Emprendedoras cordobesas traccionan ventas a los shoppings

Fuente: InfoNegocios ~ Para muchas emprendedoras “chicas” llegar a la vidriera de un shopping es una meta lejana (por lo costosa). Pensando en esa realidad, y para alentar el trabajo de estas mujeres, la Secretaría de Equidad y Promoción del Empleo del Gobierno de Córdoba lleva adelante un programa a través del cual cientos de productoras venden en shoppings y ferias de alto tránsito. En la primera edición del Córdoba Shopping facturaron más de $ 1.500.000. Ahora se trasladaron al Paseo del Jockey. En esta nota enterate cómo siguen y qué venden.

Marzo empezó con buenas noticias para las emprendedoras cordobesas. El programa Córdoba Tierra de Mujeres Productoras dio un paso más y lanzó su segunda edición, esta vez en el Paseo de Jockey. Allí montaron un local donde las mujeres (6 por semana durante 3 meses) exponen sus productos y los venden. La idea es que las marcas locales tengan la posibilidad de tener vidriera en un shopping. “Estamos felices por la oportunidad. Vendemos muy bien todas”, dice Fernanda Maroni, cabeza de Amaro Amore, una marca de indumentaria.

La primera experiencia se hizo el año pasado en el Córdoba Shopping. Allí expusieron (y vendieron) 84 productoras que facturaron más de $ 1.500.000.

Entre otros, se destacan trabajos de vitrofusión, pintura, marroquinería, tapizado, tejidos, libros ilustrados, títeres tallados, camas para animales, cerámica, tejidos artesanales, bijouterie, bordado mejicano, kokedamas (cultivo de cactus y suculentas), miel, fraccionador de cereales, frutas secas, condimentos y especias, orfebrería, artesanías en fieltro e indumentaria femenina.

¿Cómo siguen?

A la apertura del Paseo del Jockey se sumarán, durante marzo, dos nuevos locales: uno en el Paseo Rivera Indarte y uno que se repite en el Córdoba Shopping. “Es una gran apuesta la que hacemos. Además de estas aperturas en shoppings participamos en más de 40 ferias itinerantes en Córdoba y el interior. Son 1040 las emprendedoras que están participando”, comenta Laura Jure, secretaria de Equidad y Promoción del Empleo de Córdoba.

Todavía tenés tiempo de participar como expositora porque las inscripciones siguen abiertas. Mirá acá.

Se creó la comisión “CAME contra la ilegalidad”

Fuente: Came ~ Desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) informamos que se ha creado la comisión denominada “CAME contra la ilegalidad” que estará a cargo del vicepresidente Regional NEA y presidente de la Cámara de Pequeñas y Medianas Empresas de Formosa (CAPYMEF), Antonio Fabián Hryniewicz.

Esta comisión tendrá por objetivo interactuar con dirigentes, funcionarios y autoridades competentes de toda la Argentina para generar, entre todos, herramientas concretas que permitan colaborar contra la ilegalidad y la informalidad que en nuestro país está tomando gran dimensión.

Es importante destacar que desde CAME creemos fundamental brindar un tratamiento federal a este tema que aqueja no solo a las Pymes sino a la sociedad en su conjunto, mediante la constitución de esta comisión.

Finalmente, todos aquellos dirigentes que quieran participar y/o realizar consultas sobre la comisión pueden hacerlo de manera abierta, enviando un correo electrónico a comisionilegalidad@came.org.ar

Indumentaria encabeza el ranking de barrios que cerraron más locales en enero

Fuente: Bae ~ El balance del mes de enero para el comercio fue lapidario, cerraron 2536 locales en la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano bonaerense. Un simple cálculo muestra que bajaron su persiana 82 locales por día. Los barrios más afectados en enero fueron: La Plata en el Conurbano con 77 locales menos y en CABA, Belgrano con 56 cierres (-38 en Las Cañitas).

El dato más contundente y doloroso es que 10.144 personas perdieron su trabajo, según la Encuesta Semestral Económica (E.M.E.) elaborada por los 120 colaboradores de la ONG Defendamos Buenos Aires y el estudio Miglino y abogados.

En CABA el ranking de barrios que cerró más negocios en enero, después de Belgrano, sigue con Puerto Madero (-36), zona muy afectada por las obras el Paseo del Bajo. Un dato lo refleja: la mayoría de los locales gastronómicos tuvo que pedir el Procedimiento Preventivo de Crisis. El tercer lugar del podio lo comparten Recoleta y Barrio Norte (-35) y el Centro porteño (-35).

