de Fomento al Empleo Privado. 

Semáforo de la Indumentaria Argentina – Agosto 2020

Se recalienta la suba de precios de la ropa

Los meses pasan y la situación sanitaria del COVID-19 sigue sin superarse. A la fuerza y sin antecedentes recientes sobre una cuarentena, el sector debió adaptarse al cierre de la mayoría de los locales físicos y de los distintos eslabones del proceso productivo. Problemas de abastecimiento, caídas de ventas y suba de precios atraviesan los distintos eslabones de la cadena de la moda argentina.

Fuente: CIAI ~ La nueva edición del Semáforo evidencia a las claras los peores momentos de la pandemia del COVID-19 sobre el sector nacional. Desplome de la producción local, de las ventas y de las exportaciones, en un contexto de importaciones también a la baja. Sin embargo, una de las consecuencias más llamativas es que, a pesar de la fuerte caída de la demanda, se aceleró el ritmo de suba de precios de la ropa desde marzo hacia hoy. Según el INDEC, los precios de la indumentaria y el calzado subieron 59,3% entre junio de 2019 y junio de 2020. En esta edición del Semáforo analizaremos con mayor profundidad cuáles son los factores que explican esta dinámica.

En primer lugar, la inflación varía según la prenda sea de origen nacional o importado, siendo mayor en los productos extranjeros. La causa radica en que la cotización oficial del dólar subió 58,8% entre junio de 2019 y junio de 2020, según estadísticas del Banco Central de la República Argentina, lo que llevó a remarcaciones en los precios de una magnitud equivalente. Lo mismo ocurrió con otros bienes de la economía de origen importados, como las computadoras (+98,5%) y los autos (+64,3%). En paralelo, la suba del dólar impacta transversalmente en todo el mercado porque encarece los insumos productivos (fibras de algodón y sintéticas, hilados y tejidos), cuyos precios están prácticamente dolarizados.

En segundo lugar, se evidencian una serie de problemas a lo largo de la cadena de abastecimiento que limitan la oferta de productos. En este punto cabe destacar que la confección de indumentaria fue una de las últimas actividades industriales en estar exceptuadas del Aislamiento en el Gran Buenos Aires, zona que concentra alrededor del 75% de la actividad del sector. En efecto, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires recién se pudo volver a fabricar ropa desde el 3 de agosto, lo que significa que los talleres formales estuvieron cerrados prácticamente 4 meses y medio (en la mayoría de los municipios del Conurbano Bonaerense se abrieron sólo unas semanas antes). Por estos días, muchas empresas de la cadena de valor están trabajando con dotaciones mínimas de personal, por los casos positivos de COVID-19 entre los trabajadores y por la necesidad de exceptuar a aquellos con enfermedades pre-existentes, a los mayores de 60 años y a los responsables del cuidado de hijos menores. La necesidad de garantizar el traslado propio de los operarios también encareció los costos productivos de una gran cantidad de fábricas.

Por último, y vinculado con los factores anteriormente analizados, resulta fundamental advertir que la inflación de la indumentaria muestra una fuerte heterogeneidad según el canal de comercialización. Relevamientos propios de la CIAI arrojaron como resultado que el segmento de las marcas nacionales del segmento formal, que comercializan su producción mayoritariamente de origen nacional en Shoppings Centers y locales propios y franquiciados, mostró incrementos de precios que se situaron entre 35 y 42% entre julio de 2019 y julio de 2020, 18 puntos por debajo del promedio. En contraste, los segmentos del mercado masivo e informal (como Flores y La Salada) tuvieron subas mayores al 60%, explicados fundamentalmente por los mayores costos asociados a la formalización de sus operaciones comerciales debido al cambio en la modalidad de  pago por la  venta online. Esto los obligó a formalizar impositivamente gran parte de sus ventas, a adoptar medios de pagos electrónicos (que implican una comisión no despreciable)  y a comercializar a través de canales de venta como Mercado Libre, que tienen comisiones que encarecen los precios finales de las prendas. Otro tema que influye negativamente en los costos de este último grupo  de empresas es la necesidad de enviar por transportistas las prendas a los comerciantes del interior del país, cuando lo habitual  previo a la pandemia eran los tours de compras a Buenos Aires.

En adelante, la superación del pico de casos de la pandemia y el levantamiento paulatino de la cuarentena permitirá ir recuperando los niveles de producción. La gran incógnita es si esa normalización llegará a tiempo para poder abastecer a la recuperación de la demanda de la temporada primavera /verano 2020/2021 y cómo quedará conformado el entramado de talleres, fábricas, marcas y comercios del sector superados los peores momentos de la crisis y con vistas a la temporada de otoño/ invierno 2021.

Invierno atípico: sin liquidación de ropa por la cuarentena

Fuente: Ambito ~ Agosto se convirtió en un mes atípico para la industria textil. Y es que la cuarentena por el coronavirus hizo que muchas marcas de ropa pasaron por alto las liquidaciones de invierno. En capital hace apenas una semana volvieron abrir los locales comerciales en las principales arterias. “La única forma de sobrevivir para algunas firmas es ajustando los precios, por los más de 120 días en los que no pudieron recibir público”, explicaron desde la cámara que los agrupan.

“Hoy no hay precios de referencia, un producto similar según donde se compre puede costar hasta la mitad. Las grandes cadenas salen al mercado con descuentos del 40 ó 50%, pero lo cierto es que son con precios elevados, son estrategias de marketing pero no promociones verdaderas”, explicó al diario Ámbito Horacio Ernesto Burgo, presidente de la Cámara Argentina de Innovación Textil y Afines (CAITA).

Según los últimos datos brindados por el Índice de Producción Industrial (IPI) junio mostró un retroceso del 14,6% durante el primer semestre del año, incluyendo una caída en el mes del 6,6% de la mano de la paralización parcial por la pandemia del 5% de las fábricas. “En muchos casos faltan promociones y descuentos por una merma considerable del stock, las marcas no quieren liquidar esos productos por lo que las bajas de liquidación son insignificantes”, reconoció Burgo.

La caída que acumula la industria textil muestra una baja del 22,7% comparado al mismo semestre del 2019, claro sin pandemia ni confinamiento. Lo cierto es que los números son aún peor a los de la salida de la convertibilidad, cuando entre los meses de diciembre de 2001 y febrero de 2002, el sector se hundió un 8,4% interanual. “La industria está totalmente destrozada”, remarcó Burgo.

Para el especialista hoy hay una verdadera distorsión de precios. “Es cierto que muchas marcas no están aplicando las clásicas liquidaciones, pero otras, quizás las pymes buscan liquidar su stock y generar flujo de dinero para poder pagar los gastos fijos”, describió Burgo. “Es difícil decir que la indumentaria en la Argentina está cara, es según con que lo comparas, a nivel dólar los precios son económicos”, sostuvo. Pero mientras en un local de ropa un sweater se consigue a $7500 –aunque con una rebaja del 40%- en otra similar, por un producto parecido se paga $2800 –con un descuento del 30%-. “Hay que caminar mucho antes de comprar”, recomendó Burgo.

Y si bien, hay descuentos particulares de cada tienda, aunque con precios muy elevados, desde CAITA sostuvieron que esta temporada “se perdió la liquidación masiva”. “El sector hoy no tiene norte, estamos realmente destruidos, el futuro es complejo, las fábricas no quieren generar mucha mercadería por miedo a volver a una fase previa y tener que cerrar las puertas”, finalizó Burgo.

A pesar de las ventas online, en todo el país la cuarentena afectó al sector. Los datos de julio de CAME muestras que las ventas anuales se redujeron 41,3% para el promedio país, mientras en el AMBA la baja se extiende al 49% porque los locales se mantuvieron mayormente cerrados y lo que movió la actividad fue más que nada la venta virtual. Por su parte, en el interior el achicamiento fue más leve porque las tiendas en general abrieron, pero igualmente la gente compró poco lo que generó muchos cierres de comercios.

Con reaperturas. La facturación promedio de los comercio se ubicó en 35%

Fuente: La Nación ~ Si bien todavía continúa muy deprimida, con la reapertura de los locales ubicados en las principales arterias de la ciudad de Buenos Aires, la facturación promedio de los comercios ascendió esta semana hasta representar poco más de un tercio de los niveles anteriores a la pandemia. Así, a medida que se retoma la actividad en la ciudad y muy lentamente, el rubro empieza a revertir un escenario de muchos meses de persianas bajas.