En las Cañitas bajaron las persianas 38 locales, Recoleta 35 y en Palermo Soho 28

Retiro no se queda atrás con 34 locales menos en el primer mes del año. Esta vez, a diferencia de otras veces, los comercios sufren por igual, tanto en barrios de clase alta, como en barrios no tan pitucos. El quinto lugar lo comparten Palermo Soho y Liniers, dos barrios muy diferentes, que sufrieron el cierre de 28 locales cada uno en el arranque de 2019.

Tarifazos, falta de financiación, baja en ventas y suba en alquileres impactan a todos. El sexto puesto lo comparten San Telmo; Palermo Viejo y Nuñez/Colegiales, en cada una de estas tres zonas porteñas, nada menos que 26 locales, no pudieron resistir y tiraron la toalla.

“Los rubros más golpeados fueron indumentaria y calzado de mujer; gastronomía; indumentaria y calzado de hombre; ferreterías; gestoría; talleres de reparación de vehículos; bares y remiserías”, explica Javier Miglino, director de Defendamos Buenos Aires.

El cierre del histórico local de la heladería Saverio en la avenida San Juan fue uno de los que más impactó en estos días. En plena temporada, cerró, remató sus muebles y desvinculó a trabajadores, aunque aseguran que en un par de meses reabrirá enfrente, en un local más chico. Sólo dejó abierto el local de Caballito.

En las Cañitas bajaron las persianas 38 locales, Recoleta 35 y en Palermo Soho 28

En el conurbano, después de La Plata con 77 cierres en enero, le siguió Lomas de Zamora/ Banfield (-68); Moreno (-69); Quilmes (-67); Florencio Varela (-58); Morón (-50) y el sexto puesto lo comparten con 49 cierres: Merlo, Tigre, Tablada, Avellaneda y San Martín. Berazategui cerró 48 comercios, Pilar (-46), Ramos Mejia y Burzaco (-43) y San Justo(- 41).

Cuando baja el consumo y sube todo el resto, el impacto se siente tanto en el conurbano profundo como en los glamorosos barrios porteños.

Semáforo de la Industria de la Indumentaria Argentina – Febrero 2019

La producción de ropa cayó 15,5% en diciembre

La crisis del sector de fabricación de indumentaria no se detiene

Fuente: CIAI ~ Hoy el INDEC dio a conocer el nuevo dato de producción física de prendas de vestir: 15,5% de caída respecto a diciembre de 2017. Para todo 2018, la disminución fue de 7,8%. Por su parte, la producción de hilados y tejidos (eslabón textil de la cadena de valor) mostró una contracción interanual de 36,3% en diciembre.

Semejante contracción deja en evidencia la magnitud de la crisis que atraviesa la cadena de valor en nuestro país. Esto vuelve imperativa la necesidad de diseñar, consensuar e implementar políticas públicas que eviten la quiebra de empresas y la destrucción de puestos de trabajo, teniendo en consideración que el principal factor de la actual crisis es la caída del consumo de prendas.

A su vez, el INDEC dio a conocer la información de comercio exterior del mes de diciembre de 2018. Los datos fueron sorprendentes pues en el último mes del año las importaciones de ropa volvieron a crecer (+7,5%) en comparación a mismo mes de 2017. El fenómeno estuvo explicado por los despachos de prendas de mayor valor, pues los precios promedios de la ropa importada crecieron 18,7% interanual. Si se analiza en términos de cantidades, las importaciones cayeron 9,5% en el período.

Lo llamativo es que este comportamiento se dio en un contexto donde el tipo de cambio real con China (principal origen de las importaciones de ropa del país) subió 27,7%, según información elaborada por el Banco Central de la República Argentina (BCRA). Es decir, donde se encareció la mercadería china por el salto del dólar en Argentina.

Sin embargo, el dato más llamativo fue que 2018 cerró con importaciones de ropa por un total de U$S 509,6 millones, cifra que representa un récord histórico para nuestro país (un crecimiento de 9,9% respecto al valor de 2017). Si la medición se realiza en kilogramos de prendas, las importaciones totalizaron 22.917 toneladas, 15,6% más que el año anterior.

En relación a las exportaciones de ropa nacional, durante los 12 meses del año 2018 acumularon un total de U$S 21,3 millones, lo que significó una caída de 34,9% respecto al nivel de 2017. Hace 10 años, Argentina exportaba U$S 106 millones de ropa, cinco veces el nivel del año pasado.

De esta forma, la balanza comercial de Argentina cerró 2018 con un déficit de U$S 488,3 millones. La caída de las exportaciones y el crecimiento de las importaciones es un proceso que tuvo lugar a lo largo de la última década, tornando cada vez más deficitaria la balanza del sector: en 2007 había sido sólo U$S 127 millones, según estadísticas del INDEC.

Las compras de ropa por parte de la población argentina continúan cayendo. Según la información publicada por el INDEC, las ventas de indumentaria en Shoppings del Gran Buenos Aires (Capital y Conurbano Bonaerense) disminuyeron 9,5% en noviembre de 2018 respecto a mismo mes del año anterior. En los supermercados de todo el país, la reducción de las ventas fue de 10,8%. Y en los comercios minoristas relevados por la CAME, la caída interanual de las ventas durante enero de 2019 fue de 10,6%.

La reducción de las ventas de indumentaria está fundamentalmente explicada por la fuerte caída del poder adquisitivo de la población argentina. En diciembre de 2018, el poder adquisitivo de los trabajadores formales se contrajo 14,6% comparado con mismo mes del año anterior, según el Instituto de Estadísticas de los Trabajadores (IET). Por su parte, el poder de compra de los beneficiarios de la seguridad social (jubilados, pensionados y asignaciones familiares) se contrajo 13,6% en enero de 2019 respecto a enero de 2018. Se trata de cálculos propios que surgen de comparar los aumentos nominales de 28,5% por la nueva Ley de Movilidad contra la inflación minorista del mismo período (48,7%).

En este contexto, la confianza del consumidor inició el año con una caída de 8% en enero respecto a diciembre de 2018, según la Universidad Di Tella. Sin embargo, analizando respecto a enero de 2018, el indicador muestra una caída de 26,7%.

El Relevamiento de Expectativas del Mercado elaborado por el BCRA[1] durante los últimos días hábiles de enero demostró que el mercado espera una inflación minorista de 29% para todo 2019 (0,3% más alta que la relevada el mes pasado). Las expectativas de caída del PBI de 1,2% para 2019 continuaron en el mismo nivel que el relevamiento pasado.

El crédito continúa prohibitivo para las empresas del sector. La tasa de interés para adelantos de cuenta corriente se ubicó en 58,6% anual en el último día hábil de enero, según el BCRA. Dicho valor está 30 puntos por encima de la inflación esperada para el mismo período. Esto representa una pérdida de competitividad para la producción nacional por motivos completamente ajenos a la productividad de nuestras empresas. Así, se torna indispensable que la autoridad monetaria continúe con la reducción de las tasas de interés y que el sector público implemente medidas concretas que efectivamente permitan el acceso al crédito a tasas diferenciales para las PyMEs del sector.

El precio de la energía eléctrica subió 46,2% en diciembre de 2018 respecto del valor de un año atrás, según datos del Instituto Estadístico de la Ciudad. Por su parte, la nafta súper se encareció 54,9%, empujando los costos logísticos del sector. Los precios de la ropa en Argentina mostraron un incremento interanual de 32,7% en noviembre de 2018 según estadísticas del INDEC, muy por debajo del nivel general de inflación de 48,7%.

La disminución de la fabricación nacional de indumentaria llevó a la destrucción de empleos “en blanco” en el sector. La última información disponible en el Ministerio de Producción y Trabajo indica que, entre el segundo trimestre de 2018 e igual período de 2017, se destruyeron 3.056 puestos, lo que representa una caída de 6,9% en el personal de nuestras industrias.

[1] Todos los meses el BCRA consulta a alrededor de 50 consultoras, centros de investigación, entidades financieras y analistas extranjeros respecto de las expectativas sobre el comportamiento futuro de una serie de indicadores (dólar, inflación, PBI, entre otros).

A continuación podrán descargar el Semáforo de la Indumentaria Argentina – Edición 2019: CIAI – Semáforo Febrero 2019

Los comercios adelantan liquidaciones para atenuar la crisis del consumo

Fuente: Clarín ~ Grandes carteles anunciando liquidaciones, promociones 2×1, rebajas por compras al contado o distintas opciones de pago con tarjetas de crédito. Todo forma parte de la artillería con la que el sector comercial intenta seducir clientes, últimamente esquivos al consumo debido al deterioro de su poder adquisitivo.