Según surge de un informe de la Federación de Comercio e Industria (Fecoba), el nivel de facturación promedio de los locales de la ciudad se ubicó esta semana en un 35% respecto de «un día normal antes de la pandemia». No obstante, explicaron que los niveles de ventas en la mayoría de los centros barriales relevados por Fecoba siguen estando lejos de los momentos previos a que se decretara el aislamiento obligatorio, a fines de marzo.

«La posibilidad de que negocios ubicados en las avenidas de mayor tránsito de personas abrieran sus puertas el lunes pasado incidió positivamente en el promedio de facturación, que la semana pasada había sido del 31%», añadió el documento. La semana anterior a esa, la facturación se había ubicado en el 22% promedio.

La reapertura de comercios no esenciales en las principales avenidas porteñas, dispuesta para el lunes 3 de agosto, había generado una fuerte expectativa de recuperación del nivel de venta, que, si bien se concretó, fue moderada.

«Esta semana hubo dos circunstancias que permitieron que la situación general mostrara un leve repunte: mejores condiciones climáticas y el hecho de que estamos a principios de mes, lo que puso algo de plata en el bolsillo de la gente», explicó el presidente de Fecoba, Fabián Castillo.

El lunes volvieron a abrir los comercios ubicados en avenidas con alta circulación, como Cabildo, Córdoba, Coronel Díaz, Scalabrini Ortiz, Corrientes, Rivadavia, Pueyrredón y Alvear, entre otras. Así, por primera vez desde el 20 de marzo, cuando empezó la cuarentena, locales de indumentaria y calzado situados en estas arterias volvieron a abrir sus puertas, con los protocolos sanitarios pertinentes.

El horario es de 11 a 21, y permitirán el ingreso de clientes según la terminación del DNI: los terminados en número par, día par; los finalizados en número impar, día impar. Esta semana, sin embargo, todavía tenían prohibido abrir los comercios en grandes centros de trasbordo, como Retiro, Once, Constitución y Liniers.

Tejedoras de Purmamarca se sumaron a una plataforma virtual y venden al exterior

Fuente: Telam ~ Un grupo de 19 tejedoras, en su mayoría de la colorida localidad de Purmamarca, recuperaron técnicas ancestrales, se sumaron a una plataforma virtual para ofrecer sus productos y recobraron fuerzas para la venta de sus creaciones textiles, que llegaron a diversas provincias y el exterior del país en pleno confinamiento social por la crisis que provocó la pandemia del coronavirus.

La nula llegada de visitantes que habitualmente colmaban los restaurantes, hoteles y sitios naturales del pueblo quebradeño, obligó a las artesanas organizarse, buscando alternativas para promover la venta y así obtener un ingreso económico ante el contexto adverso.

Para ello, emprendedores turísticos impulsaron una plataforma virtual comunitaria con la intención de «darnos una mano entre todos», como explican, y convocaron a las artesanas que quedaron «varadas y sin ventas», según graficó a Télam Liliana Almada, que junto a su pareja, Sergio Aramayo, concretaron la iniciativa.

Así nació la página web El Mercado de Purmamarca, un sitio en la red que hace cuatro meses ofertaba vouchers hoteleros a futuro y se reconvirtió para ofrecer las producciones de las artesanas textiles y exponer el proceso de creación desde el momento de trabajar el vellón hasta las técnicas de hilados y la obtención de prendas únicas.

«Lo que hicimos fue poner en conocimiento todas las labores de los artesanos oriundos de Purmamarca y de los parajes cercanos teniendo como resultado un movimiento de venta en todo el país y el exterior», celebró Almada.

En los últimos días, un total de 40 prendas fueron enviadas a Suiza luego de pasar etapas de calidad y se realizaron más de un centenar de transacciones para diversas provincias del país: «Digamos que con cuatro meses estamos festejando este logro entre las artesanas», agregó.

Las mujeres utilizan fibras naturales y producen lana de oveja y llama para luego armar las vestimentas en telares que presentan entre dos a cinco agujas aunque también utilizan los llamados telares de cintura rescatando antiguas prácticas.