Un dato representativo del parate que sufren las ventas en casi todos los centros comerciales (ropa, calzado, marroquinería, etc)  se vio en la última semana, cuando del INDEC dio a conocer la caída de la actividad económica (-7,5% interanual). Allí se hizo evidente que el comercio (mayorista, minorista y reparaciones) lideró la contracción del indicador en noviembre, con una caída del 17% respecto del mismo período de 2017.

Esta variación negativa para el sector fue la más fuerte del año y una constante durante todo el 2018, según las estadísticas de la Cámara de la mediana Empresa (CAME), que relevó una caída del 6,9% anual, incluido el mes de diciembre (-9,9%).

«En este último tiempo, las ventas vienen demasiado complicadas», describe Eduardo Sirodsky, comerciante del rubro marroquinería, en el barrio de Once. Su comercio facturó, en términos nominales, un 10% más que el año pasado, cuenta, pero con la inflación, los altos costos operativos, y las cargas sociales, entre otros, tuvo una pérdida importante del volumen vendido y de la renta. «En diciembre tuvimos un ligero repunte por las Fiestas que nos ayudó a respirar, pero en enero, volvimos a la cruda realidad», dice.

En este rubro, de valijas, paraguas y mochilas, entre otros artículos, el 70% de la mercadería es importada, explica Sirodsky. «Con lo cual, como los precios aumentaron el doble, terminamos vendiendo la mitad». «No podemos acumular stock, por los cambios de temporada. Por eso, debimos adelantar las liquidaciones», señaló.

Según Fabian Castillo, dueño de la cadena de calzados Giuliano y presidente de la Cámara de la Comercio, Calzado, y Afines, «la situación del sector es preocupante». La retracción en las zapaterías fue del 14,8% en el último año y la rentabilidad es cada vez menor, asegura este empresario que se autodefine «pyme de 4° generación». «La gente tiene menos plata y no prioriza el calzado», reconoce.

Una de las iniciativa que tomó la cámara fue pedir a la AFIP, acceder a una moratoria para pagar los impuestos que le quitan oxígeno a las ventas. Otra, fue negociar con los bancos para conseguir tasas más bajas que les permitan financiarse. «Hay que pensar en invertir en la nueva temporada. Es imposible mantener un stock si uno no se financia», dice. Por otro lado, hoy mas del 70% de las ventas son con tarjeta de crédito y esta operatoria implica mayores costos para el comerciante», dice Castillo.

Según los datos de CAME, durante el 2018, las jugueterías, aunque vendieron artículos más baratos, registraron caídas promedio del 5,3%; los locales de ropa, tuvieron mermas del 6,8% y los negocios de textiles y ropa de cama, vieron disminuida sus ventas en 8,1%, en promedio, a pesar de las grandes promociones que hicieron.

En este contexto recesivo no faltaron los cierres de locales. En la ciudad de Buenos Aires, aumentó (en un año) un 11,8% la cantidad de locales sin actividad -en venta, alquiler, clausurados o cerrados- en las principales áreas comerciales, mientras que en la ciudad de La Plata la suba fue de un 40%, según un relevamiento de la Cámara Argentina de Comercio (CAC).

«Hoy hay cada vez más cadenas que pueden pagar alquileres caros y entonces, marcan el precio de la zona comercial. Eso hace que muchos comercios chicos tengan que cerrar», explicó Castillo.

Las marcas de ropa aplican «liquidaciones permanentes» para no perder clientes

Fuente: La Nación ~ La baja del poder adquisitivo de los argentinos produjo, en el último tiempo, una reducción del consumo que afectó especialmente a los rubros de menor necesidad vital y generó, entre otras cosas, que los comercios de indumentaria comiencen a acumular stock. Para mitigar el alto costo de tener mercadería inmovilizada, los productores de prendas y calzado nacionales apuntan a rotarla por los diferentes canales de venta y a ofrecerla a precios más bajos, resignando rentabilidad. Las grandes marcas internacionales, con mayor margen de maniobra, apelan a otra estrategia, que distorsiona disimuladamente los datos de exportación: reenvían a sus casas matrices o locales en el exterior los productos que importaron previamente y no lograron vender.

«Solo pueden reenviar stock empresas multinacionales de mucho tamaño, que manejan otra estructura de costos y de locales en el exterior», explicó a LA NACION Priscila Makari, titular del departamento Coyuntura y Comercio Exterior de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI).

Makari detalló que al realizar la operación las empresas deben abonar los impuestos correspondientes a una exportación tradicional y que se registra de igual manera en las estadísticas oficiales, por lo que es muy difícil diferenciar las exportaciones genuinas del sector de las que se explican por esta maniobra. Más aún porque el Gobierno mantiene en reserva el detalle de las empresas que hicieron los envíos.

Sin embargo, en algunos casos es posible detectarlo. «En octubre de 2017, por ejemplo, hubo un salto importante en las exportaciones del sector; un valor que no tenía relación con lo que es el promedio de los últimos tres años. Investigando descubrimos que se trataba de una marca grande de ropa deportiva que había relocalizado mercadería en otras sedes del mundo», reveló Makari.

Las firmas argentinas, que son en su gran mayoría pymes, no tienen una estructura suficiente para reaccionar de la misma manera. Tratan de liquidar la mercadería remanente con estrategias de marketing u ofreciéndola como saldo en alguna otra plaza comercial para recuperar al menos el costo de producción. Esto se evidencia en los registros de precios al consumidor del Indec : mientras que la inflación promedio de 2018 fue de 47,6%, el rubro prendas de vestir y calzado cerró casi 15 puntos porcentuales abajo, en 33,1%.

Para Marcelo Sorzana, consultor de marcas textiles y director de Surreal Marketing, la baja del consumo en el sector fue del 30% en ítems, aún cuando las estrategias de reducción de precios fueron generalizadas. «Ni siquiera en Navidad o el Día de la Madre se vendió a precio lleno. Nunca dejó de haber promoción y liquidación encubierta», aseguró.

Silvia Fernández, directora de Caro Cuore, explicó que dentro de su estrategia para 2018 la marca decidió adecuar sus precios al bolsillo de los clientes, resignando rentabilidad. «Además hicimos propuestas de negocios diferentes con el remanente. Intentamos movilizar el stock de punta a punta en todos los canales: e-commerce, primera, outlets», dijo, y agregó que también hicieron venta de paquetes de mercadería a locales propios o franquicias en el exterior.

«Nosotros no tuvimos caída de consumo en términos de unidades, de hecho crecimos 7% en unidades en nuestros locales, pero a costa de precios más tractivos», señaló Clara Forno, directora de Rapsodia. «Pensamos en cuánto la gente estaba dispuesta a gastar y, frente a una colección ya comprada, cuyo costo se incrementó por la trepada del dólar, decidimos resignar margen para poder vender más unidades», agregó.

Forno señaló que por las altas tasas de interés «hay que tratar de vender enseguida» cada prenda y por eso es necesario «rotarla cada vez más rápido». «Mantener stocks con tasas infernales es un pésimo negocio», coincidió el dueño de una marca líder de indumentaria joven, que prefirió mantener su nombre en reserva. «Con estas tasas te conviene vender con cero margen, pero bajar la deuda», añadió.

Otra estrategia que utilizan los fabricantes nacionales es ajustar lo máximo posible la producción a la coyuntura. «Las fábricas locales, que están fundamentalmente abocadas al mercado interno, pueden reaccionar mucho más rápido y reducir la producción cuando va quedando stock. Las multinacionales no, porque fabrican al ritmo del mundo», señaló Paulina Campión, del departamento de Comercio Exterior de la Cámara Industrial del Calzado (CIC). Según agregó, el producto remanente va acumulándose en el último eslabón de la cadena, el comercio minorista, que puede reservar los productos más clásicos hasta la próxima temporada y generar así una reducción de la demanda futura a los fabricantes.

¿Qué pasa con la Ley de Talles en Mendoza?

Fuente: El Ciudadano ~ La norma está basada en el resultado de la toma de medidas que se realizó sobre la población mendocina

En el 2013, en Mendoza se sancionó la Ley Provincial 8579, más conocida como Ley de Talles, que establece que todos los establecimientos comerciales y/o industriales, cuya actividad sea la fabricación o venta de indumentaria para varones y mujeres, niños, jóvenes y adultos, deberán garantizar la existencia de todos los talles correspondientes a la Tabla de Medidas Corporales Normalizadas del género y franja etaria a la que se dediquen.

Lo cierto es que a seis años de lo que se pensó un “avance” en el tema, solo algunos locales comerciales de la provincia sumaron dos o tres talles más a los que habitualmente comercializan o fabrican, o exhiben en sus vidrieras maniquíes con medidas corporales reales.