Marta Valdiviezo es una de las mujeres que se sumó a la propuesta, que en diálogo con Télam relató: «Mi bisabuela Presentación Tolaba fue hilandera y me transmitió esto de hilar en la pushka a los 10 años» momento que empezó a experimentar la memorable técnica.

La artesana pasa al menos cinco horas del día en su taller llamado «La Pushka», ubicado en una de las callecitas del colorido pueblo de Purmamarca y donde hace honor a los saberes de su antecesora quien llamaba así al material utilizado para lograr finas hebras.

Allí en tiempos de «normalidad» y junto a otras tejedoras hacen uso de añejos telares para iniciar a los jóvenes en el camino del tejido, que en muchos casos incursionan en la confección de bufandas, tulmas, medias y mantas.

«El hilado se hace como un baile que realiza la puisca y uno va midiendo el grosor del hilo que quiere obtener», graficó la creadora quebradeña, que se inspira en la idea de «recuperar puntos ancestrales», sostuvo.

«El secreto de la artesana textil es la entrega que uno le da a la lana para una elaboración armónica, con paciencia y amor de las prendas», definió sobre los requeridos productos ahora de manera virtual.

Sobre el trabajo en conjunto indicó: «Las artesanas nos hemos unido porque pasamos de tener a Purmamarca lleno de gente a ser un pueblo donde no llega nadie», dijo sobre las consecuencias de confinamiento social que, precisó, nos impulsó a «trabajar en equipo junto a las personas que manejan la tecnologías».

A su vez, Alejandra Alancay, que se sumó a la propuesta, refirió a esta agencia: «Somos de familias de artesanos y siento que llevamos en la sangre eso de hacer frazadas, tapices y chales, además de que ponemos nuestra energía en innovarnos, marcando una tendencia», enfatizó.

La joven tejedora explicó cuáles son los colores característicos de las prendas de la Puna jujeña: «El marrón o también llamado chupi, además del blanco o crudo», los cuales «nos representan», dijo al indicar que sus antecesores pertenecen al lejano pueblo de Barrancas.

Si bien esos matices y productos tradicionales como guantes, medias y gorros de lana de llama no pierden vigencia, Alancay consideró que en estos momentos «los chales y prendas con delicados bordados marcan la diferencia porque se ven más vistosos».

Las prendas suman valor además de su autenticidad por la utilización de tinturas naturales como las remolachas, cebollas y múltiples plantas de esa región que se utilizan para darle color a sus obras.

Los rústicos telares con pedales, antiquísimas técnica de hilado en puisca, la inspiración de las artesanas y la tecnología, son las armas de las mujeres jujeñas que no dejan de producir prendas únicas en cuarentena.

Desde la Argentina y desde el exterior, quienes quieren conocer y adquirir los productos en venta ingresan a través de la páginahttp://www.purmamarca.gob.ar/mercado, o bien en el perfil «El Mercado de Purma» en las redes sociales Facebook e Instagram.

Lanzamiento: cómo es y cuánto cuesta el «superbarbijo » que diseñó el Conicet

Fuente: La Nación ~ En conjunto con la empresa Kovi, el organismo presentó un barbijo para prevenir el contagio de coronavirus que promete mayor durabilidad y eficacia que los tradicionales

Esta semana, la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) anunció que se firmó la licencia para comercializar los «superbarbijos» de uso común Atom-Protect, en el marco de la pandemia de coronavirus. Las piezas, que fueron desarrolladas por la empresa Kovi en conjunto con el Conicet, la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la casa de estudios bonaerense, cuenta con tres capas de protección.

Cómo son y cuánto cuestan los superbarbijos

«La primera capa es impermeable, y es la que impide el paso de cualquier liquido», explicó a LA NACIÓN Alan Gontmaher, director técnico del proyecto. «La tela tiene incorporada la impermeabilización a través de iones de cobre, que permiten eliminar gérmenes y virus que vengan desde afuera«, agregó.

Según detalló Gontmaher, la tercera capa es de tela no impermeable. «Esta capa absorbe la humedad del habla y la respiración, mientras va matando gérmenes y toda la colonia de patógenos o bacterias que uno va colonizando en el textil durante muchas horas».

La durabilidad del superbarbijo es equivalente a 15 barbijos descartables y ya se puede adquirir por medio de la tienda online de Kovi, o bien de forma presencial. Cada unidad cuesta 324 pesos.