Pequeño gran detalle
Al menos doce provincias se sumaron a la ruptura de estereotipos, pero, según explicó Mercedes Zuloaga, directora de Fiscalización y Control, «lo que falta es una ley nacional, que se está impulsando. Y es la única que podría aplicarse. El problema que tiene la norma provincial es que, si bien habla de fabricantes y comerciantes, en las provincias los comerciantes compran en fábricas. El 90% se compra en Buenos Aires y el comerciante compra lo que le ofrece el fabricante».

Reclaman que haya una ley nacional.
El diputado mendocino, autor de la normativa, Hugo Babolené, dijo que “lo que aparentemente faltaba en su momento es que entregaran el resultado de la toma de medidas que se había hecho sobre la población mendocina (en el Le Parc)”.

“Eso refiriéndome a la provincia de Mendoza, porque la realidad nacional es mucho más distinta y complejo el tema. Pero la ley fijaba algunas pautas para quienes fabricaran las prendas en Mendoza, para los que importan ropa”, y agregó que “lo que sí obligaban a los comerciantes era asegurar las provisiones de cada uno de los talles, de acuerdo a la provincia de Mendoza”.

Hubo fábricas mendocinas que   adhirieron a la ley y tienen todas las medidas de ropa, pero lamentablemente no abastecen al 100% de los comercios.

Semáforo de la Industria de la Indumentaria Argentina – Enero 2019

Fuente: CIAI ~ Fuerte contracción de las exportaciones de ropa argentina

La crisis del sector impactó negativamente en las ventas al exterior de prendas nacionales, que aún no muestran reacción a la mejora cambiaria

Durante el acumulado enero-noviembre de 2018, las exportaciones de ropa totalizaron U$S 20 millones, 35,3% por debajo del nivel del año 2017, según datos del INDEC. Con estos valores, se estima que las exportaciones cerrarán 2018 en U$S 22 millones, muy por debajo del nivel del año 2012, cuando habían alcanzado $110 millones.

Por su parte, las importaciones de ropa cayeron 19,5% en noviembre de 2018 en relación mismo mes del 2017, mientras que si la medición se realiza en kilogramos, la contracción fue de 13,2%. La diferencia corresponde a la variación de los precios promedio de importación, que cayeron 7,2%. La reducción de las importaciones en el período está asociada a la mejora de 40,5% en el tipo de cambio real con China (país origen de más de la mitad de nuestras importaciones de ropa) entre diciembre de 2018 y mismo mes de 2017, según información del Banco Central. En el acumulado enero-noviembre de 2018, las importaciones fueron de U$S 479,3 millones, por lo cual la balanza comercial del sector mostró un déficit de U$S 459,3 millones.

La demanda de ropa continúa en caída: en los 300 comercios minoristas relevados por CAME, las ventas de indumentaria y lencería se contrajeron 11,5% anual en diciembre de 2018. Según el INDEC, en el mes de octubre las ventas de ropa en Shoppings del Gran Buenos Aires cayeron 9,5% comparado con mismo mes de 2017, mientras que en Supermercados de todo el país se redujeron 11,5%.

Estas caídas se relacionan con la reducción de 15,5% del poder de compra de los asalariados “en blanco” (registrados en la Seguridad Social) para noviembre de 2018, según el Instituto Estadístico de los Trabajadores. La elevada inflación fue la responsable, que también contrajo 13,1% interanual el poder adquisitivo de las jubilaciones, pensiones y asignaciones familiares para diciembre de 2018.

Por su parte, la confianza del consumidor se recuperó 12,1% en diciembre respecto a noviembre, según la Universidad Di Tella, dinámica probablement asociada a la estabilización del dólar. Sin embargo, analizando respecto a diciembre de 2017, el indicador muestra una caída de 16,7%.

En los últimos días hábiles de diciembre, el Banco Central realizó su relevamiento mensual de mercado a alrededor de 50 consultoras, centros de investigación, entidades financieras y analistas extranjeros respecto de las expectativas para el año que viene. En promedio, el mercado espera una contracción del Producto Bruto Interno (PBI) de 1,2% para 2019 (y una caída de -2,4% en 2018). En relación a los precios, el mercado estima una inflación punta a punta (diciembre 2019 vs. diciembre de 2018) de 28,7%.