Uno de los beneficios más importantes que reporta es, por un lado, la extensa duración y vigencia de la impermeabilidad de la pieza. Por otro lado, ofrece la posibilidad de ser reutilizable y autoesterilizante. De esa forma, su protección se extiende hasta 8 horas seguidas y resiste hasta 15 lavados sin perder efectividad.

Sólo el 6% de las industrias siguen sin actividad y el sector textil es el más golpeado

Fuente: BAE ~ La industria manufacturera continuó en junio con una reactivación parcial en relación a mayo, a pesar de que más de la mitad de los locales no pudieron operar con normalidad, de acuerdo a una encuesta cualitativa realizada por el Indec.

El ente estadístico midió que hay «una menor proporción de locales manufactureros sin actividad con relación a mayo», aunque todavía un 54% de ellos «no pudo operar con normalidad». De este último grupo, el 48% lo hizo parcialmente y el 6% restante directamente no tuvo actividad.

Dentro de este 54%, un 39% de los locales declararon que no pudo operar normalmente por no contar con el personal necesario debido a la cuarentena, mientras que para el 29% la causa fue que no tuvieron pedidos.

Según el organismo, las ramas industriales menos afectadas fueron «Alimentos, bebidas y tabaco” (que operó al 78%), “Refinación del petróleo, químicos, productos de caucho y plástico” (que operó al 53%) y “Madera, papel, edición e impresión” (que operó al 50%).

En tanto, el 74% del rubro automotor operó parcialmente, porcentaje que llega al 61,1% en productos de metal, maquinaria y equipo y al 60,8% en minerales no metálicos y metálicas básicas.

En tanto, el sector con una mayor proporción con establecimientos que directamente no pudieron producir es el de textiles, prendas de vestir, cuero y calzado, con el 23,8% de las fábricas en esa situación, es decir, casi un cuarto.

Lo cierto es que este rubro «es el que mostró la mayor proporción de locales que debieron permanecer cerrados total o parcialmente por el aislamiento, ya que, entre los locales que operaron parcialmente o estuvieron sin actividad productiva en este sector, un 53% se encontró en esta situación en junio», precisó el Indec.

En ese sentido, los mayores problemas a los que se enfrentaron las industrias son la menor demanda interna por el aislamiento y las dificultades financieras, dado que el 60% de los encuestados le asignó a estas causas una importancia media-alta.

El sector textil aparece nuevamente como uno de los más golpeados por el aislamiento, ya que más del 80% consideró que la baja de la demanda fue el principal factor que afectó sus negocios.

Por su parte, «la mayoría de los locales manufactureros que manifestaron otro tipo de problemas, tales como escasez de insumos o inconvenientes en la cadena de distribución, les asignaron importancia media-baja«.

Buena convocatoria de los locales en avenidas porteñas en su primer día de reapertura

Fuente: Telam ~ Los comercios no esenciales ubicados en avenidas de alta circulación de la Ciudad de Buenos Aires reabrieron hoy sus puertas con un flujo constante de gente que se acercaba a los locales a preguntar precios y realizar compras luego de más de cuatro meses con sus persianas bajas por la pandemia del coronavirus.

Se trata de la primera jornada de reapertura de este tipo de comercios, que incluye -con estrictos protocolos- al rubro indumentaria y calzado, en lo que constituye la última fase de la etapa 1 del plan de flexibilización de la cuarentena implementado por el Gobierno porteño.

Reabrieron los comercios no esenciales de las avenidas porteñas

Camila y Alejandra atienden una zapatería en la esquina de Cabildo y Juramento, en el barrio porteño de Belgrano, y contaron a Télam que abrieron “desde hoy y estamos entusiasmadas. Se vendía por internet y WhatsApp, pero el ingreso no es el mismo; necesitábamos que la gente pueda venir y ver los zapatos”, contaron.

En cuanto a los protocolos, aclararon que “la gente se puede probar, les damos alcohol en gel para las manos y unas medias descartables, pero no pueden entrar más de dos clientes y tienen que pasar por la alfombra con sanitizante”.

Ana, que es abogada, fue una de las clientas que se acercó a esa esquina de Belgrano para averiguar por unos zapatos. “Menos mal que abrieron locales, se siente un poco más normal. No es lo mismo que comprar por internet”, reflexionó.

Según pudo observar Télam durante una recorrida, un flujo constante de gente se acercaba a los locales ubicados en avenidas de alta circulación, excepto los que se ubican en la avenida Avellaneda (entre las calles Terrada y Bahía Blanca), y en el sector del barrio de Once delimitado por la avenida Rivadavia y las calles Boulogne sur Mer, Lavalle y Larrea.

También quedaron excluidos de la reapertura los negocios y centros comerciales ubicados en los centros de trasbordo de Retiro, Constitución, Once y Liniers, según lo pautado por la gestión porteña en el marco de su plan de reaperturas.

Silvia Rodríguez, que tiene su zapatería hace 28 años en la avenida Santa Fe al 4400, en Palermo, aseguro que “estamos muy contentos de volver a levantar las persianas”.

“Por ahora las ventas vienen muy tranquilas, la gente se acerca a preguntar. Estamos a principio de mes, la gente todavía no cobró. Esperamos que repunten las ventas en agosto”, reconoció.

A pesar de la autorización estatal, algunos pocos locales permanecieron cerrados al público, como el que atiende Cristian Báez, que vende camisas para hombre en la avenida Santa Fe y Godoy Cruz.

“Arreglamos con mis empleadores que hasta que no esté la vacuna no vamos a abrir al público. El virus sigue estando, no vamos a arriesgarnos”, afirmó el joven, que recibía a los clientes desde el interior del local con la puerta entreabierta y un estante bloqueando la entrada.

“Con la venta online y con el retiro por el local se está vendiendo entre un 25 y un 30% de lo que se facturaba antes”, precisó.

El Gobierno porteño informó hoy que “para que la actividad comercial fuera posible, se optimizó el espacio público a fin de garantizar el distanciamiento social, evitando conglomeraciones que favorezcan el contagio”.

Con ese objetivo, también se agregaron carriles peatonales a las calles, y señalética y demarcaciones en 40 puntos comerciales estratégicos, informó el Ejecutivo porteño.

Guadalupe, empleada en un local de lencería en la avenida Cabildo al 2100 no podía disimular su entusiasmo: “Estoy recontenta de volver a trabajar en el local. Apenas abrimos, ya vino gente a comprar”.

Y también explicó cómo es el protocolo para su comercio: “Cuando la persona entra al local le hacemos pisar el trapo con lavandina y le damos alcohol en gel para las manos. No está permitido probarse ni se puede tocar la ropa. Nos señala la prenda y nosotros se la damos ya para llevar”.

Guillermo, que atiende un local de cómics en Belgrano, aseguró que tenían “ganas de trabajar. La apertura del local es positiva y necesaria”, dijo.

Y agregó: “La semana pasada abrimos para limpiar y la gente venía a preguntarnos cuándo íbamos a abrir”.

Sobre cómo será la modalidad de atención, precisó que “se permiten dos personas máximo adentro del local, y los clientes no pueden tocar los productos”, algo que consideró “una lástima porque antes podían hojear los cómics”.

En la zona de Acoyte y Rivadavia, en el barrio de Caballito, se vio mucha gente caminando por las avenidas, rememorando escenas en el barrio previas a la pandemia.

Carmen Paredes, que tiene una joyería junto a su marido Leonardo en la galería Via Cavour, contó a Télam que recibieron “esta apertura con mucha expectativa. Perdimos muchos clientes y vamos a tener que generar nuevos”.

“Está muy dura la cuestión económica, en la galería cerraron 11 locales”, aseguró y señaló como los tres locales posteriores al de ellos se encuentran vacíos.

Julieta, que hacía una fila fuera de un local de ropa de la avenida Rivadavia para cambiar un regalo, afirmó que le parece bien que se abran los locales porque “si se respetan los protocolos no tendrían que producirse contagios”.

Aldo Protti, que atiende un comercio familiar de venta de ropa interior masculina en la misma galería que Carmen, contó que “teníamos muchas ganas de abrir porque hace 140 días que estábamos cerrados. Al estar dentro de una galería no podíamos ni atender con la persiana baja”, se lamentó, y valoró que, “por suerte, se están acercando los clientes de siempre”.