Los costos financieros de las empresas del sector continúan en niveles incompatibles con la actividad productiva y la inversión. El BCRA interrumpió la política de reducción de tasas de interés durante diciembre, probablemente por la suba del riesgo país y las dudas sobre la sostenibilidad de la paz cambiaria alcanzada. Para el último día hábil del mes, la tasa de interés anual por adelantos en cuenta corriente se ubicó en 63,5%, según datos del BCRA. Estos niveles, muy por encima de la inflación esperada, restan competitividad a la producción nacional por motivos completamente ajenos a la productividad de las empresas.

El precio de la energía eléctrica subió 108,8% en noviembre de 2018 respecto del valor de un año atrás, según datos del Instituto Estadístico de la Ciudad. Por su parte, la nafta súper se encareció 65,1%, empujando los costos logísticos del sector. Los precios de la ropa en Argentina mostraron un incremento interanual de 32,7% en noviembre de 2018, según estadísticas del INDEC, muy por debajo del nivel general de inflación de 48,5%.

El INDEC publicó los nuevos datos de producción de indumentaria para el tercer trimestre de 2018 (período julio-septiembre), mostrando una caída interanual de 8,8%. Por su parte, la producción de hilados y tejidos (eslabón textil de la cadena de valor) mostró una contracción interanual de 32,2% en noviembre de 2018, según el Estimador Mensual Industrial publicado por el INDEC. La magnitud de la caída deja en evidencia la crisis que atraviesa nuestra cadena de valor y la imperiosa necesidad de implementar políticas de promoción industrial específicas para evitar la quiebra masiva de empresas y la destrucción de puestos de trabajo.

Por último, la caída en la producción de ropa provocó la pérdida de puestos de trabajo “en blanco” generados por nuestro sector. Según los últimos datos disponibles en el Ministerio de Producción y Trabajo, entre el segundo trimestre de 2018 e igual período de 2017, se destruyeron 3.056 puestos, cifra que equivale a una reducción de 6,9% en el plantel del personal de nuestras industrias.

Semáforo de la Indumentaria Argentina: edición Diciembre 2018

Se derrumban las ventas de ropa en comercios minoristas, shoppings y supermercados

Fuente: CIAI ~ La aguda recesión hizo retroceder la facturación entre 10 y 15% en términos reales, entre 2017 y 2018. La causa de fondo es la aceleración inflacionaria, que viene golpeando con dureza el poder de compra de salarios, jubilaciones y asignaciones familiares

La edición de diciembre del Semáforo de la Indumentaria Argentina muestra resultados preocupantes. La demanda de prendas continúa en pleno retroceso: las ventas de indumentaria en comercios minoristas de todo el país cayeron un 14,2% interanual en noviembre, según el relevamiento de la CAME. Las estadísticas difundidas por el INDEC van en la misma línea, aunque con dos meses de rezago: durante septiembre, las ventas de ropa en shoppings del Gran Buenos Aires se redujeron 11,1% respecto al mismo mes de 2017, mientras que en supermercados de todo el país cayeron 9,6%.

La adversa situación macroeconómica es la responsable de gran parte de la crisis del sector. La aceleración inflacionaria provocó una caída en el poder de compra de los asalariados registrados en la Seguridad Social (“en blanco”) de 15% entre octubre de 2017 y octubre de 2018, según el Instituto Estadístico de los Trabajadores. También generó una contracción interanual del poder adquisitivo de las jubilaciones, pensiones y asignaciones familiares de 19,6% para el mes de noviembre.

Probablemente, la fuerte caída del poder adquisitivo de la población explique el desplome de 37,2% en la Confianza de los Consumidores medida por la Universidad Di Tella en noviembre respecto a mismo mes del año anterior. Contrastada con octubre de 2018, la confianza cayó 1,7%.

En relación al comercio exterior de ropa, las importaciones mostraron una contracción interanual de 12,8% en octubre de 2018. Si la medición se realiza en cantidades, las compras externas de indumentaria cayeron 13,9%, mientras que los precios promedio de importación subieron 1,3%. La caída en las compras se relaciona con la suba del dólar y del tipo de cambio real multilateral con China (nuestro principal proveedor de ropa), que se encareció 38,2% interanual entre noviembre de 2018 e igual mes de 2017, según estadísticas del Banco Central de la República Argentina (BCRA). Por otra parte, las exportaciones de prendas argentinas tuvieron una caída de 35,2% para el acumulado del período enero-octubre de 2018, según el INDEC.

La tasa de interés continúa en niveles muy elevados, a pesar de las sucesivas reducciones implementadas desde inicios de noviembre. Para el último día hábil del mes, la tasa de interés anual por adelantos en cuenta corriente se ubicó en 68,5%, según datos del BCRA. Estas altas tasas incrementan los costos financieros de nuestras fábricas y comercios, restando competitividad a la producción nacional por motivos completamente ajenos a la productividad de las empresas.

Asimismo, según el relevamiento que todos los meses realiza el BCRA entre unas 50 consultoras, centros de investigación, entidades financieras y analistas extranjeros respecto de las expectativas del mercado, en noviembre de 2018 se verificó una expectativa de caída del PBI en Argentina de 1,2% para 2019, con un cierre de -2,4% en 2018. En relación a los precios, la expectativa se ubicó en 47,5% de inflación para diciembre de 2018 versus diciembre de 2017, y de 27,5% para todo el año 2019.

En relación a los costos, en la Ciudad de Buenos Aires la energía eléctrica se encareció 108,8% en octubre de 2018 respecto del valor de un año atrás, según datos del Instituto Estadístico de la Ciudad. Por su parte, la nafta súper tuvo un incremento interanual de 80,2%, empujando los costos logísticos del sector. En este contexto, los precios de la indumentaria mostraron una suba interanual de 31,4% en octubre de 2018, según estadísticas del INDEC, muy por debajo del nivel general de inflación de 45,9% en el mismo período.

El INDEC no presenta datos mensuales de producción de ropa en Argentina: sólo se dispone de la información trimestral de cuentas nacionales que tiene un rezago promedio de 6 meses. La última información disponible refiere a la situación del segundo trimestre de 2018 (abril-junio), cuando la producción nacional de indumentaria había caído 1,8% interanual. Para tener una noción más actualizada del nivel de actividad de nuestro sector, a partir de esta edición del Semáforo decidimos incorporar la producción de hilados y tejidos, que sí es relevada y publicada mensualmente por el INDEC. Dado que se trata del eslabón anterior en la cadena de valor y que provee los insumos para nuestro sector, la actividad industrial específicamente textil muestra fluctuaciones similares a las de la indumentaria. Para octubre de 2018, la producción de hilados y tejidos tuvo una contracción interanual de 23,4%, según el Estimador Mensual Industrial publicado por el INDEC.

La caída en la producción de ropa trajo además aparejada la destrucción de trabajo asalariado registrado en la Seguridad Social en nuestro sector. Según los últimos datos disponibles en el Ministerio de Producción y Trabajo, entre el primer trimestre de 2018 e igual período de 2017 se perdieron 3.510 puestos en la fabricación de ropa, cifra que equivale a una reducción de 7,7% en el plantel del personal de nuestras industrias.

A continuación podrán descargar el Semáforo de la Indumentaria: 12 CIAI – Semáforo Diciembre 2018

Este año se vendió un 15% menos de ropa

Fuente: Cronista ~ La economía real es la mejor medida de la salud de los números macro. Inflación, devaluación y tasas de interés explican, de forma bastante certera, lo que muestran los números del sector confección e indumentaria.

«La aguda recesión hizo retroceder la facturación entre 10 y 15% en términos reales, entre 2017 y 2018. La causa de fondo es la aceleración inflacionaria, que viene golpeando con dureza el poder de compra de salarios, jubilaciones y asignaciones familiares», señala un informe de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI).

El Semáforo de la Indumentaria Argentina, que elabora la entidad en base a 20 indicadores clave de la actividad, afirma en su edición de diciembre que «la demanda de prendas continúa en pleno retroceso» y precisa que las ventas de indumentaria en comercios minoristas de todo el país se desplomaron 14,2% interanual en noviembre, de acuerdo a un relevamiento de CAME.

También bajaron fuerte las exportaciones de ropa hasta 35,2% interanual en el período enero-octubre. En el décimo mes del año el precio promedio de la ropa aumentó 31,4%, mientras que los precios promedio de las importaciones lo hicieron en torno a 1,3%. Analizando las importaciones se observa que en valores cayeron 12,8%, y en cantidades el 13,9%.

«La caída en las compras se relaciona con la suba del dólar y del tipo de cambio real multilateral con China -el principal proveedor de ropa-, que se encareció 38,2% interanual entre noviembre de 2018 e igual mes de 2017, según estadísticas del BCRA», señala el informe de CIAI.

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